30 junio 2013

Duele amarte [SongFic]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Duele~
: Nada
: Mi cueva


Título: Duele amarte
Autor: Satommy
Parejas: Inoodai
Género: Angst
Extensión: Songfic
Notas: Está completamente confuso y sé que no se entenderá nada hasta el final... Creo que la canción de fondo es lo que dará una pista y tendrá consistencia en la última parte. Se esperan comentarios y abucheos...
P.D: Sí, es personal para quien lo dude. La canción es "Me Duele amarte" de Reik.



Sus ojos pardos miraban hacia el exterior con anhelo, no había brillo en su iris pero era una mirada que demostraba la necesidad de querer salir a estar bajo los rayos del sol ¿Por qué no lo dejaban marchar? Su mirada se entornó al lugar que era su cárcel personal, aquel rincón de blancas paredes donde debía mantenerse confinado por su propia seguridad.

Me duele amarte
Sabiendo que ya te perdí
Tan solo quedará la lluvia
Mojando mi llanto
Y me hablará de ti
Me duele amarte
Los sueños que eran para ti
Se pierden con cada palabra
Con cada momento que esperé vivir

Recordaba que un tiempo atrás había tenido un cuarto color cielo, sus paredes empapeladas con dibujos que una persona que para él había sido importante le había regalado ¿Qué había sido de ello? Los recuerdos eran solo nubes grises en su mente, como si a sí mismo se bloquease para no recordar más allá de lo que podía sobrellevar.

Me duele más imaginar
Que tú te vas y dejarás
Detrás de ti
Tu ausencia en mis brazos
Me duele tanto sospechar
Que ni tu sombra volverá
Para abrigar
Mi alma en pedazos

Algo dolía en su pecho, dolía mucho y no entendía su razón. Una mirada negra, cabello negro, unos brazos que le sostenían. El martilleo repiqueteó con crueldad contra su cabeza y cayó de rodillas, empezando a llorar desprotegido por aquel dolor incomprensible que le daba en su interior ¿Qué era eso? ¿Por qué le pasaba eso? Él, él era normal…

Me duele amarte así
Hasta morir
Lanzándome a la nada viéndote partir
Me duele aquel Abril
Cuando te vi
Por vez primera y dije que eras para mi
Me duele amarte tanto

Su enfermero de cabecera pasaba por la habitación almidonada cuando lo vio tumbado en el piso con esos temblores tan extraños que ocurrían cada que no estaba sedado. Hace dos meses el mejor amigo del paciente lo había venido a internar. Supo por la mirada el joven que estaba destrozado y que tal vez la vivencia de aquel chico castaño había sido un trauma que le había desestabilizado emocionalmente hasta llevarlo a la locura.

Me duele amarte
Los sueños que eran para ti
Se pierden con cada palabra
Con cada momento que esperé vivir
Me duele más imaginar
que tú te vas y dejaras
Detrás de ti
Tu ausencia en mis brazos

La ayuda llegó en pocos minutos, sin pensarlo abrieron la puerta de un golpe y corrieron al cuerpo empapado de sudor del paciente. Una inyección fue suficiente para mantenerlo quieto, para que esa agonía que sólo vivía en su cabeza quedara nuevamente congelada y no hiciera estragos ni le hiciera sufrir.


Me duele tanto sospechar
Que ni tu sombra volverá
Para abrigar
Mi alma en pedazos
Me duele amarte así
Hasta morir
Lanzándome a la nada viéndote partir

-¿Está sedado nuevamente?
-Disculpe señor Nakajima, pero el paciente…
-No te disculpes – susurró al otro lado de la línea – Es mejor para Dai-chan, vivir sin sentir nada… -suspiró con pesar, sus propias palabras pesándole.
-Señor, ¿puedo preguntar qué le ocurrió al paciente? – escuchó una risa sin ganas al otro lado - ¿Señor?
-Se enamoró sin medida de alguien que no dudó en abandonarlo. Ahora ese condenado es feliz, tiene una familia mientras que Daiki se retuerce de dolor en un sanatorio, que irónico ¿verdad?

Me duele aquel Abril
Cuando te vi
Por vez primera y dije que eras para mi
Me duele amarte tanto

02 junio 2013

Incoherencia [Drabble]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Hahahaha aish X'D
: Escápate conmigo
: Mi cama uwu


Título: Incoherencia
Autor: Satommy
Parejas: Nakachii
Género: Random
Extensión: Drabble
Notas: Bueh, que digamos me he metido en un asunto[?] y no creo tener más vida del que quisiera, pero sean felices por mi(?)
P.D.: Haine u3u te debo un oneshot de estos dos~♥


Yuto hizo girar a Chinen en medio de la sala, el más bajo parpadeó perplejo sin terminar de entender qué ocurría pero el alto ya lo había tomado del mentón hasta que unió sus labios en un suave pero delicioso beso que le terminó por hacer de derretirse a sus pies, era la persona más perfecta que había tenido la desgracia de conocer.
Él se creía conocedor del mundo, de saber distinguir entre todo lo que ocurría a su alrededor pero Nakajima había sido una maldita excepción a la regla que había volteado su mundo al revés y que no le daba salida alguna.

Menos cuando lo besaba así.

Se separaron agitados y Yuto sonrió, sentía sus labios rojizos de la hinchazón por la intensidad con que lo había besado pero eso tan solo quedaría ahí, un beso de improviso que ni siquiera habían planeado ¿Qué se supone que era ello?
Yuri suspiró rendido, no tenía forma de poder saber jamás lo que acontecía a menos que preguntase, sus esperanzas estaban perdidas.

-Yuri - el aludido levantó la mirada, agotado - Me gustas

Snowy Rainbow [3]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Quiero tonear~~ XD más LOL
: Tu cuerpo me llama - Reykon ft. LMC
: Mi escritorio u3u


Nota: Perdón la demora y si anda fome eweUu no creo que me haya salido como quería pero ya qué D: espero que les guste~

----------------------------------

La mirada de Keito era perdida, no terminaba de entender qué había ocurrido en tan solo cuestión de horas y su cabeza, tratando de hallar el razonamiento más lógico a lo que acontecía ya le daba palpitaciones contra la sien en una dolorosa punzada que le rompía el cráneo.
Suavemente su rostro cayó entre las palmas de sus manos para ocultarse y darse un poco de privacidad, sus codos apoyándose sobre las rodillas para buscar algo de apoyo ahí en donde no lo encontraba, dejando ver lo débil que se hallaba, pero más que estar débil o cansado era la impotencia de saber que no había podido cuidar a quien quería de la manera que le hubiera gustado, aunque ¿Cómo hacerlo si ni siquiera le dejaba acercarse? Un suspiro agitado salió de él al rendirse con lo que le rodeaba, si se mantenía tan callado como en ese momento las pisadas que resonaban en el pasillo le terminarían por taladrar el cerebro. El sonido de las suelas de zapatos golpeteando con la loza eran descoordinados y fastidiosos, no le entregaban ni un poco de paz cuando más lo requería.

----(FLASHBACK)----

Sus ojos pardos lo miraron rojos e hinchados, su respiración estaba agitada por haber llegado corriendo desde la calle. El local seguía vacío y cómo no, si tan solo eran las 9 de la noche y a esa hora recién las personas se alistaban para salir de fiesta. El aura que emanaba el castaño era suficiente para saber que algo no estaba bien mas no cuestionó nada, ni siquiera el cómo había sido posible que entrase pues seguro Kyo con tan solo verlo le dio el pase libre dentro. Dejó los vasos boca abajo en la barra, sobre una pequeña tela de gasa y salió de detrás de ésta para poder encarar a Daiki, tal vez ser firme con él le ayudaría a seguir adelante pero la reacción del otro fue tan necesitada que solo esperó a que se le acercase, viendo como tropezaba con sus pies al tratar de acercarse, pero Keito no dejó que llegara a tocar el suelo. Arioka fue refugiado en el pecho del menor con sus fuertes brazos sosteniéndolo con suma delicadeza y Okamoto, cuanto más lo estrechaba más podía sentir la humedad expandirse sobre su camisa, no había que ser muy inteligente como para entender que el pelicastaño estaba llorando. Le besó la frente en un acto consolador, tratando de hacerlo calmar y lo llevó detrás de la barra, no había ningún otro lugar al que pudieran ir dentro del local así que solo lo refugió ahí, quedándose a su lado.

-Keito… hoy lo vi…

Llegó a pronunciar después de mucho rato de silencio y sollozos, la piel de su rostro yacía húmeda por las mismas lágrimas o por su nariz chorreante, se le veía como un pequeño niño perdido y Okamoto deseó poder ser lo suficientemente fuerte para poder hacer algo, lo que fuera con tal de no volverlo a ver así nunca más.

-Me dijo… me dijo…

Se ahogó entre sus palabras, ninguna salía coherentemente y no lo forzó a decir nada pues con cada cosa que pronunciaba la herida se hacía más latente y no lograba cerrar, solo asintió en silencio y nuevamente lo rodeó con sus brazos y lo cobijó entre ellos, no sabía cuánto tiempo tendría hasta ponerse a trabajar pero daría su mayor esfuerzo por que estuviera mejor antes de tener que dejarlo.

----(FIN FLASHBACK)----

Un peso extenuante se equilibraba en sus hombros, haciéndole imposible el tratar de alzar la cabeza por el dolor punzante que lo suponía, pero sus ojos oscuros y apagados si fueron capaces de elevarse aún contra todo pronóstico para encontrarse con la desoladora imagen de esa camilla ocupada con un cuerpo inmóvil, conectado a esos tubos que le brindaban el tan ansiado oxígeno que necesitaba para sobrevivir. No lo entendía, habían sido solo un par de horas.

[Horas antes]

La mente era naturalmente traicionera, cuanto más débil estuvieras más bajo te haría caer y eso él lo sabía mejor que nadie. Daiki era consciente de ello porque ya muchas veces había tenido que atravesar por lo mismo, su mente lo había llevado a cavar en el fondo del barril de su miseria pues a cada pensamiento, un recuerdo venía hilado y todo se le arremolinaba hasta sumergirlo una y otra vez, era casi como un círculo vicioso.
Su cuerpo estaba hecho un ovillo debajo del bar de madera, delante de éste había miles de personas viviendo una buena noche, riendo, tomando, jugando con la música que se sumergía en sus cuerpos a través de sus pieles y amando fugazmente a personas que jamás volverían a ver. Pero en la otra cara estaba él, una persona que se escondía entre botellas de vodka y whisky, tratando de entender, peleando por suturar la herida.

----(FLASHBACK)----

-Ke-… - la sílaba quedó suspendida entre sus labios y se arrepintió enseguida al notar que le dolía el pronunciarlo, optó entonces por usar su apellido - Inoo - llamó desde detrás de ese grupo de personas, viéndolos seguir con su camino como si nada - ¡Inoo!

Gritó más fuerte pero obvio, lo estaban ignorando, pero la tensión que logró percibir en sus hombros al oír su llamado le dio a entender que sabían a quién le hablaba y que no era solo su imaginación que tanto anhelaba verlo, sino que era real y estaba caminando delante suyo. Sus pies se movieron antes de poder razonar y lo llevaron corriendo delante de ese trío, estiró los brazos y los forzó detenerse. Tenía que hacerlo, solo así podría hallar respuestas.

----(FIN FLASHBACK)----

La música retumbaba contra las paredes del antro, haciendo que todo vibrase a causa de las ondas sonoras que salían de los woofers, esa noche Yuto realmente se estaba esforzando en hacer su mezcla, seguramente todos los asistentes estarían hipnotizados en la pista de baile, hasta él mismo se había dejado llevar por las notas. Era agradable, por fin su mente hallaba paz, se había autobloqueado con todo el ruido alrededor suyo y por un momento, olvidó lo que le acontecía, la música mandaba hacia atrás de su pensamiento esa penosa agonía que le laceraba la existencia aunque aún pelease por mantenerla a raya sin darse cuenta ¿Qué había estado haciendo todo este tiempo? Se preguntó al darse cuenta en la decrépita posición en la que estaba, tratando de asimilar su realidad ¿En verdad se había dejado morir en vida? ¿Por qué? ¿Por quién?

----(FLASBACK)----

Reconocía la mata de cabello negro donde fuera, tan profundo, tan intenso como esos ojos que no se giraban a verlo y que ni siquiera hacían contacto con ninguna parte de su cuerpo a pesar de estar delante suyo, rogando con su propia mirada que se enfocara en él.

-¿Lo conoces?

El chico rubio a la derecha de Kei lo miró curioso, eran casi de la misma altura y parecía amable por sus facciones pero se mostraba receloso y atento con sus palabras, como si Arioka fuera peligroso o dañino… Tal vez, se había vuelto en algo que las personas temiesen sin darse cuenta.

-No, no lo hago

El pelinegro le dignó su mirada por un segundo, sus ojos pardos recibiéndolo con anhelo contenido después de tanto tiempo habiendo esperado ese momento mas el otro pasó de él. Inoo lo ignoró e ignoró todo lo que hubiera tenido para decir.
Sintió como el cuerpo de su ex novio pasó por un costado suyo, esquivando la mano que truncaba su paso y chocando contra su hombro, haciéndolo a un lado para pasar de frente sin importarle el haberlo empujado.

-Kota

Solo al escuchar el nombre de otra persona se dio cuenta que el otro chico que estaba acompañando a Inoo se había quedado mirándolo, sus ojos dejaban en claro que quería decirle algo pero al último momento solo se giró hacia su pelinegro y le sonrió.

-Ya voy, amor

----(FIN FLASHBACK)----

Su cabeza cayó entre sus rodillas e hizo presión con estas sobre sus sienes para olvidar esas tres últimas palabras que habían sido las que lo habían desestabilizado. No quería recordarlas nuevamente pero el eco de esa voz resonaba en él, en su cráneo, haciéndole palpitar el cerebro dolorosamente.
Podía soportar que Inoo lo odiase, podía soportar que no quisiera verlo, podía en sí soportar todo lo que le hiciera pasar porque si el mayor actuaba de esa manera significaría que aún le importaba de alguna manera, significaba que aún le dolía lo de ellos y tenía alguna oportunidad, pero ¿Olvidarlo? ¿Cómo soportar eso? ¿Cómo se vive cuando la persona que amas te ha olvidado? ¿Cómo se sigue adelante si todo en lo que te has esforzado en los últimos meses es en sobrevivir para tratar de verlo, de recuperar lo perdido y tu “otra mitad” ya siguió hacia delante como si no existieses?

-¿Has visto a Daiki?

Takaki gritó a Okamoto apenas llegó a la barra empujando una que otra persona en su camino, su voz alzándose por encima de toda la bulla del antro puesto que quería que le oyese claro, con ningún tipo de excusa para que no le respondiese a su cuestionamiento. Estaba extrañado de no ver a ese pequeño pelicastaño que siempre estaba dispuesto para él por ningún lado, ni por la pista de baile, ni en los baños, ni siquiera junto a ese molesto barman que siempre lo invitaba a salir. Ni siquiera el tipo de la puerta le había dado referencia. Frunció el ceño al ver cómo Keito lo ignoraba con total claridad, sumergido en limpiar unos vasos que ya estaban más que cristalinos. Apretó las manos y golpeó una vez la mesa.

-¡DAIKI! ¡¿Lo has visto?!

El aludido ni se asomó por debajo de la barra, incluso su cuerpo se contrajo aún más intentado volverse uno con esa oscuridad que había en ese rincón, no creía ser capaz de poder ver a Takaki esa noche, no creía poder resistir con su alma rota en aquel momento porque, aunque todas las noches se hallaba siempre en la más abrumadora desolación, esta era especialmente la más funesta de todas, si probaba de su dulce compañera en un estado así, tal vez no tuviera otra oportunidad de vida.
No escuchó a Keito hablar pero sí unos pasos que fueron de un lado a otro, botellas moviéndose y finalmente una copa resonando por la brusquedad de haber sido colocada sobre la encimera, había sido una suerte que no se quebrase. Escuchó el típico actuar de Yuya, ese despotismo enfermizo que lo hacía sentirse por encima del resto, tal vez en ese momento estaría mirando al otro chico con desprecio ínfimo pero no había manera que el barman le dijese donde se encontraba, él podría vender su alma antes de sacrificarlo a él.

-No ha venido
-Ja! ¿Pretendes que te crea? – sarcástica a más no poder, la voz del mayor se volvió venenosa, se asomó hacia el chico a través de la barra y Daiki pudo escuchar claramente lo que le susurraba - ¿Te molesta tanto que sea yo quien lo penetre todas las noches y no tú?

Era verdad, ¿con qué cara tenía él de reclamarle a Kei que hubiera seguido delante si es que él también se entregaba a otros todas las noches? Su orgía de pasión y drogas, Takaki el que la cuidaba y Rebeca, la más hermosa de las mujeres que era blanca, demasiado blanca y que te llevaba al cielo con tan solo rozar tu nariz. Él no podía dejar de vivir sin ella, menos ahora que su otra razón de vida se había esfumado con otro castaño alto.
Salió de debajo de su escondite y se mostró derrotado ante la mirada impasible del par, sentía los ojos rogando de Keito, sentía cómo le decía que no se fuera sin palabras sin embargo lo ignoró porque necesitaba de ella, necesitaba de su nieve de colores para sobrevivir un día más, para sonreír, para olvidarse de todo lo que acaecía en ese preciso instante en el cual ya no había nada más que quebrarse en él.

[Presente]

Keito sacó del bolsillo su celular, aún estaba húmedo por las lágrimas que había derramado sobre él al contestar esa maldita llamada que le había hecho salir volando de su puesto de trabajo, alertando a Yuto y a Kyo en el proceso pero no iba a dejarles a ellos esa responsabilidad, solo él era quien cuidaría de Daiki.

----(FLASHBACK)----

-¡¿Qué quieres Takaki?! – gritó al auricular para que le escuchase al otro lado de la línea, la única razón por la que había atendido la llamada era porque había sido el identificador con el número de Daiki el que había brillado en su pantalla
-Mierda… Okamoto – hizo un ruido con su garganta y el menor se tensó, algo estaba fuera de lugar – Ven a buscar a Arioka, se siente mal

----(FIN FLASHBACK)----

Se rió con furia al recordar ese “se siente mal”, sentirse mal para el idiota contrabandista era una maldita sobredosis que había dejado a Arioka inconsciente en el suelo, ni siquiera había pensado en ello al salir corriendo en su búsqueda, el llamar a la ambulancia había sido tan solo un acto reflejo por seguridad para que en el peor de los casos lo atendiesen de manera rápida y eficaz, pero era tan solo una suposición, no creyó que fuera a pasar lo que más temía.
Otras pequeñas gotas se resbalaron por su rostro hasta caer en el suelo, grandes lágrimas que dejaban un rastro de tristeza ahí debajo de su cuerpo. Que impotente se sentía, que inútil y poca cosa era para no haber podido haber hecho lo único que había querido.

-¿Usted viene con el joven?

Se controló de romper en llanto cuando la voz madura del médico le llamó, el peso que aún llevaba sobre sus hombros los hizo a un lado para prestar atención a lo que le decía, su blanca bata le hizo recordar a ese maldito producto que casi se había arrebatado al mayor ¿Por qué existía? ¿Por qué Daiki se dejaba llevar? Se levantó y acercó a él para escucharle más claro, no quería perderse ni una sola palabra del diagnóstico que le fueran a dar.

-El joven ha sufrido un infarto cerebral, o tal vez lo conozca mejor como un derrame cerebral - sintió sus piernas perder fuerza y se sostuvo del borde de la camilla ¿qué demonios significaba eso? – Su cuadro nos dice que estará en coma por unos días pero el verdadero problema se presentará al despertar, con la placa que le hemos sacado aún no podemos determinar si tendrá un problema meramente motor o si involucrará el habla o el raciocinio
-¿Sobrevivirá? ¿Despertará? – a pesar que le había asegurado que el mayor despertaría, la palabra “coma” para él suponían años de no despertar, un sueño ininterrumpido donde el cuerpo se iba marchitando lentamente, torturando a los seres queridos que te rodeaban - ¿Estará bien?
-Ha sobrevivido a la sobredosis – dijo severamente el doctor – Y sí, despertará pero como acabo de comunicarle, los daños solamente podrán verse una vez que el joven despierte.

“Kei, Kei, Kei… ¿Qué nos ocurrió? Siempre pensé que eras tú la persona con la que pasaría el resto de mi vida, aún en contra de esta sociedad maldita que no nos dejaba estar uno al lado del otro.
Kei, Kei, Kei… ¿Sabes que me dolió lo que vi? Aunque tal vez ni siquiera te importe y lo tomes tan solo como una cucharada de mi propia medicina.
Kei, Kei, Kei… ¿Es acaso éste mi karma? Recuerdo todas las veces que hablamos sobre lo cruel que era la vida cuando dañabas a alguien sin un por qué…
Pero yo no te dañé, yo recuerdo que fuimos ambos los que nos dañamos…
¿Cómo te está castigando a ti? ¿Acaso siquiera el destino recuerda todo lo que lloré?
Kei, Kei, Kei… Me quiero morir… No sé en dónde estoy, todo es oscuro y hace frío, siento que quiero abrir los párpados pero no puedo moverlos, quiero llorar pero ninguna lágrima cae,
Kei, Kei, Kei… dile a cualquier dios, que por favor me arrebate la vida, yo… Ya no quiero seguir aquí.”