19 agosto 2011

Unerwidert [Drabble]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Me duele la cabeza~
: I'll be there for you - Bon Jovi
: Mi cama ;3;



Título: Unerwidert
Autor: Satommy
Pareja: Ariokamoto [oneside]
Género: Angst [?], fluff
Extensión: Drabble [?]
Summary: A veces, querer a alguien no es bueno
Notas: Quería hacer un serial de esto ._. pero luego me arrepentí porque iba a hacer sufrir mucho a Keito u_u asddsadas Bueno ._. ahí me dicen si les gustó



Keito le acarició el cabello y le dio un beso en la parte más alta de la cabeza, el mayor nunca sabría que lo había hecho, estaba profundamente dormido.
El viaje en el bus estaba demorando más de lo que debía por el tráfico, era una suerte estar sentado a su lado, siempre iba al lado del pelinegro, pero hoy se sentó con el… Era inevitable que se sintiera tan feliz. El pequeño cuerpo a su costado se removió y le acomodó los cabellos para poder verle el rostro un poco más, ya iban a llegar al hotel y tendría que separarse…

-¿Qué haces?

La voz de Daiki lo sorprendió y dejó de abrazarlo, se puso completamente rojo y se giró, mirando por la ventana, una pequeña risa lo hizo volver a girarse, el mayor había tomado su brazo y lo había pasado por sus hombros para acurrucarse de nuevo y volverse a dormir.
Su corazón latía fuerte, realmente lo quería… Se había enamorado de él desde la primera hermosa sonrisa que le había regalado… Pero no podía hacer nada, su amor no era correspondido y lo sabía, por muy amable y dulce que fuera con él, eso nunca cambiaría el hecho de que Arioka Daiki, ya amaba a Inoo Kei.

12 agosto 2011

Her Best Friend [OneShot]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Estoy quemada~
: Cosa random de ft island ._.
: En el paraíso de las enfermas -3-


Título: Her Best Friend
Autor: Satommy
Parejas: Inoodai
Género: Fluff/Lemon
Extensión: Oneshot
Summary: Le causaba curiosidad, podía decir que era la única persona en todo el colegio que no lo admiraba y eso no era normal, su interés ya rayaba en obsesión y algo más…
Notas: Necesito Inoodai ;_; aunque me quemaré en la hoguera por esta cosa .__. ¿está muy feo u_u? Aasddda según yo está horrible y el final peor ;3;
Nota 1: Akire ;_; yo te lo dedico ;w;

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-Hoy vendrá mi mejor amigo

Aki le avisó a su familia que estaba reunida en la sala de estar, todos le sonrieron de buena gana, de acuerdo con la visita que esa noche se daría a lugar, bueno, por lo menos sus padres lo hicieron, porque su hermano menor ni siquiera quiso observarla ¿Por qué ese niño le caía tan bien?

----(FLASHBACK)----

-¿Quién es el nuevo? – preguntó Inoo señalando a un chico algo bajo de cabello castaño
-¿El fan de tu hermana?
-¿Qué? – abrió los ojos mirando a su compañero, completamente sorprendido
-Siempre está pegado a Aki-chan, pero no te preocupes – puso una mano en su hombro – Dicen que es “rarito”, así que no creo que intente otro tipo de acercamiento con ella

----(FIN FLASHBACK)----

Ser los más populares de la escuela tenía ciertos problemas, para Inoo Kei que un completo desconocido, casi nerd, se acercara a su hermana siendo “rarito” tenía un motivo oculto de por medio… Su persona. Pero todas las veces que lo había visto, en ninguna el enano ese se había dignado a mirarlo, una vez fingió caerse delante suyo, el menor lo miró algo sorprendido pero, en lo que pareció evaluar la situación, prefirió darse la media vuelta e ir por otro lado, nunca conseguía llamar su atención, nunca lograba que su mirada se posara en el más de 5 segundos, nunca lo veía, pero era imposible que quisiera ser amigo de Aki por motivos naturales, ni siquiera sus amigas lo eran y siempre terminaban mandándole cartas de amor a escondidas.

-¡Ya llegó!

El timbre de la casa sonó y Aki salió corriendo, el sintió un pequeño revoltijo en el estómago, por fin el tonto ese tendría que verlo y prestarle atención por ser el hermano de su mejor amiga y ahora podría descubrir si sentía algo por el o no… Era “rarito”, tenía que sentir algo! Por algo no era el chico más popular, su físico y personalidad atraían a todos, sin excepción.

-Les presento a Daiki… Arioka Daiki

Aki lo tomó por los hombros y lo puso delante suyo, con un orgullo perceptible en el tono de voz. Daiki era también razonablemente más bajo que ella, miraba a todos con un pequeño rubor en las mejillas y una enorme sonrisa en el rostro.

“Demasiado lindo”

Kei sacudió la cabeza, odiaba que ese tipo de pensamientos se aparecieran en su mente, realmente lo odiaba... Alzó la mirada para por fin verlo a los ojos y leer que es lo que pensaba el menor pero apenas se miraron, éste cambió su sonrisa por una pequeña mueca, pero nadie lo percibió, solo Inoo que su corazón había dejado de latir cuando sintió la frialdad de la mirada.

-Mucho gusto

Saludó con una pequeña inclinación a sus padres y a él lo ignoró ¿Por qué hacía eso? Actuaba como si lo odiara pero eso era imposible. Optó por ignorarlo toda la cena, como Daiki lo hacía, aunque las ganas de verlo de reojo lo traicionaban de vez en cuando.

“Agradable, fluidez al hablar, amable, gracioso…”

Por más que no conversara con él, estaba atento a cada palabra que decía, por fin veía sus cualidades y veía de cerca la clase de personalidad que tenía ese chico. Le molestaba de sobremanera. Con todos era de una forma y con él de otra.

“Tal vez eso demuestra que sí está enamorado de mi”

Empezó a meditar una serie de teorías de porque Arioka lo ignoraba y trataba tan fríamente, una sonrisa tras otra se dibujó en sus labios cuando todas daban a la respuesta que él quería creer: “El rarito se enamoró de mi”.
Al finalizar la cena, todos se fueron de nuevo a la sala, pero era notoria la incomodidad de Daiki cerca al mayor así que este optó por irse a su habitación, al fin y al cabo, no quería incomodar a alguien que gustaba de él.
Se recostó en la cama, meditando una y otra vez sus teorías, la que más le gustaba era que fingía odiarlo para así darse a notar ¿Cómo no iba a hacerlo? Sería el primero y el único en la escuela, una tonta historia de amor se formaba en su imaginación con un solo final que tenía claro, una pelea que terminaba con un beso, se relamió los labios al imaginar el roce… ¿Sería suave?

-Kei
-¿Uhm? – malhumorado sacó la cabeza de la almohada y miró a su hermana - ¿Qué?
-Has sido todo un maleducado esta noche, siquiera acompaña a Dai-chan a su casa
-Es grande, que vaya solo – tercamente volvió a acostarse, no se imaginaba un ambiente donde aquel enano y él se encontraran solos
-Es una orden de papá

Suspiró frustrado y se levantó de la cama, sacó una chaqueta de su armario y las llaves, miró a su hermana y la vio seria ¿en verdad había sido maleducado él? Tal vez no se hubiera dado cuenta de que su amiguito lo odiaba y que si estuvo callado era para no fastidiarlo más.

-Ya vuelvo

Bajó las escaleras y vio a Daiki parado ahí, se mordía el labio con algo de nervios y él sonrió.

“Pasó lo que no quería, estar solos en medio de la noche”

Se acercó con su mejor aire de galantería y le puso una mano en el hombro.

-Vamos, que luego se hará más tarde

Trató de sonreírle pero cuando se dio cuenta, Daiki había quitado su hombro de su toque y empezó a caminar fuera de la casa, frunció la frente y caminó atrás de él, recién estando a unas cuadras de distancia le tomó alcance y caminó a su lado.

-¿Por dónde es tu casa? – preguntó el mayor, tratando de hacer un poco de conversación
-Está un poco más allá, puedo ir solo – contestó con la misma displicencia que antes
-Es mi responsabilidad acompañarte - lo dijo con dureza, molesto por su contestación
-No le diré a nadie si no me acompañas
-De todas formas lo haré

La tensión creció, Inoo no entendía porque alguien que estaba enamorado de él lo trataba tan mal, ya debería haber tratado de hacer una declaración o de tomar su mano pero el enano solo caminaba más rápido y no quería hablar.

-Está doblando la esquina, ya puedes irte
-No, iré hasta la puerta

Tal vez su propia curiosidad fue quien lo llevó ahí pero no dejó el lado de Arioka en ningún momento. Lo miró de reojo abriendo la puerta de la casa a oscuras, tal vez no habría nadie, cuando escuchó el click que significaba que el seguro se había abierto, una cierta desesperación se apoderó de su cuerpo.

-Espera…
-¿Qué? - Daiki se giró a verlo, aún molesto con su presencia.

Lo miró fijamente, primero a los ojos y luego a los labios, inconscientemente volvió a pasar su lengua por la comisura y sin pensárselo mucho lo tomó por los hombros, lo empujó contra la puerta y lo besó con algo de desespero.

“Suaves y dulces”

Los labios de aquel chico eran los más deliciosos que jamás había probado, ni siquiera los de sus ex novias sabían así de bien, sentía unos golpes su pecho queriendo alejarlo pero él puso mayor fuerza en el agarre, con la punta de su lengua presionó para introducirse en la boca del menor quien se negó, pero la fuerza fue tal que tuvo que hacerlo. Kei sabía que si la lengua de Daiki se movía con la suya era para sacarlo de su boca, pero la forma de rozarse ambas era demasiado exquisito como para rendirse, al final solo lo dejó por la sensación de asfixia que tenía al no tomar aire.

-¡¿Qué te pasa idiota?! - le tiró un golpe en la cara, haciéndole retroceder unos pasos.
-¿Qué? – meditó un momento la situación y un sentimiento de miedo se apoderó de él
-¡¿Qué te crees para besarme?!

Tal vez por su tono de voz o por el sentimiento de rechazo que lo embargaba, Inoo también optó por ponerse a la defensiva.

-¿Me vas a decir que no te gustó? – se rió con algo de maldad - ¿Qué acaso a ti no te gustan los chicos?
-¡Me gustan los chicos! Pero te tengo una noticia… ¡TÚ NO! – se quedó callado unos segundos para tomar aire y con la cara roja de rabia lo empujó – Ahora lárgate, no quiero volver a verte

Dicho esto abrió la puerta y se metió, cerrando con un sonoro golpe. Inoo se quedó de pie, algo anonadado ¿Por qué había dicho algo tan estúpido? ¿Por qué Daiki no había respondido su beso como debía? ¿Por qué no estaba ahora saltando de alegría ese tonto casi nerd por haber sido besado por el amor de su vida? Un dolor de cabeza le hizo cerrar los ojos y masajearse las sienes.

“Es imposible que me haya equivocado, el sí está enamorado de mí, solo no quiere admitirlo”

Caminó de vuelta a su casa, tratando de asimilar lo que había pasado y tratando de entenderse a sí mismo, pero lo único que consiguió fue recordar una y otra vez los labios de Daiki.

“Tengo que hacer algo y debo hacerlo ya”

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Había pasado dos semanas desde aquel incidente y por como Aki no le había dicho nada supuso que Daiki no le había comentado nada, apoyó la cabeza en una de sus manos y miró por la ventana, no podía quitarse de la cabeza las imágenes del menor haciendo lo que sea: sonriendo, comiendo, caminando, leyendo, corriendo… Todo, se había tomado la molestia de seguirlo y espiarlo en todos sus tiempos libres, claro que en lo que su anonimato le permitiera. Suspiró molesto y se golpeó la cabeza con la carpeta.

“No lo puedo creer…”

Hace solo dos días se había dado cuenta de su comportamiento obsesivo-compulsivo, necesitaba ir al psiquiatra o siquiera a un psicólogo, pero eso no cambiaría la realidad de su situación.

“Me he enamorado de ti Arioka Daiki”

Empezó a darse pequeños golpes en la cabeza tratando de sacarse esa frase pero no pudo, sabía que era verdad y ya no había nada que hacerle.

-Ey! Tierra llamando a Inoo Kei, responde – su amigo le dejó caer un cuaderno en la cabeza – Me enteré que este fin de semana no habrá nadie en tu casa… ¿Podemos hacer alguna fiesta o algo?
-¡ESO ES! - dio un salto y salió corriendo del salón, tratando de no perder la idea que se acaba de formar en su mente.

“Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”

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Dai-chan~ Al final no viajé con mis padres :(
y el tonto de Kei está con sus amigos en su habitación
Son una molestia u.ú
¿Por qué no vienes a ver películas~?
No aceptaré un no por respuesta! Te espero~

Arioka recibió el mensaje cuando justo volvía de hacer las compras para su casa, le sorprendió un poco pero su mejor amiga era así de imprevisible así que solo sonrió y pidió permiso para salir, respondió con un simple “Ya estoy yendo” y se echó a correr calle abajo, era verdad que no le agradaba la idea de pisar la residencia Inoo por cierto egocéntrico molesto pesado violador que habitaba en ella, pero ver a su mejor amiga siempre lo ponía de buen humor.

----(FLASHBACK)----

-¿Ser nuevo te está causando problemas?

Una chica de cabello largo de color negro y lacio se sentó a su lado en los asientos del campo de deporte, la miró con desconfianza y luego solo suspiró y miró a sus compañeros de clase.

-Me tienen miedo…
-¿Eh? ¿Por qué? – su voz era de sorpresa, de una real que le transmitió seguridad al menor
-Alguien me vio ayer con mi novio… - se quedó callado esperando una reacción negativa que nunca llegó – Ahora soy el rarito de la escuela…
-Hipócritas… - señaló a un chico que tenía lentes – A él también le gustan los chicos… Ese otro – señaló a uno con cabello ondeado – Es bisexual… Y así muchos otros en esta escuela – le sonrió con amabilidad – No les hagas caso, tu solo sé seguro y nadie se meterá contigo…
-Muchas gracias – sonrió y le tendió la mano – Soy Arioka Daiki… Mucho gusto
-Aki… - la tomó y se la apretó amistosamente – Aki-chan de cariño
-Eh… ¿Y tu apellido?
-Bueno… - su mirada se volvió algo y la desvió – Soy Inoo Aki pero no quiero que me relaciones con mi hermano… Porque si te gustan los chicos entonces…
-Ya entiendo… Pero no te preocupes, nunca pensaría en ser tu amigo por él

----(FIN FLASHBACK)----

Llegó a la puerta en cuestión de minutos y tocó el timbre varias veces para molestar a Aki. Se escucharon unos pasos bajar corriendo las escaleras pero quien abrió la puerta fue nada más que el molesto de Kei.

-¿Está Aki?
-Pasa – el mayor solo se hizo a un lado, dejándolo entrar
-Dile que… ¿Qué haces?

Le temblaban y sudaban las manos pero en verdad ya no tenía vuelta atrás, le había quitado el celular a Aki desde el día anterior así que aprovechó y citó al menor en su casa, sabiendo que a ella no se negaría, cerró la puerta y le echó el seguro, se apoyó contra esta y vio la cara de enfado que Daiki le dedicaba.

-Pregunté qué haces
-Arioka… - su voz sonó baja – Solo… cierro la puerta…
-Iré por tu hermana

Corrió a la sala pero no había nadie, en la cocina y comedor tampoco, subió la escaleras y todas las habitaciones estaban vacías, recién cuando volvió a encararse al mayor cayó en la cuenta de que estaban ellos dos solos en toda la casa. Por primera vez en mucho tiempo sintió miedo. Es verdad que el tipo ese no le gustaba, en cierto modo hasta lo detestaba pero desde esa vez que lo besó… Algo se había alterado dentro, se hacía al tonto pero también sabía que lo seguía y vigilaba cuando caminaba de un lado al otro en la escuela e incluso fuera de ella, pero el saberlo no quitaba el hecho de que fuera algo malo y loco, no era normal… Pero no por eso dejaba de gustarle el ser acosado.

-Déjame salir
-No…
-¡¿Estás enfermo?! ¡¿Qué me quieres hacer?!

Se quedó callado sin contestar a sus preguntas y lo vio, sus ojos, sus labios… El deseo de volver a besarlo era demasiado fuerte pero controló sus impulsos.

-Quiero saber porque me odias si estás enamorado de mí
-No te odio – contestó instantáneamente, en forma de defensa – Ni estoy enamorado de ti… ¿Siquiera te das cuenta que lo que dices se contradice?
-¡No lo entiendo! – la desesperación ya se dejaba ver en sus ojos – ¡Sí me amas! Deja de mentir! No quiero que lo hagas…

Sus labios temblaron al querer contestar en defensa, nunca había visto a Inoo Kei tan indefenso, en la escuela era el líder y más respetado… De cierta forma lo tenía en sus manos pero no quería aceptarlo, era traicionar a Aki.

-No miento…

No le salió la respuesta como quería, baja y dudosa, vio como el brillo de esperanza brilló en los ojos del mayor.

-Dímelo… Por favor… ¿Por qué no lo admites?
-¡¿Acaso sabes lo mucho que sufre Aki?! ¡POR TU CULPA PIERDE TODO LO QUE TIENE! ¡Tú eres el que se queda con todo! ¡Eres el que tiene los amigos reales! ¡LO TIENES TODO PERO ESE TODO SE LO QUITAS TAMBIÉN A TU HERMANA! – le dijo ya furioso, tratando de recordarse a sí mismo que no debía acercarse al chico que tenía delante
-¿De me sirve tener todo si lo único que quiero no quiere estar cerca mío?

Su voz sonó tan triste que hasta el mismo se sorprendió, se acercó con pasos lentos al menor y apoyó su cabeza en la suya.

-Dile a Aki que se quede con todo si me deja ser tu novio… ¿No es un trato justo?
-No digas tonterías – con sus manos intentó empujarlo – Tú no eres…
-No, no soy gay o eso creo, pero tú eres una persona y las personas se enamoran entre ellas – se quedó callado un rato para luego mirar cara a cara al menor – Yo estoy enamorado de ti…

El corazón de Daiki casi explotó en ese momento y por su propia seguridad dio un paso hacia atrás, huyendo del mayor.

-Tengo novio
-Es mentira – frunció el ceño, acercándose la misma distancia que el otro se había alejado – Me dijeron que terminaron poco después de que entraras a la escuela
-¡¿Cómo sabes eso?! – lo meditó y dio otro paso hacia atrás – De cualquier forma, yo aún lo amo…
-También mientes, me amas a mí - lo acorraló contra la baranda de la escalera y acercó sus labios a los del menor – Tú estás tan enamorado de mi como yo de ti

Sopesó sus palabras, era probable que su obsesión si fuera amor pero no quería arriesgarse ni iba a hacerlo, hizo un movimiento para escapar pero unas manos lo atraparon antes de siquiera dar el primer paso, cayó de espaldas en las escaleras y el cuerpo de Inoo se posicionó sobre el suyo, se miraron a los ojos durante unos segundos antes de que ya ambos, derrotados por la necesidad de probarse, se besaran con apuro.
La intensidad de beso era demasiado potente, ambos movían los labios como si el alma se les fuera en ello, sus manos recorrían cada rincón del cuerpo del otro, conociendo cada centímetro aunque estuvieran aún con ropa. Daiki dio el paso que seguía, desabrochando la camisa del mayor, dejando el camino libre para tocar el pálido pecho del otro chico, lo acarició despacio hasta llegar a los botones rosas, con ambas manos los presionó sacándole un gemido al mayor pero que, se separó un poco cuando lo hizo.

-Espera…

Aunque la idea de detenerlo era demasiado tonta, no le cabía el hacerlo en las escaleras, cargó a Daiki entre sus brazos y casi corriendo subió a su habitación. Arioka estaba a punto de irse de ahí, creyendo que Inoo no estaba lo suficientemente preparado como para hacerlo con él, pero cuando se dio cuenta, ya estaba acomodado en la suave cama del mayor.

-Acá estamos mejor…

Le regaló una dulce sonrisa antes de volver a besarlo con desenfreno, tomó las manos del menor y las volvió a colocar en el lugar que habían estado antes de ir a su cuarto, volvió a gemir despacio cuando ahora con sumo ahínco Daiki pellizcaba, jalaba y presionaba sus tetillas, nunca había sentido aquello, era una sensación tan placentera que era incapaz ya de besarlo correctamente.
Se quitó la camisa y la hizo volar a un rincón de la habitación, sonrió satisfecho al ver el rostro de Daiki iluminarse al ver su cuerpo descubierto, con cuidado bajó sus manos hasta el borde de la camiseta del menor y la levantó hasta el pecho, besó y mordió cada centímetro de piel hasta llegar a la tela, se miraron a los ojos y sin decir ni una palabra, el menor se sentó para quitarse aquella prenda que estorbaba. Kei lo volvió a recostar en la cama, sintió como la piel de su cuerpo quemaba al tocarse con la del otro, realmente era demasiado exquisita la sensación que lo poseía.

-Es… ¿tu primera vez?

La voz del menor lo hizo abrir los ojos de golpe y lo miró avergonzado.

-Con un chico, sí… No… sé bien… qué hacer…

Arioka sonrió traviesamente y cambió los lugares, sentándose con toda intención sobre las caderas de Inoo, moviéndose despacio de adelante hacia atrás para motivar más el cuerpo del mayor.

-¿Prefieres ser el activo o pasivo? – se rió el ver el rostro de confusión casi adorable que el otro le regalaba – ¿Entrar en mi o que yo entre en ti?
-¿Qué… prefieres tú?

Delicadamente posó sus manos en las piernas de Daiki y las acarició, primero solo los muslos pero el camino seguía y de alguna forma llegó a sus glúteos, presionándolos con lascivia al sentir lo redondos que eran. Daiki suspiró por las caricias y se lo quedó viendo, cualquiera en su sano juicio sabiendo que era primerizo en una experiencia como esa hubiera dicho que prefería ser el seme, pero no… Inoo Kei no lo hacía, sintió un pequeño calorcito de regocijo cuando se percató que aquella persona no era mala, sino amable y dispuesta a sacrificarse por él. Pero no lo forzaría, otra presión en sus glúteos lo hizo gemir despacio y sonrió, mirando al mayor.

-Pasivo…

Ahora fue el quien se inclinó al besarlo, solo que más lento que en las veces anteriores, introduciendo su lengua de un solo movimiento y masajeando expertamente la lengua del otro chico, le sacaba gemidos con solo el roce y eso le daba más confianza. Le encantaba la idea de también desquiciar a Inoo sexualmente. Tomó las manos que estaban en sus caderas y las guió a su entrepierna, haciendo que el mayor presionase esa zona.

-Ahh…

Separó lo suficiente sus labios para dejar salir su gemido y miró embelesado como Kei lo miraba con demasiada fascinación, estaba claro que le gustaba lo que le hacía. Se reincorporó a medias y le desabrochó el pantalón, bajándolo el cierre y tocando adrede por sobre la tela el miembro erecto del mayor.

-Da-Daiki…. – echó la cabeza para atrás y reprimió un jadeo, le acaricio la cabeza al menor y con la voz casi temblando le habló – No sé bien… Como hacerlo…
-Déjamelo a mí

De un jalón le quitó la ropa inferior, dejándolo completamente desnudo. Tal vez Inoo Kei fuera un tonto egocéntrico a veces pero la forma sumisa de querer hacerlo con él era demasiado tentadora pero no, quería ser el uke, siempre lo era y ver su hombría erecta y dura, con ese tamaño tan peculiar lo hacían reafirmar su decisión, lo quería dentro.
No dejó que sus labios rozaran su miembro, solo con besos pequeños bordeó sus testículos y subió dando pequeñas mordidas, relamió con su lengua el ombligo de Inoo y succionó fuerte hasta dejar una marca cerca, el cuerpo debajo suyo temblaba con cada contacto, subió despacio a sus labios, dejando más marcas oscuras en su pálida piel. Lo besó con algo más de fiereza mientras sus propias manos se deshacían de su ropa, se bajó de su encima para poder quitarse el pantalón y el bóxer también y poder posicionarse con las piernas a cada lado sobre el cuerpo del otro chico. Rozó sus entrepiernas, sintiendo la calentura del otro y gimió.

“Maldición Inoo Kei”

No tendía vuelta atrás, lo deseaba demasiado. Kei lo miró expectante, nuevamente acariciando sus piernas con morbo y deseo, dejando marcas de sus dedos sobre su cuerpo. Daiki tomó su miembro y lo posicionó en su entrada, suspirando con el roce en la abertura.

-Y así… Se hace… con un chico…

De un solo golpe bajó introduciendo por completo el miembro de Kei en su estrechez, cerró ojos y gritó fuerte, se esperaba que doliese por el tamaño pero era más de lo que había creído, unas pequeñas lágrimas lograron escapar de sus ojos y una suave caricia le limpió las gotas de agua salada que resbalaban por sus mejillas.

-Se siente… delicioso

Inoo se estaba conteniendo, sabía que su cara podía dar total cuenta de aquello pero no podía apurar las cosas, era más que obvio que le había dolido al menor ir tan rápido, lo tomó delicadamente por las caderas y lo hizo girarse de nuevo.

-Gracias… Por enseñarme el camino

Besó su cuello despacio al principio, luego mordiendo y chupando, dejando una gran marca a la vista de todos, empezó a moverse despacio, solo entrando y saliendo pocos centímetros, los brazos del castaño se abrazaron a su cuello y lo pegó más a su rostro.

-Más rápido

Pudo leer en sus ojos que ya estaba listo y más que deseoso de incrementar la intensidad, sin pensarlo dos veces movió de una forma algo sádica sus caderas, saliendo y entrando una y otra vez en Daiki, haciéndolo gemir y retorcerse de placer por esto… ¿Qué tan delicioso podía ser un chico? Era más estrecho que nadie que en toda su vida se hubiera acostado, era su piel más adictiva que cualquiera que hubiera besado antes. Cuando lo siguió tratando de averiguar sobre el nunca pensó que podría llegar a esto pero le encantaba, le encantaba la forma en como el menor movía sus caderas para ayudarlo a sentir más con cada penetración, estaba completamente sincronizado a su vaivén, era más que perfecto.

-Tó… Ah… tócalo…

No necesitó más explicación para entender a lo que se refería, deslizó una de sus manos hasta el miembro de Daiki y lo presionó, antes de empezar a masturbarlo, apretaba la punta al subir y bajar por su extensión, jalándole el glande con sus movimientos. La imagen era hermosa. Enterró sus uñas en la espalda del mayor inmerso en el placer que le brindaba, no le faltaba mucho, a pesar de ser la primera vez de Kei en hacerlo con un chico, sabía claramente cómo hacerlo… No había caso, ahora él no lo dejaría escaparse de su lado, se acercó a sus labios para callar el gemido que se aproximaba al sentir como todo se concentraba en su parte inferior, lo beso justo cuando expulsaba todo su líquido blanco en la mano del chico y en su vientre, estaba cansado, los espasmos de placer aún recorrían su cuerpo.

-AH!!

Inoo cortó el beso y se abrazó a su cintura, al ser atrapado en el interior de las paredes que se estrecharon más cuando el menor se corrió, el terminó dentro con una satisfacción única, con un sentimiento inigualable, se recostó sobre su pecho, tratando de regular la respiración pero viéndolo a los ojos, sonriendo a medias.

-No solo te gustaba… también me tenías ganas…
-Idiota

Se rió y lo empujó a un lado, aprovechando ahora su posición para acomodarse encima de su pecho, miró todas las marcas que había dejado en el cuerpo del otro ¿tanto se había descontrolado?

-¿No te arrepentirás? – murmuró Daiki, delineando con sus dedos cada vestigio
-¿De qué?
-De mí

Inoo se quedó callado y lo abrazó por la cintura, pegándolo más, beso sus mejillas y al final sus labios, tratando de mantener una intensidad baja.

-Me arrepentiré cuando Aki me asesine pero… - sonrió – Vales la pena
-A quien asesinará será a mi…
-No lo creo
-Te dirán raro en la escuela y nadie se acercará a ti – remarcó, con algo de molestia
-¿Y eso qué? – se acercó a sus labios otra vez y los rozó – Así siquiera tengo asegurado que nadie se va acercar a ti a tocarte ni nada

Lo evaluó con la mirada ¿Por qué era tan idiota? Ahora no solo era egocéntrico, sino posesivo, se giró y le dio la espalda.

-Si haces eso… Me darán ganas de hacerlo de nuevo

Unas manos delicadas delinearon su cuerpo y se volvió a girar.

-¡Pervertido!
-Es tu culpa – se colocó en su encima – Tu eres el que me obsesionó ya no solo con tu con tu personalidad, ahora sino también con tu cuerpo… Anda Dai-chan – mordió su labio inferior – Complace a tu novio

Se quedó paralizado, lo tomó por los hombros y lo recostó de un empujón.

-Quiero dormir, mañana seguimos

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-Vaya vaya~

Un balde de agua fría cayó encima de ambos, haciéndolos despertarse y abrir los ojos con terror.

-Aki-chan… Yo… - Daiki se trató de cubrir el cuerpo con las sábanas – Perdón pero el…
-Serás tonto Kei - la chica miró a su hermano – No te dejaré quitarme a mi mejor amigo
-¿Ya llegaron? – el pelinegro bostezo ya calmado y abrazó por la cintura al otro chico, haciéndolo recostar en su cama de nuevo – Y será tu mejor amigo pero es mi novio
-¡¿Por qué me quitas a todos los que me rodean?!
-Aki-chan! Perdón…
-No Daiki… - suspiró y se sentó en la cama, ignorando por completo el que ellos estaban desnudos dentro de ella – Más te vale no dejar de hablarme solo porque ahora eres… Eso de mi hermano – frunció el ceño - ¡¿De cuándo acá te gustan los chicos?!
-Desde que lo conocí a él… ¿No es lindo? – Kei le dio un beso en la mejilla a Daiki, recibiendo un golpe a cambio - ¡¿Por qué haces eso?!
-¡Porque eres un enfermo!

Aki los vio y empezó a reírse.

-Par de idiotas… Oie ninfómano – miró a Daiki – Más te vale no volverlo adicto al sexo a él sino te mato, su cerebruto no podría soportar ya más cosas de las que tiene
-¡No soy ninfómano!
-Si si, lo que digas, soy tu mejor amiga y lo sé todo de ti - se paró y puso seguro a la puerta antes de salir
-¿Con que ninfómano? – Kei sonrió, lamiendo el cuello del menor – No me importaría volverme uno…
-¡Que no lo soy! – quiso empujarlo pero el mayor atrapó sus muñecas – Dijiste que hoy seguíamos y pues, ya amaneció
-Pe-pero…
-Pero nada

Unos labios lo callaron, realmente iba a ser un fin de semana largo, solo rezaba por que los padres de Inoo no escucharan todo el ruido que iban a hacer.