30 julio 2014

Caramel Frappe [Drabble]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Tengo hambre u3u
: DJ Towa Remix - Julio 2014
: En algún lado SF [?] XD

Título: Caramel Frappe
Autor: Satommy
Pareja: Takachii
Género: Fluff
Extensión: Drabble
Notas: Ahhh sí sí, he estado con ganas de escribir y he estado escribiendo XD realmente... ehm, he estado escribiendo mis serials y he tenido más tiempo para pensarlos y saber qué siguen u3u así que, espero pronto traerles buenas noticias con eso~ mientras... Quiero decir que oficialmente dejé de estar en hiatus porque ya me siento mejor con todo en mi vida u3u así que, espero poder traerles más cosas de ahora en adelante♥ Sé que mi redacción debe mejorar pero, mientras estoy en ello, espero disfruten de lo que hago con amor para ustedes~♥


Chinen se dejó caer contra la mesa en la sala de ensayos, estaba exhausto por la cantidad de actividades en las que había estado participando en las recientes semanas a causa de la grabación de las películas, doramas y el ensayo del tour. Su cuerpo era pequeño, sí y su resistencia era muy buena pero como cualquier humano en el planeta, si se sobre esforzaba caía rendido, imposibilitado siquiera de concentrarse en amarrarse bien los zapatos al salir de casa.

Literalmente.

Para evitarse el problema de saber cómo unir una orejita con la otra (y luego los conejos a la cueva), dejaba las ataduras puestas y ya sólo empujaba el pie para calzarse. Eso o elegía alguna clase de zapatos que no necesitaran ningún cordón para mantenerse fijos.

Su frente empapada de sudor goteaba contra la planicie de la madera, creando formas circulares que se contrastaban con un color marrón más oscuro del que realmente era. Estaba agotado, estaba… hecho mierda físicamente.

Con un suspiro parpadeó, tratando de mantenerse en pie porque el receso de 20 minutos estaba pronto a terminar y él debía ensayar su solo con Yabu y Yuto, debía estar atento… Debía… debía…
La pesadez se hizo presente en segundos, sus ojos cayendo rendidos sin siquiera darse cuenta que lo hacían pero pronto, la nebulosa de Morfeo que lo estaba tentando a sumergirse en sus profundidades, se disipó de golpe y gracias a la frialdad del contacto helado y húmedo que ahora sentía en la parte de atrás del cuello, justo debajo de la nuca.

Ese minúsculo lugar que a su novio le gustaba tocar.

-Te traje esto, sé que odias dormir en el trabajo

Takaki se sentó a su lado y dejó sobre la mesa, al lado de su mejilla, el más apetecible frapuccino de Caramelo en tamaño Venti. La sonrisa que dejó sus labios fue suficiente para Yuya que sabía lo mucho que el café dulce y la crema batida, gustaban al menor. El pelinegro se enderezó en su sitio y, aún sudado y aún agotado, tomó el vaso con ánimo, bajándose de la silla para ir a sentarse al regazo del castaño que no dudó en rodearlo con los brazos, apoyando la barbilla sobre su hombro.

-Gracias, Yuya… Me salvaste
-Para servirte

Yuri giró un centímetro y con sus labios llenos de crema (porque eran lo que primero probaba SIEMPRE de su tan amado frapuccino), besó al mayor, dejándole un pequeño bigote blanco alrededor de los labios.

-A-ahhhh que nostalgia – dijo el menor, besando otra vez para limpiarle el contorno al más alto – Después que termine con las promociones de todo… y tú con la grabación del dorama, ¿crees que podríamos…?
-Shhh, ni lo menciones Yuri, estos meses han sido duros a causa de la abstinencia

Chinen rió, sorbiendo de su frapuccino con una felicidad infantil. Era dulce y era café, era venti y era gratis, ¿lo mejor de todo? Su novio lo había comprado para él.

-Ese día… también cómprame uno de estos que se me ha ocurrido una idea genial

Takaki rió, tan sólo asintiendo y besando castamente el cuello del joven en sus brazos, no siguiendo ya la conversación pues seguro, perdería los estribos y querría hacer realidad aquellas extrañas fantasías que a veces Chinen tenía. Y no podían, no ahora. Con un suspiro pequeño le besó en la nuca y lo bajó de sus piernas, enfilando el camino tomado de la mano del menor para volver a los ensayos.

Faltaba poco ya, si seguía con eso en mente y teniendo más confianza en su fuerza física, no dudaba que incluso pudieran hacer realidad otros caprichos que su pequeño novio hace mucho estaba tentado a realizar.

Friendzone [OneShot]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Mis deditos están helados u3u
: In these arms - Bon Jovi
: San Francisco - Starbucks near California St.

Título: Friendzone
Autor: Satommy
Parejas: Inoodai
Género: Angst[?]
Extensión: Oneshot superó las mil palabras lol
Notas: Ñeh ñeh ñeeeh uwu Holi mortales~! ¿Cómo están después de tanto tiempo? Hahaha yo quiero contarles que estoy bien 8D Y esta actualización es en dedicación especial para mi adorada kohai llamada Ageha[?] por la única que actualizo mi blog personal[?] para que luego me publique en mi cuenta de fb sobre lo que lee -lol- Pequeña mocosa que quiero golpear por ser tan mensa y algo clumsy, I can't be by your side right now, sorry for that~ Pero el tiempo se pasa volando y faltan casi 2 semanas para que vuelva a Perú, ahí prometo sacarte la mugre por ser tan tú♥ Lo digo con cariño hahahaha pero nah, sabes que no es para golpearte[?] XD♥ adasdads Quería decirte, FELIZ CUMPLEAÑOOOOOS!!!
Te lo dije temprano por whatsapp pero no esperes que lo ponga en el muro porque simplemente, odio esas cosas ;D soy cool, you know -lol- Espero que el fic no te haga odiarme más ni me quieras golpear por hacerte llorar. Llorar es bueno, libera el alma! #justsaying espero te guste y sino, lástima e3e mi cabeza ama el angst y no sé cómo escribir oneshots sin él orz Y si no te gusta que sea Inoodai... Pues D: ya, no me digas nada mejor *llora* Te quiero, tonta♥


Su cabello negro cayó sobre sus ojos oscuros ligeramente nublados por las lágrimas que amenazaban con caer por la comisura de estos, pestañeando varias veces hasta que logró secar la molesta humedad y pudo contener cualquier posibilidad de llanto. No podía ni debía llorar, porque él desde el mero inicio ya sabía a lo que se atenía.

Aunque, dijera lo que dijera, no era nada fácil de afrontar.

Ser consciente de la realidad que te rodea no significa que puedas comprenderla con totalidad e Inoo, lo sabía mejor que nadie. Dos años amando en secreto al ser más puro del planeta, tan sólo para verlo caer rendido en brazos ajenos una y otra vez.

¿Con cuántas personas ya, se había acostado Daiki? ¿Por cuántos labios ya, habían pasado aquellos belfos rosas tan dulces y delicados que él moría por poseer?

Nunca había hecho partícipe al menor de sus sentimientos por el temor a perderlo, pero no era fácil vivir de cerca, siendo el maldito pañuelo de lágrimas de la persona de la cual vivías enamorada. Era someterte a ti mismo a una piscina de ácido una y otra vez, corroyendo cada partícula de carne en tu mísero organismo de por sí podrido por la enfermedad de los celos y la envidia. De la tristeza y el desamor.

Porque él amaba a Daiki más que a nada en esta vida, lo amaba y era devoto a su hermoso ángel más el menor vivía ajeno a ello y tan sólo hacía y deshacía a su alrededor, volando como esa mariposa libre y entregada a probar los pistilos de toda flor que se le viniera en gana.

Pero era puro, tan puro…

Y es que Arioka no se entregaba a otros brazos y a otros cuerpos por el placer de hacerlo, no lo hacía porque buscara sexo para complacerse. Lo hacía porque quería sentir que le importaba a alguien, lo hacía porque pensaba que si no se entregaba en cuerpo y en alma, terminaría con el corazón roto otra vez.

Daiki no quería estar solo, pero nunca se daba cuenta de quién siempre lo acompañaba.

Delante del castaño y después de dos años de amarlo en secreto, su pobre fortaleza se vio resquebrajada y él se destrozó en miles de pedazos, las lágrimas siendo la única prueba de la debilidad que tenía por aquel joven con cara de niño. De aquel cuerpo tan ultrajado que él ansiaba proteger y cuidar bajo cualquier concepto. El ser que él amaba pero que no se valoraba a sí mismo.

-K-Kei… ¿p-por qué lloras?

Los ojos del castaño también estaban empapados, por haber llorado momentos antes lamentando su patética vida amorosa en la que cada idiota lo usaba para de nuevo dejarlo. Que después de un beso y algo de sexo, lo dejaban en la cama sin un adiós que para él pudiera suponer un hasta luego. Lloraba porque nadie lo quería y él, se sentía miserable… Porque creía, que nadie tal vez jamás, pudiera llegar tan siquiera a extrañarlo.

Tantas personas habían pasado por su cama y ninguna, había vuelto a verlo.

Las manos pequeñas a comparación del pelinegro, acariciaron su cabello mientras seguía llorando el alto, incapaz de consolarlo porque jamás había sido posible para él decir algo más reconfortante que el “todo saldrá bien”, porque el de las palabras era Inoo, porque era Inoo el que le daba el calorcito cuando todo se volvía frío en su corazón. Era su cable a tierra, era su salvación.
Verlo llorar era doloroso, pero no podía hacer nada más que abrazarlo, manteniendo su silencio y repartiendo besos en su frente, tratando de hacerlo sentir como un niño querido, como un amigo importante porque lo era. Porque sin él, estaría perdido.

-No quiero ser tu amigo ya… Daiki – habló bajo el mayor, separándose del chico – No puedo ya con esto, ya no puedo… Yo te quiero
-Yo también te quiero – susurró el menor, sin comprender ni un poco el dolor de las palabras arrastradas que salían de los labios del otro. Su temor haciéndose presente en el estómago, dándole un peso sobre cosas que jamás antes había tomado en consideración – Por favor… deja de bromear, Kei-chan… yo sé que siempre vengo a ti llorando por cosas así, pero yo no…

Un beso lo calló y más lágrimas cayeron del mayor, humedeciendo la superficie de aquel sofá de color champagne que tantas veces había amortiguado su cuerpo rendido después de noches enteras de consolar a Daiki de una de sus tantas rupturas. De aquel sofá testigo de todas sus lamentaciones por no poder ser más algo más que el amigo. El pelicastaño se quedó estático y antes de poder decir algo, de pedir perdón o de pedir alguna explicación, el mayor ya se había levantado y había cogido sus cosas.

Sus pasos largos lo guiaron a la puerta, abriéndola con un sonido tosco que Arioka, jamás podría olvidar.

-Lo siento… Dai-chan, no te veo como un amigo, jamás te he visto como un amigo y ya no puedo escuchar más… sobre cada hombre con el que te acuestas, o cada persona que dices amar. No lo soporto y me debo querer un poco más, sólo quiero que seas feliz… Pero, no deseo quedarme para verlo… Adiós, Dai-chan

Inoo era su amigo, su pilar, su todo…

Las gotas saladas plasmadas en la superficie clara de aquel mueble en el que seguía paralizado, pronto se vieron acompañadas de muchas más.

El vacío ahora peor, era más cruel, ¿qué se supone que iba a hacer ahora?

En su mundo gris sin color, cruel y vacío debido a la falta de amor, la soledad no se sentía porque siempre había tenido la compañía incondicional de su ángel guardián. Porque en su mundo partido y no ideal, la persona llamada “Inoo” siempre existía al lado de “Daiki”.

Porque en su mundo opaco, él estaba solo pero siempre estaba acompañado.

Porque él podía vivir con el corazón roto, pero no sin Kei-chan… que siempre lo curaba para que se volviera a enamorar.

18 julio 2014

Lo que sigue [OneShot]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Me duele la panza de la ansiedad u3u
: Te pintaron pajaritos - Yandar & Yostin
: Camita u3u♥

Título: Lo que sigue
Autor: Satommy
Parejas: OkaDai HikaTo
Género: Angst[?]
Extensión: Oneshot
Notas: Este fic está basado en el de Ayaa ;3; asdasdasdasdasd LÉANLO, ME HIZO LLORAR, es un hermoso Hikato que me enamoró pero simplemente... No podía dejarlo así por Keito y... le pedí permiso y me dio permiso y le hice su continuación Q_Q obviamente está terriblemente fail porque mi redacción anda malísima ;u; pero si a ella le gusta, todo me da igual... Y... y... asdasdasdads eso u3u espero te agrade Ayaa ;_; lamento si anda muy feo, te deberé otro fic entonces ;3;! *sufre*


“Kota siempre ha sido especial”

Aún recordaba aquellas palabras con un dolor distante, trayendo a su memoria aquella noche fresca en su departamento en plena madrugada. Llorando y nostálgico. No es que hubiera olvidado ya por completo a Hikaru, ¿cómo hacerlo? Era simplemente aquella persona que había marcado un hito en su existir. Su primer amor, su primer todo… No se creía capaz de superarlo en algún momento, pero ya tampoco era hiriente, la agonía había menguado.

El tiempo jugó a su favor en aquellos días, el otoño se hacía cada vez más presente y el pasado quedaba atrás. Habían sido meses bastos y angustiantes desde la última vez que hubieron conversado, desde aquella última llamada en la que su orgullo y la poca dignidad que le quedaban habían desaparecido ahogadas en esas lágrimas que el mayor nunca pudo consolar.
Sabía, que había cometido un error, ¿pero tanto así para no ser merecedor de palabras de apoyo o consuelo? No comprendía, todavía, como el amor era tan fácil de acabarse cuando tanto se hubieron dado, cuando se esforzaron al máximo en un punto hasta que luego simplemente, todo se quebró.

Si Hikaru le hubiera querido un poco en aquel momento, tal vez hubiera dicho algo más que eso. Pero el mayor ya había tomado una decisión, una a la cual el con dolor había tenido que adaptarse.

La bocina de un claxon le hizo reaccionar, como siempre caminaba por la calle soñando despierto y aunque era Yaotome el que lo atormentaba a momentos, era alguien más quien robaba sus sueños. Hace poco más de unas semanas lo había conocido de casualidad, el mejor amigo del novio de su mejor amigo. Un mundo tan pequeño pero a su vez grandioso. Recordaba con claridad las palabras de Nakajima, diciéndole que suficiente tiempo ya había tenido para descargar sobre todos aquellos que conocía sobre su terrible desastre amoroso, pero que no lo hiciera más porque podría alejar, a aquellas personas que realmente se interesaran por él.

Y así lo hizo, y así pasó.

Sus ojos pardos y su sonrisa infantil lo cautivaron apenas lo vio. Un día cualquiera en un café cualquiera cuando los introdujeron el uno al otro. Primero distraído y luego engatuzado, ¿acaso el sol podía bajar a la tierra a deslumbrarte con tanta intensidad? Era mayor que él pero su aspecto le hacía parecer apenas un niño, a uno que le gustaba caminar a su lado y jamás dejarlo solo.
Sus estaturas también eran distintas, sus personalidades, completamente contrarias. No habían pasado de las cuatro citas pero sentía que su razón de ser volvía, sentía que nuevamente… Tenía un motivo para sonreír. Menudo y de piel tostada, su sonrisa era lo que más llamaba su atención.

-¡Keito!

La voz de Daiki le hizo sonreír aunque ni siquiera lo hubiera vislumbrado, pero sus pasos presurosos corriendo ahí a dónde estaba él, le bastaron para girarse apenas unos centímetros a la derecha para recibirlo contra su pecho, estrechándolo fuertemente para robarle algo de vitalidad y alegría, esa que tanto le encantaba portar a todo momento. Porque, si Hikaru le había complementado haciéndole sentir lleno, tranquilo y en confianza, Arioka le había dado otra muestra de lo era la felicidad, lo que podía llegar a ser algo parecido al amor.

Porque aquel menudo castaño era el ser más alegre que jamás hubiera conocido, porque a pesar de recibir más de mil negativas para encontrarse, él las pasaba todas por alto e iba a su casa, se instalaba en ella y se dedicaba a estar a su lado. Sin molestarlo, pero sin olvidarse de él.

Era distinto a Hikaru, no era Hikaru… Pero le hacía bien, tenerlo a su lado.

Sus ojos con el tiempo volvían a brillar encandilados por aquella persona, su pecho ya no se apretaba en cuanto recordaba cosas que no quería y aquel cajón donde tenía depositadas todas las fotos de un amor pasado, lo había vaciado en una caja que ya, reposaba en la basura.
No, no odiaba a Yaotome, pero simplemente quería borrar todo rastro de él para empezar… desde la mitad en delante de lo que su vida había sido, porque si bien no podía empezar de cero, quería empezar bien una nueva relación.

-¿Sigues pensando en él?  - pero a pesar de todo, no le podía mentir
-No, no es así… - trató de entonar bien su voz, sonando rasposa e insegura al hablar – Simplemente…
-Siempre piensas en él – miró su sonrisa tímida y sintió malestar. Le estaba hiriendo aunque no quisiera - ¿Por qué…? Sé que fue importante, Yama-chan me lo explicó, pero Keito, creo que…
-Dai-chan – lo tomó por los hombros y lo volvió a atraer a su cuerpo, besando con cuidado su mejilla izquierda – Supongo que aún siento que hay detalles inconclusos sobre aquella relación. Dijo que dejó de quererme aún en lo último pero jamás lo sentí así, sólo sentí a excusas sus palabras dichas para liberarse del fastidio que seguro he de haber supuesto para él… Para no herirme más de la cuenta después de nuestra última despedida

Miró como el mayor suspiraba con malestar, pero no se separó de él ni hizo el intento alguno de alejarse. Simplemente se acurrucó, buscando el lugar correcto antes de volver a hablar.

-Yo… en verdad me gustas, Keito… Dame una oportunidad
-Dai-chan, yo en verdad…
-¿Keito?

Su nombre dicho en aquella voz, junto con el coro de botellas de vidrio estrellándose contra el suelo le hizo saltar en su sitio al mismo tiempo que su acompañante, ambos girándose al punto donde el ruido había precedido.
Hikaru estaba más pálido de lo normal, la sonrisa que forzaba le hizo desviar la mirada hasta el ceño fruncido de su aún-no-novio infantil pues no soportaba verlo aún. Habían pasado meses, sí, pero todavía no tenía la seguridad de que su mundo no pudiera ponerse de cabeza apenas supiera algo de él. Una punzada de dolor le hizo reaccionar, la culpa era inevitable al tener más atención puesta en aquel que lo había dejado que en aquel, que daba todo por cuidarlo. Era idiota, lo sabía, pero los brazos delgados del más bajo se afirmaron firmemente en su cintura, no dejando que se moviera. No dejando, que el otro pensara que todavía tenía poder sobre él.

Keito se recordó entonces, que no tenía por qué tenerle consideración, ¿y qué si lo veía saliendo con alguien más? ¿Y qué si sus ojos denotaban dolor y su labio inferior temblaba al no poder decir nada más al tener aquella escena delante de él? Hikaru había sido quien lo había dejado. Hikaru había sido quien lo había forzado a enfrentar aquella nueva realidad llamada soledad.

Sólo él y nada más que él.

-H-hola, Yaotome-san – habló formal, aclarando su garganta con una tos incómoda al tratar de pasarle aire a sus pulmones que se negaban a trabajar.
-Hola – esta vez su voz sonó más fría que la última vez, sonó más indiferente. Sonó más herido – Veo que… tienes compañía
-Sí bueno… - hizo una pequeña mueca y Daiki sólo sonrió con levedad, dejándolo libre y tan sólo, entrelazando sus dedos – Él es… ¿Mi novio?

Se quedó en silencio entre la incomodidad ajena de los dos mayores, ninguno sabiendo como proseguir pero en su impulsividad, atrajo más al castaño a su cuerpo, sonriendo con fuerza y decisión. Esa era definitivamente, su mejor opción.

En su sonrisa torcida y ese dolor que sus ojos le deslumbraron en un instante, Okamoto supo que todo ya estaba saldado, que Hikaru nunca más lo volvería a llamar si se encontrasen otra vez en la calle y no porque no tuvieran ya algo que hablar, sino porque cada uno de ellos ya había tomado una decisión y la estaban llevando a cabo. Cada uno, estaba siguiendo con sus propios destinos, buscando sus propias metas que jamás involucraron el uno al otro.

Porque, Keito quería ser feliz… Porque fue Hikaru, el que lo dejó de amar primero y si ahora veía su espalda gacha alejarse con la bolsa de botellas rotas goteando por la vereda, era porque él mismo se lo había buscado.
Porque esa noche que lo llamó, lloró hasta quedarse sin lágrimas y nunca más, quería pasar por ello otra vez. Porque no lo consoló, porque jamás respondió a sus interrogantes.
No quería incertidumbre, no quería soledad, no quería ya más sufrir.


Quería sonreír y Daiki, era quien le hacía ser dichoso con tan sólo verlo.
Él, ya no volvería atrás.

17 julio 2014

Last letter [Drabble]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Maleta orz me falta
: Mal bicho - Fabulosos Cadillacs
: Camita♥

Título: Last letter
Autor: Satommy
Pareja: Takachii
Género: Angst[?]
Extensión: Drabble
Notas: YOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ando desaparecida XD y tengo excusa, me voy del país en unos días y pues, he tenido que hacer mil cosas orz comprar miles y miles de tonterías que no pensaba que necesitaba hasta que hice mi lista ;_; aún me faltan muchas cosas pero ni modo asdasdads ;3; estoy yéndome con unas ganas... Porque QUIERO ver más mundo uwu quiero mejorar mi inglés y hacer mi intercambio en el extranjero 8DDD así que #YOLO asdads Yendo al drabble este... creo que anda bien emo e3e pero ñeh, tenía que desquitarlo de alguna forma D: *patea todo* LIBRE SOOOOOOOY *random* u3u chai♥ SE LES QUIERE


No te escribo esta carta para decirte que te extraño,
te escribo esta carta para decirte que te recuerdo pero no te quiero de vuelta…
Que nuestros caminos partidos han sido lo mejor que nos pudo pasar…

Chinen suspiró, mirando las palabras escritas con una impecable letra hecha con tinta negra de su pluma favorita. Se quedó callado, sin siquiera respirar mientras meditaba en lo que seguiría a todo ello, en cada una de sus palabras de término final de un capítulo que había quedado inconcluso en su existencia.

Fuiste importante para mí, Takaki…
Aún lo eres, pero no creo que haya un “nosotros” en nuestro futuro.
Ambos actuamos de manera incorrecta y rompimos nuestro único lazo…
Estar juntos, es torturarnos.
Buscarnos, es enfermizo.
No somos amigos, porque es tóxico.

El pelinegro bajó la cabeza sobre su escritorio, queriendo contener las lágrimas que de inmediato se hacían presentes y no, porque le causara añoranza o dolor el recordar a su ex gran amor, sino porque era tedioso pensar en cómo algo tan bueno y tan bonito, se había vuelto en algo completamente asfixiante. No tenía control de sus actos cuando estaba alrededor suyo. Perdía la consciencia y era meramente un impulsivo. Estaba loco… y no quería perder los estribos.

Así que por favor Takaki, deja de llamar… Deja de buscarme.
Nos hacemos daño y no quiero esto ya, te quise y te quiero,
pero no es más que algo de un pasado que no sabemos dejar atrás…
Nos dimos el adiós, ¿no es hora ya, de ponerlo en práctica?

Se levantó cabizbajo de su escritorio, caminando hacia el baño a buscar algo de papel y limpiarse la nariz que pronto, se había visto congestionada. En el proceso, se lavó a su vez el rostro para eliminar el recorrido de esas gotitas saladas que tanto odiaba y maltrataban su cutis. Él era Chinen Yuri, por dios, él no podía llorar por ningún pobre imbécil que no lo supo valorar.

Con el poco valor reunido que peleó por juntar, volvió a su mesa y cogió el papel, lo dobló suavemente y lo metió a su bolso. Al día siguiente, en el ensayo para el tour, se lo daría al mayor… Con la esperanza de que esta vez, por fin se cierren todas las puertas de dudas que pudieran aún quedar entre ellos.

----

Sus dedos recorrieron con pericia cada centímetro de aquel papel blanco. No tenía detalles, no tenía dibujos, no había caritas cursis ni corazones en medio de la nada para cubrir algún error ortográfico. Era una redacción pulcra y seria. Directa e hiriente.
El castaño leyó por milésima vez una de las tantas cartas de despedida que había obtenido en los últimos meses pero como siempre le pasaba… Se negaba a creerlo, porque Yuri lo había amado, porque para Yuri seguía importante y más que nada, porque aunque fuera Takaki el que lo hubiera alejado primero, era él quien más lo buscaba.

¿Capricho, culpa, negación?

Apretó los ojos y se forzó a no llorar, porque él era fuerte, porque él… Sabía lo que hacía. En su más profundo pensamiento se dejó romper y ahogó todo el dolor de la pérdida pero aunque sus caminos se hubieran roto y su futuro no estuviera destinado otra vez a cruzarlos. Siempre había un más allá donde tal vez, las cosas pudieran resultar.


“¿Verdad, Yuri? 
Algún día… todo podrá resultar.
Porque eres importante... 
Porque yo te soy importante”

03 julio 2014

Aiotai [Drabble]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Fail~
: Avenida Brasil[?]
: Casa de Laura XD

Título: Aiotai
Autor: Satommy
Pareja: Inoodai[?]
Género: Angst
Extensión: Drabble
Notas: Pues hoy es 3 de Julio y asdadsads ya saben :c para mi es especial, pero digamos que todo el día me la he pasado metida en otras cosas X'D y mi cabeza no ha encontrado concentración. Menos porque una de mis bff me pone su novela y mientras escribo esto, veo bien entretenida el drama cliché de la vida[?] así que bueno, este drabble está FAIL, está horrible y realmente, me da verguenza :c pero no podré publicar cuando esté en mi casa... y ñeh u_u lo sé, está bien básico ;_; pronto ya seré libre ;3; así que esperen por favor mi regreso y mi mejora... PERDÓN, por lo mala que está mi redacción ;___;

Sus dedos cubrieron con suavidad la vista ajena, deslizando en pequeñas caricias el índice de ambas manos sobre los párpados del mayor, riendo despacio ante esas pequeñas quejas que soltaba porque no lo dejaba ver más allá, ni siquiera a él mismo.

-Dai-chan… Ya basta
-No

Daiki rió y soltó de repente al más alto para irse corriendo, pero Inoo fue más rápido y lo cogió desde la chaqueta, tirando de él hasta que lo hizo caer sobre su regazo, rodeando su cintura con los brazos.
Era el tercer día de grabación del álbum y les tocaba ahora estar juntos mientras esperaban a Keito, tenían que grabar la canción de Aiotai pero al menor se le había hecho tarde por alguna razón y mientras los productores se tomaban un receso para el café, ellos se aprovechaban para tener un momento a solas. Desde el inicio de la grabación de sus doramas el tiempo de calidad en los que podían tener intimidad se habían visto reducidos de manera radical y no les era agradable, menos cuando ambos dependían tanto del otro.
Inoo deslizó por debajo de la tela de su camiseta los dedos, hundiendo el índice en la pequeña abertura de su ombligo para hacerlo jadear. Una acción que no se demoró en pasar y más que ello, el pelicastaño gimió, sonrojándose con violencia por esas caricias llenas de pericia que eran desplegadas sobre su piel, tocándolo de esa forma que le robaba el aliento.

-No hagas eso… Acá no, Kei-chan – pidió bajito, con temor que su voz alertara a alguien que estuviera lo suficientemente cerca – S-sabes que no resisto…
-Debiste pensarlo antes, Dai-chan – le regañó su novio, besando en su hombro y subiendo de a pocos a su cuello, tratando de alcanzar sus labios – Podemos hacerlo rápido, nadie está acá…

Iba a responderle con un beso, no era secreto que su ombligo era su punto débil, más cuando era él quien lo tocaba pero la puerta abriéndose le hizo reaccionar, separándose de un salto del cuerpo del alto.

-K-Keito…

La mirada sombría del menor fue todo lo que necesitó para que sus hormonas alborotadas se bajaran a cero. Para que sus revoluciones se enfriaran como si le cayera encima una nevada que anuló todas las ganas de poder probar los deliciosos labios del mayor.

Su culpa, aún le podía.

Con un resoplo de arrepentimiento caminó fuera de la sala de grabaciones hasta que todo el staff restante volviese, no quería ver a Keito, a quien había rechazado y no quería ver a Kei, a quien no había besado por ver a Okamoto tan dolido.

Tal vez, algún día podría liberarse de aquel malestar tan cruel que a los tres, seguía persiguiendo.

Tal vez, algún día podría amar a Kei, sin pensar en el mal que hacía, pero por ahora… Escaparía todo lo posible.

Kei entendería, confiaba en que lo haría, no por nada lo había elegido por sobre todas las cosas.