With me [OneShot]

: Últimamente no estoy durmiendo nada...
: a Favio roncar
: la rotondida de mi sala

Titulo: With me
Autor: Satommy
Pareja: Inoodai
Género: Lemon
Extensión: Oneshot
Summary: Amaba a su pequeño alumno, no había duda de eso, lo había hecho desde que lo había conocido y ahora tenía la oportunidad de demostrárselo.
Notas: Estoy media… “ida” No molesten por lo que salga XD ¿Quién dice que la gente picada no puede escribir? Lol, eso sí, creo que está demasiado hiper perv… Leer bajo su responsabilidad… Perdonen las fallar ortográficas pero si se dan cuenta a que hora lo he escrito, entenderán porque está así... Asdasdas me van a castigar jajaja

-Inoo, me debo ir a mi casa – dijo Daiki mientras se alejaba del chico universitario que le hablaba – Ya es tarde y mi mamá se va a molestar
-¿Por qué no le dices que estás conmigo?
-No te conoce – dijo el menor algo ansioso
-Solo dile que tu amigo te está ayudando con la aplicación a la universidad
-¿No estás haciendo eso?
-Pensé que… - Kei se calló la boca – Si, estoy haciendo eso… - sonrió y le entregó la forma y los papeles de ejercicios que habían estado rellenando – Espero que te sean de ayuda
-Yo también espero que así sea – Daiki tomó las hojas y las metió en su bolso – Supongo que nos volveremos a ver en el examen
-¿En el examen? – el mayor lo vio un poco confundido - ¿Por qué tengo que ir el día del examen?
-¿No quieres ir a felicitarme por mi ingreso?
-Tienes razón – ahogó una carcajada – Tengo que ir a felicitarte por tu ingreso
-Y darme un regalo – Daiki le sonrió traviesamente
-Pero, ese no es el día de los resultados
-¿No confías en mis conocimientos?
-Si lo hago, no te preocupes – Inoo también se levantó de su sitio – Bueno, supongo que te veré por esa fecha, me alegra que hayas tomado tus asesorías conmigo
-Eres un buen tutor, Inoo – contestó el menor mientras también salía por la puerta del establecimiento

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Daiki esperó casi una hora después de salir de su examen, estaba molesto, aunque esa palabra no podía describir a plenitud el sentimiento de resentimiento que estaba sintiendo en su pecho. Molesto, se giró para la salida y empezó a caminar ¿Por qué rayos pensó que un universitario iba a querer pasar su domingo con alguien como él? Llegó a la puerta de salida y se quedó parado… Le había dicho a su mamá que llegaría tarde ¿Ahora qué se supone que haría? No podía simplemente llegar a su casa y decir que sus planes se habían cancelado.

-Arioka!! – escuchó su nombre y su rostro se iluminó instantáneamente – Lamento la demora , es que conocí a mi nuevo alumno para este ciclo y… ¿Por qué te vas?
-No sabía que reemplazabas tan rápido a tus “alumnos” – Inoo se quedo perplejo ante eso – Me debo ir
-No puedes! – el mayor lo tomó del brazo – No te he dado tu regalo
-Guárdalo para cuando ingrese tu nuevo alumno
-¿Por qué te molestas?
-No me molesto
-Me estás mintiendo! – Kei suspiró con pesadez - ¿Qué es lo que te sucede? No entiendo nada…
-Estoy seguro de eso, no entiendes nada
-Si no me lo dices, ¿Cómo quieres que lo haga?
-Inoo, solo olvídalo, debo irme
-No quiero… Debo darte tu regalo
-¿Si me lo das me puedo ir?
-Tú eres el que exigió regalo y ahora te pones así… - recibió una mala mirada del menor pero lo ignoró – Después de que te lo dé te puedes ir
-¿Y donde está?
-En mi departamento

El menor se quedó callado y su cuerpo empezó a temblar levemente por los nervios. En su vida había ido al departamento de su tutor y es que, como hacerlo, el chico le gustaba demasiado, demasiado como para que ambos fueran hombres, siempre quiso mantener una distancia marcada pero sus sentimientos lo traicionaron, pero claro, él solo lo veía como un alumno más del montón ¿Por qué sino le hubiera dado prioridad a otra persona?

Daiki abrió los ojos de par en par cuando se dio cuenta que estaba parado delante de una puerta ¿En que momento había llegado al departamento? ¿Tanto tiempo había estado divagando?

-Vamos, entra – Kei le abrió la puerta y lo hizo entrar

De alguna manera Arioka se había imaginado o una fiesta sorpresa o por lo menos una habitación llena de globos y de adornos mas no había nada, miró sin entender al mayor que entraba tras suyo.

-Felicidades Dai-chan

El menor no reaccionó por lo que ocurrió después: los labios del más alto se posesionaron de los suyos y en un lento y suave movimiento, lo empezó a besar. Aquel acto le erizó la piel y sin pensarlo mucho le correspondió, sus manos fueron por inercia alrededor del cuello del chico y lo acercó más a su rostro. Inoo lo rodeó por la cintura con sus brazos y lo pegó más a su cuerpo, ese beso significaba demasiado para él, desde que había conocido a Daiki deseo hacerlo, esa sonrisa infantil y dulce lo había hipnotizado desde un inicio.
Lo guió hasta su habitación y lo hizo entrar sin mucho problema, el menor estaba casi tan excitado y feliz como él. Le quitó toda la ropa que cubría la parte superior de su cuerpo y lo recostó en la cama, Inoo sonrió con satisfacción al ver el sonrojo que se dibujaba en el rostro del menor.

-¿E-Éste es… mi regalo? – preguntó Daiki mientras veía como Kei se recostaba encima de él para seguir con los besos
-Solo si quieres – y besó su cuello posesivamente sacándole un gemido de sus labios – ¿Eso lo puedo tomar como una aprobación?
-Uhmm solo si es que no…
-Dai-chan, eres demasiado especial para mí, no pienses que lo estoy tomando como un juego – le murmuró en el oído y le besó castamente los labios
-Te quiero Kei - dijo cuando pudo reaccionar ante el hecho de que el mayor sabía de que hablaba sin que hubiera mencionado nada en si.
-Yo te amo Daiki - murmuró de nueva cuenta y volvió a besarlo.

Los besos del mayor fueron descendiendo hasta llegar a los pezones de Arioka, ahí se entretuvo lamiendo y chupando aquellos pequeños botones rosados que se pusieron instantáneamente duros al sentir la lengua del otro jugar con ellos. Daiki gemía de placer ante aquellos roces, su cuerpo pedía a cada segundo que aquel contacto se incrementara. Inoo se quitó lentamente la camisa y el chaleco que llevaba encima y sintió como el chico debajo suyo se impacientaba para que siguiera con su trabajo, sin embargo, se tomó su tiempo para desvestirse.
El menor no soportó mucho más aquella tortura y de un solo movimiento cambió de lugares con Kei, lo beso de nueva cuenta en los labios y con su lengua se adentro en aquella cavidad, explorando cada rincón de esta y rozando los lugares más sensibles, provocando más al mayor, este por su lado sentía como un dolor agudo se centraba en su parte baja, el pantalón que tenía puesto estaba apretándolo y no dejaba que su miembro se irguiera, sin embargo eso no duro mucho más, como si le hubiera leído la mente, Daiki le abrió el cierre y liberó aquel pedazo de carne que estaba a punto de llegar al máximo de su límite. El menor bordeó con su lengua el miembro de Inoo y empezó a succionar los lados de este, escuchó como los gemidos del mayor se hacían más sonoros a la par que el se acercaba a la punta por lo que, sin dudar, se lo metió a la boca, subiendo y bajando y chupando con afán la punta. Kei sentía que estaba a punto de correrse, el placer que estaba sintiendo era exquisito y no quería que parara, pero en cuanto sintió que explotaba dentro de la boca del menor se sintió avergonzado.

-Ya no sigas… - murmuro mientras atraía el rostro de Daiki al suyo
-Eso debiste decirlo antes, yo ya no quiero parar… - Arioka le sonrió lascivamente mientras se quitaba su pantalón y ropa interior – Quiero que… Mi tutor me enseñe otras cosas
-¿Otras cosas? – Inoo sonrió mientras seguía recostado en la cama - ¿Y me podrías dar una idea de esas cosas?
-Pues…

El menor se sentó encima de las caderas del otro y en un movimiento de fricción, sus miembros se rozaron, haciendo gemir a ambos a la vez. Kei supo instantáneamente a que se refería por lo que fue penetrándolo cuidadosamente, pensó que este haría algún sonido o gesto de dolor mas solo se movió ante aquella invasión, tratando de acostumbrarse cuanto antes a ella. La segunda penetración con dedos lo hizo con tres a la vez, viendo como Daiki se mordía los labios para no gemir.

-Se ve que… Lo has estado esperando – dijo el mayor mientras movía el trío de dos circularmente
-Desde que… te… Ahhh… conocí – murmuró el menor mientras sentía como un calosfrío de placer le recorría toda la columna – Siemp-pre soñé que… Me… Ahhh, harías tuyo…

Apenas escuchó eso, Kei sacó sus dedos y de una estocada lo penetró, sacándole el gemido más alto hasta el momento y el que inundó todo el lugar. Daiki puso una mano encima del pecho del pelinegro y llevó el control de las embestidas, un movimiento sincronizado que le causaba a él, el máximo placer posible y que hacía que Inoo gimiera por sentir la estreches de Daiki a una lentitud exasperante y deliciosa, sin embargo, el control de Arioka no duró mucho, el mayor, posicionándolo en cuatro mientras que el se ponía de rodillas, empezó a penetrarlo más rápido y fuerte, sacándole gritos de placer al menor, aquel vaivén de lujuria y satisfacción duró poco más de diez minutos, ninguno de ellos quería que acabara, por lo que trataron de demorarse al final, sin embargo, el orgasmo llegó, primero para al menor quien se contrajo y apretó inconscientemente el miembro de Inoo, logrando que este también se corriera y dentro suyo.
Ambos agitados se recostaron en la cama, cada uno al lado del otro y viendo hacia la nada en el techo.

-Me alegra que… - Inoo trató de normalizar su respiración – De que de ahora en adelante, solo podrás hacer esto conmigo
-¿Contigo? – murmuró Daiki mientras se acercaba a él y recargaba su cabeza en el pecho del mayor – ¿Y tu alumno nuevo?
-¿Te habías molestado por eso? – sonrió con placer
-Simplemente… Me dio celos… - hizo puchero mientras ocultaba su rostro
-Pues, mi pequeño alumno es una persona adorable – abrazó a Daiki al ver la cara que había puesto – Pero no te iguala en ningún sentido, tu eres la persona que quiero a mi lado
-¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué no me dijiste que te gustaba?
-¿Qué esperabas? Tenía que asegurarme de que ingresaras a mi universidad
-¿Asegurarte?
-No iba a permitir que estuvieras lejos de mi Dai-chan
-Dai-chan… - murmuró las últimas palabras del mayor y sonrió – Ahora que lo pienso, no te puedo querer – le dio un corto beso en los labios al chico al ver su cara de perplejidad – A ti, solo te puedo amar, porque yo también quiero que solo estés conmigo, ahora y siempre

FIN