tag:blogger.com,1999:blog-91223700693437411312024-03-13T23:13:31.276-05:00Onigiri's ficsFanfics con temática yaoi de Hey! Say! JUMP
Pairs:
Yamajima, Inoodai, Takachii, Yabutaro, Hikato, Ariokamoto, en generalSatommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.comBlogger235125tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-11680570393295231772017-09-25T20:14:00.005-05:002017-09-25T21:07:06.604-05:00What is wrong...? [Aviso Administrativo]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Satommy(?):<br />
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Pues no, no estaba muerta y menos de parranda. La vida de vueltas inesperadas, ¿no? Bueno, en un resumen muy muy corto mi vida se fue en picada y luego se normalizó pero no me vi capaz de seguir con el blog. Creo que muchas se enteraron pero uno de los principales motivos que abandoné todo fue porque me robaron mi portátil con todos mis fanfics y avances y... Bueno, cinco años de escritos que nunca (hasta ahora), he logrado superar. </div>
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He intentado escribir pero todo se me bloquea o no avanzo, ser escritora no funciona de esta manera y me retiré un tiempo, y todavía sigo de retirada pero... Y acá el pero, siempre vengo por acá. Onigiri's Fics es mi casa, mi hogar, mi pequeño rincón de recuerdos que amo y atesoro, no tienen idea de lo que me importa y un día entré para darme cuenta que Photobucket se había vuelto de paga, ¿qué significa esto? Que todo el diseño del blog se fue a la reverenda mierda porque todo estaba ahí y ninguna imagen ahora se puede ver. He intentado modificarlo muchas veces pero ya no pude y me rendí, me dolía mucho ver esa maldita imagen de imagen bloqueada, así que tomé la primera plantilla que vi y la dejé, sacando todo lo que tuviera imágenes en el proceso.</div>
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Sinceramente, odio cómo se ve, y odio que blogger ahora se haya vuelto tan jodido, así que les voy informando que Onigiri's se pasará oficialmente a wattpad con todos sus escritos. No, no sé todavía si algún día vuelva a escribir (cosa que es muy probable que sí, porque vamos, soy yo). No sé si hay todavía escritoras de fanfics de Hey! Say! JUMP (Ayaa, te amo(??)), pero yo todavía amo a mis OTPs y pienso al menos darles algunos drabbles de rato en rato en lo que voy tomando nuevos ánimos para hacer mis otros serials. Algún día terminaré GnR, yo lo sé, lo juro por la garrita.</div>
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Y bueno, eso, les voy dejando el link de wattpad ahora para que luego lo vayan viendo o dando a seguir si es que todavía se pasan por acá. Me encantaría (si todavía existen), que me dejen un comentario y me digan si les parece bien o no que vuelva o si todavía quisieran leer algo. También estoy abierta a sugerencias de fanfics pero saben que soy medio odiosa con mis OTPs(????????). </div>
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Saludos, un cariño inmenso a todo mundo que caiga por acá y lamento el desastre que está ahorita el blog.<br />
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LINK PARA WATTPAD(?):</div>
<a href="https://www.blogger.com/goog_2114138496"><br /></a>
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<h2 style="text-align: left;">
<b><a href="https://www.wattpad.com/user/OnigirisFics"><span style="color: #741b47;">https://www.wattpad.com/user/OnigirisFics</span></a></b></h2>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="25" src="https://embed.wattpad.com/follow/OnigirisFics" width="157"></iframe><br />
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P.D.: Acabo de crear la cuenta de wattpad apenas hace unos momentos, así que no está bonito y no tengo idea de si algún momento pueda ponerlo bonito, ahorita mi prioridad es ir subiendo los fafics en orden cronológico.</div>
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P.D.1: Estaba subiendo el primer oneshot y llegué a la conclusión que no puedo vivir sin editarlos y corregirlos PORQUE BUENO, MI REDACCIÓN HA CAMBIADO DESPUÉS DE 7 AÑOS. Así que, tal vez demore subiendo todo hahahaha.</div>
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Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-77059964073463810042016-06-30T23:55:00.000-05:002016-05-14T20:57:37.557-05:00INDEX DE FICS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">Pues, compadeciéndome de que muchas se pierden con tantos tags que hay en el blog, decidí hacer un index entendible y fácil de seguir, así que provéchenlo y comenten♥:<br />
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<div style="text-align: center;"><a href="http://start.io/onigirisfics"><span style="font-size: 180%; font-weight: bold;">~[Index de Fics]~ </span></a><a href="http://start.io/onigirisfics"><span style="font-size: 180%; font-weight: bold;"><br />
</span></a></div></div></div>Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-18447687385425065462016-05-14T20:57:00.002-05:002017-09-25T19:31:45.995-05:00Get-Together [Drabble]<br />
<span style="font-weight:bold;">Titulo:</span> Get-Together<br />
<span style="font-weight:bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight:bold;">Pareja:</span> Yabutaro<br />
<span style="font-weight:bold;">Género:<span style="font-weight:bold;"></span></span> Slash<br />
<span style="font-weight:bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-weight:bold;">Notas:</span> Holi(?). Hoy recibí dos comentarios hahahaha y se sintió tan bonito que asdihajsd bueno, vine con esto. Hace demasiado no hacía de ésta pareja por temas de resentimiento-whatever y pues, decidí retomarla. He pensado que será una serie de drabbles cada uno por su lado pero tendrían sentido juntos, de todas formas. Espero les guste~<br />
<br />
<br />
La cafetería dónde se encontraba era una a la que nunca había ido, estaba en el extremo oeste de Tokyo, justo en la dirección contraria de su casa y de la compañía. El lugar era pequeño, sólo con los dueños atendiendo en la barra y una mesera ya mayor que se paseaba por las mesas ocupadas preguntando si todo estaba en orden, no notándolo, no lanzando una doble mirada como para reconocerlo o algo.<br />
Yabu se sentía un tanto intranquilo en ese sitio, no es que no hubiera accedido a aquel encuentro con ánimo y alegría, pero la sensación de vacío que se acentuaba en su vientre alto le hacía preguntarse si es que estaba haciendo un bien o un mal. Si había tomado una decisión apresurada o si era algo que le causaría problemas como en un pasado lo hizo.<br />
<br />
Respiró hondo y tomó de su café –sin azúcar y con crema, no con leche–, distrayéndose mientras sus dedos ansiosos se paseaban por la pantalla de su móvil, leyendo y releyendo el último mensaje de la noche anterior donde acordaba con su emisor, el verse y hablar después de mucho tiempo sin reencontrarse. El nombre y la foto a los que el número respondía, le erizaron los pelos más pequeños de la nuca, haciéndole tensar.<br />
<br />
Su niño había cambiado.<br />
<br />
- Kota.<br />
<br />
El pensamiento de cómo había cambiado –madurado– Ryutaro, llegó tan pronto como su nombre salió de sus labios, elevando rápido la mirada sólo para encontrarse con ese chiquillo, ya no tan chiquillo, que muchas veces le robó el pensamiento. Ese niño al que él le robó su virginidad y al que poseyó mil veces, además que cuidó y amó como si no hubiera mañana.<br />
Morimoto Ryutaro seguía con su complexión delgada, su cuerpo ligeramente encorvado, su cabello estaba negro y más corto que la última sesión de fotos que le había visto y no tenía ese horrible bigote que en algún momento se dejó crecer cuando estuvo en Estados Unidos.<br />
<br />
- Ryu, ¿no vas a sentarte?<br />
<br />
Su momentáneo shock se evaporó en segundos, sonriéndole al menor que no tardó en acomodarse frente a él y pedir un americano cargado y con bolsitas extras de edulcorante porque azúcar no tomaba. Yabu rió un tanto, contrariado con el joven adulto que ahora se presentaba a sus ojos. Definitivamente, él ya no era el niño que le llevó a pecar tanto en el pasado.<br />
<br />
- Deja de verme así, sabes que no me gusta. – Ryutaro sonrió con el brinco del alto y luego prosiguió-. Ha pasado un tiempo, ¿cierto?<br />
<br />
- Ha pasado demasiado tiempo, diría yo. – y esta vez, Kota no se privó de verlo y admirarlo nuevamente. Demasiados años sin tenerlo cerca, siquiera se merecía ese privilegio-. ¿Qué tal va tu comeback? ¿Se portan bien contigo los del staff y tus productores? ¿Estás siguiendo las pautas? No puedes dejarnos mal…<br />
<br />
- Sí, papá, me estoy portando bien. – su típica sonrisa ladina incómoda se le dibujó, haciendo reír con disimula al mayor-. Va bien, es un poco extraño volver a trabajar y más aun, cuando ustedes no están cerca pero se siente bien, tantos años lejos del espectáculo te hacen ver todo de perspectiva.<br />
<br />
- Sobre eso, Ryutaro… <br />
<br />
- No, calla. – lo cortó antes que siquiera se atreviese a decir nada más-. No fue tu culpa, fue meramente mi irresponsabilidad. Hiciste lo posible porque no me sancionaran, lo sé, pero era algo que salía de tus manos, de las mías, de la de todos. – suspiró pesado, sus ojos negros desinteresados de pronto volviéndose negros profundos-. Has hecho un buen trabajo, Kou-chan… Los chicos, el grupo, se ve bien.<br />
<br />
- No ha sido fácil. –se encogió de hombros, tratando de evitar todos los problemas que había tenido en el último tiempo. Negó con la cabeza, estirándose en su asiento y aprovechando su altura para dejarle un beso en la frente-. Te había extrañado, Ryu.<br />
<br />
Morimoto le bufó con “odio”, frotándose con la mano el lugar donde todavía sentía el cosquilleo de sus labios y cubriéndose al tomar su café, todo lo que podía, su rostro sonrojado. Su imprudencia le hizo quemar la lengua y un Yabu divertido, le pidió agua para aliviarlo. El menor no tenía una idea clara de cuánto tiempo había pasado, o cuánto tiempo se había mantenido lejos de él hasta que decidió escribirle un mail hablándole sobre el clima, recibiendo otro en respuesta que le aconsejaba abrigarse.<br />
Yabu siendo siempre Yabu. El Yabumama que había extrañado tanto tiempo, el primer amor que nunca olvidó, seguía ahí, dándole su cariño y su aprecio como siempre. Llenándole el corazón de calidez una vez más.<br />
<br />
Volviendo a ser el niño de Kota, su niño y de nadie más.<br />
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-21368366992779220752016-04-16T00:54:00.002-05:002016-04-16T00:54:45.195-05:00Assume [Drabble]<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/keito03.png" shapes="_x0000_s1026" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" width="96" align="left" height="96" hspace="12" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span style="" lang="EN-GB">: Tengo calor ;_; </span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: One way or another - One Direction remake<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Mi habitación u3u♥<br />
<br />
<b>Título: </b>Assume<br />
<b>Autor:</b> Satommy<br />
<b>Pareja:</b> Yamajima<br />
<b>Género:</b> Angst(?)<br />
<b>Extensión:</b> Drabble<br />
<b>Notas:</b> Quería que saliera mejor, pero ando media dormida y ni al caso, así que... Lo siento, hace mucho no escribía un Yamajima y era justo y necesario.<br />
<br />
<br />
Yamada lanzó el último plato que quedaba en la repisa de su departamento, bajo la atenta mirada de Keito y Chinen que no habían tardado de acudir a él apenas los llamó.<br />
<br />
- Yama-chan, cálmate…<br />
<br />
Las palabras de Yuri sonaron al aire, puesto que él sólo lo ignoró y su ataque de ira se revirtió contra los muebles de la pequeña sala. Uno tras otro, cada estante, mesa cojín o lo que fuera y estuviera en su camino, terminó volcado en el suelo hasta que él se sentó rendido contra la pared, rompiendo en llanto con una desesperación impropia de su persona.<br />
<br />
¿Cuándo es que había ocurrido eso? ¿Cuándo?<br />
<br />
No era realmente consciente del tiempo que llevaba separado de Yuto, podría haber pasado la semana pasada, así como podría haber pasado hace seis años. No sabía, no recordaba. O así lo había creído hasta que esa mañana las noticias explotaron a reventar con el nuevo rumor que la Johnny’s Entertainment se había afanado en negar. ¿Acaso no entendían que así lo hacían más obvio?<br />
Se obsesionaban tanto por camuflar o esconder una maldita relación que los delataba más fácilmente que cualquier foto y agh… las fotos.<br />
<br />
Yuto de la mano de esa mujer, ¿qué mierda ocurría con el mundo? ¿qué mierda le ocurría a él?<br />
<br />
Su respiración agitada, el dolor del pecho y la contracción del vientre ante el miedo de la realidad le daban un golpe directo a la consciencia, haciéndolo víctima de su propia negación que ahora se esclarecía sólo para dejarlo en la maldita nada de emociones. ¿Desde cuándo esto estaba así?<br />
<br />
- No logras nada así, Ryosuke. – la voz de Keito sonaba lejos, él sólo se hizo más pequeño en el suelo, queriendo esconderse-. Sabías que tarde o temprano pasaría, que él seguiría su vida.<br />
<br />
“Seguir su vida”, ¿qué era lo que realmente significaba eso? ¿conseguir pareja? ¿volverse más famoso? ¿olvidarlo y superarlo? Un suspiro, un quejido y la presión e una venda en sus manos heridas lo encogieron todavía más, llorando más infantilmente a pesar que una mano pequeña le acariciaba el cabello dándole un poco de afecto en su miseria.<br />
<br />
No sabía cuándo había pasado todo eso.<br />
<br />
Había dado tanta prioridad a su vida profesional que en el afectivo, de repente vislumbraba lo solo que estaba. Lo nada que era. Y que en ese afán de sobresalir y ser mejor, incluso con toda su obsesiva competitividad, no superaba ni por asomo a Nakajima… No superaba lo que fue ni lo habían sido ni lo que pasó ni lo que no pasó jamás. Ni siquiera creía realmente que habían terminado en algún momento en el transcurso de esos años pero el menor ya estaba con alguien, ¡Era parte de un tablón de rumores con alguien! Con una mujer mayor, con alguien que no era él mismo.<br />
<br />
Ryosuke se abrazó a sí mismo todavía desesperado, sus amigos cuidándolo, sanándolo y protegiéndolo. Eso estaba mal, todo estaba mal, pero él no sabía cómo arreglarlo.<br />
<br />
<br />
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-91826690783082470452016-04-15T23:06:00.000-05:002016-04-15T23:16:56.016-05:00Calmness [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/inoo1.jpg" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Happy happy Dai-chan~ </span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Viviendo de Noche - Veni vini dici<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Mi escritorio </div><br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título: </span>Calmness<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Inoodai<br />
<span style="font-weight: bold;">Género: </span> Fluf<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Bueno, a las dos personitas que me comentaron el otro drabble y que dijeron que les gustaba que volviera;; gracias, no saben cuán feliz han hecho a ésta alma no tan noble. Recuerdo cuando antes veían muchas personas mis fics, pero pues... Ya no(?). HAHAHAHA ojalá se lo pasen a sus amigas y así el Onigiri's reviva. Si me comentan, seré feliz u3u *algún día terminará GnR(?)*<br />
<br />
<br />
Inoo prendió la calefacción, por las fechas, el clima ya estaba cambiando pero el frío seguía latente y más el viento que se colaba un poco cruel por las ventanas. Sus ojos negros enfocaban el camino de la carretera, apenas llevaba dos horas manejando pero su acompañante ya estaba dormido con un pequeño ronquido –casi ronroneo-. Sonrió sólo un poco.<br />
<br />
Se estacionó a un lado de la carretera, cuidando de no despertar al pelicastaño y bajó del carro para tomar un cigarrillo del bolsillo y darle una suave calada. El sabor de uva del filtro, le relajó, pero más le hizo suspirar al recordar el sabor de los labios de su pareja. ¿Hace cuánto es que el menor había empezado a usar ese bálsamo de uva en sus labios?<br />
<br />
Sabía que había sido por él, por darle un poco más de su sabor favorito en su persona favorita, de darle un gustito que ni siquiera le informó pero que él aceptó con mordidas y un encuentro íntimo en los baños de la compañía apenas lo probó. Le ponía, le gustaba, era tan malditamente perfecto que simplemente le consumía todo el alma. Porque Daiki era así, ese tipo de persona que daba todo por él, a pesar que no siempre sus sonrisas al público fueran sinceras, para él, en su rincón de intimidad, siempre lo eran.<br />
<br />
Inhaló un poco más del tabaco saborizado, botando el humo contra el viento y mirando hacia atrás, al carro en la carretera para ver de lejos, a ese cuerpo todavía durmiente. ¿Cuántos años de noviazgo llevaban? ¿Dos? ¿Tres? Ni siquiera recordaba, pues el tiempo pasaba tan rápido y siempre con tantas aventuras, problemas, risas y discusiones que se le hacía imposible calcularlo pero era feliz. Siempre era feliz.<br />
<br />
- Te amo.<br />
<br />
Apagó la colilla y caminó hasta el auto, prendiéndolo para seguir conduciendo a la cabaña que había rentado para pasar ahí el cumpleaños del menor, sonriendo tontamente porque apenas subió, el cuerpo se rodó un poquito en el asiento y un murmullo en la soledad del campo se escuchó.<br />
<br />
- Te amo más, Inoo-chan.<br />
<br />
<br />
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-43672550250610698252016-04-09T02:10:00.001-05:002016-04-15T23:05:16.006-05:00Divine Karma [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/04-3.png" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Examen mañana lol </span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Cerveza - Ráfaga<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Mi rincón<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Divine Karma<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Pareja:</span> Takachii<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Angst<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Pues... Hola(?), hace demasiado que no escribía nada. Olvido siempre lo bien que me hace, así que tal vez me vuelva activa si es que no me vuelvo a enviciar con alguna serie random. Éste drabble tiene dedicación anónima, a esa persona que me cae mal y meh. Ojalá les guste para ellas que se siguen pasando por acá y no se han olvidado de Jipo y de mi.</div><br />
<br />
<br />
Tic toc, suena el reloj.<br />
Tic toc, y aún sigue ahí.<br />
<br />
Takaki miró el reloj de pared una vez más, esperando pacientemente hasta que Yuri hiciera acto de aparición en su departamento tal cual le había prometido seis horas atrás. Igual que había prometido toda la semana y mes pasado.<br />
<br />
¿Desde cuándo era que su relación estaba tan mal?<br />
<br />
Habían tenido sus momentos, esas idas y venidas donde terminaban y cada uno seguía con su vida –o mas bien, Takaki conseguía follamiga de turno, olvidándose de Yuri por unos meses-, para luego regresar y tratar de nuevamente, salvar ese amor que se veía extinto por segundos.<br />
<br />
- Ya llegué. <br />
<br />
La costumbre en la voz del menor fue palpable, Yuya lo sentía y presentía ya desde hace un tiempo, comprobándolo cuando el perfume masculino ajeno se impregnaba en su nariz apenas daba unos pasos para acercarse a su “novio”. <br />
<br />
¿Es que acaso, así se sentía?<br />
<br />
¿Así se sentía Yuri cada vez que él llegaba oliendo a alguien más? ¿A sexo vacío y sin compromiso, sólo por romper la monotonía o el miedo a estar amarrado a alguien de por vida?<br />
<br />
Él entendía su pavor a las relaciones serias, pero pensaba que Chinen, después de todos esos años, lo entendía. Que lo comprendía, lo aceptaba y… Lo perdonaba.<br />
<br />
¿Acaso así dolía?<br />
<br />
- De dónde vienes, Chii? – los ojos aburridos del cuestionado lo callaron, haciéndole desviar la mirada-. ¿Quieres comer? He preparado la cena y…<br />
<br />
- Tengo sueño, Yuya, buenas noches.<br />
<br />
Y el desplante que él hubo hecho muchas veces, fue devuelto, probando del dolor que él tantas veces había infligido en su egoísmo y que ahora tenía que recibir en silencio y cabizbajo.<br />
Porque sí, Takaki Yuya era idiota, pero no iba a dejar ir a Chinen.<br />
<br />
No podía, ni quería perder a la única persona que realmente había amado. Inmaduramente o no.<br />
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-6423285060540307022015-10-19T08:26:00.001-05:002015-10-19T08:27:31.238-05:00Ojeras [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/12-1.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Me dio sueño...</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Unforgettable<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Cama Nv. 2<br />
<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Ojeras<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Pareja:</span> InooDai<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Fluff<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> ¿Creían que uno solo? No señor, no. Quiero más Inoodai en mi vida(?), aunque ciertamente quiero escribir más drabbles de todas las parejas HAHAHAHA<br />
<br /></div>
<br />
Daiki bufó con tremenda molestia, incapaz de esconder el fastidio no sólo de sus gestos, sino ahora también de la voz. Los ruidos exasperados que se le salían desde lo más profundo del corazón -porque definitivamente, no era de su garganta-, ponían más en tensión a Kei. Era tal la tirantez del momento que el mayor estaba rígido contra su escritorio, tratando de leer el párrafo de su libro por décimo primera vez, pero al igual que lo hizo a la primera, ninguna de las malditas palabras lograba encajarse en su cabeza. Era como si leyera en vasco o algún idioma europeo del cual no sabía ni decir "hola".<br />
<br />
Suspiró derrotado al darse cuenta que llevaba como cuarenta minutos tolerando la mirada avellana de su novio en la espalda, sintiendo las pequeñas dagas de reproche y tal vez algo de odio, clavarse en su alma como un castigo y regaño a su descuido. Sí, lo entendía, no había dormido prácticamente en dos semanas por la maestría pero es que simplemente no podía detenerse. Para él, además de ser idol, buen novio e hijo, también quería ser buen profesional.<br />
<br />
- Dai-chan... - trató de mediar una vez más como lo había hecho los últimos 15 minutos-. Sabes que debo estudiar para...<br />
<br />
- No, cállate. <br />
<br />
Kei dejó caer la cabeza sobre el libro y empezó a hacer berrinche entre pucheros, quejidos y gruñidos sutiles. Su novio no iba a ceder.<br />
<br />
No le costó asumir que por ese día tendría que descansar si quería mantener la fiesta en paz con su pareja, optando por levantarse de esa silla que había comprado lo suficientemente incómoda para nunca dormirse cuando estudiaba. Le resultaba a la perfección, pero el dolor lumbar que le atacaba luego era digno de tener su propio nombre como una enfermedad.<br />
<br />
- No me mires así, ya voy a dormir.<br />
<br />
- ¡Pero mira tus cara! - se quejó el menor, haciéndose a un lado en la cama pero no lo suficiente, pues sus dedos pequeños en comparación a los suyos, ya estaban delineando las bolsas oscuras debajo de sus ojos. Sabía que el maquillaje le ocultaba esas imperfecciones, pero en la intimidad de su hogar, Daiki era capaz de ver el daño que se infligía a sí mismo.<br />
<br />
- Prometo cuidarme más. - susurró, abrazándose a él por la cintura. De repente el sueño le venía de golpe, adormeciéndolo apenas su cabeza se apoyaba en la almohada -. Lo prometo.<br />
<br />
- Kei-chan...<br />
<br />
Y su mirada llena de odio se evaporó, ahora sólo lo veía con ese amor ínfimo que le derretía el corazón y le hacía contraer los dedos de los pies de emoción. Inoo lo sujetó más fuerte, como si fuera un oso de peluche y escondió el rostro contra su cuello, marcando sutilmente la piel más superficial en un intento de recordación al menor, lo mucho que lo amaba.<br />
<br />
Eso fue, todo lo que pudo hacer antes de quedarse profundamente dormido ante una sonrisa calma de un castaño enamorado.<br />
<br /></div>
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-23455464298546812402015-10-19T07:47:00.002-05:002015-10-19T07:50:38.120-05:00Dreams [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/takaki.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: No fui a clases</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Criminal minds[?]<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Mi cama♥<br />
<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Dreams<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> InooDai<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Fluff<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Satommy is back, bitches.<br />
<span style="font-weight: bold;">P.D.:</span> Sobra decir que he estado ausente más de lo que hubiera debido y querido. Muchas cosas se atravesaron en mi vida, en mi camino y bueno, digamos que a estas alturas, ya volví a encontrar mi centro de alguna manera. No creo volver a ser constante de nuevo con mis escritos, pero ya tampoco los dejaré en el olvido o en el abandono. ¿Todavía hay personas que me leen? Bueno, quienes no me conocen, bienvenidos sean a éste rincón de fanfics. Ojalá todavía sea de su completo agrado. </div><br />
<br />
La sonrisa que Daiki le dedicó, podría definirla simplemente como inocente, pura. E incluso, tal vez, aniñada. Era esa curva pequeña que sus labios formaban entre adormilado y feliz que le terminaba por borrar el sueño pues Inoo no lograba concebir algo más bonito que el menor a su lado.<br />
<br />
"La pureza no es algo físico, es algo mental."<br />
<br />
Recordaba plenamente esas palabras, justo cuando sus dígitos se deslizaban de manera tenue por su espalda desnuda. ¿Hace cuánto tiempo había tomado de su pareja aquella "inocencia"? Fue una calentura del momento, un deseo incontenible que les había alborotado las hormonas a los 15 años y que les había hecho mantener una relación de sexo casual por unos dos años más. Unos años más de distanciamiento e incomodidad al no poder definirse sexualmente y luego simplemente, su paraíso personal.<br />
<br />
Inoo, en momentos como esos donde la luz de la mañana se colaba por entre sus cortinas, se cuestionaba cómo es que todo había terminado así. Daiki no era virgen, él más que nadie lo sabía, pero cuando veía sus ojitos cerrados, sus labios gruesitos en una expresión de calma eterna que le hacía parecer a un minino, se daba que cuenta que podría pensar que un ángel reposaba a su lado en la cama. Tan "tierno", que le daba ganas de comerlo a besos, a ver si así él mismo se recordaba que sí existía y que ese ser tan irreal, le amaba de regreso.<br />
<br />
Le amaba a él, tan idiota, tan torpe tan... Inoo.<br />
<br />
- Si me sigues observando, me voy a enfermar. - la voz queda de Arioka le trajo de golpe a la realidad, haciéndole ocultar la mano con la que lo tocaba, debajo de la almohada. Se sentía como un niño atrapado robando una galleta. Aunque su galleta estuviera con los ojos entreabiertos para observarlo y él se tentara mil veces más a saborearlo. Una buena "comida" para el desayuno-. Kei-chan, detente.<br />
<br />
Inoo rió, sabía que su novio era capaz de leerle el pensamiento con una facilidad envidiable que incluso a su madre le daba celos. Se encogió de hombros, no tan arrepentido de siempre perderse en la belleza del menor. Con la mano que había ocultado, lo volvió a acariciar, sólo que ahora en la mejilla hasta que pudo atraerlo a su rostro, sus labios encontrándose en un mar de sensaciones que siempre la mañana post-sexo les dejaba.<br />
<br />
"Paraíso" quedaba corto para el concepto de plenitud que lo albergaba.<br />
<br />
- Te amo, Dai-chan.<br />
<br />
La sonrisa despierta y dedicada que le regaló Daiki, era definitivamente, lo más valioso de su vida.<br />
<br />
</div>Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-85374017537469324032014-11-03T01:00:00.000-05:002014-11-03T01:00:51.879-05:00Inevitable [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/satommy-1.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Ugh, puto Choi</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Mi gata ronroneando<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Cama -u-<br />
<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Inevitable<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Inoodai<br />
<b>Género:</b> Angst [?]<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Hace mucho que ya no sé, si lo que hago está bien o está mal. ¿Debería dejar de hacerlo, Chango? Feliz 3 de Noviembre. Siento que es ya algo que no debería hacer y en realidad ya no iba a hacerlo, pero la culpa y los recuerdos me pudieron. Lo siento. Que sepas, que en algún lugar, sigues siéndolo todo. Eso sí, no pienso ya que los fics te valgan algo como acá lo hacen.<br />
<br />
<br /></div>
Daiki lo sentía distante, no era la primera vez y tal vez no sería la última pero se negaba rotundamente a pensar que ese era el final. Porque lo amaba, porque para él Inoo era cada una de esas cosas que él carecía y que lo complementaba a puntos insospechables.<br />
<br />
Las personas no comprenderían, pero él estaba seguro que nadie podría igualar a lo que el pelinegro le hacía experimentar con cada mirada.<br />
<br />
O por lo menos, a cómo antes lo miraba.<br />
<br />
Con sus ojos humedecidos y con temor de que el otro ya estuviera aburrido de él, se subió a la cama y buscó aquel punto especial al medio de su pecho, sumergiendo la punta de la nariz para inhalar suavecito aquel perfume tan único del cuál era poseedor. Era varonil, sí, pero era dulce.<br />
<br />
-Te amo, Kei-chan…<br />
<br />
El mayor no respondió, pero le acarició el cabello al tiempo que lo acomodaba más cerquita a su cuerpo y lo acurrucaba tiernamente en su pecho.<br />
<br />
Daiki no sabía cuánto tiempo más sentiría que estaba perdiendo al amor de su vida, pero mientras pudiera tenerlo así, seguiría intentando.<br />
<br />
Porque él amaba a Inoo Kei, y no sabía si en algún momento dejaría de hacerlo.<br />
<br />
Ni siquiera si es que el moreno, ya no lo hacía más.</div>
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-75589648716037173452014-10-12T22:11:00.001-05:002014-10-12T22:11:46.199-05:00Little biatch [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/okadai3.png" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: HAHAHAHAHA mierda XD me amo </span> <br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Yo te viví - Villamizar<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Cama~~♥ </div><br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Little biatch <br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy <br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Inoodai[?] <br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> HAHAHAHAHAHAHAHA X'D<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble <br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Ok, esto es algo medio personal que no pude contenerme a hacer XDDDDDDDDDDDDDDDD nadie se sienta ofendida/o porque en verdad es por algo que me acaba de pasar y LOL!!! Aasdasd X'D *rueda* BE HAPPY!!!!!<br />
<br />
<br />
Daiki empezó a reírse con mucho descaro, algo no propio de su personalidad pero algo inevitable si es que veía la obviedad del asunto. Inoo era tonto, lo sabía, pero a un punto que rayaba en lo estúpido.<br />
<br />
Su ex novio era peculiar, agradable y bonito.<br />
<br />
Algo así como él, pero a diferencia suya, el pelinegro era tan manipulable que con unas solas palabras que le hubiera dicho su mejor amigo, ya habían terminado y básicamente, lo había alejado bien lejos de su persona. Como si quemase o tuviera lepra. Algo que le dio en el mismísimo orgullo pero que simplemente lo dejó pasar, porque no tenía por qué ahogarse en dudas existenciales o en miserias que muy poco valían la pena.<br />
<br />
Si Inoo quería terminar con él, muy bien, que terminaran, pero que luego no volviera a joder.<br />
<br />
En su sitio, observando de lejos como Kei giraba el rostro una y otra vez para verlo –y seguramente le provocaría luego un doloroso tortícolis–, él disfrutaba, deslizando los dedos por encima del pecho de Takaki y dejando un beso muy sutil en el cuello ajeno. Vigilando como el que “no sentía nada por él”, se mordía el labio inferior en un gesto de impotencia que le provocó un henchimiento de pecho lleno de felicidad.<br />
<br />
No, no es que quisiera provocarle celos al pelinegro, pero el simple hecho de hacerlo morder polvo y sufrir por lo perdido, era simplemente, una muy deliciosa venganza.<br />
<br />
Muy, pero muy deliciosa.<br />
<br />
Porque él era Daiki Arioka y nadie pasaba de sus sentimientos sin más.<br />
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-787311920738297442014-10-12T01:33:00.000-05:002014-10-12T12:12:32.274-05:00[ADMI] MENSAJE A LA NACIÓN: EL FIN DEL MUNDO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/ariyama.png" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Feliz~♥ </span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Unfriended Request - Thank you<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Mi casa uwu </div>
<br />
<b>Hikaru:</b> Y después de muchos años, vuelve Satommy, usando el blog como pantalla de teatro y rol...<br />
<b>Satommy:</b> Y sí, después de muchos años, vengo a golpear a Hikaru porque me llega a la punta de...<br />
<b>Hikaru:</b> e_e ¿No te has vuelto algo más señorita en estos años?<br />
<b>Satommy:</b> ¿Por y para quién? -lol- Si es por mi, soy feliz siendo una callejera uwu<br />
<b>Hikaru:</b> Así nunca recibirás tu polvo 8D<br />
<b>Satommy:</b> Para un polvo no se necesita hablar 8D<br />
<b>Hikaru:</b> ... *tose*<br />
<b>Satommy:</b> DUH! Ignorando al ex-oxigenado~ uwu ¿cómo están?<br />
<b>Hikaru:</b> Por qué e_e eres tan delicada?<br />
<b>Satommy:</b> Shhhhhhhhhhhhh<br />
<br />
<br />
HAHAHAHAHAHAHA ok no -lol- Estaba revisando mis mensajes antiguos de administradora y LOL, requete LOOOOOOOOOOOL XD no puedo creer que hacía entradas así de ridículas con fallas ortográficas, UGH, ¡¿cómo no me saqué los ojos o algo?! Aish bueni uwu HOLIII, ¿cómo están? Yo bien 8D postulando a mi intercambio a Japón así que todas crucen sus dedos y recen por mi! #justsaying Hoy es sábado por la noche y he decidido dar mi mensaje a las personas que me leen porque ciertamente, siento que debo decírselo a todas como ya se lo dije a todas las personas cercanas a mí sobre mis nuevos rumbos como escritora -asdasdseahoga- Pero antes que nada... ¡OMFG! ¿Pueden creerlo? Este blog se abrió en el 2010 y ya estamos 2014 y planeo seguirlo hasta... que el trabajo no me deje avanzar con mi vida ewe pero como decía, YA SON COMO 5 AÑOS QUE ESTOY CON EL ONIGIRIS adasdasdasd me siento demasiado feliz, porque no sé si alguien entienda lo mucho que es este fandom para mi y que si sigo escribiendo, no es solamente porque me gusta hacerlo (mi vicio número uno, el número dos es leer y el tercero, salir de fiesta), sino porque tengo a quienes me leen, que aunque sepa que no comentan, se meten a revisar este pequeño blog para ver si he actualizado un capítulo o algo de los fics que siguen y que sé, mantengo en stand by.<br />
Conozco muchas escritoras retiradas del fandom en inglés y español. Conozco varios fics dejados en el abandono porque las escritoras se cambiaron de fandom o simplemente se olvidaron que pertenecían a uno. Conozco muchas historias buenas dejadas atrás. Así que el que yo siga acá, con mis 22 años, aún dando de mí para mejorar mi redacción y mejorar mis historias, será lo menos humilde que diga pero, I'M SO FUCKING COOL, BITCHEEEEEEEEES!<br />
Hahahahaha de cierta forma, me siento muy feliz porque no me he dejado vencer ni me he rendido y no planeo hacerlo por lo pronto uwu pero ñeh, hay cuestiones que han cambiado un poco y que quiero comentarles porque sí, porque para mí es importante y porque siquiera les debo esto:<br />
<br />
No es secreto, pero quiero hacer más público de lo que ya es, que estoy haciendo un fanfic 2min que es un serial.<br />
<br />
¿Qué demonios es 2min? Es MinhoxTaemin, son de SHINee y... les tengo tanta manía como al InoAri (InooDai).<br />
<br />
Nah, no pienso abandonar mi fandom XD (Please, to much obsessed with them). De hecho, se me haría imposible dado que son mi vida y mi alma, mi razón de ser y de la locura por la que me quiero ir 6 meses al fin del mundo, lejos de toda la seguridad de mi país ewe pero ñeh, no es el punto. El punto es que... en estos últimos tiempos, quiero mejorar más mi redacción pero nadie escribe en español ya u_u porque nadie actualiza (Ayaa ewe) y ugh, me gusta poder sentir eso de <i>"Ahhh, quiero escribir así de bien"</i>. En este último tiempo me ha pasado con el 2min, así que como que mi mente anda más enfocada allá pero igual tengo avanzados mis fics de acá (Stefany tiene los adelantos lol de lo poco que se salvó). Sólo quería decirles que mi cronograma de redacción será así:<br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b>-Unseen (2min)</b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>-GnR (InoAri)</b></div>
<br />
Me centraré sólo en estos dos fanfics, ya les expliqué el por qué (tengo laptop nueva pero todas mis ideas y fics anteriores murieron e_eUu). Cada que actualice Unseen, escribiré GnR, después de actualizar este, volveré a Unseen... Así me forzaré a acabarlos ambos. Después de estos dos, me centraré en "My servant" y de ahí evaluaré qué fic seguir. Estoy pensando seriamente en <b>NO</b> escribir "Shiny rain". Los motivos detrás de ese fic como que se quedaron... bien lejos[?] y no tengo inspiración emo ya para eso XDDD #pathetic no lo sé, fácil sólo hago un resumen de lo que iba a ir la historia y ya, porque de verdad ya no me apetece escribirlo, porque ya no tiene destinatario eweUu "No Moral" sigue en planes, pero bieeeeeeeeeeeen lejos, por el momento XD "Genesis" es un serial que a mi me enamora, pero bueno, digamos que también le daré su tiempo de espera hasta que me libre de las cargas pesadas. Sin nada más que decir uwu<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><i><span style="color: red;">GRACIAS POR ACOMPAÑARME TANTOS AÑOS!!!!</span></i></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Sé que muchas de mis lectoras se me han ido en el camino, pero a las que están acá todavía... Las amo :') no se imaginan cuanto.</div>
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-7230160090331013292014-10-03T16:47:00.002-05:002014-10-03T16:47:28.529-05:00Tercero en discordia [2]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/satommy-1.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Náuseas orz </span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Nada ewe<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Cama u3u</div>
<br />
<br />
<b>Notas: </b> Créanme que quería hacerlo más largo y quería abarcar más pero no, no he podido porque no he tenido tiempo, porque ando al límite ahorita estudiando Finanzas porque mañana es mi parcial y porque esta semana ha sido una mierda ewe Además, ahorita mismo estoy que quiero escribir fics 2min -lol- Porque... porque no sé ewe Sobre mis otros fics (Que no sean GnR y éste), lamentablemente les tengo que decir que están en stand by hasta nuevo aviso, ¿por qué? Porque me robaron la laptop y no tengo backup de nada. Así que... #yolo me tomaré mi tiempo para rebuscar si en algún lado tengo lo que quiero porque sino XD soy capaz de dejarlo todo D: Bueno, espero que les guste y... ya, feliz 3 de octubre, día oficial en el que Satommy se quiere suicidar porque no entiende ni un carajo de Amortizaciones :'D *se larga a seguir estudiando*<br />
<br />
<br />
---------------<br />
<br />
Tuvo un escalofrío que descendió por su cuerpo y le hizo entreabrir los ojos, percatándose con no mucha gracia que era de día y estaba en una cama que no era la suya. <br />
Apretó con fuerza los párpados cuando la luz que se colaba por las ventanas le hizo daño, tratando de controlar las vueltas que de pronto sentía que estaba dando por más que no se hubiese movido un centímetro de su lugar. Se apretó la almohada contra el rostro, maldiciendo la resaca de la cual ahora era dueño y razonó qué podía hacer en su situación, suponiendo que lo más sensato era llamar a su asistenta para que cancelara todas sus reuniones del día y que las reprogramara, alegando algún tipo de emergencia personal que no podía postergarse. Soltó un suspiro y trató de aclararse todos los pensamientos abarrotados como un collage en el cerebro, buscando darle nombre a su situación, pero le era casi imposible. Trató de sentarse en el transcurso de sus cavilaciones pero la punzada que arremetió contra su cuerpo le hizo caer boca abajo sobre aquel colchón, el dolor era indescriptible.<br />
<br />
-Maldito seas, Inoo<br />
<br />
No había estado tan borracho como para no acordarse de lo que había sucedido, por mucho que le hubiera gustado borrar todo recuerdo y así sentirse un poco más digno de lo que en verdad se sentía. ¿En qué había estado pensando?<br />
<br />
No, no había estado pensando, sólo se había dejado llevar y terminó siendo humillado, avergonzado… Dominado.<br />
<br />
Ugh. <br />
<br />
Arioka se sentía “dominado”.<br />
<br />
Y odiaba la palabra, la odiaba porque de una manera figurada y literal, es que su persona había sido controlada por alguien más en un ámbito que nunca pensó, entraría. No es que juzgara las relaciones homosexuales, era solo que nunca había creído que él… Siempre se creyó un hombre en todas sus facetas, ¡tenía novia, por dios!<br />
<br />
Tenía novia.<br />
<br />
La culpa le cayó con violencia al cuerpo adolorido y enloqueció más a su mente ya perturbada. Le había sido infiel a Midori y no había manera de darle vuelta atrás.<br />
<br />
“Vuelta atrás”. <br />
<br />
A él lo habían volteado y... <br />
<br />
Se negó a seguir pensando sandeces, con las manos que apretaban las sábanas que aun escasamente lo cubrían, se despeinó el cabello ya de por sí desordenado, poniendo en orden de importancia lo que tendría que hacer y cómo lo haría. Lo primero de todo, estaba claro, era buscar su ropa, vestirse y salir de ahí sin que nadie lo viera.<br />
Tomó aire con brusquedad y haciendo acopio de toda su valentía, se levantó de la cama vacía. El dolor volvió a agobiarlo pero ahora lo manejó mejor, por lo que pudo ponerse en pie y buscar por el suelo sus prendas. No se preguntó en dónde estaría Inoo, era viernes y de seguro el muy correcto asistente de su padre, ya habría marchado a trabajar; si había algo bueno con él, era su responsabilidad con el trabajo. Hizo una mueca, de sólo imaginar que lo vería ahí sentado en su puesto como si nada hubiera ocurrido le escarapeló la piel. <br />
<br />
Lo segundo que haría, sería hacer que lo despidieran para ya no volver a encontrarse con ese maldito engreído en toda su vida.<br />
<br />
Con quejidos bajos que salían de sus labios según se agachaba y hacía algún movimiento en general, se vistió con su hermoso traje Armani ya arruinado y miró a su alrededor, recién prestándole atención al recinto. Sí, todavía era la penthouse de Nakajima y por lo que podía ver, la misma habitación del dueño de casa. No cabía duda alguna que su amigo lo mataría por haber hecho lo que hizo pero en su defensa, él no había tenido nada que ver; sólo que si decía algo como eso, ¿cómo es que el alto lo vería? No tenía en sí alguna buena coartada.<br />
<br />
“Si bueno, me acosté con Inoo en tu cama. Me dieron ganas de sexo gay por una noche, lo siento.”<br />
<br />
Arioka hizo otra mueca de mala gana, terminando de abotonarse la camisa y teniendo el recuerdo de unos dedos largos haciendo lo contrario y tocándole la piel. Tembló ligeramente pues aunque odiase todo lo sucedido, no podía quitarle el mérito al pelinegro y debía admitir con sinceridad que jamás había vivido algo así. No dejaba de dolerle como los mil demonios pero tal vez algún día…<br />
<br />
-No, definitivamente haré que lo despidan<br />
<br />
Ya listo, se apresuró hacia la puerta mirando cuidadosamente afuera, de lado a lado, para vigilar por si alguien venía y todo su plan de discreción se arruinara pero no había ninguna persona alrededor, así que teniendo la seguridad de estar completamente solo, caminó hacia la sala para luego cruzarla y poder buscar a su piloto.<br />
<br />
Estaba a medio camino cuando sus pasos se detuvieron abruptamente al observar a una pareja en uno de los sofás donde él ayer había estado llorando. De hecho, uno de los presentes era su mejor amigo que lo había estado consolando y el otro, era el otro amigo por el cual se estaba lamentando momentos antes. Daiki los observó con morbo, como es que Nakajima recorría con sus grandes manos cada parte de Ryosuke, apretando varias veces su trasero para que sus cuerpos se rozaran más, mientras ambos se comían con los labios y su respiración se volvía cada segundo mucho más presurosa. Observó como el menor de pronto buscaba con las manos la cinta elástica del bóxer que tenía el castaño, queriendo quitarle la prenda.<br />
<br />
Ahora que los veía bien, ambos estaban apenas vestidos, con una camisa y la ropa interior colocada a duras penas, como si acabaran de despertar después de tener sexo y ahora buscaran… Otra ronda.<br />
<br />
-¡Ahhhh!<br />
<br />
El grito de realización del mayor alertó al otro par que se separó de golpe y tanto fue el susto que Yuto empujó sin querer a su novio y éste, fue a parar al suelo porque también había querido alejarse cuanto antes de su pelinegro. Los ojos acusadores del mayor de los tres prolongaron un silencio incómodo, nadie sabiendo bien qué decir.<br />
<br />
Nakajima se aclaró la garganta pesadamente, mirando de reojo a Ryosuke que dudaba si ponerse o no en pie y luego a su amigo. El joven estaba desaliñado y con unas ojeras dignas de tres noches en vela, podía asegurar que tenía resaca pero su apariencia iba más allá de haberse dormido con el traje puesto por la borrachera. De pronto sus ojos se abrieron muy grandes y la sorpresa le hizo actuar por impulso. Se levantó de su mullido sillón y trató de acercarse a Daiki, pero este por instinto quiso retroceder, como si temiera a algo pero lo que hizo luego, respondió sus sospechas. El mayor tuvo un gesto de dolor por su movimiento repentino y una mano voló a sus caderas, frotándose inconscientemente a ver si alivianaba su malestar.<br />
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-Dai-chan… - ahora fue Ryosuke quien se sorprendió, mirando a su novio que sonreía con malicia – No digas nada<br />
-Págame, gané la apuesta – Yuto giró a verlo, tendiéndole la mano para que se levantara – Te dije que lo lograría<br />
-¡Seguro hiciste algo! – reclamó el castaño, levantándose con fastidio – ¡Me hicieron trampa!<br />
-Ehhh, tranquilo ahí que no hicimos nada – miró a Daiki que ahora los veía como si estuvieran locos - ¿Qué tal tu noche, Dai-chan?<br />
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El mayor sintió sus mejillas colorearse tan drásticamente de rojo que no era necesario que dijera nada, estaba seguro que el otro par ya habría sacado sus propias conclusiones. No había que ser un genio pues si él mismo podría decir con tan solo verse en un espejo, que había despertado de una noche de sexo. Desvió la mirada apenado, tratando de encontrar sus palabras ahogadas en su garganta.<br />
Yuto empezó a reírse con fuerza y estiró la mano, Yamada con un fastidio aún mayor, se acercó a su pantalón tirado en el otro lado del salón y sacó su billetera, buscó uno de los cheques en blanco que tenía y escribió un monto, entregándole el papel al alto segundos luego.<br />
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-Te odio… - susurró con molestia – Esto es imposible<br />
-Me amas – corrigió el otro, sentándose triunfal en su sofá – Y no lo parece ya tanto, ¿o sí?<br />
-¿Apostaron por mí, cierto? – interrumpió el mayor, tratando de ordenar otra vez sus pensamientos abarrotados - ¿Qué apostaron específicamente? – pero si bien era torpe, eso no significaba que fuese idiota<br />
-Dai-chan, no creo que…<br />
-Ryosuke, ¿qué apostaron? – insistió, sintiendo mayor vergüenza que antes al entender la vacilación de su amigo - ¿Cómo que era imposible? ¿Yuto? – miró al alto y a su sonrisa - ¿Qué es esto?<br />
-No malinterpretes nada – empezó por explicar, buscando por ahí un cigarrillo y prendiéndolo – La apuesta fue entre Ryosuke y yo, Inoo está fuera de esto. Lo que pasó entre ustedes fue por su simple gusto hacia ti y bueno… tus propias ganas, no fue por dinero o porque alguien lo retase, fue porque quiso y ya<br />
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Bingo, había adivinado.<br />
La apuesta era por si él había estado o no con Inoo.<br />
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Daiki sintió un tipo de alivio que no pudo interpretar, había estado creyendo por un momento que había sido utilizado por algún tipo de juego cruel pero no era así, aunque ello no lo satisfacía del todo ni calmaba su incertidumbre porque de la forma que hablaban sus amigos, al parecer ellos sabían que algo iba a pasar pero no habían hecho nada. Es más, habían estado esperando a que sucediera. <br />
<br />
-¿Qué apostaron? – repitió su pregunta, sólo que ahora con enojo<br />
-Yo aposté a que no cederías ante Inoo, que hiciera lo que hiciera, no te acostarías con él – explicó rápidamente Yamada, tratando de calmar al mayor – Y Yuto… bueno, él…<br />
-Yo aposté a que sí lo harías, que te gustaría y que volverías a hacerlo – se encogió de hombros – Son cosas que pasan…<br />
-¡No! No son cosas que pasan! ¡¿Cómo pueden hablar de algo así con tanta simpleza?! Como si ustedes dos hubieran… - se quedó callado, dándose un golpe mental – Olvídenlo, ustedes son gays, ni siquiera sé cómo podría razonar esto con ustedes<br />
-Yo no soy gay – aclaró Ryosuke con el ceño fruncido<br />
-¿Ah no? – enarcó una ceja con sarcasmo, mirando como a Yuto le divertía todo eso - ¿Entonces, qué hacían montándoselo hasta hace algunos momentos atrás?<br />
-Me gusta Yuto…<br />
-Y le gusta el sexo gay<br />
-Pero eso no me hace gay – reiteró<br />
-Sólo le gusta que se lo metan por detrás<br />
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Yamada le tiró con el cojín en la cara a su novio y Daiki estuvo seguro, que esa relación ya tendría algún tiempo por la confianza que ambos se mantenían, ¿cuánto sería? Los vio pelear y reír, era tan estúpidamente asfixiante su ambiente rosa –que nunca había visto – que no tardó en aclararse la garganta para volver a llamar su atención.<br />
<br />
-¿Me pueden explicar esto? Por favor…<br />
-Llevamos saliendo cerca de seis meses – empezó Ryosuke – Todo pasó por casualidad, sólo que…<br />
-Eso no – el mayor se retorció incómodo – Lo de Inoo<br />
-Dai-chan – Yuto abrazó a Yamada por la cintura y miró al mayor con tranquilidad – No hay nada que explicar, simplemente le gustas a Inoo y como te vas a casar, digamos que quiso aprovechar antes de que estuvieras fuera del mercado<br />
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El sábado llegó en un pestañear para su alivio; después de huir cobardemente de la casa de Yuto y tomar casi tres litros de café para ir a trabajar, por fin podía estar en su departamento en sus días de descanso, recuperándose del agotamiento que la reunión del jueves le había acarreado. <br />
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Recién la noche anterior y todo ese día había podido dormir como dios mandaba pero ahora que estaba recuperado y con todas sus energías puestas, la calentura le estaba jugando una mala pasada cada que recordaba involuntariamente su encuentro con Daiki. Al inicio, había pensado manejar el problema sólo con duchas de agua fría y con ayuda de su mano, pues no quería mancillar –cursimente– el recuerdo del menor bajo su cuerpo, pero ya siendo de noche y habiéndose bañado unas seis veces en el transcurso de cuatro horas, no pudo seguir absteniendo sus ganas y sucumbiendo a la tentación, había llamado a uno de los tantos contactos que guardaba en su móvil. Uno de esos chicos que conocía sólo en una cama y que no pasaban jamás de una relación física. <br />
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A las 7 de la noche hubo arribado su invitado y para las 8 ya había terminado todo lo que había querido hacer con él, pero la desazón del acto vacío lo dejó incómodo e insatisfecho. Pensó absurdamente en hacerlo de nuevo pero estaba seguro que la sensación no se iría, sería tan solo un desperdicio de tiempo y ello no era algo que le apeteciera en lo más mínimo. Con un suspiro de cansancio y los pensamientos abarrotados de cuestiones raras, se metió a la ducha, dejando el cuerpo del joven en su cama.<br />
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-Dónde está, dónde está…<br />
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Llevaba apenas unos 10 minutos bañándose, buscando su jabón en gel favorito, cuando el timbre le hizo dar un brinco bajo el agua caliente. Apretó los labios y bufó con molestia, ¿por qué ni siquiera podía tener un momento de relajo? Se lo merecía después de todo, no cualquiera podía vivir bajo aquella presión del trabajo que Arioka padre le daba y del hambre sexual que Arioka hijo le producía. Trató de ignorar a sus visitas lo mejor que pudo y siguió a lo suyo, tratando que el calor del agua adormeciera placenteramente su cuerpo, pero el timbre volvió a llamar su atención, haciéndole suspirar rendido. Tendría que salir de ahí y ver quién demonios se atrevía a buscarlo a esa hora un sábado pues Jesse, su joven invitado, tenía prohibido abrir la puerta al igual que cualquiera de sus amantes. Nunca podía asegurar quién estaba detrás de ésta y por su propia seguridad, además de reputación, prefería hacerlo él mismo.<br />
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Salió de su habitación con tan sólo una toalla rodeando sus caderas, las gotas de agua aún tibia deslizándose por su espalda y abdomen, llamando la atención del visitante que yacía aún en su cama, sólo que ahora despierto y con una sonrisa lasciva adornando sus juveniles labios.<br />
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-Despacha a quien sea y vuelve pronto – el tal Jesse le guiñó el ojo e Inoo sonrió de lado <br />
-Vale, sólo si no es importante<br />
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Sacudió la cabeza para que su cabello húmedo salpicara las gotas de agua por todos lados, riéndose del quejido que el otro soltaba y antes de escucharle decir algo más, se apresuró a la puerta que volvía a sonar sólo que ahora por mucho más tiempo, como si la persona de afuera estuviera desesperada por encontrarlo.<br />
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Era extraño, nadie solía hacer eso y los pocos que conocían su casa, llamaban antes de aparecer.<br />
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Por impulso y por acallar el ruido que ahora el timbre estaba generando, abrió sin siquiera preguntar quién era y se encontró frente a frente con el culpable de sus malas noches y continuos ataques de ansiedad. Arioka Daiki estaba con los brazos cruzados y con el pie derecho martillando contra el suelo, mirando al pelinegro con cara de pocos amigos y sin siquiera esperar a que el mayor lo invitara a pasar, él se adentró en su departamento y se dejó caer sobre el sofá más próximo.<br />
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Kei observó como el hermoso cuero blanco del mueble se hundía y se quedó todavía de pie, sosteniendo la puerta y mirando sin comprender nada a su auto-invitado.<br />
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-¿Podrías ponerte algo encima? Necesito hablar contigo y así es incómodo<br />
-¿Ah sí? – Inoo lo miró, enarcando ambas cejas y cerrando la puerta antes de caminar hacia él - ¿Se puede saber qué haces aquí?<br />
-Háblame con respeto, soy tu jefe – carraspeó, mirando hacia el delicado florero de cristal que reposaba en la mesita de centro para enfocarse en cualquier lugar menos en el desnudo cuerpo del mayor<br />
-El hijo de mi jefe – aclaró el otro, parándose delante suyo – Y ahora mismo, no me encuentro en horas laborales y más aún, ésta es mi casa – esperó a que el menor lo mirara a los ojos y prosiguió – Eres el invitado acá, Arioka-kun, deberías tener más respeto en casa ajena<br />
-¡¿Cómo se supone que te tenga respeto a ti?! Maldito hijo de…<br />
-¿Qué es toda la bulla, Inoo?<br />
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Kei se odió a sí mismo por dejar que el castaño entrase a su residencia cuando había alguien más dentro, alguien desnudo y con nada de vergüenza del área de contabilidad de la empresa. Se quedó en silencio mientras observaba cómo la cara de Jesse palidecía al ver a su próximo jefe sentado en el sofá y sin esperar respuesta, corrió a buscar sus cosas. Inoo se frotó la sien, como si pudiera así leer las acciones del castaño que seguía delante, pero Daiki mantenía un rostro indescifrable, esperando paciente hasta que el ruido que se escuchaba desde alguna de las habitaciones del pasillo se apaciguara.<br />
<br />
Cuando el sonido de la puerta cerrarse fue lo último en escucharse, Kei miró otra vez a Daiki, agradeciendo de inmediato sus buenos reflejos porque si no se hubiera agachado en ese mismo instante, el florero que hace unos segundos había estado en su mesa, se hubiera estrellado directamente en su cabeza.<br />
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El sonido del cristal hacerse añicos contra la pared de atrás fue el silbato que desencadenó la furia del menor.<br />
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-¡MALDITO PUTO! – Daiki se puso de pie, cogiendo todo lo que estuviera a mano y lanzándoselo<br />
-¡¿PERO QUÉ TE PASA?! – Inoo se movió rápido, buscando refugio detrás del respaldar del sillón en el que se había sentado - ¡ARIOKA! – trató de hacerlo reaccionar, pero volvió a agacharse para esquivar el golpe de su cenicero - ¡CÁLMATE!<br />
-¡DESGRACIADO! ¡TE MATO!<br />
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El pelinegro salió de su escondite, dejando atrás la toalla que se había aflojado y aprovechando que el castaño tan sólo tenía los cojines para su defensa, lo atrapó. Con un empujón lo hizo caer de espaldas contra el sofá; el menor pataleaba e insultaba pero no se movió de su encima, sino que aprovechó sus movimientos irracionales para sujetarle las muñecas con pericia y ponerlas detrás de su cabeza, con sus rodillas lo apretó por las caderas e inmovilizó sus piernas que ya no podían patear.<br />
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Ambos agitados, se quedaron mirando.<br />
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Daiki tenía el rostro rojo de la rabia y sus ojos ligeramente humedecidos, Inoo en cambio estaba agitado sí, pero estaba calmado, solo que su cuerpo tan pegado al menor se sentía tentador que olvidó en un momento el por qué habían estado peleando y buscó los labios del otro, probándolos una vez más.<br />
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Pero el sabor metálico se hizo presente de inmediato, combinándose con su saliva.<br />
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-No me toques…<br />
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Arioka no había esquivado el beso, lo había recibido pero con una mordida tan fuerte que ahora recién el dolor estaba abriéndose paso por la nube de lujuria que gobernaba su mente, haciendo que la sangre de su labio herido fuera la única pista que necesitara para saber dónde había sido dañado. Inoo lo observó largo rato pero no se movió, siguió sentado a ahorcajadas en sus caderas y tan sólo relamió el líquido carmesí, mirando divertido al menor.<br />
<br />
-¿Tan celoso estás?<br />
-¿Celoso de quién? – trató de moverse pero fue en vano - ¿De un pobre idiota como él? – sonrió de lado, ignorando la punzada de su pecho – Ese pobre diablo no me llega a los talones, lo sabes tú y lo sé yo<br />
-Oh, vaya vaya… El gran Arioka vanagloriándose por encima de un pobre trabajador – el mayor se rió, acercándose a él – Si tan poca cosa es, ¿por qué acabas de atacarme como una novia celosa y frenética? ¿Qué? ¿Tanto duele que no seas el único en mi cama?<br />
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Daiki desvió la mirada, pero al devolverla, otra vez tenía sus ojos aguados. Inoo contuvo la respiración, aflojando su agarre con suavidad.<br />
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-Yo sé que fue nada para ti… pero deja de actuar tan engreídamente – murmuró, incapaz de mantener más tiempo su máscara – Inoo, necesito hablar contigo sobre lo que pasó… P-podrías por favor, ¿vestirte?<br />
<br />
El mayor no se hizo esperar y bajó rápidamente de su encima, incapaz de negarle algo a él y menos cuando la culpa empezaba a consumirlo por verlo tan destruido. Sabía que había actuado por mero impulso, pero tampoco es que Arioka hubiera opuesto mucha resistencia, en realidad, no había dado alguna negación real cuando estaban en pleno acto. Dubitativo fue a su habitación, mirando de reojo hacia atrás para ver cómo el joven en ropa casual se secaba los ojos con el dorso de la chaqueta que usaba. <br />
<br />
Se sentía fatal.<br />
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Quiso apurarse y no dejarlo esperar por mucho tiempo, por ello sólo optó por colocarse un pantalón de buzo y una camiseta encima, olvidándose de la ropa interior al no encontrar ninguna limpia a mano. No había hecho la lavandería y ahora estaba escaso de prendas, ¿por qué justo ese día los planetas se debían alinear en su contra? Creyendo en que su karma le estaba cobrando algún tipo de venganza, volvió sin más a la sala, encontrándose con que el menor estaba levantando los trozos de cristal del suelo con lo que parecía un pañuelo.<br />
<br />
-Te vas a hacer daño si haces eso, luego lo recogeré yo – lo observó sonrojarse e Inoo, se cruzó de brazos sin comprenderlo - ¿Qué?<br />
-No soy una mujer – aclaró el castaño, evitando verlo porque sabía que sus mejillas lo estaban traicionando – No me trates como a una<br />
-No te comportes como una – se encogió de hombros medio riendo, recogiendo los cojines desperdigados por el suelo - ¿Cómo conseguiste mi dirección?<br />
-No es tan difícil conseguirla – hizo una mueca, pero siguió recogiendo los pedazos de cristal - ¿Quién era él?<br />
<br />
Inoo arrastró los pies por el suelo, evaluando en su fuero interno las maneras en que el otro podía acceder a su información.<br />
<br />
-No respondes el cómo – dejó los almohadones en sus respectivos lugares, caminando luego hacia la cocina que se abría paso detrás de una pequeña pared de cemento que hacía a su vez de mesa y de bar - ¿No lo conoces? Es Jesse, trabaja en contabilidad<br />
-Uhm, entonces sí era él… - se detuvo un momento y giró hacia la derecha para ver al mayor que estaba sirviéndose una copa de vino – Entré a la oficina de mi padre y cogí tu archivo<br />
<br />
Daiki hizo una mueca, de repente sentía unas enormes ganas de hablar con el área de Recursos Humanos para filtrar la información sobre que dos trabajadores mantenían una relación, pero ello era estúpido. Uno, él no tenía por qué saberlo ni interesarle y dos, nadie le aseguraba que no fuera el único que tenía sexo con el asistente.<br />
<br />
-Podrías haberle preguntado a alguno de nuestros amigos, todos conocen mi dirección… - el mayor sorbió del merlot, mirando el rostro incómodo de su invitado con una sonrisa descarada – No querías que supieran que querías verme<br />
-Cállate – susurró el castaño y caminó hacia la cocina igualmente, buscando con la mirada dónde estaba la basura – No ha sido… del todo así – susurró - ¿Dónde puedo botar esto? – miró al pelinegro con molestia y luego a su copa - ¿No puedes estar un día sin embriagarte acaso?<br />
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Estaba fastidiado, veía el líquido moverse coquetamente en la copa y de repente sentía las ganas enormes de coger valor de ahí. No se le hacía fácil estar de pie como si nada frente al tipo que lo había “violado”, pero no quería huir, quería poder aclararse todo lo de esa noche y para ello, tenía que quedarse firme. Soltó un suspiro y en silencio esperó a que el otro se moviera.<br />
<br />
-Tomar una copa de vino no es embriagarse – comentó tranquilo, abriendo una pequeña puerta en la esquina de la cocina donde había un recipiente plateado con tapa – Acá – esperó a que el otro se deshiciera de los cristales y tomó sus manos para inspeccionarlas – Además, el que estaba ebrio hace algunos días, eras tú, no yo – rió ligero, mirando como el otro se alejaba de golpe, escondiendo sus manos – Tienes unas pequeñas heridas, déjame curarlas<br />
-Que no soy una mujer – reiteró él con fastidio, acercándose al alto que retrocedió esperando alguna reacción impulsiva otra vez pero el joven cogió la botella de vino y caminó hacia la sala, bebiendo directamente de la boquilla – En verdad, necesito hablar contigo<br />
<br />
Inoo lo observó sorprendido, realmente el menor no tenía ni idea de quién era ni cómo era pues todos sabían lo celoso que era con su colección de vinos, pero lo dejó estar. Suponía que le debía siquiera eso al menor.<br />
<br />
-Sí, se nota – ironizó, caminando tras suyo y sentándose de nuevo en el sofá que lo había protegido de sus ataques - ¿Piensas embriagarte, otra vez?<br />
-Es la única forma en que puedo hablar contigo de manera casi normal – susurró, pero supo que el mayor le escuchó cuando lo escuchó reír – Mira, sé que esto para ti es normal pero no lo es para mí – Daiki se sentó en el borde del asiento, tomando del vino y sin mirar al mayor a los ojos – No he podido hablar con Midorin desde el jueves porque… porque la culpa no me deja y es raro, ¡todo esto es raro! Y luego vengo acá a preguntarte por qué demonios lo hiciste y tratar de aclarar algo pero, tú estás ya acostándote con otro – hizo una mueca y bebió más del vino, cerrando los ojos y disfrutando del sabor exquisito que tenía – Por cierto, tienes buen gusto para estas cosas<br />
-Me gusta el vino – confirmó con los ojos pensantes, admirando al derrotado Arioka - ¿Qué tiene que esté ya acostándome con otro? Arioka-kun, tú y yo no somos nada y por lo que me respecta, estás comprometido. Creí que había quedado claro que iba a ser por una noche, tú lo dejaste en claro<br />
<br />
Trató de mentir el mayor, queriendo encontrarle una salida trasversal al asunto, ¿qué se supone que debía decir? Era claro que le tenía ganas al pelicastaño y aún se las tenía –indudablemente– pero no por eso debía dejarse al descubierto. Sus ojos y su expresión le decían algunas cosas con respecto a sus motivos escondidos pero él no estaba dispuesto otra vez en ser el que diera el primer paso.<br />
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-Eso es mentira – frunció el ceño dejándolo con un aspecto infantil. Inoo tuvo que controlarse de no reírse por su expresión – Estaba bebido, es verdad, pero tú maldito idiota fuiste el culpable de eso y… - desvió la mirada, bebiendo de la botella un gran sorbo – Y… yo quise que siguieras todo el camino, no te laves las manos ni pongas palabras en mi boca cuando yo no hice ni dije nada de lo que tú estás diciendo<br />
-Ya, vale… - Kei se levantó de su sitio y caminó hasta él - ¿A qué has venido, realmente?<br />
<br />
Daiki se quedó en silencio, desviando la mirada a sus pies. ¿A qué había ido a ese lugar? El viernes se la había pasado encerrado en su propio departamento, durmiendo y tratando de entender por qué había sucumbido a la tentación de tener sexo con un hombre. Nunca en su vida había sido infiel y no es que no hubiera tenido la oportunidad, muchas mujeres estaban detrás de él pero ninguna nunca había sido lo suficientemente llamativa o le llegó a interesar tanto como para dejarse llevar. Pero ahí estaba ahora, en el departamento de Inoo, como un cordero metiéndose solito a la boca del lobo.<br />
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-Solo quiero entender – susurró, elevando la mirada hacia el mayor – Se supone que te odio, no… No se supone, yo te odio, pero ahora todo está entremezclado y es un asco porque nunca había disfrutado tanto del sexo hasta que te apareciste pero es normal, ¿no? Siempre andas teniendo sexo con todos los seres vivos que se te cruzan en el camino, es obvio que sepas qué hacer y cómo hacerlo<br />
<br />
Kei supo que el alcohol de la bebida ya le estaba surtiendo efecto por el color carmín que adornaba el rostro joven del hijo de su jefe y porque sus palabras, sonaban sinceras y sin algún tipo de agresión. Hasta el momento el tono que había empleado Arioka había sido defensivo pero ahora era tan vulnerable que meditó seriamente en echarlo de su departamento, ¿cómo no tentarse así? Con un movimiento le quitó la botella de vino y le puso el corcho que guardaba en el bolsillo del pantalón.<br />
<br />
-Mis conocimientos en el sexo no tienen nada que ver con tu disfrute personal – aclaró, alejándose de él para dejar el vino encima de la mesa de centro – Si a ti no te hubiera gustado, ni aunque fuera un dios con un conocimiento vasto del placer, hubiera logrado excitarte <br />
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Daiki lo observó caminar hasta el sofá más alejado para luego dejarse caer encima de él, frotándose la sien con los dedos.<br />
<br />
-Yuto dice que te gusto – cortó de pronto - ¿Es verdad?<br />
-¿Por qué habrías de gustarme? – su voz fue fría y molesta, incómodo por saber que su talón de Aquiles sabía que era él su más grande debilidad<br />
-¿Sabes por qué te odio? – el menor se levantó con lentitud, su corazón latiéndole a mil mientras se acercaba al mayor – Es porque siempre me estás mirando, siempre estás pendiente de lo que haga o no, siempre pensé que era porque mi padre te lo había ordenado pero ahora que lo pienso, no es así. Yo te gusto, te gusto desde que entraste a trabajar<br />
<br />
Kei separó sus piernas ligeramente cuando el menor logró estar lo suficientemente cerca como para intercalarse entre ellas. Apoyó las manos en los reposabrazos del sofá y sonrió de lado, observando como su pequeño cordero se ofrecía al matadero.<br />
<br />
-¿Y qué si me gustas? Te vas a casar<br />
-¿Qué tiene de malo el matrimonio? Quiero una familia, quiero ser feliz<br />
-La felicidad no tiene nada que ver con un anillo al dedo, tu padre lo sabe y lo sabes tú – estiró las manos cuando el menor se apretó con las rodillas a su entrepierna, acariciando sus muslos con suavidad - ¿De verdad amas a Midori?<br />
-La amo – susurró, inclinando su rostro para ver los ojos negros del mayor – Y la felicidad, uno la busca, ¿cómo sabes tú que no es casándome? ¿Mi padre te ha convencido de eso? Él no sabe nada sobre una relación o amor o ser feliz… No me sorprendería que tratase de meterles a todos sus trabajadores sus ideas sobre lo grandioso que es no tener pareja<br />
-Tu padre no tiene nada que ver acá, aunque por como reaccionas diría que te quieres casar solo por llevarle la contra<br />
-Aunque fuera así – se aclaró la garganta el castaño, desviando la mirada al ser descubierto – Yo en verdad amo a Midorin<br />
-No la amas – interrumpió – Y no encontrarás felicidad así, si tú creyeras eso… - Kei sonrió de lado y tiró del menor que pronto, estuvo sentado en su regazo – No estarías acá, buscando que te follara otra vez<br />
<br />
El menor calló, su cuerpo acomodándose sin querer encima del ajeno y su rostro a centímetros del otro. La sensación de su cercanía se combinaba con su pequeña embriaguez además de su nerviosismo, observando los ojos del otro y luego desviando la mirada a sus labios, quedándose prendido de estos.<br />
<br />
Tomó aire y con una gran fuerza de voluntad, se levantó del cuerpo del mayor que lo dejó marchar sin problema alguno, ya había decidido que él no sería quien diera el brazo a torcer. El silencio se apresuró a llenar la distancia que los separaba, ambos mirándose por un momento que se hizo eterno pero la dureza de su decisión no perduró, a Arioka le ganó el arrebato, la seducción del joven que seguía sentado y tenía el rostro lleno de confianza lo llamaba, ¿cómo controlarse? Con pasos torpes se subió a su cuerpo, Inoo echándose ligeramente hacia atrás para acomodarlo inconscientemente, dejando que Daiki tomara su lugar con las rodillas a cada lado de su cuerpo como pudiera y uniera sus labios en un beso fuerte, deseoso y sádico. <br />
<br />
El menor estaba cargado de lujuria y de pasión, de destellos de recuerdos que otra vez se hacían una realidad presente cuando las manos del pelinegro empezaron a recorrerlo, apretando en cada parte adecuada que lo hacía gemir entre suspiros ahogados.<br />
<br />
Había ansiado esa sensación y no había sido consciente de ello hasta ese momento.<br />
<br />
-V-vamos a tu habitación…<br />
<br />
Inoo sólo necesito esa petición para moverse. Cogiendo aquella oportunidad para no dormir en toda la noche y aprovechar el deseo desbordante que su acompañante había despertado por él.<br />
<br />
Esa era la primera vez en su vida que tendría sexo desmedido toda la noche, no le importaba lo más mínimo quedarse sin nada de energías o sin nada que eyacular.<br />
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Inoo miró el reloj de su mesa de noche, encontrándose con que ya eran las 3 de la tarde y él seguía en la cama con total pereza. No le apetecía moverse, a su lado seguía durmiendo el joven Arioka con un rostro tan apacible y delicioso que no le importaba quedarse ahí unas cuentas horas más, de hecho, podría decir que si Daiki se quedaba durmiendo ahí el resto de su vida, él también era capaz de hacerlo.<br />
Alzó las sábanas que los cubrían y pudo admirar su cuerpo desnudo, la piel ligeramente tostada que se marcaba en algunas partes con vestigios medios rojizos y verdosos, pruebas obvias de lo que habían experimentado ambos la noche anterior. Kei miró su propio cuerpo y se encontró con las mordidas descuidadas sobre sus pectorales y hombros, observando también cómo habían rasguños largos hechos por las uñas del menor.<br />
<br />
Sonrió satisfecho, tan satisfecho y tan gustoso de su desempeño que no le molestaría nada volver a repetir.<br />
<br />
Por toda la semana.<br />
<br />
El sonido del celular empezó a sonar descuidadamente, sacándolo de su ensimismamiento en el que seguía deleitándose con la visión de su visita. Odiaba que lo interrumpieran cuando mejor se lo estaba pasando y antes de que el molesto ruido despertara al pelicastaño, se levantó de la cama, cubriendo hasta el cuello el cuerpo del hijo de su jefe. No, no podía permitir que se enfermase, no cuando había una gran probabilidad de que en la semana se volviera a repetir lo de anoche.<br />
Caminó con cuidado de hacer ruido hasta la prenda que yacía tirada en el suelo y cogió el pequeño aparato, leyendo el nombre de la persona que estaba en ese momento arruinando su felicidad. Hizo una mueca descarada, riéndose muy suavemente.<br />
<br />
-Tachibana-san – sonrió Inoo al contestar, saliendo lentamente de su habitación – Lo siento, el joven Arioka no puede contestar ahora – habló antes de que lo interrumpiera<br />
<i>-¿Tú sabes dónde está, Inoo-san? Hace días no lo veo, estoy preocupada…</i><br />
-El joven está conmigo, ahora mismo en un almuerzo de trabajo al cuál su padre lo envió de improviso y por lo que sé, en los días previos estuvo también tramitando algunos contratos. No ha tenido mucho tiempo, con la boda acercándose es normal que vaya haciéndose cargo de la empresa, ¿no lo creen, Tachibana-san?<br />
-<i>Inoo-san</i> – escuchó cómo la joven al otro lado de línea se ponía incómoda y sonrió más amplio - <i>¿Así será siempre? ¿Él siempre estará ocupado?</i><br />
-Cuando se está en la cima, no se está permitido bajar, esa es lamentablemente la realidad<br />
-<i>¿O sea que habrán días en los que no sabré nada de él?</i><br />
<br />
<i>“Si lo mantengo en mi cama, no”</i><br />
<br />
-No podría decirle, lo que le puedo asegurar es que a veces el trabajo es más consumista de lo que aparenta. Disculpe, ya debo colgar, ¿quiere que le avise que llamó?<br />
-<i>Sería muy amable de su parte, Inoo-san… Y por favor, dígale que me devuelva la llamada</i><br />
-No se preocupe, se lo haré presente<br />
<br />
Cortó el aparato y lo lanzó al sofá donde ayer se hubo sentado, su sala parecía zona de guerra con tanto desorden que hubieran provocado ayer junto con Arioka pero poco o nada le importaba. Todo lo roto, se podía volver a comprar y el desorden ya lo arreglaría luego la mujer de la limpieza. Descalzo como estaba, volvió sobre sus pasos hasta su habitación, encontrándose con la agradable sorpresa que el menor ya estaba con los ojos ligeramente abiertos, frotándose con el dorso de la mano los párpados a ver si así, su consciencia hacía acto de aparición porque al parecer, otra vez se daba cuenta que amanecía en un lugar que no era su cama, con alguien que no era su prometida.<br />
<br />
Y no, ahora no podía culpar al alcohol.<br />
<br />
Inoo rió con malicia al notar cómo el meno se giraba apenado, ocultando su cuerpo a su mirada atenta mientras él se seguía mostrando completamente desnudo, como si estuviera orgulloso de demostrarle de lo que era capaz cuando se dejaba llevar.<br />
<br />
-¿Una repetición?<br />
<br />
El sonrojo del castaño fue brutal y aunque el mayor no pudiera verlo de frente, estaba seguro de lo que le había provocado porque hasta la punta de las orejas estaban teñidas de carmín intenso. Eso era más que una afirmación para él. Relamiéndose los labios y pensando en lo patética que era la prometida del joven, se acercó a su cuerpo acurrucado en la cama, rodeando lentamente su cintura con el brazo izquierdo al mismo tiempo que con sus labios repartía pequeños besos y succiones al nivel de sus omóplatos, fascinado con los pequeños temblores que el cuerpo bajo su tacto dejaba liberar. <br />
Con la mano libre, acarició la curvatura de sus nalgas hasta encontrar la pequeña rendija entre estas, tanteando con la uña hasta que el dedo encontró la entrada y lo acarició por encima, ganándose un suave gemido del menor. No necesitaba ser un genio para darse cuenta que Daiki seguía sensible por lo mucho que ayer lo hubo tomado.<br />
<br />
-Ayer se me acabaron los condones – susurró el mayor, introduciendo de repente y de manera brusca, dos dedos en el pequeño ano del chico. Un gemido ahogado y una tensión en las sábanas le hicieron relamerse los labios – Así que hoy, me correré dentro y te llenaré de mí<br />
-I-Inoo… C-cállate <br />
<br />
Carraspeó a duras penas, su cuerpo sintiendo el calor repentino inundar cada centímetro de su piel, como si quemase cada caricia en un punto alucinante que le nublaba la visión y no entendía, no podía comprender por qué su cuerpo cedía y buscaba más de aquel sadismo extraño del asistente que lo poseía. Quería que lo penetrara, nuevamente quería sentir aquella extraña sensación en su interior.<br />
<br />
Pero más quería sentir, el líquido caliente vaciarse entre sus paredes.<br />
<br />
No recordaba si el jueves el mayor se lo había hecho con protección, pero la noche anterior sí podía dar cuenta que siquiera una caja y media de condones habían sido necesarias antes de saciarse las ganas locas de tener sexo con él. Su trasero era testigo físico de ello pero ahora que tres dedos lo dilataban con tal frenesí, no podía decir que ya no quería o podía más, era todo lo contrario, se sentía insaciable y lo quería todo.<br />
<br />
-A-ahhhh mierda…<br />
<br />
El menor maldijo en voz baja cuando la mano que le abrazaba la cintura empezó a masturbarlo y esos labios que estaban jugando en su espalda, ahora buscaban su cuello para devorarlo con pericia. Todo era tan exquisito que no oponía resistencia, dócil y entregado a ese maldito rompehogares que ya lo tenía dominado.<br />
<br />
<i>“Dominado”</i><br />
<br />
Ni siquiera su razonamiento llegó a más cuando los dedos que lo embestían hasta tocar su próstata cambiaron por el gran falo del pelinegro, embistiéndolo para adentrarse de un solo golpe en su estrecho interior, apretando con deleite aquel trozo de carne que le hacía tocar las nubes.<br />
<br />
Daiki quería más e Inoo, estaba ahí para complacerlo.</div>
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-8144689262012993062014-09-03T16:31:00.000-05:002014-09-05T16:32:18.393-05:00Tercero en discordia [1]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div style="text-align: left;"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/dp.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Debo salir ya orz</span></div><img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Imagine Dragons - It's Time<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Sala de estar D':</div><br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Tercero en discodia<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Inoodai<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Lemon~<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> No sé e_e<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> PERDÓNAME CHANGO X'DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD ok ya, lo siento, me demoré más de la cuenta orz le estoy poniendo 3 de setiembre como fecha de publicación pero la verdad es que está terminado de escribir el 5 de setiembre y ni siquiera está terminado orz Queridas lectoras ;___; créanme que lo quería hacer oneshot pero digamos que el trama se me alargó y ñeh, la cagué X'D no creo que pase de un two-shot o three-shot pero no me arriesgo a prometer nada[?] Igual ;3; ando haciendo mis serials pero la u y mi vida en general me llenan el tiempo libre eweUu Aadasdasd Les quiero y por favooooooooor X'D díganme qué tal les pareció este coso fail que hago siempre para esta fecha del mes orz<br />
<b>P.D.:</b> Está enorme ;_; perdonen si no anda editado y si alguna falla ortográfica se me pasó Q_Q<br />
<br />
<br />
La risa grácil que se hacía presente en la oficina le advirtió quienes eran las personas que estaban adentrándose en ella. Sus ojos, que estaban momentos antes pendientes del documento que estaba redactando en la computadora de última generación, se elevaron hasta admirar con descaro a la pareja que daba pasos acompasados y alegres. La joven era preciosa, el cabello castaño claro le caía por capas hasta la cintura y su piel, si bien no era de un blanco marfil, era de un tono de rosa tan suave que le hacía ver inocente y pura. Su figura no dejaba nada de envidiar aunque no fuera tan delgada y sus curvas no tan pronunciadas, cualquier mujer por pura envidia la criticaría al no considerarla a la altura de su prometido pero ciertamente era que ella, era hermosa y digna de su posición.<br />
El joven que caminaba a su lado, no era de una talla mucho más alta que la de la joven pero a la vista y paciencia del resto, ello no tenía alguna importancia por lo hermosos que se veían juntos, eran la típica pareja de almanaque. Él también llevaba el cabello castaño, un tono que hacía que su piel se viera ligeramente bronceada, dándole un aspecto más agradable que el de una tonalidad pálida. Sus ojos irradiaban un brillo más intenso que el de cualquier otra persona con ese matiz pardo que poseían y su sonrisa, Inoo estaba seguro, su sonrisa opacaba incluso a la de su prometida.<br />
<br />
El joven asistente contuvo el aliento y volvió a su trabajo, suficiente tendría que afrontar cuando la pareja decidiera acercarse a él a preguntar por su jefe y él, con la sonrisa digna de un Óscar por lo bien actuada que era, tendría que dejar su puesto de trabajo y acompañarlos a través del ascensor privado hasta el piso donde el magnate Arioka se encontraba. <br />
<br />
Recordaba tranquilamente como había llegado a trabajar ahí mientras sus dedos tipeaban con delicadeza encima del teclado. Un acto de rebeldía frente a su propio imperio al negarse a obedecer a su propio padre, un hombre tan fiero y estricto que no aceptaba su manera de proceder en cuanto a negocios se trataba; Inoo lo recordaba con frecuencia, pero no lo recordaba porque lo echara en falta o por el deseo de querer volver a sus raíces sino que después de tres años de abandonar la mansión familiar, él estaba feliz ahí en ese asiento. <br />
<br />
Porque entre esos tres años, en dos de ellos había estado albergando un tipo de obsesión insana por el heredero para el cuál ahora trabajaba y un odio irrefutable por su detestable prometida.<br />
<br />
-Inoo-san, buenas tardes<br />
-Buenas tardes, Arioka-san, Tachibana-san<br />
<br />
La voz de Midori le alteró los nervios pero inmediatamente sonrió con amabilidad a la joven y a su pareja que la rodeaba por la cintura en un acto protector. Kei no era tonto y sabía perfectamente que Arioka creía que podía arrebatarle a su prometida al igual que había hecho con alguna que otra “señorita” de alguno de sus amigos, algo que le causaba gracia pues habían sido sus propios amigos los que le habían hecho ser el tercero en discordia.<br />
Con un suspiro bien disimulado se inclinó con levedad al par y se separó del escritorio para tomar la tarjeta de identificación y así acercarse al ascensor que no tardó en abrirse.<br />
Sus pasos fueron acompañados por el de los otros dos hasta entrar en el cubículo de cristal con vista a la calle. <br />
Inoo se rió con disimulo al admirar como Daiki se removía incómodo por la vista a tantos miles de metros sobre el suelo, el rascacielos en el que ahora se encontraban no era por nada uno de los más conocidos a nivel mundial y entendía la sensación de vértigo que daba, mas él sabía disimularlo pero el otro joven era tan obvio al demostrar como el alma se le salía del cuerpo…<br />
<br />
-¿Cómo has estado Inoo-san? ¿Has hablado recientemente con tu padre?<br />
<br />
Uno de los motivos por los que odiaba con todo su ser a aquella mujer era por su impertinencia, porque no sabía mantenerse callada y evitar preguntar por temas que no eran de su incumbencia. Era estúpida e incapaz, ¿cómo podía ser una buena esposa así? Lamentablemente en su sociedad era tan juzgado aquel comportamiento y Arioka, no podía arriesgarse a tener una relación con alguien así pero nada podía hacer. Por ahora.<br />
<br />
-No, Tachibana-san, mi padre está muy ocupado por lo que no he podido entablar una conversación con él desde navidad del año pasado. Gracias por su consternación con respecto al tema pero no debe preocuparse, usted ya debe cargar mucho estrés debido al planeamiento de la boda<br />
-Oh no, eso no es problema alguno… Dai-chan, es de gran ayuda y se está encargando de todo, ¿verdad, querido?<br />
-No es nada, Midorin… <br />
<br />
Kei miró entretenido como a Daiki le costaba hablar al estar más concentrado en no demostrar miedo y tuvo que contener su sonrisa para no faltar el respeto a ninguno de los dos. <br />
El pitido del ascensor sonó con crudeza, advirtiendo a los tres su llegada al piso destinado y con cuidado, el joven asistente pasó la tarjeta y digitó la clave para que se abrieran las puertas del cubículo. Con una sonrisa, el hombre bonachón que yacía sentado en un gran sillón detrás de un escritorio de cedro, les dio la bienvenida.<br />
<br />
-Kei, veo que me has traído visita sin anunciar<br />
-Discúlpeme Arioka-san, pero al ser su hijo con su joven prometida, he supuesto que la sorpresa le vendría bien, ¿es que acaso me he equivocado?<br />
-Claro que no, muchacho, claro que no… - el hombre se levantó, caminando cerca de su asistente y dándole unas palmaditas en la espalda, además de unas pocas palabras que sólo él pudo escuchar - ¿Es que acaso tu sentido del humor es macabro? Te estás vengando de las horas extras que te mandé a hacer con las empresas de tu padre, ¿a qué no?<br />
-Siempre tan perspicaz, señor – Kei le sonrió con amplitud y le dio una pequeña venia. Desde atrás la pareja los observó sin comprender bien el intercambio de palabras - ¿Me puedo retirar?<br />
-No, no, claro que no – el señor sonrió con maldad al pelinegro – Prepárales unos cafés a mi hijo y su novia, a mí prepárame un vaso de Bourbon<br />
-Lo que usted diga, señor<br />
<br />
Daiki frunció el ceño con curiosidad, si bien no era el hijo perfecto y no había pasado tanto tiempo con su padre como para saber sus más oscuros secretos, sí sabía que no solía tomar porque no le gustaba y que solamente lo hacía cuando algo realmente le molestaba.<br />
<br />
Una sonrisa se ensanchó en los labios, estaba alcanzando su objetivo.<br />
<br />
Con caballerosidad, se acercó a los asientos delante del gran escritorio de jefe de familia y tiró de uno de ellos para ofrecerle el asiento a la joven mujer, sentándose luego a su lado y así conversar sobre los detalles de la futura fiesta que debían de celebrar en honor a su unión matrimonial.<br />
<br />
Inoo en silencio, escuchaba con fastidio, definitivamente no estaba tan alegre como aquella joven pareja parecía estarlo.<br />
<br />
----<br />
<br />
Estacionó su camioneta a la entrada de aquel lujoso complejo de departamentos en medio de la ciudad. Sus dedos acariciaron con delicadeza la mejilla de su prometida con tanta delicadeza que hizo sonrojar a la joven y además, la hizo sonreír. Con una pequeña inclinación de ambos, sellaron sus sentimientos con un beso lento y sutil, que buscaba llegar a más pero que ninguno de los dos se atrevía pues aún el intimar era raro.<br />
No es que Midori no lo dejara o no es que él no la deseara, pero las veces que lo habían hecho habían estado tan fuera de lugar que no se atrevía otra vez a dar ese paso y además, quería esperar a que estuvieran casados para ambos tener más confianza en aquella relación. <br />
<br />
Ya tenían algún tiempo saliendo, tal vez un año y medio, cuando le propuso matrimonio y entonces establecieron su alianza como comprometidos por unos dos años más. No tenía apuro en casarse pero sí había decidido que quería que fuera ella quien fuera la madre de sus hijos por lo fuerte y liberal que era, le encantaba cómo no tenía reparo en decir las cosas y cómo es que siempre luchaba por lo que quería. Le fascinaba cómo peleaba por sus empresas y cómo se había ganado el respeto de muchos grandes empresarios.<br />
<br />
Aunque bueno, de todos menos de su padre.<br />
<br />
Daiki le acomodó el flequillo que graciosamente caía por el costado de su rostro detrás de su oreja, besando su frente y luego su nariz con sutileza.<br />
<br />
-Te amo<br />
-También te amo, Daiki…<br />
<br />
La joven lo abrazó con fuerza y luego se bajó del automóvil que seguía con el motor prendido. Era jueves y como cada única vez en la semana, su prometido se iría a reunir con sus amigos a aquella lujosa penthouse en una de las islas más caras del país. El viaje en helicóptero era seguro pero siempre le ponía de los nervios que fuera porque jamás se enteraba de lo que ocurría ahí.<br />
<br />
-¿Te portarás bien? No confío en Nakajima…<br />
-Midori-chan – el castaño rió – Es normal que quiera festejar, sigue dolido por su rompimiento<br />
-Shida no lo merecía – susurró la joven – Aún no me puedo creer que Inoo-san hiciera algo así<br />
-Las personas no siempre son lo que parecen – Arioka miró de soslayo hacia la calle y luego a ella – Tú nunca me harías algo así, ¿verdad, Midorin?<br />
-Dai-chan – su largo cabello se agitó con el viento y ella se acercó hasta apoyar las manos en el asiento de copiloto, de aquella forma pudo inclinarse y volver a besarlo – Para mí, tú eres perfecto y al único que quiero conmigo… No tendría por qué engañarte o dejarte, somos uno, Dai-chan…<br />
<br />
El joven rió ante su cursilería que le hizo apenar sin querer admitirlo, le devolvió el beso y antes de marchar, esperó a que su prometida se adentrara en aquel edificio oneroso que se alzaba impolutamente blanquecino ante él. Se quedó en silencio un segundo y luego quitó el freno para seguir con su camino.<br />
<br />
Aquella noche, sería como todos los jueves y por fin, no vería a Inoo Kei en una reunión con sus amigos. Sonriendo complacido con aquel pensamiento, giró el volante del carro para encaminarse por la autopista al centro. Tendría que dirigirse a uno de los edificios que poseía su familia para poder hacer uso del helipuerto y así, dirigirse al balneario exclusivo donde la fiesta semanal se realizaba.<br />
<br />
----<br />
<br />
-Sé que todos acá, somos unos caballeros pero podrías por favor Inoo, ¿darnos detalles de tu trabajo sucio? <br />
<br />
Takaki mecía su copa en la mano derecha, dejando que el líquido ámbar se meneara sensualmente antes de seducir a sus labios y perder su completa esencia al ser tomado por él. La escena se repitió unas tres veces hasta que Kei rió entre dientes, tomando de su copa de vino mientras pasaba un brazo por los hombros de Yuto y le daba un pequeño apretón.<br />
<br />
-Nuestro joven aprendiz se equivocó, Shida Mirai-chan no era virgen y… - le guiñó el ojo al menor – Sinceramente, ha sido de las peores experiencias sexuales que he tenido el poco placer de experimentar<br />
-¿Cómo podría interesarte si es que a ti más te van los…?<br />
-¿Tienes el descaro de venir acá y abrazarlo? ¿Qué acaso los Inoo no tienen una buena educación?<br />
<br />
La voz de Daiki resonó en toda la sala de la residencia, haciendo que los asistentes giraran a verlo con una sorpresa inédita. Yuto no pudo terminar su frase pero contuvo una sonrisa insana, mirando a Yuya y ambos encogiéndose de hombros se decidieron por marchar.<br />
Kei les lanzó una mirada asesina y luego se giró a observar al hijo de su jefe con tranquilidad fingida.<br />
<br />
-Nakajima-kun es tan amigo mío como tuyo, no entiendo el por qué ofende a mi familia, a mi educación y a mi<br />
-Vamos Inoo! No tienes que hacerte al decente conmigo, yo sé la clase de calaña que eres, sé lo bajo que te comportas sólo porque quieres lo prohibido. Lo hiciste con Mariya, la prometida de Yamada-kun y ahora con Shida, la prometida de Nakajima… ¿Quién más está en la lista? ¿La prometida de Takaki o la de Chinen-san?<br />
<br />
<i>“Chinen ya dejó a su novia… Pero le sigue pagando para mantener apariencias y tener una excusa mientras se va con Takaki”</i><br />
<br />
Kei rió otra vez, entre todo aquel grupo que se reunía en aquella penthouse, solamente eran Okamoto, Yabu, Yaotome y Arioka los únicos heterosexuales hechos y derechos, todo el resto era simplemente unos hijos bien criados bajo el estándar de dar nietos a sus tan respetadas familias pero que disfrutaban más de las relaciones homosexuales.<br />
<br />
El rompimiento de aquellos compromisos de los que el menor lo estaba acusando, a pesar de ser ciertos, cargaban con un trasfondo mucho más complejo que el sexo con una mujer fácil y codiciosa. En realidad, trataba de un contrato hecho con sus dos amigos para poder dar una excusa basada en la infidelidad para terminar con aquellas relaciones que ellos no deseaban y si algo le gustaba más a Inoo además de Arioka, era definitivamente el dinero.<br />
<br />
Unos cuantos miles de dólares por encamarse a una y a la otra, dar pruebas y simplemente ayudar al otro par a librarse de sus ataduras para vivir sus locuras a escondidas de la sociedad, no sólo incrementaba su cuenta bancaria sino que también, le ayudaba a ganar fidelidad con dos de las más grandes empresas de Japón, la entereza de una fuerte amistad con el par y además el placer de que le deban favores. Simple y sencillo, él no tenía nada que perder.<br />
<br />
El mayor se encogió de hombros ante su pregunta, no pudiendo decir nada porque creía que terminaría riéndose por la inocencia y torpeza del otro, ¿cómo es que si Kota y Hikaru podían decir sin lugar a dudas que Yuto y Ryosuke tenían un amorío, él que era mejor amigo de ambos no podía siquiera decir dónde se desaparecían cada jueves por la noche cuando la reunión llegaba a su climax?<br />
<br />
-¿Qué? ¿No piensas responder?<br />
-Arioka-kun – enfatizó el apelativo para recordarle que él seguía siendo mayor aunque trabajara para su padre – Fue el mismo Nakajima quien me ha invitado a la reunión, por lo que a mí respecta… No le debo alguna explicación a usted – sonrió al ver la sorpresa en sus pequeños ojos pardos – Con su debido respeto, me retiro<br />
<br />
Daiki lo vio partir con un rostro de pocos amigos, aquel tipo le ponía los nervios de punta y no sólo era desde aquel evento que salió en las noticias sobre la infidelidad con dos mujeres conocidas por sus buenas familias, sino desde el mismo momento en que lo vio sentado en el escritorio donde siempre estaba el asistente favorito de su padre.<br />
Suspiró rendido y tomó de la bandeja del mesero que pasaba por su lado, una larga copa de champagne. Si quería quedarse ahí hasta una hora prudente para no faltarle el deber a sus amigos, lo mejor sería embriagarse siquiera un poco.<br />
<br />
-¿Sigues sin soportar a Inoo?<br />
-Deberías dejar de aparecerte por detrás de las personas, Hikaru – susurró el menor que apretó los dedos alrededor del cristal al casi gritar del susto. Era patético ser tan infantil a su edad y más, al ser hombre - ¿Cómo estás? ¿Lograron cerrar el contrato con China?<br />
-¿Es que acaso no piensas en nada más que en trabajo? – rió el joven a su lado – Sí, firmamos el contrato y el primer embarque de mercadería lo enviaremos este fin de mes, ¿cómo te va con Midori?<br />
-No es que sólo piense en trabajo – “no sé qué más hablar con ustedes”. El pensamiento le cruzó la mente pero mantuvo sus labios sellados, entreabriéndolos apenas para tomar algo más del dulce líquido que le causaba cosquillas en el vientre – Muy bien, ya hemos seleccionado el local donde será la recepción… Tiene un enorme candelabro que le da un brillo especial al piso y…<br />
-¿Tan animado estás por casarte, Dai-chan? – la voz de Ryosuke le cortó y pronto recibió en sus brazos a su mejor amigo que no dejaba de darle palmadas en la espalda – Deberías conocer a más personas antes de por fin querer ponerte el compromiso al dedo, ¿cuántos tienes, 26?<br />
-Tengo 24 – tosió el joven, mirando a Hikaru que no dejaba de reír - ¿Qué tiene de malo que ya quiera casarme y tener una familia? Que yo sepa, tú también querías una con Mariya…<br />
-No, no – el otro chico que también era tallas más bajas que Yaotome pero igual que Arioka, movió el dedo de lado a lado en una negación – Yo no quería ni casarme ni hijos, eso quería mi madre pero ahora que el abuelo ya me heredó el imperio no tengo por qué seguir sus estúpidos deseos.<br />
<br />
Yaotome movió la cabeza en desaprobación pero seguía sonriendo, en cambio Daiki lo veía con asombro y hasta indignación. Eso era tan irreal y tan cliché que quería golpear a su mejor amigo del asco que estaba sintiendo.<br />
<br />
Aunque bien podía ser que el asco se debiera a la copa que se había terminado sin darse cuenta. Buscó al mesero y cuando lo vio cogió una copa más, sólo que esta vez de un cóctel que al probar comprobó que contenía algo de vodka y un algo más que sabía a whiskey.<br />
<br />
-¿Por qué nunca me lo comentaste? Creí que éramos mejores amigos<br />
-Y lo somos, Dai-chan… Pero es que tú eres tan correcto, que era imposible confesarte algo así y más el cómo…<br />
-Shhhhh - Yamada sintió un par de manos taparle los labios y miró hacia arriba para observar a Inoo que lo regañaba con sus ojos negros – Lo siento, lo siento… Después seguirán conversando pero por ahora, debo llevarme al joven Yamada<br />
<br />
Arioka apretó los dedos en su copa nuevamente vacía y miró como el estúpido asistente de su padre, marchaba con toda confianza con el amigo que se supone había traicionado al acostarse con su prometida.<br />
<br />
¿Es que acaso la humanidad se había vuelto loca?<br />
<br />
Indignado como estaba, marchó con Yaotome al grupo de jóvenes que estaba cerca al bar y cerca de un escenario improvisado al centro de la sala. Su “mejor amigo” se había ido y no podía ir con él porque estaba con el detestable tipo que quería muerto, así que no le quedaba más que socializar con otros conocidos con los que apenas alguna vez en su vida había hablado.<br />
<br />
----<br />
<br />
Yuto observaba desde el balcón del mezanine el cómo su reunión iba tomando fuerza, cómo es que las bailarinas que había contratado ya tenían cerca de dos horas bailando en sus sitios a vista y paciencia de sus demás invitados. Reía de ver como Keito derramaba el licor en la alfombra al entorpecerse tanto al nunca haber estado tan cerca de alguien con tan poca ropa y negaba divertido de cómo Yabu y Hikaru rechazaban a la mala a las mujeres, fingiendo que no les llamaba la atención sus danzas de vientre. En algún lado podía observar como Tamamori invitaba a una de las mujeres a irse a algún lugar, algo que suponía por el fajo de dinero que mostraba y la insistencia de sus ojos, le causaba gracia pero sabía que no surtiría efecto alguno, él les había pagado muy bien como para que no quisieran irse a manchar la reputación de alguno de sus “amigos”. Apoyó las manos en la madera pulida y se asomó para ver un poco más del espectáculo que le brindaban sus invitados: Chinen estaba a un lado, peleando con Takaki porque el joven había entregado un par de billetes a una de las damas y por ahí cerca, su novio estaba al lado de Arioka, el mayor entre el par llorando como una niña por lo ebrio que estaba.<br />
<br />
¿Por qué lloraba? No sabía, ni quería saberlo. Le agradaba Daiki y le tenía un gran aprecio pero ciertamente prefería evitarse todos los dramas posibles, además en su relación el que tenía el corazón noble era Ryosuke.<br />
<br />
-¿Admirando como siempre el teatro de la humanidad? La semana pasada trajiste un buffet, ¿por qué ahora strippers?<br />
-Se me apetecía – rió de lado el menor hacia Inoo quien se acercaba hasta acomodarse a su lado - ¿Por qué sigues acá? Pensé que ya te habrías marchado a satisfacer tus bajos instintos con el vecino de abajo<br />
-Que me guste el sexo con Kohei no significa que quiera algo serio, además – hizo un ademán con el rostro hacia abajo – Hoy esto se ha vuelto interesante, ¿no lo crees?<br />
<br />
Yuto frunció el ceño al no entenderlo y siguió con sus ojos la trayectoria de la mirada de su acompañante, encontrándose pronto con Daiki que estaba ahora de pie, secándose las lágrimas y gritando improperios como cualquier borracho sin educación que habían en la calle.<br />
<br />
-Definitivamente, está para un video de chantaje – confirmó el alto pelinegro, fastidiándose al notar que era Ryosuke quien seguía cuidando de Arioka – No entiendo qué le ves<br />
-¿Y quién dice que yo le veo algo? – Inoo se tensó, girándose en su sitio para darle la espalda al primer piso y observar los sofás del mezanine. Por ahí ya había una que otra pareja heterosexual cometiendo adulterio – No entiendo cómo es que dejas pasar a las amantes de Yamashita y Akanishi para que hagan porquerías en tus muebles<br />
-Alto ahí Inoo, no me cambies de tema – escuchó el suspiro del mayor pero él siguió hablando de todas formas – Se va a casar y tú te quedarás con las ganas<br />
-Ahí va el error de todos ustedes, yo no le tengo ganas al hijo de mi jefe<br />
-Por favor – se burló el más joven – Me dices aprendiz porque todavía no se mancharme las manos sin que nadie me descubra pero no soy idiota, se te va la mirada cuando está cerca y finges ser alguien tan correcto cuando no lo eres. Vamos Inoo, que si no te apuras pronto va a tener una alianza en el dedo y un niño en los brazos<br />
-No Yuto, no le tengo ganas – por sobre el hombro, miró hacia el punto donde Yamada sostenía al pelicastaño para que no cayese y suspiró – Más o menos, creo que estoy enamorado de él o algo que podría llamarse más que sólo “tenerle ganas”, no lo sé<br />
<br />
Nakajima que le daba un largo sorbo al vaso de ron que acababa de coger, escupió todo el licor hacia el suelo de mármol mientras estallaba en carcajadas, no creyéndose ni un poco lo que el otro le decía.<br />
<br />
-Eres Inoo Kei, tú no te enamoras<br />
-Exacto – contestó a su amigo con fastidio mientras miraba con desprecio a la pareja que se comía a besos delante suyo - ¿Ya me entiendes?<br />
-Ciertamente, no. Pero supongo que es lo mismo que sucedió conmigo y Ryosuke<br />
-No compares mis sentimientos puros con tus ganas de sexo salvaje con Yamada – el mayor puso sus manos encima del corazón y fingió su mejor cara de inocencia – Me dañas<br />
-Cállate, imbécil – le dio un pequeño golpe en el hombro y rió – Pero si me preguntas, el sexo es la mejor forma de romper el hielo <br />
-¿Habló la voz de la experiencia?<br />
-Exactamente, amigo mío… - Yuto tamborileó los dedos sobre su vaso aún medio lleno y se separó del balcón unos pasos – Si no me hubiera acostado con él aquel día, ni él ni yo hubiéramos conocido lo que queríamos. No nos hubiéramos obsesionado mutuamente y finalmente, no nos hubiéramos… ¿cómo dijiste? “Algo así como enamorado” – le guiñó un ojo al mayor que mantenía una expresión seria en su rostro – Tú ya tienes la obsesión, ¿no te gustaría que fuera mutua?<br />
<br />
Nakajima se marchó después de decir eso, bajando las escaleras hasta el lugar que tenía toda su atención desde aquel punto. Sus cejas se enarcaron sorprendidas al notar que el menor había acudido a buscar a su novio porque tal vez, los celos lo iban carcomiendo al verlo tan cerca de otro hombre y no evitó darse cuenta que ya se marchaban, como siempre, por aquella puerta lateral que daba a un cuarto privado para ambos. Ese cuarto donde se escondían todos los jueves y quién sabía qué otros días para hacer sus… Intimidades. <br />
<br />
-¡Yama-chan!<br />
<br />
La voz de Daiki atrajo toda su atención, el joven estaba apoyado contra una pared apenas y pudiendo ponerse en pie, tratando de mantenerse en equilibrio con tanta torpeza que daba pena y estaba empezando a llamar la atención de los demás invitados. Kei apretó la mano libre en un puño y enfiló sin miramientos hasta el primer piso, no es que le diera celos la idea que alguien más lo cuidara pero las palabras de Yuto estaban tan frescas en su mente ligeramente alcoholizada que no pudo controlarse. Era ahora o nunca.<br />
<br />
Y a él, no le gustaba no probar lo prohibido.<br />
<br />
Daiki tenía razón en eso.<br />
<br />
Con una sonrisa de suficiencia y con un largo trago en seco y volteado de una copa de whiskey que encontró por ahí, dirigió su ansioso cuerpo hasta el menudo joven que seguía apoyado en una columna, sin entender bien dónde estaba ya y con la cabeza dándole vueltas.<br />
El mayor hizo uso de sus mejores dones de galantería y lo cogió de la cintura justo cuando iba a caer al suelo, apoyándolo bien contra la pared para luego susurrarle muy despacio en el oído y que así el menor no perdiera detalle de sus palabras por culpa de la música estridente que salía del equipo de sonido.<br />
<br />
-Acompáñame… -directo al grano y sin preámbulos. Tan ansioso estaba que sus palabras habían escapado de sus labios cuando menos lo esperaba – Arioka-kun, estás mal y necesitas descansar<br />
-Nnooo yo te odio! – Daiki hipó y el mayor acarició sus caderas por sobre la ropa en respuesta - ¿Q-qué… haces? Suéltame, Inooooooo<br />
-Shhhh no hagas tanto ruido – se separó un poco de él, mirándolo con una pequeña mueca - ¿Qué quieres a cambio porque me acompañes para hacerte recostar?<br />
-¿Puedo pedir lo que sea?<br />
-Sí, lo que sea<br />
<br />
A Kei siempre le había gustado aquel juego del “Lo que sea”, porque era algo con trampa que siempre podía hacer admitir a una persona sus más oscuros deseos sin en verdad revelarlos como algo propio, pues eran con un juego y eran “cosas pedidas por pedir”. Se relamió los labios al observar el rostro aniñado del joven frente suyo dudar de lo que quería decir.<br />
<br />
-Yyo… yoooo – se mordió el labio y sus ojos se humedecieron para sorpresa del otro – Dime por qué mi papá te quiere tanto<br />
<br />
Un enorme “¡¿Qué?!” se dibujó imaginariamente en su cerebro y por poco se daba un golpe él mismo en la cara al no creerse la idiotez del heredero Arioka. Si bien era inteligente para algunas cosas, para otras no quedaba duda de lo tonto que era. Lo observó en silencio mientras el menor se secaba las lágrimas con el dorso de la camisa de seda que tenía puesta y sonrió segundos después al analizar sus opciones, tal vez podría usar su estupidez en su favor.<br />
<br />
-No hay una razón en realidad, simplemente es porque soy útil en el trabajo<br />
-Esso es mentiraaa, yo soy mejor para los negocios pero él sigue confiando más en ti, no es justo… Eress un commpleto idiotta!<br />
-¿Por qué no puedes pensar que soy menos malo de lo que crees? ¿Eh?<br />
-Se te nota en la cara!<br />
<br />
Contuvo de reírse con malicia al verlo tan infantil con esas respuestas. Era todo un niño engreído y realmente le sacaba de quicio pero no había duda que le gustaba y en esos momentos, tampoco podía negar que moría por besar sus húmedos labios bañados en licor que se abrían y cerraban al respirar agitadamente por ellos.<br />
<br />
-Daiki, ¿alguna vez has probado el sexo gay? – sabía que se estaba arriesgando, pero si Daiki era tan niño como lo aparentaba, la pregunta surtiría el efecto que buscaba<br />
-¿Qué? – fue como si de pronto el lugar dejara de dar vueltas y él estuviera sobrio otra vez, sus ojos enfocaron al pelinegro y frunció el ceño - ¿Qué se supone que significa eso?<br />
-Que todos en esta sala, lo han hecho con otro hombre y han comprobado su sexualidad menos tú – confesó una media mentira entre su embriaguez y sobriedad, sonriendo de lado y bajando el tono de voz para tentar a su presa. El castaño tenía los ojos bien abiertos y los labios entreabiertos sin saber qué decir – No te puedes casar sin antes haberlo probado, ¿verdad?<br />
-Y-yo no… A mí no me gustan los hombres<br />
<br />
El menor giró sobre sus talones para marcharse de ahí pero las manos del alto lo cogieron firmemente otra vez para que no cayera al ser tan imprudente y olvidarse su deplorable situación. Sólo que esta vez su toque le puso alerta, la sensación de sus dedos en su cuerpo le produjeron un tipo de corriente que le atravesó por el centro mismo del estómago y lo paralizó, asustado de lo que estaba sintiendo. <br />
<br />
Era como un calor asfixiante que nacía ahí donde lo tocaba y se esparcía por cada centímetro de piel hasta acaparar sus poros y sumergirse en su sangre, llenándolo por todos lados con la rareza de aquel contacto. Le estaba quemando el cuerpo por dentro y no entendía el por qué, ni sabía cómo apagarlo.<br />
<br />
-Vamos<br />
<br />
Su cuerpo fue enviado con suavidad hacia delante y sus pasos empezaron a marcar un trayecto que desconocía. Inoo era quien tenía el control, era como si lo hubiese doblegado tan sólo con su cercanía y no podía retomar el poder sobre su propia consciencia, caminaba por caminar y su corazón latía con fuerza con cada segundo que pasaba. Estaba nervioso, porque tenía una idea de a dónde lo dirigía y estaba asustado.<br />
<br />
Pero la curiosidad del hecho ya estaba instalada en su pobre mente frágil ahogada en alcohol.<br />
<br />
Sabía de antemano que él era alguien que no encajaba en aquella reunión, lo sabía porque era sólo con Nakajima y el resto con quienes podía hablar más o menos, mas no con los demás asistentes que lo consideraban un aburrido bicho raro. Sabía que no lo invitaban a otras reuniones y sabía que si no hubiera nacido como un Arioka sino como alguien de menos status entre los ricos, ni siquiera se molestarían en hablarle.<br />
<br />
Aun así, no pensaba que el detalle que los diferenciaba era que todos habían tenido una experiencia del otro tipo. O bueno, él nunca por lo menos había tenido curiosidad al respecto pero que los demás ya lo hubieran vivido… ¿Por qué él tenía que quedarse de último?<br />
Parpadeó atontado cuando el sonido de una puerta abrirse le hizo volver a su presente, apareciendo ante él una hermosa cama de dosel con un cobertor rojo de terciopelo. El color le atrajo y sin ayuda del otro joven que caminaba tan pegado a él, se adentró en la habitación.<br />
<br />
Inoo se apoyó contra el marco de la puerta, dudando una vez más sobre los actos que estaba a nada de cometer si juntaba el valor suficiente, ¿algo así se podía juzgar como algún tipo de violación si es que ambos estaban bebidos? Si Daiki se negaba, definitivamente no lo haría. Lo que menos quería era dañarlo o hacer que lo odiase, pero si había la remota posibilidad de poseerlo…<br />
<br />
-¿Cómo sabes que los demás ya lo han hecho?<br />
<br />
Kei miró a sus pies medio riendo, moviendo la cabeza unos centímetros hacia arriba para luego observar de reojo al menor que ahora yacía sentado en uno de los bordes de la cama, meciendo sus pies que no llegaban al suelo por su corta talla. Se quedó en silencio, analizando otra vez todas sus posibilidades y barajándolas para crear la combinación más óptima para sus fines. <br />
<br />
Si quería tenerlo seguro, lo que debía hacer era embriagarlo un poco más como para dejarse hacer lo que fuera pero lo suficiente para que se mantuviera consciente y recordara lo ocurrido. Debía cuidar de darle la dosis exacta para que no vomitara por su nivel de alcohol en la sangre, pero también la mínima como para desinhibirlo. <br />
<br />
Tal vez Inoo se fuera a ganar un gran problema con Yuto por utilizar su habitación para sus andadas pero sabía que al final, el menor lo perdonaría.<br />
<br />
Cerró la puerta tras suyo y echó la llave, sintiendo sin necesidad de ver cómo es que era que el otro joven se tensaba en su sitio y se ponía otra vez la defensiva. <br />
<br />
-Relájate, no te voy a hacer nada<br />
<br />
Faltó un “por ahora” en su oración pero lo dejó al aire, Daiki podía ser tonto pero tampoco era tan iluso y si había llegado hasta ahí, ya debía tener alguna idea vaga sobre lo que podía suceder. Mientras caminaba se iba soltando la corbata de color platino que adornaba su cuello por sobre la camisa negra, estirándola un segundo luego para tirarla encima de uno de los sofás que adoraban la habitación en uno de sus rincones. Se acercó con paciencia hasta la mesita donde había unas cuantas botellas de licores y cogió la de cristal con un líquido de color turquesa. <br />
El gin zafiro era uno de los favoritos de su amigo y para la ocasión, era perfecto. Cogió uno de los pequeños limones en trozos que estaban en una pequeña bandeja de plata y fue preparando dos bebidas, se demoraba a propósito, esperando a que el menor pudiera bajar un poco su ebriedad por cuenta propia.<br />
<br />
-No respondes<br />
<br />
Daiki hablaba con oraciones cortas y concisas, evitando pensar de más en cómo armar frases completas y enfocando a su mente en cómo mantenerse en una pieza y vestido en aquel lugar. Su sien le estaba palpitando por tanta bebida, arrepintiéndose ya de por si por haber tomado mucho y haber sido tan imbécil para dejarse llevar de manera tan fácil a aquella habitación. Era una completa víctima debido a su incapacidad de raciocinio en los momentos cruciales, era consciente de ello y aún así, no había tomado precaución alguna o siquiera, ideado alguna vaga excusa para librarse de eso, aunque si debía admitirlo, tampoco tenía tantas ganas de eludir el futuro encuentro. <br />
<br />
-Digamos que algunos de ellos lo probaron conmigo y los otros, con conocidos – se encogió de hombros, otra vez medio mintiendo al responderle - ¿Quieres detalles acaso?<br />
-¡¿Qué?! NO! ASCOOOOO<br />
<br />
El pelinegro rió con ganas al verlo cubrirse el rostro con las manos, meneando la cabeza como si estuviera indignado de lo que acababa de decir. Divertido se acercó a él con uno de los vasos llenos de bebida, adornados en el borde con un poco de sal.<br />
<br />
-Sonará impertinente, Arioka-kun, pero ¿tiene curiosidad sobre lo que se siente?<br />
<br />
El silencio se deslizó coqueto entre ambos y Kei no dudó más, con confianza implantada en su comportamiento hasta ahora vacilante, se acercó al menor y le brindó la bebida, volviendo a alejarse del menor, que disimuladamente, lo observaba por el rabillo de los ojos. Evitó demostrar que podía leer el comportamiento del castaño y se dirigió a encender el equipo de sonido, conectando el cable AUX a su propio celular darle play a algún remix que tuviera y que pudiera ayudarlo en la ocasión; no por nada le decían “maestro” sus amigos, pues siempre estaba bien dotado de herramientas para lograr sus objetivos pero era consciente que nunca pensó obtener a su “amor platónico”. Y ahora que ese tan llamado “imposible” lo observaba desde la cama, definitivamente debería de echarle mano a todos esos años de práctica empresarial para ganar terreno y ganar el partido, aunque ahora debiera emplearlo en algo un poco peculiar.<br />
<br />
La música sonó insinuante por los parlantes, llenando la habitación de una agradable armonía que erizaba la piel y le daba al cuerpo un calor indescriptible. Kei sorbió del licor al buscar un poco de paz y relajación para no arruinar el momento, moviéndose con lentitud en un intento de bailar. Lo admitía, era pésimo para tonterías así pero creía ciegamente en que esfuerzo –pseudo humillación– valdrían la pena. Sentía que Daiki se ponía más nervioso pero el sonido que sus dientes hacían al chocar contra el vaso de cristal al beber el gin, algo que no hacía más que darle ánimos y que sólo afianzaba su confianza, esa era su noche sin lugar a dudas.<br />
<br />
Giró sobre sus talones con un movimiento perfecto, dirigiéndose a aquel punto en la cama donde el menor seguía sentado y con sus ojos clavados en su cuerpo. Con elegancia le tendió la mano derecha que era la que tenía libre y lo invitó a que lo acompañase, cuidando de no faltarle el respeto a esa masculinidad que el menor se esforzaba muchas veces en demostrar. El castaño dudó, pero al final Arioka lo hizo sin temor alguno aunque no hiciera más movimiento que el de sus pestañas al abrirse y cerrarse, esperando a que el otro le ensañara ello que tanto insinuaba pero el mayor sólo le sonreía, haciéndole confundir.<br />
<br />
-Espera... espera – Arioka retrocedió unos pasos, recordando de pronto – Yo estoy con Midori-chan! Yo no puedo hacer nada raro<br />
-¿Eh? Dai-chan, no estamos haciendo nada - sonrió al pensar que otra vez dejaba la frase sin concluir, pues un “aún” debía acompañar el final de su oración. <br />
<br />
Con proeza y a pesar de la mirada acusante del menor, lo tomó de la cintura con una sola mano y lo hizo virar hasta que le diera la espalda y él se acercara a su cuerpo por detrás, pegando el pecho por entre sus hombros. Daiki dejó caer el vaso vacío de gin al suelo debido a la sorpresa y agradeció que no se rompiera gracias a aquella pomposa alfombra que recubría toda la extensión de esa superficie. Con un suspiro sutil se dejó hacer, su cuerpo reaccionando por mero impulso y su mente, nublada por la extraña situación. <br />
<br />
No quería ser un cobarde, no quería quedarse atrás… No quería que Inoo Kei luego se burlara de él.<br />
<br />
-¿Haces esto con todas y todos? – habló para amenizar el ambiente, queriendo que sus nervios no se acoplaran a sus palabras y así, pudiera distraerse siquiera unos segundos<br />
<br />
Kei rió muy despacio, bebiendo lo último de su propia copa para que luego simplemente la dejara caer al lado de la del pelicastaño. Una vez tuvo ya ambas manos libres, lo tomó firmemente de la cintura para que su cuerpo estático fuera dirigido a su voluntad y así empezara a moverse rítmicamente.<br />
<br />
-No, eres el primero<br />
-Mientes<br />
-Siempre miento – dijo tranquilo, rozando suavemente su entrepierna con la retaguardia del menor – Pero ahora, no tengo por qué<br />
-¿Ah sí? ¿Y por qué no?<br />
-Porque los demás son fáciles de poseer, y además, odio bailar<br />
<br />
Daiki rió atontado por la bebida y divertido por la confesión, sus caderas lentamente cogiendo el ritmo del meneo sugestivo entre sus cuerpos y gustándole el poder moverse de una forma como nunca antes lo había hecho por su imagen pública. Se sentía libre de alguna forma.<br />
<br />
Quería decir algo más pero las palabras no aparecieron, y justo en ese instante, el mayor se inclinó hacia delante para tomar con sus labios un pequeño tramo de su cuello que no tardó en besar con delicadeza, cuidando de no dejar alguna marca en aquella deliciosa piel tostada. Kei no se creía aún que estaba probando por primera vez al castaño. Sus manos lentamente pasaron de sujetar sus caderas a rodear su cintura con algo de fuerza, sus cuerpos seguían moviéndose lentos pero la distancia se había hecho nula y los roces podían sentirse con mayor plenitud, la ropa no ayudaba pero la fricción que se producía a causa de sus movimientos insistentes, le daban un efecto extra a la situación. <br />
El joven que estaba adelante deslizó sus propios dedos por encima de aquellas manos que lo sujetaban, experimentando con placer algo que no había vivido antes. ¿Qué era eso? No podía darle un nombre pero la presión dura que podía sentir cerca de su trasero, era exasperante. Le llamaba, le incitaba a probarlo. <br />
Kei lo dirigía, lo llevaba hacia delante y luego hacia atrás, empujando sus caderas contra su pequeño cuerpo para fingir una embestida lenta, tentándolo lo suficiente como para que perdiera la cabeza mientras sus labios seguían comiéndose a besos cada parte descubierta de su piel. La música se volvía más sensual con los segundos que pasaban y la bebida ya surtía efecto en su sangre. <br />
<br />
Cuando Daiki gimió, Kei supo que podía reclamar el premio mayor.<br />
<br />
Lo giró con cuidado hasta tenerlo frente a frente, el rostro sonrojado del más bajo podía verse con claridad gracias a la luz de la luna y de los reflectores de la penthouse que asomaban por las ventanas abiertas. Sabía que su cometido estaba cumplido y no tenía por qué cerciorarse de ello, pero lo vio tan vulnerable y disponible que simplemente se dejó llevar. Aún sujetándolo por la cintura, volvió a deslizar las palmas a sus caderas para mantenerlo firme y se inclinó hacia él, apoyando la frente sobre la ajena para que sus ojos no perdieran detalles el uno del otro. <br />
<br />
-¿Daiki… quisieras probar?<br />
<br />
Un asentimiento lento fue toda su respuesta, las palabras no salían de los labios del menor pero a él le bastaba su gesto, con ello ya podía dar rienda suelta a sus deseos. <br />
<br />
La mano derecha bajó lenta hasta encontrarse con el botón del pantalón de sastre que llevaba puesto, soltándolo con mucha suavidad para finalmente deslizar la bragueta hasta lo último. El bulto que asomaba bajo la camisa y el bóxer, por poco y le hicieron perder los estribos por lo duro que estaba y por cómo había humedecido la tela que cubría la punta, pero respiró y se concentró en los ojos pardos que lo veían más brillantes que segundos antes. El menor, conteniendo la respiración en antelación a lo que iba a hacerle. Con una sonrisa satisfecha, deslizó los dedos a aquel punto húmedo que podía sentirla con la yema de los dedos y apretó con suavidad, obteniendo otro gemido de los labios del castaño, sólo que ahora mucho más entregado que como cuando estaban bailando.<br />
<br />
Retrocedió apenas, llevando al menor con él aunque podía asegurar que este estaba tan absorbido por las pocas caricias que estaba recibiendo que lo hubiera seguido al fin del mundo con tal que lo siguiera tocando, y si era así, definitivamente Kei lo aprovecharía.<br />
Se sentó en la cama cuando la logró alcanzar, dejando al menor en pie para que ahora la visión de su cuerpo fuera panorámica y más estrecha, eso sí, con su parte baja.<br />
<br />
-Quédate quieto<br />
<br />
Quería tomarse su tiempo y disfrutar, por lo que dejó de tocar su duro miembro y lentamente fue en subida, desabrochando los botones de la camisa rosa de seda que poseía el menor. Su piel bronceada fue asomando con cada nueva abertura que se abría, y él la tocaba con suma delicadeza, tratando de procesar su textura y memorizar cada lunar que había en su joven cuerpo. Al llegar al último botón, miró a Daiki quien no supo cómo entendió, pero dejó caer las prendas hacia el suelo, quedando desnudo de la cintura para arriba y a merced del mayor.<br />
<br />
En algún rincón de su cerebro, había una vocecita que le gritaba que se detuviera pero todo se sentía tan bien, que no le importó ignorarla. Daiki quería sentir más de aquel prohibido placer.<br />
<br />
Inoo se inclinó hasta que tomó el ombligo por el contorno y lo besó, tan sólo por el impulso y porque era el lugar más cercano a su rostro pero la respuesta a su acción le derritió. Arioka tembló de pies a cabeza y tuvo que apoyarse en sus hombros para no perder el equilibrio, su respiración ligeramente agitada ahora estaba acelerada drásticamente. Sonrió ladino y lo abrazó por las caderas, sumergiendo su lengua en el pequeño agujero de su vientre para robarle uno y otro gemido agudo al castaño, su cuerpo menudo temblando en segundos por el placer asfixiante que ahora estaba experimentando. Una zona sensible, al parecer.<br />
<br />
-I-Inoo… detente… esto está mal, está mal… - decía, pero sus manos sujetaban su cabello, enredando los dedos en cada hebra ondeada del pelinegro – Maldición, si esto sigue así….<br />
-¿No quieres sentirlo?<br />
<br />
Daiki calló cuando las manos que lo sujetaban iban deslizando de a pocos las prendas que aún quedaban sujetas a su cuerpo. No las retiraba una por una, sino que quitaba de frente su ropa interior junto con el pantalón, liberando sin pena alguna su erección palpitante y roja, además de húmeda porque su líquido pre-seminal ya se había segregado por la excitación. Arioka mordió su labio inferior y miró hacia esos ojos negros que lo estaban devorando con la mirada, ¿qué es lo que hacía que Inoo lo deseaba? Siempre habían tenido una mala relación, siempre habían sido como perro y gato, siempre…<br />
<br />
-¡MIERDA!<br />
<br />
Sus pensamientos fueron cortados de golpe cuando la boca ajena tomó posesión de su pene y lo introdujo por completo en su cavidad. Chupando con pericia la extensión de su falo, lamiendo y succionando en las partes correctas y presionando en aquella abertura tan desquiciante que le hizo por poco correrse. Sus uñas se clavaron en su cuero cabelludo y tiró de su cabello, gritando entre sollozos de placer por lo delicioso que se sentía ello. Susurrando su nombre en reclamos inéditos porque quería más de aquella boca prodigiosa.<br />
<br />
Midori nunca le había querido hacer un oral porque no era “normal”, eso no lo hacían las damas.<br />
<br />
Midori… ¿Midori? Midori y un carajo, la amaba pero definitivamente, ese momento podía opacar con creces todos los momentos que había tenido con su novia.<br />
<br />
Los labios de Kei apretaban la punta de su miembro y luego volvían a deslizarse hasta la base, asomando la lengua para lamer las gónadas debajo de éste, volviendo luego a retirarse para otra vez comenzar con su recorrido. Sus manos lo movían suave para que sus caderas tuvieran un ritmo perfectamente sincronizado, ambos gimiendo con sus respiraciones entrecortadas y el menor, aferrándose a la cordura para no volver a chillar de placer.<br />
<br />
Entre sus destellos de consciencia, observó la ropa fina que el mayor seguía vistiendo, frunciendo el ceño por lo incorrecto que eso se sentía en su mente achispada por la bebida. Si él estaba desnudo, definitivamente el otro también debería de estarlo. Sin algún cuidado, fue tirando del saco que le cubría y Kei, mientras seguía con su felación, elevó los brazos para que la prenda desapareciera, no tardando en ir con ella la camisa que antes lo había estado cubriendo con algunos botones menos por la brusquedad en la que había sido arrancada de su cuerpo.<br />
<br />
Cuando sintió que Daiki ya estaba al borde con su erección, se separó de él y lo invitó a sentarse a su lado, el menor sonrojado y con su rostro lleno de lujuria no tardó en obedecer y miró al mayor con curiosidad, no evitando deslizar su parda mirada al pantalón que aún le recubría.<br />
<br />
-¿Te lo vas a quitar?<br />
-¿No quieres quitarlo tú?<br />
<br />
El menor elevó las manos unas tres veces pero las tres veces las dejó caer al sentirse incapaz de desvestirlo con tanta fiereza como había hecho con las otras prendas. Inoo lo entendió, y antes de que viera el arrepentimiento en esa mirada ansiosa, él mismo se quitó la ropa, dejando que se deslizara por sus piernas hasta caer al suelo y así quedarse igual de desnudo que su acompañante.<br />
Observó como el castaño lo veía a su entrepierna sin ningún reparo y rió, entretenido porque aún en esos momentos seguía siendo tan torpe como siempre, incluso para mantener el recato de sus actos.<br />
Inoo estiró la mano izquierda y acomodó la palma sobre la mejilla sonrojada del otro joven, acercándolo a su rostro para que sus palabras chocaran junto con su aliento sobre los labios del menor.<br />
<br />
-¿Puedo besarte, Daiki?<br />
<br />
Mas no logró a finalizar bien su cuestionamiento, pues fue el otro chico quien había sellado la distancia de sus rostros y sus labios, buscaron los suyos sin importarle lo más mínimo que tuviera un sabor extraño y salado por haber estado lamiendo su miembro. Arioka no tardó en enredar sus dedos nuevamente en el cabello del pelinegro, tirando de él para acercarlo más a su cuerpo caliente que explotó en éxtasis cuando sus entrepiernas rozaron al caer ambos sobre la cama. Inoo lo volvía a tomar de la cintura, nuevamente marcándole el vaivén de unos movimientos sensuales en los que ambos se rozaban tan exquisitamente y en los lugares adecuados que su mente se nublaba y lo único que podía hacer era actuar. No había raciocinio, todo era mero instinto y puro placer. El deseo y el sexo en todo su esplendor.<br />
<br />
Daiki no sabía que tan bueno podía ser el deseo pecaminoso de poseer a alguien o que alguien te poseyera, no sabía que el experimentar con un tabú como el sexo homosexual podía ser sin reparos, la mejor experiencia de la vida y ahora, que los labios del asistente de su padre lo devoraban y robaban su aliento mientras aquella lengua jugueteaba y peleaba para dominarlo, podía asegurar que era un camino sin retorno.<br />
<br />
Y mierda, que no quería volver atrás.<br />
<br />
El mayor se separó del otro para poder respirar, el cuerpo del menor que estaba sobre el colchón tenía el pecho subiendo y bajando desmesuradamente por la agitación de sus impulsos, sus manos que las sentía apoyadas en sus hombros, eran pequeñas garras que no dudaba le habían arañado. Pero no le importaba, por él que lo arañara algo más.<br />
Kei lo empujó con brusquedad hacia arriba para que sus miembros se apretaran y Daiki gritó, cerrando los ojos de puro placer por lo bien que se sentía su falo contra su cuerpo. El alto lo veía y no tenía dudas que en definitiva, el menor estaba listo para lo que se vendría. <br />
Revitalizado con la visión del pelicastaño excitado, se separó de su menudo cuerpo para lentamente hacerlo girar, primero dejándolo recostado vientre abajo sobre la matriz y luego, como si fuera un pequeño muñeco, lo fue acomodando.<br />
<br />
Lo sujetó primero por las caderas y lo hizo elevar el trasero en alto, dejando un pequeño beso en la nalga derecha bajo un bufido apenado de su amante, no acostumbrado a algo así. Después, al notar que la posición era incómoda y el otro estaba a nada de empezarse a quejar, posó las manos detrás de sus rodillas y las empujó hacia delante, logrando que su cuerpo se arrodillara aun cuando tenía el pecho sobre las sábanas, dándole una jugosa posición pero para Kei no estaba bien, si el otro se mantenía así, sus gemidos se verían aplacados por la cama y él deseaba escuchar el coro de su ángel sin ninguna interrupción y sin ningún impedimento. Observó la pequeña entrada virgen que se abría y cerraba según la respiración del menor, relamiéndose los labios al pensar que dentro de poco le daría una probada pero antes, seguiría con sus preparaciones.<br />
<br />
Dejó la parte de atrás del joven en aquella posición y él fue gateando hasta acomodarse de rodillas delante de su rostro acurrucado en sus manos. Daiki observó al mayor sin moverse un milímetro, no entendiendo bien qué es lo que ahora quería que hiciera. El licor que recorría su sangre, lo había puesto un poco más tonto y había multiplicado su deseo mas no podía comprender el todo cómo es que era que lo iba a aplacar. Esta vez no distó mucho de cuando se besaron, pues Inoo lo había vuelto a tomar con delicadeza de la mejilla y había elevado su rostro hasta que estuvo en contacto directo con su largo falo erecto, dejando que su respiración se deslizara sobre la piel rugosa de su miembro.<br />
<br />
-Prepárame, déjalo bien húmedo para que no te duela cuando te lo meta<br />
<br />
Los ojos pardos del menor se abrieron enormes al darse cuenta de la obviedad del asunto, tan sorprendido estaba que por un momento estuvo a punto de echarse hacia atrás y más, por la brusquedad de esas palabras pero la caricia de aquella mano que seguía jugando con su rostro y que además ahora, jugaba con el pequeño mechón que caía por un lado, le hicieron olvidar lo extraño que era y del miedo que le producía lo desconocido. Mordiéndose primero el labio inferior, dejó un poco los párpados y se inclinó hasta darle un beso a su pene. Era salado, muy salado y la sensación del líquido espeso le desagradaba, no podía darle un nombre exacto pero en definitiva, no podía ser algo que pudiera gustarle hacer a cada rato.<br />
<br />
Ah, ahora entendía a Midori… ¿Midori? Debería ya olvidarse de ella.<br />
<br />
Tomando algo más de valor, se apoyó con las manos sobre la cama, y sólo con los labios sujetó su miembro, introduciéndolo en movimientos torpes y descuidados hasta dentro. No podían tener comparación sus actos con los que el mayor había cometido momentos antes pero no creía que lo estuviera haciendo mal, pues el rostro embelesado del que yacía arrodillado, era todo un poema de emociones y satisfacción. Era como si su lengua deslizándose por los contornos fueran su cielo y que cada succión en la punta, fuera el paraíso. Sus movimientos se hicieron más certeros después de los primeros minutos, dándose cuenta que no era tan molesto y que el sabor era algo a lo que te podías acostumbrar. El tamaño de su miembro era un problema, sí y podía decir que los contornos de sus labios se habían hecho daño de lo mucho que había mantenido la boca abierta pero el gusto del sexo oral lo tenía engatusado y no tenía muchas ganas de dejarlo marchar, mucho menos cuando fueron las manos del alto quienes lo sujetaron juntas por el cabello y le embistieron la boca con fuerza, haciendo que ambos gimieran con frenesí por lo glorioso que se sentía.<br />
<br />
Arioka empezaba a creer, que era bueno para eso, pero realmente bueno.<br />
<br />
Su lengua recorría y humedecía, trataba de marcar cada marcada y arruga que su falo daba cuando la pequeña piel se corría hacia abajo y dejaba a su merced el glande rojizo y húmedo, dándole apenas presiones con sus dientes al descubrir que ello ponía loco a Inoo.<br />
<br />
-D-detente, Daiki… Basta<br />
<br />
El menor se alejó, aún en su peculiar posición sobre la cama y lo observó sin comprender por qué lo detenía si es que era obvio que lo estaba disfrutando, pero no obtuvo alguna respuesta, mas sólo un beso dulce en la frente y un pequeño beso fugaz en los labios.<br />
<br />
-Esto… tal vez duela un poco, pero dejará de hacerlo, lo prometo<br />
<br />
Kei volvió a su lugar detrás del cuerpo del castaño, sus manos tomando las caderas del menor para observar como su trasero formaba un delicioso durazno a sus ojos, con el pequeño hoyuelo cerrado y tentador que pronto él abriría a su gusto. Deslizó el dedo pulgar por encima de aquel sitio sellado, incrustando la uña con malicia para hacerlo gemir y el ruido que escuchó proveniente de sus pulmones, le satisfizo lo suficiente por el momento. Cambió el pulgar por el índice ahora que su entrada parecía haber cobrado un poco de vida por lo ligeramente dilatada que se veía y sin preparación alguna, introdujo el dedo hasta el fondo, moviéndolo de lado a lado con tanta fuerza y velocidad que Daiki gritó tan alto que era imposible que no lo hubieran escuchado en la penthouse, pero no se detuvo, siguió haciendo aquel movimiento certero mientras la otra mano lo acompañaba acariciando los testículos del joven, verificando con cuidado que no estuviera por correrse y así arruinar todos los pasos de su ceremonia.<br />
<br />
-I-Inoo… n-no, así… así no… - se mordió el labio y apretó las manos sobre las sábanas. Sus brazos estaban estirados igual que sus piernas, las cuatro extremidades temblando por el extraño placer que bajaba por su espina dorsal – Por favor… Y-yo…<br />
-¿Quieres que me detenga? – sacó el dedo de su interior y posó las manos en sus tostadas piernas, se inclinó un poco y posicionó la punta de su miembro en su entrada - ¿Lo retiro?<br />
<br />
Daiki apretó más fuerte las manos y se mordió más fuerte el labio. No quería que se detuviera, no quería ni siquiera que volviera a introducir alguno de sus dedos en su interior porque su cuerpo estaba clamando por aquel pedazo de carne que ahora amenazaba con penetrarlo. Lo quería a él, y lo quería ya.<br />
<br />
-Métemela… - susurró a duras penas, cerrando los ojos<br />
-No te escucho, ¿qué dices? – jugó con maldad, rozándolo más insistentemente<br />
-Métemela… Inoo…<br />
-No, no Dai-chan, más alto que desde acá, no puedo escuchar lo que dices<br />
-¡Maldición! ¡Métemela Kei!<br />
-Como tú ordenes<br />
<br />
El menor había girado apenas el rostro para verlo con odio de tenerlo así de doblegado pero Kei le regaló una sonrisa y un guiño coqueto que le hicieron olvidarse de todo. Sintió como la punta caliente de su miembro se iba posicionando en aquella pequeña abertura que estaba en su trasero y cómo la tensión de aquel aro muscular iba en aumento cuando se le forzó por abrirse de manera anti-natural. <br />
<br />
-A-ahh… mierda, mierda, mierda… Duele… - sus lágrimas cayeron cuando el pedazo de carne entró unos centímetros en él, haciéndole quebrarse de dolor – Sácala, me duele imbécil!<br />
-Shhhhh, ahora pasa pero debes relajarte<br />
-¡¿Cómo quieres que me relaje?!<br />
-Shhhhh piensa… en lo bien que saben nuestros besos <br />
<br />
Inoo se inclinó y besó sobre su espalda en pequeños rincones, enfocándose luego en sólo su espina dorsal y en bajada hasta su cintura. Quería distraerlo y antes de que perdiera la erección debido al dolor que ahora estaba viviendo, tomó el miembro desatendido del menor y empezó a masturbarlo al tiempo que él se introducía cada vez un poco más en pequeñas embestidas. Entrando y saliendo muy despacio para ir dilatándolo en el camino.<br />
Arioka se tensaba más, sus palabras tan coquetas le habían enervado pero el mayor tenía razón por poco que le gustara, pues los labios de ambos enlazados como lo habían estado, definitivamente podrían calificarlo como el mejor beso que había compartido con nadie más y sí que había besado a muchas mujeres en su vida. No era un santo, pero tampoco un jugador. Su vasta experiencia le podía dar clara prueba que esa lengua tan incitante era una experta que podía llevar a la suya a contactos inexplorados.<br />
<br />
-Bésame… - ordenó el menor mirando hacia atrás por sobre el hombro – Bésame ya<br />
<br />
Kei lo tomó firme por las caderas y se inclinó con brusquedad hacia su rostro, penetrándolo todo lo que restaba de golpe y tomando sus labios con un beso realmente ansioso y necesitado. Era incómodo hacerlo así, era incómodo tenerlo en cuatro y tratar de besarlo pero la posición era la menos dolorosa para su primera vez pues lo tenía más abierto y no quería que el menor guardara un mal recuerdo de ello. No quería que después de ese día, lo odiara demasiado.<br />
<br />
Las embestidas no se hicieron esperar después de aquel primer movimiento y ya con el beso roto por los gemidos que salían disparados en todas direcciones y sin ningún pudor, sus cuerpos se sincronizaron a la perfección para que la penetración llegara a lo más recóndito de aquel casto agujero que se abría a merced de aquel falo que lo proclamaba como enteramente suyo. Kei lo apretaba por las caderas para que se empujara con mayor fuerza hacia atrás mientras el empujaba adelante, creando un sonido peculiar de dos cuerpos húmedos chocando entre sí. El sudor que los bañaba como pequeñas perlas sobre la piel, brillaba hermosamente gracias a la luz externa y Kei se atontaba, mirando esa hermosa espalda y esa coqueta retaguardia que se unían a sí en movimientos fieros y gloriosos.<br />
<br />
Daiki gemía, gemía como jamás lo había hecho y se preguntaba cómo es que el dolor podía conllevar a algo así de cegador, cómo es que su cuerpo podía asimilar tan rápido los movimientos para luego relajarse y darle libre albedrío a esos bajos instintos que rayaban tan sólo en el sexo puro. No entendía, cómo es que hasta ahora había odiado a aquel tipo que le estaba dando la mejor noche de su vida.<br />
<br />
El éxtasis mutuo de los cuerpos en movimiento iba en subida de manera exponencial, alcanzando sus límites de manera increíble y cuando Kei ya no pudo más, cuando la presión en su miembro fue tal que estaba seguro se correría, apretó los dedos alrededor de los testículos del menor y luego lo masturbó hasta que el líquido caliente se salpicó con un grito sonoro del otro, manchando su mano y la cama y sus manos perdiendo la fuerza que lo hicieron caer sobre una almohada. Inoo lo sostuvo firme con la mano libre y cuando sus espasmos de placer lo contrajeron con sadismo, él gritó de puro deleite, gozando de la maravillosa sensación de llenar aquel cuerpo que tanto había deseado con su propio semen.<br />
<br />
Respirando agitado aún, esperó a que su falo perdiera fuerza para irse separando del cuerpo del castaño, llevándose consigo rastros de semen que goteaban del interior de aquella pequeña entrada que ahora, estaba rojiza por la presión a la que había sido sometida. Con duda, se dejó caer al lado del cuerpo de su amante, acariciando con timidez inédita la espalda de aquel que acababa de poseer gracias al alcohol y la curiosidad.<br />
Daiki lo miró adormilado y se acercó a él, abrazando con torpeza su cintura para luego lentamente, quedar dormido.<br />
<br />
Después de mañana, Inoo sabía, las cosas cambiarían totalmente entre ellos.</div>Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-28787024371272342802014-08-10T20:30:00.000-05:002014-08-11T17:06:21.663-05:00Guns and Roses [10]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/chinen1.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Una semana y contando uwu </span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: It's time - Imagine Dragons<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: SF Resident Club♥</div>
<br />
<b>Notas:</b> Uhhh~~ XD ya sé, es raro que yo actualice tan seguido ewe no, no estoy planeando nada malvado[?] sólo quiero actualizar y ser libre de este fic para enfocarme en los otros y... LA CULPA orz ugh, no sabía que ya lo tenía tanto tiempo... :'D Los comentario se aprecian, las palabras de ánimo también... No está editado, así que si ven algo :'D perdón, su escritora está colapsando porque su puta laptop no quiere correr rápido, creo que se me va a morir ;_; así que iré salvando todos mis archivos now ;3;<br />
<br />
<br />
Después de despertar, no pasó mucho tiempo hasta que Daiki estuviera de nuevo solo en aquella habitación, Ohkura partió de ahí tan sólo diciendo que debía hacer algunos mandados para Nakajima, que después de todo era uno de los “señores” de la casa y debía atenderlo de igual forma como hacía con Inoo.<br />
<br />
El castaño no entendía aún como es que eran familia y por mucho que Yuto dijera que no hablaban porque se odiaban, ni siquiera era algo que hubiera podido pensar, pero si estudiaban en el mismo lugar, tal vez era sólo por su torpeza nata que no supiera en realidad sobre su relación sanguínea. Tal vez sólo era él quien no lo tenía presente pues Yamada no parecía sorprendido.<br />
<br />
Si lo pensaba, tampoco sabía que Yamada era tan amigo de Yuto.<br />
<br />
Con sus pensamientos haciéndose un ovillo enorme en su cerebro, apretó los ojos y respiró profundo para disolver alguna duda que nacía a raíz de las palabras de Takaki, siendo casi lo único que recordaba del día anterior. Lo demás, estaba como en una nebulosa y no distinguía lo real de un sueño o creaciones de su propia paranoia, algo que le daba mala espina pero que no terminaba de cuadrar en la situación, ¿qué había pasado apenas llegaron a la mansión? ¿De verdad conoció al hermano de Inoo? ¿Inoo tenía acaso un hermano? Sus dedos jugaron nerviosos entre ellos, apretando a su vez las sábanas al querer enfocarse pero todo viéndose tan lejano en su mente que no lograba saber qué era qué. Lo único que recordaba, era lo había ocurrido en la universidad, las palabras de amenaza y las últimas de advertencia, pero no le cuadraba… en verdad, no le cuadraba ¿cómo es que Inoo, su amigo, podía ser un sicario? Habían estado muchas veces solos en el último tiempo como para que no pudiera aprovechar en matarlo, así que carecía de sentido lo que el otro castaño había dicho, aun así… Sentía que algo se le estaba escapando de las manos y no le estaba prestando la suficiente atención.<br />
<br />
Se estremeció de pensarlo, de imaginar al otro con una pistola en mano y apuntándole a la cabeza, pero luego también recordó lo vergonzoso del día anterior. Un beso, su primer beso, ¿cómo era posible que su supuesto asesino, lo besara?<br />
<br />
Oh, dios… Lo besó, se besaron… Su primer beso.<br />
<br />
Daiki se sentía idiota, siempre había sido el chico que se quedaba retrasado en ese tipo de experiencias, el mojigato que vivía en una burbuja y que no quería experimentar sólo porque sí. No sabía si era por los traumas de su padre forzándolo a vivir más de la cuenta desde que estaba en la secundaria, o si era porque simplemente, su personalidad era todavía muy inmadura. A veces, tan sólo creía que era porque su sexualidad no estaba definida.<br />
<br />
Toda su vida estudió en un internado para hombres, ¿cómo iba a saber si estaba atraído por una mujer? Sus mejillas se sonrojaron y luego se dio cuenta que hasta el momento, sólo le habían atraído personas de su mismo sexo y se lamentó, admitiendo algo que ya sabía pero que siempre era mejor vivir negando.<br />
<br />
Era un Arioka, él no podía ser gay.<br />
<br />
Si él fuese como cualquier joven de su edad, la situación sería ya lo suficientemente complicada, admitir que eres gay y besar a tu amigo, fijarte en hombres y sentir que los ojos de todos se vuelven hacia ti, juzgándote. La situación se tornaba peor, cuando tu familia era tan rica y los paparazzis te seguían y perseguían tal cuál fueras un famoso músico o un famoso actor. Él no tenía libertad ni por su familia ni por la prensa… ¿Cómo se supone que podía vivir en paz? ¿Cómo aceptar abiertamente que podía salir con un hombre? Jamás se había planteado en serio el salir con alguien de su género, su ideal era ir a Estados Unidos, viajar y conocer personas… enamorarse. Siempre creyó que de una mujer, pero nunca se prohibió del todo que fuera también un varón; siempre pensó que tendría una novia en algún futuro pero sus ojos siempre iban a parar en jóvenes rostros de chicos, no de chicas. La suficiente prueba que necesitaba para saber que su bando, era otro y no el tradicional.<br />
<br />
-¡Arghhhhhhhh! <br />
<br />
Sus manos alborotaron su cabello con fuerza, haciéndose otro mundo dentro de otro más. Que si Takaki, que si Inoo, que si su familia o su sexualidad. La gente esperaba tanto de él y él, sentía que no tenía nada para ofrecer, ¿cómo llenar expectativas?<br />
<br />
Él no era hábil, no era inteligente… <br />
<br />
Él estaba defectuoso. <br />
<br />
La rabia en sus ojos era clara, las lágrimas amenazando con salir y él forzándose a parpadear hasta que la sensación de humedad se desvaneció lentamente, respirando tranquilo después de unos segundos. Tomó aire por segunda vez, ahora sí cerciorándose de que su cabeza quedara vacía y no con dudas existenciales ni tratando de darle sentido a su vida. Por el momento sólo debía llenar las expectativas de la universidad y sobrevivir hasta tomar el poder del imperio Arioka.<br />
<br />
Fácil… comparado a pelear por sus derechos o pelear porque quería novio y no novia… <br />
O pensar por qué demonios besó a otro hombre que sólo consideraba su amigo.<br />
<br />
Sí, mucho más fácil, definitivamente. <br />
<br />
Universidad, imperio, fin.<br />
<br />
Entornó la mirada, recordando de pronto en dónde es que se encontraba sentado y admiró la habitación del pelinegro sólo que con mayor detenimiento que antes. La desazón en el vientre que de repente sintió le hizo cerrar los ojos otra vez, sólo que con mayor fuerza y en un intento de calmarse, se cubrió el rostro con las palmas, bufando con molestia y frustración. <br />
<br />
El espacio tan amplio que lo rodeaba le hacía recordar a su pasado y a su propia vida, a la misma soledad a la que estaba confinado desde que había nacido bajo el apellido Arioka. La incomodidad de sentirse tan vulnerable que lo había descompensado, no tardó mucho en hacerlo salir de ahí, huyendo de los recuerdos ingratos y los momentos tristes de su niñez. No quería eso, suficiente tenía con su presente como ahora sumergirse en el pasado.<br />
<br />
Bajó de la cama de un salto, pisando cuidadoso en el suelo alfombrado y buscando por algunas pantuflas que pudiera usar. Seguía vestido con aquel cómodo pijama de seda que le quedaba un poco grande, mirándola confundido porque apenas tenía lapsos donde entendía que era de Inoo y no de alguien más. Agradeció en su fuero intento, que las ropas le quedaran remotamente bien y no tan sueltas.<br />
Sintió una palpitación en la sien apenas quiso avanzar, su cabeza le dolía como los mil demonios, como si tuviera una resaca o por lo menos, como pensaba que debía sentirse una porque jamás en su vida había tomado hasta perder la consciencia.<br />
<br />
Si apenas una copa de vino, porque su apariencia y su imagen era lo que más debía pelear por mantener.<br />
<br />
Sus pasos temblorosos y sus manos desconfiadas, giraron la manija de la puerta, saliendo casi más rápido que inmediatamente al sentir de pronto el aire intolerable en esa habitación. Odiaba las mansiones, las odiaba con todo su ser. Tuvo un deja vú de haber caminado por ahí ya antes, sólo que más oscuro y sin nada de ruido, como si por la noche se hubiera desplazado por esos pasillos pero era imposible, porque no era sonámbulo y no se había movido de la cama, lo sabía… Trató de pensar en el mayor y si es que lo había visto en la mañana, pero cuando despertó, lo único que observó fue al mayordomo dándole los buenos días y sirviéndole el desayuno, excusándose de no tener uno en el comedor porque ya la mayoría de los residentes habían marchado, o sabiendo si incluía o no a Inoo. <br />
<br />
El peso en su pecho se acentuó cuando pensó que tal vez el mayor se había arrepentido de lo que había ocurrido entre ambos, inconscientemente, deslizando sus dedos por sus labios y apurando el paso, queriendo encontrar a alguien para poder preguntar por él.<br />
<br />
Los nervios le dejaban el cuerpo erizado, mirando por los pasadizos algún ser vivo y sólo encontrándose con nada, recordando más y más, su propio “hogar”.<br />
<br />
Extrañaba a Shige y su estúpido minidepartamento.<br />
<br />
Cuando estaba por rendirse y gritar para llamar la atención de cualquier persona en el edificio, el sonido de unas teclas le hizo agudizar el oído, acercándose con recelo a la puerta entreabierta de lo que parecía un estudio. Sus ojos escudriñaron por la abertura y se llevó la sorpresa que había alguien que no había visto ahí hasta el momento, entrando sin cortesía o aviso alguno para observarlo con detenimiento. No pudo evitarlo, aquel hombre era… llamativo.<br />
<br />
-Eh… ¿disculpe? – Daiki se quedó de hielo, arrepintiéndose de pronto de haber entrado cuando el sujeto alzó la mirada y sólo se quedó observándolo. Sin decir nada de nada – S-soy amigo de Inoo-chan y… y… bueno… ¿lo ha vi-?<br />
-¿Arioka-kun? – el menor asintió, nervioso de pronto – No sabía que Inoo tenía de amigo al heredero Arioka<br />
<br />
<i>“Heredero Arioka”.</i><br />
<br />
El castaño sintió sus manos temblar de pura rabia y las apretó en puños, mirando hacia otro lado para no faltarle el respeto a aquel desconocido. Ganas no le faltaban, pero definitivamente, no podía tampoco dejar mal a su familia. Lo habían educado, para ser un caballero en toda situación.<br />
<br />
-¿Me conoce?<br />
-Sería difícil no conocerte… Aunque definitivamente, tu hermano me interesaba más – el hombre sonrió con tranquilidad, ganándose la mirada confusa del otro - ¿Kei no te ha hablado de su familia, pequeño?<br />
-No soy pequeño – carraspeó, aclarándose la garganta y mirando a sus pies, con incomodidad – Inoo-chan no habla mucho de sus familiares, habla más de…<br />
<br />
De nada.<br />
<br />
El castaño parpadeó sorprendido, pues recién se daba cuenta que no sabía absolutamente nada del pelinegro, salían y conversaban mucho pero si se quedaba pensando con detenimiento en todas esas conversaciones, sólo había sido él quien intervenía y decía algo al respecto. Sólo eran él y sus opiniones y Kei diciendo algo más, nunca… opinando, nunca desvelando quién era en realidad.<br />
<br />
Las palabras de Takaki volvieron a resonar en su cabeza y se estremeció, negando rápidamente para volver a ver al hombre.<br />
<br />
-¿Quién es usted? – cortó su respuesta anterior, tratando de pasar desapercibido - ¿Es su primo… su hermano?<br />
<br />
Uchi sonrió con amabilidad, sin forzar absolutamente nada pues estaba curioso por conocer a la persona que podía doblegar el alma del Demonio de Hielo, no cualquiera podía ganarse la confianza de Inoo y mucho menos su afecto. Si Arioka tenía algo especial, él lo iba a saber. Tenía completa consciencia que su comportamiento estaba saliendo de lo permitido, que Ohkura le recriminaría por entrometerse en los asuntos de su protegido pero le era inevitable, además, con su rango como otro al mando, tenía todo el poder y el derecho de hacer y deshacer como le diera en gana.<br />
<br />
Él actuaría como si fuera un dueño de casa, no como un simple empleado.<br />
<br />
Suavemente se levantó del escritorio en el que estaba sentado, tomando de repente un portafolio de color rojo vivo y caminó despacio al castaño que lo veía sin comprender. El mayor notaba con tranquilidad como es que la vena de su cuello empezaba a palpitar con fuerza por su miedo, por sus nervios de no saber en dónde se estaba metiendo.<br />
<br />
-Soy tío de Inoo, hermano de su fallecida madre – mintió a medias, caminando hacia el otro joven sorprendido – Soy su tutor legal, pero más que nada, soy reportero<br />
-¿T-tutor legal? ¿Y su papá? ¿Él… también falleció? <br />
<br />
De repente tenía la garganta seca y una parte de él se sintió fatal. Llevaba algún tiempo conociendo al mayor y aun así… No tenía ni idea, apretó las manos y bajó la cabeza, se sentía la peor persona del mundo, ¿qué clase de amigo se creía? Había sido él quien había forzado al mayor a ser cercanos, mas él no se había esforzado ni un poco en conocerlo.<br />
<br />
-No te preocupes, no suele hablar de eso a menos que sea estrictamente necesario <br />
<br />
El mayor se encogió de hombros y Daiki lo miró con ojos grandes y tristes, de un color marrón oscuro profundo, emanando una brillantez extraña en sus orbes. Era peculiar, no podía negarlo y mientras Uchi lo observaba pues el otro se negaba a desviar sus ojos, en su mente algo encajó, entendiendo por qué era que Arioka atraía tanto al dotado Inoo, y es que si uno se fijaba en esos pardos iris, se podía ver claramente la pureza de estos… <br />
<br />
¡Por dios! Si hasta el niño quería llorar con tan solo la información recibida. <br />
<br />
Kei no había tenido nunca la oportunidad de conocer a alguien que no tuviera maldad en su corazón, era obvia la razón de por qué este diminuto ser despertaba en él emociones. <br />
<br />
Pero él, no lo dejaría. Rompería con esa pureza.<br />
<br />
Destrozaría aquella pureza que derretía las capas que hacían fuerte al Demonio de Hielo, al siguiente al mando del Clan Nakajima.<br />
<br />
-Arioka-kun, acabo de comentarte que soy reportero… ¿Te molestaría si te hago una entrevista? Quiero confirmar algunos datos con respecto a tu hermano. No te preocupes, todo será “off the record”<br />
<br />
Daiki observó el folio rojo vivo y se encogió de hombros, su mente seguía pensando en Inoo y en su familia, en que tal vez si se quedaba algo más de tiempo con aquel sujeto, podría obtener más información personal del su “amigo”. No perdía nada, ello era mejor que estar solo y además, ¿qué otra cosa podrían preguntarle de lo que ya habían hecho los otros reporteros?<br />
<br />
----<br />
<br />
Chinen no era malo, por lo menos no se consideraba una mala persona porque jamás le había hecho daño a nadie, simplemente… Estaba aburrido.<br />
<br />
Aburrido de una vida monótona, de una vida donde ya sabía qué debía hacer y cómo hacerlo, que a donde quería llegar y de qué forma. Tenía todo planeado por sí mismo, no porque se lo impusieran pero era tan fácil y tan simple que sentía que no podía disfrutar de nada en realidad. Odiaba su vida normal, esa era su única verdad. Por lo que cuando Takaki llegó herido a su casa y después de confesarle todo en el camino al hospital, pudo ver delante de sí como las puertas a una nueva libertad se abrían para darle paso a otra más oscura pero que se veía de lejos, muchísimo más interesante de lo que era su actual camino. El menor no dudó en tomar su oportunidad, no dudó ni un segundo porque no dejaría que esa libertad negra se diluyera junto con el arrepentimiento del hombre que tenía delante.<br />
<br />
Tal vez estaba usando a Takaki para su propio beneficio, pero ciertamente el otro, no tenía nada que perder.<br />
<br />
Con sus pasos cortos a comparación del otro par que iba delante suyo, siguió directo por aquel pasillo silencioso, observando simplemente a una persona asomada en uno de los marcos de una de las tantas puertas el lugar, con una bata de vino tinto de seda puesta y sin nada más debajo. Podía ver su hombro desnudo y como con un abanico se echaba aire con simpleza.<br />
<br />
La sonrisa de sus labios, era enfermiza.<br />
<br />
Observó como Takaki lo miraba con repulsión y Chinen se preguntó, ¿qué se supone que pasaba en ese lugar como para que hubiera tanto rencor y tanta apatía entre sus habitantes? Quería preguntar, tenía muchas dudas sobre absolutamente todo pero sabía que si lo hacía podría estar cometiendo uno de los peores errores de su vida.<br />
<br />
Posiblemente, podría morir…<br />
<br />
<i>“Morir”</i><br />
<br />
La palabra le sonó tan emocionante, sintiendo como un viento revitalizador chocaba contra su cuerpo pequeño, llenándolo de una emoción sádica que jamás había experimentado. Él, Chinen Yuri, estaba por fin jugando en un rango digno de él. Por fin, jugaba con la realidad y no sólo con expectativas de perfección… Esto era distinto, era mejor.<br />
<br />
YamaP se detuvo delante de ellos, captando de inmediato su atención y abrió una puerta diferente al resto, una puerta plana y de metal que dirigía al sótano de la residencia, escuchó un carraspeó y observó a Yuya, como movía las palmas contra su ropa, incómodo.<br />
<br />
Tal vez algo nervioso.<br />
<br />
Frunció el ceño, sus pies siguiendo el camino marcado por los mayores que conocían bien a dónde se dirigían y pronto entró a una sala oscura donde sólo había una silla y al otro lado, un enorme armario, las paredes eran blancas y se notaba que encima tenían una capa de barniz muy gruesa, tan gruesa que se volvía impermeable y de ensuciar, sólo bastaba echarle agua para limpiarla.<br />
<br />
Yuri no era idiota, por algo tenía un nivel coeficiente superior y no por nada, era becado. Era básicamente, un genio entre todos esos tontos mortales que lo rodeaban así que la simpleza del lugar con su decorado le bastaban para hacerse una idea de lo que era: una sala de torturas, con una facilidad de limpieza digna de un asesino serial.<br />
<br />
Sus ojos negros observaron atento como Yamashita indicaba al alto a sentarse en la silla con una sola mueca, siendo obedecido en el acto y sin algún signo de rebelión, ¿Qué tan fuerte era ese tipo como para que Yuya ni siquiera se atreviera a retarlo?<br />
En silencio y con cuidado, el jefe del Clan fue rodeando con correas de cuero los antebrazos del castaño, inmovilizándolo de inmediato pero con una parsimonia digna de un profesional.<br />
<br />
Yuri sintió su cuerpo helarse en anticipación a la sangre, sus ojos abriéndose aún más cuando las puertas del armario fueron abiertas, esperando con fanatismo insaciable alguna arma letal y sanguinaria pero nada de eso fue lo que obtuvo. El hombre había sacado algo, sí, pero más parecía un pequeño instrumento para romper nueces que algo letal. <br />
<br />
De hecho, si lo veía atento, podía asegurar que sí era un cascanueces de metal y simple.<br />
<br />
-Estira los dedos<br />
-¿Sólo vas a hacer eso?<br />
<br />
Takaki le lanzó una mirada asesina cuando no supo controlar su curiosidad morbosa pero le gustó la respuesta de su nuevo “líder”. Una carcajada limpia y letal, que hasta a él le erizaban los vellos de los brazos al darse cuenta lo mucho que disfrutaba el hacerle eso al castaño.<br />
<br />
-Es un castigo simple – admitió Yamashita, encogiéndose de hombros mientras veía a Yuri que disfrutaba su espectáculo desde la primera fila. Por una vez, pensó el mayor, Takaki no se había confundido seleccionando a un candidato para pertenecer al clan - ¿Quisieras hacerlo tú?<br />
<br />
Chinen se estremeció y miró a Yuya, definitivamente quería hacerlo pero no podía arriesgarse a ganarse su enemistad desde ya tan pronto. No era idiota, simplemente quería vivir más y vivir de la forma más divertida posible, no ser asesinado por un sociópata como lo era él. Con el fastidio de no poder hacer lo que quisiera, <i>aún</i>, negó despacio para declinar la oferta mas no obtuvo decepción de parte del mayor, su sonrisa ladina le decía que ya le estaba dando su aprobación y eso que tan sólo había pasado una hora desde que había pisado ese lugar.<br />
<br />
Tal vez, después de todo, él había nacido para ser sicario.<br />
<br />
Yuya carraspeó de manera brusca para borrarle la sonrisa y Yuri tan sólo se rió para sus adentros, no porque quisiera que le pasara algo malo sino porque imaginaba claramente cómo debía estarse sintiendo con todo el show que presenciaba. El orgullo del cuál tanto alarde hacía, estaba terminando de ser destrozado.<br />
Yamashita miró al par con curiosidad vivida pero no se tomó la molestia de evaluarlo más allá de la cuenta, él simplemente tomó el cascanueces que tenía en la mano y se acercó al joven que yacía sentado, con labios casi hechos una línea de lo tensos que estaban y sus ojos, ardiendo de rabia.<br />
<br />
-¿Zurdo o diestro?<br />
-Sabes que diestro<br />
-Correcto – el líder sólo sonrió, mirando al pelinegro que se había acercado unos pasos – Piensas que es simple, pero para romper los huesos es mejor pensar y no sólo actuar. Cuando rompes los dedos de una persona puedes hacerlo con la mano porque es más fácil pero en realidad, no le “rompes” el hueso, simplemente lo llegas a dislocar de una manera más sádica…– Tomohisa tomó el meñique de la mano izquierda de Takaki, este tan solo reaccionó desviando la mirada y apretando más los labios – En cambio si utilizas una herramienta, no estás separando los huesos de sus intersecciones… Estás rompiendo el hueso, justo por la mitad<br />
<br />
La explicación fue técnica y el menor pudo entender el porqué de su accionar mas no llegó a razonar del todo, no cuando un sonido de algo rompiéndose le heló la sangre y su estómago reaccionó de tal forma que tuvo que ponerse las manos sobre la boca y evitar vomitar. Casi, se estaba atragantando cuando el jefe tomaba el siguiente dedo de la mano y repetía la acción. El sonido sonando más fuerte entre esas paredes pero jamás, escuchando un grito de Takaki, salvo por pequeños quejidos que podían pasar desapercibidos.<br />
<br />
Chinen lo miró, completamente admirado de su inhumanidad y deseó con todas sus fuerzas ser como él. No sentir nada, no importarle nada… Disfrutar de lo que hacía, demostrando a todos que él era lo mejor de lo mejor. <br />
<br />
Se relamió los labios una vez recobró la compostura, siguiendo el trayecto de la sangre que corría por la comisura de los labios del castaño, suponía que se había causado alguna herida interior al tratar de contener los gritos mordiéndose a sí mismo y ahora, la herida le pasaba factura con una pequeña hemorragia que se desbordaba hacia el exterior. El pelinegro no entendía, pero la sola imagen del otro siendo torturado, era extremadamente deliciosa, era… excitante y si a eso le sumaba la sangre… <br />
<br />
Podría dejar que Takaki, follara ahí mismo.<br />
<br />
Su sonrisa se hizo más sádica según los dedos se siguieron rompiendo hasta que toda la mano izquierda, quedó de una forma peculiar. El silencio fue cayendo lentamente y a medida que la respiración de Yuya se iba agitando, el mayor entre los tres guardó el cascanueces y se marchó con paso tranquilo, no diciendo nada con respecto al menor pero tampoco poniendo alguna objeción. Con sus pasos cortos, se fue acercando al joven que mantenía los ojos cerrados ahora, como concentrado en no gritar de dolor. Estaba embelesado admirando su mano destrozada, tentándose a tocar pero apenas pasando los dedos por el antebrazo y llegando a la muñeca antes de volver al codo, no del todo seguro de si quería o no quería tocar la piel rasgada y los huesos dañados… No sabía si se iba a abstener de hacer presión para ver algún gesto de dolor del otro.<br />
La cabeza del castaño se movió y él se quedó viendo sus ojos negros, tan oscuros que sentía que su maldad y rabia lo podían absorber y Yuri supo con certeza, que él quería tener esa mirada… No había duda, jamás la hubo, él pertenecía ahí.<br />
<br />
-Enano, por una puta vez, libérame!<br />
-No quiero – sonrió ante la mirada cargada de odio del mayor – Siempre vienes con ganas de sexo a mí, ahora que somos compañeros…<br />
<br />
Yuya no lo dejó seguir, en su arrebato de cólera le escupió al menor al rostro y quiso patearlo, mas Yuri retrocedió sin algún problema y con suavidad, se limpió la mejilla afectada.<br />
<br />
-No me tientes Yuya… Que puede que no sepa manejar un arma, ni pueda pelear… Pero hay más formas de matar a alguien cuando tienes la suficiente inteligencia, como para pensar en un plan. ¿Pretendes acaso no dormir por el resto de tu vida? ¿O no comer? Porque créeme, si quiero puedo matar tantas personas como tú lo has hecho, en menos tiempo<br />
<br />
----<br />
<br />
Su cabello castaño y ondeado caía graciosamente sobre sus hombros, ella no era del todo japonesa pues en su sangre corrían genes británicos pero sólo se hacían presentes en su cabellera y en sus ojos más grandes de lo normal y con un dulce color chocolate en estos. Su personalidad era calma, relajada casi y disfrutaba mucho de su profesión, no por nada la había elegido desde que era pequeña y siempre había tenido la seguridad de ser psicóloga el resto de su vida.<br />
<br />
No sabía en qué momento fue que sus planes se combinaron con otros y ahora sentía como la felicidad tenía más perfiles, muchos más colores que los de un arcoiris y ella resbalaba feliz por ese tobogán, alborotando sus sentimientos y su sensatez.<br />
<br />
Melissa no tenía nada personal en contra de Yuto, pero ciertamente tenía rabia contenida contra los Nakajima, ¿cómo perdonar a las personas que le habían arrebatado la vida? Cuando era pequeña jugaba en aquella mansión con alegría pura e inocente, Yuto era agradable, era su amigo y le gustaba demasiado. Desde pequeño el joven había sido apuesto, por lo que cuando los propusieron como prometidos para que en un futuro se casaran, no tuvo alguna queja… Por ella, se casaban ahí mismo y cuanto antes porque aquel chico pelinegro tenía toda su atención y quería que siguiera siendo así.<br />
<br />
Pero pasaron los años, unos 6 tal vez y fue cuando la adolescencia los atrapó, Melissa sabía que Yuto no la quería y el niño que alguna vez conoció, fue convirtiéndose poco a poco en un ser detestable como lo era su padre, ¿cómo? Jamás lo supo, solamente veía de lejos como el muchacho se iba transformando… Cada vez más distante, más ausente, como si su mente fuera volando hacia otros lados y no se quedara con ella. Era obligatorio para ellos pasar un día a la semana juntos, era como el trato que sus padres habían hecho con los Nakajima para que pudieran irse acostumbrando el uno al otro para cuando se casaran, era tonto y lo sabía pero el solo pensar que lo vería un sábado o un domingo, su semana se volvía buena y daba todo de sí para que no tuviera algún percance y todo marchara perfecto.<br />
<br />
Solo que lo último que era, era perfecto.<br />
<br />
Yuto siempre aparecía, de eso no había duda pero llegaba oliendo a alguien más… A veces olía a alcohol y a tabaco de manera grotesca pero camuflado estaba el perfume ajeno de o una mujer o un hombre, siempre impregnado a su piel más que a su ropa y ella, no entendía… No entendía porque si la tenía a ella, ¿por qué prefería a alguien más? Yuto fue cambiando más con el tiempo, llegando al punto que sólo era un desconocido del cuál se sabía el nombre y sus caricaturas favoritas de los 5 años y más nada. No sabía qué hacía en la semana, no sabía dónde estudiaba. Sus guardaespaldas nunca la dejaban entrar ya a su habitación y cuando lo llamaba, siempre le decían que estaba ocupado, ¿ocupado con qué?<br />
<br />
La respuesta llegó no poco después cuando ella terminaba el instituto, su diferencia de edades con el menor eran tan sólo de 3 años por lo que no había gran problema al momento de organizar la boda pero todo se vio en picada cuando el señor Nakajima murió.<br />
<br />
El saber que había sido asesinado, le cambió la vida.<br />
<br />
No es que no supiera que su futuro suegro estaba inmiscuido en mil cosas de mal vivir, pero tampoco había sabido que estaba educando a su hijo para ser un asesino a sueldo o que lo sometía a entrenamientos para poder aprender a manejar un arma de fuego o cómo actuar para no dejar huellas dactilares en la escena del crimen. Ella sabía que había sido ese hombre quien había arruinado a su prometido y era algo que no lo podía perdonar.<br />
Sus deseos de poder estudiar psicología radicaban en su noble corazón de querer ayudar a los niños, siempre le habían gustado y era su punto débil imaginarse de madre, pero si quería poder llegar más lejos y poder ser de la “familia” para así lograr sus objetivos, debía de hacer algo para que la reconocieran y recordaran su nombre, no sólo como aquella niña prometida al heredero. Melissa decidió estudiar y trabajar para la familia a la que pronto pertenecería, al terminar su carrera de manera básica y adelantando todos los cursos posibles para acortarla, abrió su propio despacho con ayuda de su fideicomiso, teniendo dos líneas de trabajo: la normal, con pacientes aburridos y estúpidos y la de extra oficial, donde servía de equilibrio mental a asesinos para que pudieran hacer bien su trabajo.<br />
<br />
Su idea principal era poder tener el despacho y así hacer que Yuto fuera a ella, que se abriera y le contara todos sus problemas, que pudiera así entenderlo un poco más y no sólo tuviera la sombra de su pasado que a estas alturas, ya nada quedaba.<br />
<br />
Lo único que la joven quería, era poder estar cerca de su prometido.<br />
<br />
Los ideales que cargaba en su alma fueron diluyéndose según los meses pasaban, porque nunca jamás se aparecía Yuto y porque sus otros subordinados, sí lo hacían. Inoo entró a trabajar poco después que ella también lo hiciera y fue de los pocos pacientes de la mansión que le cayó bien. El joven no le ocultaba nada y era agradable, tener un asesino con valores entre todo aquel saco pútrido de almas, mas no le ayudaba a su corazón cada que le escuchaba decir algo con respecto a las salidas de Yuto, que no entendía como el joven se podía dar el lujo de involucrarse en la cama de tantas personas cuando su trabajo trataba de mantenerse anónimo con todo quien te rodeaba, que así era lo mejor.<br />
<br />
Nadie sabía, salvo los más antiguos de la mansión, que ella era su prometida… Una prometida que sólo tenía el título y nada más.<br />
<br />
Era estúpido cómo le dolía que en aquella casa le dejaran hacer lo que quisiera, que los que trabajaban en el Clan Nakajima no le daban algún límite al menor porque simple y llanamente, era el que tenía en su sangre la herencia del líder anterior y debían darle toda la libertad que quisiera, porque nadie podía ni debía controlarlo. Él era uno más de esos estúpidos sicarios que se supone sabían lo que hacían.<br />
<br />
Y lo odió, odió a todos pero más odió a su padre que fue quien había convertido al dulce niño de su infancia en un ogro y un asco de humano. Lo detestaba.<br />
Mas nada de eso fue lo que influyó en su última decisión, la gota que rebalsó el vaso de paciencia tenía nombre y apellido, pero ninguno que comenzara con N.<br />
<br />
Yamada Ryosuke, había sido una muy desagradable sorpresa para su persona.<br />
<br />
No culpaba a su “ex” prometido –porque después de lo presenciado, oficialmente cortaría relación con él–, por estar prendido de él, ella también lo hubiera estado de no haber presenciado el acto morboso de su beso descarado, con las manos recorriéndose el uno al otro por el placer de hacerlo. De sólo recordarlo, le daban ganas de vomitar. <br />
Su intención de colocar cámaras de seguridad en el ascensor era para poder vigilar a sus pacientes. Para saber de qué ánimos iban a la consulta y así, y sólo así, es que sabía cuándo Inoo llegaba de pocas pulgas o cuando Maruyama tenía ganas de acosarla. Podía así protegerse por si alguno de esos locos llegaba armado o podía escuchar conversaciones que luego le ayudarían en sus sesiones, era un recurso más en su trabajo. Nunca pensó, que con estas cámaras iba a ver de primera mano cómo era que su "ex" se la montaba sin importarle el lugar.<br />
<br />
Yuto no iba nunca a su consultorio, el que acompañara a aquel nuevo miembro del clan era tan inusual que no pudo evitar que la sangre le hirviera de celos. Eso significa algo, no sabía si mucho o poco pero significa algo… Y ella, ya estaba harta. Cansada de ser siempre la última de la fila en aquel maldito grupo, la supuesta futura cabeza que se quedaba aislada porque a nadie le importaba, cogió la tarjeta que llevaba guardada ya algunos varios meses.<br />
<br />
La tarjeta de un hombre que le asustó, pero que repentinamente en ese momento tenía mucho sentido llamarlo para ponerse en contacto. Recordaba sus palabras tal cual fuera ayer que se las dijo, contándole que trabaja para un servicio de inteligencia privado que investigaba al Clan Nakajima con el objetivo de estar al tanto de sus procedimientos para ver en un futuro la manera de detenerlos y disolverlos, terminando así con la profesión de sus integrantes.<br />
<br />
Melissa marcó sin dudarlo y siguió al pie de la letra lo que el hombre le decía a la otra línea. Era simple lo que debía hacer, sólo mandar un email a una dirección en específico, detallando la información que tenía de sus sesiones privadas con Inoo y demás compañeros, además de los videos que tenía grabados de cada cita con ellos y alguna anotación que pudiera ser útil para su destinatario. Ella no sabía para quien iba dirigido el mensaje pero si de algo tenia certeza en su vida, es que a pesar de todo, Yuto amaba su profesión.<br />
<br />
¿Por qué no arrebatarle y destruir lo que más le apasionaba?<br />
<br />
Yamada ya se las había pagado en aquella sesión introductoria con preguntas hirientes y acusaciones disimuladas en pequeños comentarios que habían terminado con hacerlo llorar. La satisfacción de hacerle morder polvo a un pobre demonio era cautivante, aunque patético porque se supone que los de su categoría hace mucho habían borrado los sentimientos, ¿qué de bueno tenía alguien débil? Era un fastidio y le enervaba los nervios, por eso tenía decidido que lo torturaría en cada futura reunión que tuvieran, que lo haría sufrir cada poco que estuviera en el mullido sillón de su despacho, y mientras estaba en ello, terminaría con el último Nakajima y todo su basto legado, filtrando toda la información del Clan a sus peores enemigos.<br />
<br />
<i>“No hay nada peor que una mujer despechada”.</i><br />
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----<br />
<br />
Su cuerpo estaba temblando de manera sádica, sus manos frotaban sus antebrazos tratando de darse calor a sí mismo pero no había nada que hacer, sus pies también estaban en la misma situación y su cabeza estaba partiéndose en dos por la cantidad de información que había recibido.<br />
<br />
No podía ser cierto, todo eso era mentira.<br />
<br />
Sus lágrimas corrían rápidas y fieras por sus mejillas, derramando las gotas según daba los pasos torpes por aquella mansión, buscando la habitación de la que había salido hace lo que le parecía una eternidad para buscar su ropa. Necesitaba salir de ahí, necesitaba huir.<br />
<br />
Tenía como una aguja clavada en el pecho que le decía que buscara a Inoo, que le contara lo que había pasado con aquel que decía ser su tutor legal y lo que le había contado sobre su hermano. Sentía como que debía de desquitarse todo con el mayor porque no tenía algún amigo más en quien pudiera recurrir y todo ello era demasiado para sus débiles hombros.<br />
<br />
Él no quería eso, él no quería desconfiar.<br />
<br />
Pero Daiki no tenía ya otra salida, ya no había algo que pudiera reparar la imagen de su hermano mayor y no es que hubieran sido unidos, jamás lo fueron y no se conocían pero no podía terminar de aceptar que Tatsuya fuera… tan mala persona…<br />
<br />
Las fotografías se fueron deslizando en su mente como si una mano las mostrara una a una. El mayor de los Arioka en una fiesta, en otra imagen lamiendo algo que parecía “sal”, sólo que mucho más fina… En otra jugando con el polvo blanco, inhalándolo.<br />
<br />
No sólo eran las drogas… Había fotos de orgías, fotos de cuerpos en posiciones extrañas, habían a momentos unas imágenes de hombres con una cadena ahorcando al mayor mientras… <br />
<br />
Su hermano no podía, ¡<i>No podía</i>! <i>Era</i> un <i>Arioka</i>, el heredero al gran imperio. Respetado por todos los que lo conocían, admirado por quienes estudiaron con él. El que rompía corazones, el hijo pródigo y<i> perfecto</i>.<br />
<br />
Simplemente, su hermano no podía… Él no podía haber sido<i> así.</i><br />
<br />
Apretó los ojos y volvió a llorar con más rabia, si no sabía ni siquiera quién era su hermano… ¿A quién podía decir que conocía de verdad? ¿Qué demonios era o no real en su vida? ¿Quién era real y quién no? ¿Takaki mentía, decía la verdad ¿Ayer lo atacaron dentro de esa mansión o era su imaginación? ¿Yuto era primo de Inoo? ¿Vivían juntos? ¿Por qué todos sabían todo suyo y él no sabía nada de ellos? ¿Por qué sentía que la confianza que había otorgado no era más que una mentira? <br />
<br />
Con pasos torpes entró a aquella habitación tan amplia que le hacía ahogarse con más facilidad en su miseria y buscó sus prendas tiradas en el cesto de ropa sucia. Agradeció que ningún empleado pasara a recogerla y él tuviera que esperar a que estuvieran limpias, quería irse cuanto antes de ahí, quería huir como el lastimero cobarde que era y siempre sería. Con manos temblorosas marcó el número de su chofer privado una vez se hubo cambiado y le dio las indicaciones del caso para que lo fuera a recoger, con los pies pateó el pijama que momentos antes había estado usando y justo cuando estaba preparándose para salir de ahí, un cuerpo delgado se asomó en la habitación con las manos vendadas.<br />
<br />
Daiki se preguntó, por qué Kei tenía el rostro de cansancio y por qué de pronto, aparecía tan herido delante de él.<br />
<br />
-¿Te marchas ya? – preguntó el mayor, acercándose unos pasos hacia él. No supo por qué, pero su cuerpo le impulsó a retroceder - ¿Daiki?<br />
-Aléjate… Aléjate de mi…<br />
<br />
El castaño volvió a liberar nuevas lágrimas, dejando anonado al pelinegro que no entendía que de repente había cambiado entre ellos, ¿acaso era por lo de ayer? ¿Acaso había recordado? Pero era imposible, Ohkura le había dicho que el otro estaba tan aturdido que creía que todo había sido un sueño así que no había lógica. Kei se acercó con pasos rápidos al menor, ahuyentándolo cada que avanzaba pero logró capturarlo en sus brazos, apretándolo con fuerza cuando empezó a patalear y a dar golpes a su pecho, desesperado y con miedo.<br />
<br />
-¡Suéltame, maldita sea! ¡SUÉLTAME!<br />
-¡¿Qué te pasa?! ¡Yo no te he hecho nada!<br />
<br />
Faltaba un <i>“aún”</i> a su defensa, pero el chico de rostro infantil logró liberarse en un segundo que bajó la guardia, estático y sin comprender, se quedó mirando como salía corriendo de su habitación, seguro con intención de salir de la mansión cuanto antes.<br />
<br />
Kei quería ir tras él, quería preguntarle por qué de repente actuaba como si lo odiara y le tuviera miedo pero no lo hizo. Su orgullo le podía y era mejor así, cuanto más lejos el menor estuviera de su persona, más libre él sería para poder efectuar su trabajo.<br />
<br />
Y aun sabiendo eso, aun siendo consciente de ello… ¿Por qué dolía tanto, pensar en eso bonitos ojos pardos viéndolo con tanto dolor?</div>
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-39714004503917517022014-08-06T22:47:00.000-05:002014-08-07T23:53:37.860-05:00Guns and Roses [9]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/inooham.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Hace frío u3u </span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Demons - Imagine Dragons<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: SF Resident Club♥</div><br />
<b>Notas:</b> Ya sé, me demoré la vida -otra vez- Pero XD asdadsasd aish, ya... al igual que con todos mis fics pasados, tuve mi etapa emo pe :C pero ya salí, ya me superé y ugh, creo que lo llevo repitiendo mil veces lo mismo... No sé u3u si se acuerden de este fic, pero si lo hacen X'D gracias♥ Ya saben, cualquier crítica y/o sugerencia, es bien recibida :'3<br />
<br />
<br />
Ya había perdido la noción del tiempo que llevaba trabajando en ello, tal vez un año o tal vez dos. Tal vez era menos y él tan sólo estaba exagerando. Pero fuera como fuera, Hikaru disfrutaba de su doble, hasta triple vida: era barman, era policía y bueno… Era él.<br />
<br />
Su turno de noche en el bar empezaba recién en unas cuatro horas y sus ojos ya miraban las manecillas del reloj que estaban en su muñeca izquierda, coordinando mentalmente cada uno de los pasos que daría ese día. Tomó un suspiro y se colocó los zapatos en la entrada de su departamento antes de salir, miró de lado a lado y volvió a enfocarse en el aparato. Cambió el formato de presentación con la presión de un solo botón para que la pantalla dejara de ser analógica y se volviera computarizada de inmediato, otro botón y la cuenta regresiva empezó a contar hacia atrás; le quedaban 240 -239, 238- minutos libres y necesitaba ir al Cuartel General a marcar su tarjeta para confirmar que seguía estando dentro de la operación y a hacer algunos informes de algunos trámites ilegales de baja monta, de los cuáles había sido testigo y de los cuáles estaba pasando el cable para que sus otros compañeros de trabajo se hicieran cargo.<br />
<br />
Él no tenía tiempo para eso, por eso no los investigaba.<br />
<br />
Después de quince minutos de viajar en tren, bajó en una estación poca concurrida. Su forma de vestir era muy informal y desinteresada, un joven más del montón, por lo que no llamaba ni un poco la atención, algo que solía jugarle a favor en esos días en los que tenía que presentarse en su centro laboral real. Miró su reloj – otra vez – y habían pasado exactamente 25 minutos desde que había salido de su casa así que todavía tenía tiempo de hacer lo que debía. Miró de reojo hacia las personas del andén y en vez de salir por la puerta que daba a la calle –como cualquier otro transeúnte y usuario– se fue hacia la izquierda, palpando por el rincón detrás de una máquina dispensadora de bebidas y, sin sorpresa alguna, tomó la manija de una puerta bien disimulada contra la pared. <br />
<br />
Tiró de ella y se abrió el paso hacia unas escaleras.<br />
<br />
El descenso era lo suficientemente tenebroso como para que cualquier persona ajena al personal quisiera involucrarse, nadie fuera del equipo seleccionado a aquella área era capaz de dar más de cinco pasos antes de volverse por donde habían venido y en caso de que tuvieran el valor para hacerlo, al final del camino había otra puerta a la que sólo se podía ingresar con el carnet de identificación de agente policial y el código de seguridad.<br />
Hikaru miró hacia arriba, a la puerta por la que acababa de entrar cuando ésta se cerró con un suave “click” a sus espaldas, ¿hace cuánto no venía a estas instalaciones? Tal vez eran ya algo de dos semanas pero el caso Arioka estaba turbiándose más de lo que hubiera esperado, teniendo sus peores momentos en esos últimos días en los que ni siquiera Okamoto iba al bar. Sin él, no tenía una pista que seguir.<br />
<br />
Algo estaba ocurriendo, estaba seguro de ello, pero no entendía bien el qué. A sus oídos tampoco había llegado información alguna sobre los movimientos del clan Nakajima y eso era todavía, más exasperante. Conocía bien la reputación de Inoo Kei dentro de los sicarios más conocidos por su sangre fría y el que estuviera demorando en completar la misión, abría tantas incógnitas que no era posible sacar una hipótesis al respecto. Pero más que causarle dudas, le causaba un temor propio de su profesión: No ser capaz de detenerlos. <br />
No tuvo ni siquiera una posibilidad cuando ocurrió el asesinato del hermano mayor, por lo que si ahora no tenía suceso protegiendo al menor de los Arioka, empezaría a creer que se había equivocado al querer ser policía y eso era un lujo que no se quería permitir. Le gustaba lo que hacía… a pesar de todo.<br />
Un suspiro salió de sus labios, mientras tecleaba el código de acceso a las oficinas. Era verdad que en esos días no había sabido nada del clan Nakajima, pero de quienes sí había escuchado era sobre los Yamashita y la reciente rebelión de uno de sus asesinos estrella, Yamada. Ello no era lo que más lo tenía en sobre aviso, sino que ya habían encontrado un nuevo mercenario para sustituir su baja, un reemplazo sugerido ni más ni menos que por el mismo Takaki Yuya. Ello definitivamente no tenía buena pinta. Aquel castaño llevaba por algo el extraño apodo de “Bloody", su disfrute al desangrar víctimas era enfermizo –recordaba bien todas aquellas fotos de las escenas de crimines perpetrados por él– así que no podía hacerse una imagen de aquel que había encontrado para llenar filas en el clan, estaba casi seguro que debía de ser otro homicida sociópata, hablando por lo mínimo de sus características.<br />
<br />
Suspiró con pesar de tan solo pensar a lo que ahora la oficina tenía que enfrentarse, el gobierno les metía presión para atraparlos pero el retraso no era su culpa. Apenas llevaba ahí 3 años, hace dos que trabajaba de encubierto y ninguno con alguna facilidad de pruebas para detener a los implicados. Todo siempre era circunstancial.<br />
<br />
-Es bueno verte la cara de vez en cuando, Hikaru <br />
-Sé que me extrañas, Tama-chan<br />
<br />
Su compañero de equipo asomó la cabeza por una de las puertas de las pocas oficinas que había en el recinto, los demás eran tan sólo cubículos donde los empleados hacían sus papeleos y sus seguimientos correspondientes. Verlo ahí, en un lugar tan apartado con un grado de relevancia muy por encima del resto, le recordó lo vital de su trabajo y la importancia del mismo para sus jefes. <br />
<br />
La mitad del cuerpo de Tamamori Yuta desapareció detrás del marco de la puerta recién abierta, invitándolo a pasar y seguro, invitándolo a informarse de todo aquello de lo que era ignorante debido a su trabajo de campo. No tardó mucho en seguir sus pasos silenciosos, quería poder ampliar más su perspectiva antes de presentar los informes adquiridos recientemente a su superior inmediato. <br />
<br />
La computadora que yacía sobre el escritorio del joven detective constaba de tres pantallas, cada una con algo distinto para mostrar: fotos, documentos y un mapa gps. Un teclado bastante completo se abría paso como un abanico que ocupaba casi toda la parte libre, además de una impresora de última generación, la cual estaba terminando de imprimir quién-sabía-qué. Hikaru jaló hacia sí la única silla que había además de la que usaba el mismo Yuta, sentándose con el respaldar hacia delante para tener un lugar donde pudiera apoyar los brazos y la cabeza. Ni siquiera empezaba a informarle de las cosas que habían ocurrido pero de por sí, ya tenía jaqueca al pensar todo lo que había de más y él no estaba ni remotamente enterado.<br />
<br />
-Por cierto, cayó otro más de la lista de comandantes corruptos – Tamamori revisó en lo más abajo de una pila de papeles y le brindó un folder de manila al otro detective quién fruncía el ceño con frustración – Akanishi, al parecer está metido hasta el cuello con el tráfico de armas. No le digas al jefe pero estoy seguro que está a nada de vender a Kamenashi con tal de que le reduzcan la pena por traición<br />
-No sé ni por qué me sorprende, ellos siempre estuvieron más del otro lado que del nuestro<br />
-¿Lo dices por su pasado?<br />
-Por eso y más – Hikaru carraspeó, ojeando el informe por un segundo y luego dejándolo de lado para mirar a su compañero - ¿Tienes algo sobre la autopsia de Arioka Tatsuya? – miró su compañero enarcar las cejas, sorprendido por su desinterés en el tema – No pienso seguir evaluando a los gusanos que no nos dejan hacer bien nuestro trabajo, pretendo sólo enfocarme en lo que nos va a ayudar a poder cerrar el caso de una vez<br />
-¿Y en qué nos ayuda investigar al mayor de los Arioka? Ya está muerto<br />
-Muerto o no, su cuerpo nos va a decir lo que queremos saber, ¿has revisado acaso la autopsia?<br />
-Te estaba esperando para analizarla juntos – el mayor palpó en los bolsillos de atrás de su pantalón hasta que sacó una pequeña llave, se inclinó en el escritorio y abrió el último cajón que tenía una gran cantidad de archivos. Todos en carpetas negras y sin alguna clasificación aparente – Éste es – dijo después de revisar tan sólo por encima los documentos – Pero antes de dártelo… - hizo el ademán de acercarle la documentación a su compañero, pero arrebatándoselo antes de que pudiera tocarlo – Estoy seguro que ya sabes lo que vamos a encontrar, hazme un resumen<br />
-La última vez que fue Okamoto al bar, me contó sobre la curiosa muerte de Tatsuya. Si es que los análisis muestran un alto consumo de cocaína y éxtasis, la hipótesis que se lanzó sobre que fue asesinado por ser heredero de los Arioka, carece de sentido<br />
-Hmm, digamos que tiene sentido lo que dices, ¿pero cómo lo corroboras? Estás pasando por alto que todos esos malditos malnacidos de los ricos se meten en la sangre toda una fiesta para estar en los cielos y vivir su vida como más les gusta<br />
-MoriTake fue asesinado hace nada… Un ajuste de cuentas no tiene sentido si sólo hablas de un drogadicto que debe dinero, ¿pero qué si le debes dinero a la competencia más grande de tu propio padre? Y además, ¿qué si el padre necesita erradicar la deuda además de borrar del mapa a la competencia? Al final es Arioka el que está moviendo los hilos para que el clan Yamashita sea el que mate a los de la familia MoriTake, y en revancha, es MoriTake quien está moviendo los hilos para matar al último heredero de los Arioka<br />
<br />
Tamamori silbó con los abiertos en impresión, tendiéndole el archivo a su compañero, acercándose por detrás para poder ver con él los resultados que de todas maneras, ya sabían que encontrarían.<br />
<br />
-Por cierto, ¿te sigues acostando con tu informante?<br />
<br />
Hikaru sólo se rió, pasando la hoja del primer informe de la autopsia.<br />
<br />
----<br />
<br />
Sus pasos resonaban con fuerza sobre aquel piso de mármol negro que recubría el lobby del hotel, sus zapatos, del mismo color, pasaban desapercibidos y le ganaban una imagen en la cual su cuerpo parecía flotar sobre la superficie lisa y fina. Su traje de seda negro le caía a la perfección con la corbata plateada y el pendiente de platino en la oreja izquierda, brillaba gracias a la luz de los candelabros que pendían del techo en una visión de ensueño. El lugar era el cielo que se adquiere con el dinero, mas él era el ángel de la muerte quien se paseaba por ahí en traje y bien parecido.<br />
<br />
Todos en aquel lugar ya sabían de quién se trataba, ¿quién más sino que aquel famoso asesino que nadie se atrevía a acusar? Sus vidas siempre dependiendo de un hilo y nadie con el valor suficiente como para querer enfrentarlo. Los ojos de todos le rehuían, ni siquiera se atrevían a mirarlo a los pies, cada que pasaba se inclinaban como si recibieran al mismo emperador. Alguien sagrado, al cual no podían ni debían perturbar. Nishikido caminaba por el pasillo con las manos en los bolsillos, dejando que el hermosos Rolex asomara en la muñeca, brillando gracias a los diamantas y zafiros que tenía incrustados en el borde y en el mismo lienzo de los números. Una exquisitez que no le importaba darse el lujo de pagar, ¿para qué más sino trabajaba? ¿Para qué más sino había vendido su maldita alma al mismo satán? Con pasos confiados y seguros que resonaban con frialdad cruel, se dirigió al bar del lugar, absorto en sus pensamientos y problemas.<br />
<br />
Sonrió sin emoción alguna, resistiendo al impulso de empuñar su pistola y matar a todos los que se cruzaran por su camino. Ellos no tenían la culpa que por mucho que lo negara, seguía siendo humano. Porque sí, porque Nishikido Ryo también tenía sus propios fantasmas del pasado solo que odiaba admitirlo ya que ni siquiera, se atrevía a enfrentarlos.<br />
<br />
Las puertas del restaurant de cinco tenedores se abrieron de par en par ante él, tratándolo como el noble que no era. La sangre de la realeza que fingía tener no era más que sólo la mezcla de sangre de personas de rangos de alto poder: cada vida tomada le daba un rango más en aquella escala llamada sociedad. Una azafata metida en su uniforme bien entallado lo dirigió hacia el fondo de la amplia sala, aquel punto dónde se encontraba su tan afamada taberna con estilo renacentista: Grandes acabados y candelabros más hermosos que los que se podía admirar en el lobby, detalles que simplemente te dejaban con la boca abierta apenas tus ojos admiraban semejante belleza. Una belleza que a él, no le provocaba absolutamente nada, el estilo de vida que llevaba era de los grandes multimillonarios, pagando por lujos que jamás llegaban a satisfacerle, viviendo experiencias que nunca le llegaban a llenar, ya sea de dicha o de malestar. Era irreal el cómo sobrevivía al día a día, en sus emociones no llegaba a experimentar la culpa y jamás vivió de nuevo una incomodidad. Matar era tan monótono que simplemente lo hacía, tan sólo había un cambio en su accionar cuando veía a su víctima rogar. La furia hervía en sus venas, cuando las súplicas salían de los labios ajenos o, por lo contrario, cuando la arrogancia se vislumbraba por el iris de estos, el sadismo contenido de su tan pútrida alma salía a flote hasta que destrozaba cada poco de aquel nefasto ser humano que hubo caído en sus redes, eliminando cada rastro de existencia de él.<br />
<br />
Odiaba a los débiles, tanto como odiaba a aquellos que se creían superiores.<br />
<br />
El zapato de tacón aguja de la joven que lo guiaba a través de las mesas, tintineaba en su cerebro como marcando los segundos a su propio ritmo, llevándolo a momentos a un pasado que bloqueaba con imágenes de la muerte misma, porque sólo así se veía capaz de olvidar lo que alguna vez fue. Un humano con sentimientos, un joven que alguna vez, supo amar.<br />
La visión de un rostro se volvió omnipresente cuando hubo llegado a su lugar reservado en un rincón del bar, incapaz de dejarlo de lado, su cuerpo tan sólo se dejó caer en la silla más cercana y pidió a la mesera una botella de whisky más caro de la lista de licores, esperando impaciente a que su sed y su nostalgia pronto se vieran aplacadas con la nebulosidad que la bebida le daría.<br />
<br />
Odiaba a los débiles, odiaba a los arrogantes. <br />
<br />
Los odiaba porque le hacían recordar a aquel maldito malparido que al ser tan débil se llenó de vanidad y se convirtió en un condenado lameculos.<br />
<br />
----(FLASHBACK)----<br />
<br />
-Ryo, acá no<br />
<br />
La voz de su compañero de clase le enervó, controlándose por no perder los papeles ante su negativa de ser tocado en los baños de la escuela. Eran los únicos ahí en ese momento, todos los demás estaban en sus respectivas clases, atendiendo a sus profesores. Por eso no entendía, jamás lograba comprender por qué Shige le rehuía, por qué nunca quería demostrar sus verdaderos sentimientos en público o en lugares públicos donde sólo era él el único testigo de la verdad.<br />
<br />
-No hay nadie acá, nadie va a enterarse…<br />
-Puede entrar un profesor – sus manos lo empujaron suavemente, haciéndolo a un lado para salir del cubículo al que se habían metido – Sabes que no me gusta que hagamos estas cosas en la escuela<br />
-Shige – frunció el ceño, caminando tras suyo hasta que lo abrazó por la cintura - ¿Te avergüenzas de mí?<br />
-¡No! No es eso – se aclaró la garganta y giró ante el pelinegro, mirando sus ojos tristes que le movían hasta lo más recóndito del alma – Ryo, somos hombres… está mal<br />
-¡¿Por qué está mal?! – la poca paciencia que tenía se evaporó, alejándose de su susodicho novio para golpear el borde del lavamanos – No hay nada de malo en amarse Shige, la mitad del instituto es gay… ¡¿Por qué te importa tanto el qué dirán?!<br />
-¡Porque la vida no acaba en el instituto! Deseo llegar hasta lo más alto después de terminar la universidad… Lo he visto en las estadísticas, Ryo, el ser homosexual es repudiado por los altos mandos<br />
<br />
----(FIN FLASHBACK)----<br />
<br />
Aquellas veces no habían sido las únicas en su vida donde el otro había actuado de manera fría y cruel, evitándolo y dejándolo de lado para que no quisiera hablarle. Ryo era testarudo, toda su vida se había encaprichado en lograr lo que quería y no se dejaba vencer por la negativa del otro. Siempre volvía, siempre decía algo más pero los silencios eran lo único que lograba obtener, a veces, pero muy pocas, lograba captar una mirada de disculpa pero no más allá… Para Shigeaki, él era simplemente un error en su gran y magnífico camino.<br />
<br />
Una piedra que debía de quitar.<br />
<br />
Tomó un sorbo largo de whisky, sirviéndose algo más de bebida y combinándola con el hielo que recién le habían traído. Colocando un par de cubos en el vaso, miró nostálgico cómo el líquido se volvía pálido al combinarse con el agua congelada.<br />
<br />
Era consciente, que nada era lo completamente irrompible o alterable.<br />
<br />
Ni siquiera él, no lo era antes, tampoco ahora.<br />
<br />
El sabor amargo pasó por su garganta, cerrando los ojos y recordando más cosas que peleaba por mantener al margen en su nueva vida, pero tercamente, los recuerdos seguían circulando, haciéndole más amarga la sensación de vivir.<br />
<br />
----(FLASHBACK)----<br />
<br />
Nishikido yacía en su habitación, jugando videojuegos y entretenido en su propio mundo post-relación. No habían pasado ni siquiera tres días desde que hubiera terminado con Shigeaki y sus ánimos estaban por los suelos –hasta podría decir que por debajo– y daba lo mejor de sí mismo para mantenerse fuerte, por eso, antes de salir a algún lado con sus amigos, prefería quedarse en casa y abstraerse, esperando a que el dolor que apretaba en su pecho fuera desapareciendo lentamente. Si sus pies tocaban la calle, no estaba seguro que sus cambios emotivos bruscos tuvieran un buen resultado y lo último que buscaba, era pelear o hacer alguna estupidez.<br />
<br />
No es que hubiera creído en un “para siempre” entre ellos, pero tampoco imaginó que su relación fuera a acabar por el miedo e inseguridad que el menor tenía para aceptar que era gay.<br />
<br />
Le gustaban los penes, ¿y qué?<br />
<br />
A Ryo también le gustaban, aunque también le gustaban las mujeres… Eran distintos, de ello no había duda lo mirara por donde lo mirara, haciéndose más marcada la diferencia ya que él no vivía acomplejado y cuando empezaron a salir, siempre tuvo la esperanza de que Kato con el tiempo, dejara ir toda la mierda esa de que la sociedad lo juzgaba. Pero no fue así y poco a poco el terror en los ojos del joven se hacían más presentes, temiendo los besos que compartían escondidos en sus habitaciones, las veces que se tomaban de las manos o aquellos días en los que su pasión podía más y se entregaban.<br />
<br />
Ryo peleó contra ello pero perdió, humillado por la cobardía del otro.<br />
<br />
Cuando sus ojos se dieron cuenta que en la pantalla rezaba un “GAME OVER”, se levantó del suelo para reiniciar el aparato nuevamente, deteniendo sus intenciones cuando unos toques tímidos tocaron a su puerta.<br />
<br />
-¿Quién? – llamó en un bufido, acercándose a abrir y encontrándose con su reciente ex, ahí de pie - ¿Mi mamá te dejó entrar?<br />
-Le dije que tenía que enseñarte la tarea de física – el pelinegro bufó pero lo dejó pasar a su habitación, caminando hasta donde estaba segundos antes – Escucha, Ryo… Debemos hablar<br />
-Ya terminamos, Shige – contestó fríamente, volviendo a su juego como si jamás hubiera sido interrumpido – Ni siquiera sé que te trae acá si según tú, tener novio es un gran error y un problema para tu grandioso futuro<br />
-Deja de ser egoísta, maldición – Kato apretó las manos en puños tensos, cerrando la puerta detrás de él - ¿Por qué no entiendes que lo nuestro sólo va a traer complicaciones? ¿Acaso tú no quieres trabajar y tener un buen puesto? ¿No quieres vivir cómodamente con todo el dinero que busques?<br />
-¿Dinero? – Nishikido rió, pausando el juego y tirando el control de lado – Si yo quiero Shige, puedo ser el hombre más poderoso de Japón, con todo el dinero que quiera – su voz fue baja y amenazadora – Y eso, no me impediría de seguir amándote, esa no sería mi excusa para negarme a vivir enamorado de un hombre<br />
-¡Tenemos 17 años! ¡¿Cómo puedes asegurar que me amas?! <br />
-¡¿Cómo puedes tú decir que no lo haces cuando estás acá en mi habitación queriendo arreglar las cosas ya terminadas?!<br />
<br />
----(FIN FLASHBACK)----<br />
<br />
Esa día, esa noche lo hicieron como dos locos enamorados imposibilitados de negar lo que sentían el uno por el otro, pero al terminar la tarde del domingo, después de haber pasado toda la mañana acurrucados, sujetándose mutuamente en un abrazo bien estrecho, el menor partió con tan sólo un adiós.<br />
<br />
El lunes de esa semana, Ryo se enteró que Shige había pedido traslado a una escuela en Tokyo, a prepararse para sus exámenes de ingreso a la universidad.<br />
<br />
Jamás había entendido, jamás lo había perdonado. Porque fue él quien volvió a buscarlo para luego nuevamente dejarlo en el olvido, ¿quién hacía eso? Y juró, ese mismo día, que él sería el ser más respetado de todo el continente nipón y llegaría el día en que tuviera a su ex amante, de rodillas ante él, rogando por su perdón.<br />
<br />
----<br />
<br />
Ohkura miró por el espejo retrovisor a sus dos acompañantes que permanecían en la parte de atrás, sentados en los asientos de cuero de la camioneta; tenía el ceño ligeramente fruncido y los labios torciéndose hacia abajo demostrando claramente su molestia con respecto a lo que era testigo. Sus ojos captando retazos de acciones que no entraban en su comprensión. Pensaba en cómo era que siempre terminaba envuelto en problemas así de triviales – y estúpidos – con personas que parecían más unos adolescentes recién terminando su inservible pubertad, que unos jóvenes de la edad que ellos, se supone, tenían. <br />
<br />
No es que pensara que a los 20 años se pudiera actuar de una manera completamente madura, ni siquiera él a esa edad lo había hecho, pero tenía la perspectiva que por lo menos, aquellos que trabajaban como asesinos a sueldo tal cual como ellos lo hacían, tenían que tener una mentalidad mucho más… Centrada, más cuerda. En otras palabras, más controlada. Pero viéndolos ahí, ignorándose de esa forma como si acabaran de tener una pelea marital, le estaba poniendo los nervios de punta. No podía creer en el infantilismo de dos de los sicarios más recomendados del bajo mundo, ni qué decir del heredero directo del Clan Nakajima y potencial líder de pandilla. Era tan bizarro que no terminaba de aceptarlo.<br />
<br />
En sus más absurdas esperanzas, creía que sólo Inoo era capaz de actuar así de impulsivo e insensato al tener sentimientos encontrados con cosas que no entendía o jamás había experimentado porque no se le había permitido en la vida. Entre todos los seres humanos rastreros, los que llevaban su oficio, no podían albergar nada de humanidad, y ciertamente, ellos estaban teniendo un brote de sentimentalismo, ¿cómo iba a manejarlo? No era niñero de nadie, pero actuaba como tal.<br />
<br />
Tadayoshi también era humano y se preocupaba… lamentablemente.<br />
<br />
Exasperado, se aclaró la garganta y tamborileó los dedos sobre el timón, esperando algo más que jamás llegó mientras la luz del semáforo cambiaba a verde, dejándolo pasar en la vía. Lo que más le molestaba de la situación, sin lugar a dudas, es que había pensado que sólo con Inoo tendría que actuar de chofer pero ante la situación de estar en la mansión con Arioka y Kei, prefería mil veces acompañar a aquel par a visitar a Melissa que quedarse bajo la tensión sexual que se manejaban los otros dos.<br />
<br />
Visto desde su perspectiva, era el mal menor, algo que no cambiaba el hecho que le había delegado la responsabilidad a Uchi, y a él, no le iba a agradar manejar la actitud cambiante de Kei ni la estupidez de Arioka.<br />
<br />
Definitivamente, estaba mejor ahí con el par de la pelea marital.<br />
<br />
-¿Cuánto falta?<br />
-Poco<br />
<br />
La voz del castaño le hizo mirar de reojo nuevamente por el espejo retrovisor, observando cómo es que Ryosuke se removía incómodo en su sitio, mirando por la ventana mientras sus manos jugaban con un minúsculo hilo de la chaqueta que tenía puesta. La respuesta de Yuto había sido tan cortante que incluso a él, se le iba en subida el estrés de tolerarlo.<br />
Con algo más de prisa, presionó el acelerador para acortar el tiempo de recorrido, llevándose una mueca de parte de Nakajima que no podía ocultar sus pocas ganas de ir al consultorio de su prometida.<br />
<br />
-No es mi problema que nunca la visites – el mayor de los tres cortó el pesado silencio, acentuando aún más la tensión del par pero negándose a doblegarse. Futuro jefe o no, él seguía siendo mayor y seguía teniendo un rango más alto, por ahora – Melissa no te va a hacer nada, simplemente actúa con cortesía y ya<br />
<br />
La última frase fue tan ambigua que ninguno de los dos tripulantes supo a quién se refería, pasándolo por alto cuando una calle abarrotada de edificios se alzó ante ellos y el carro se estacionó justo en un espacio delante de uno de los más elegantes.<br />
<br />
-Acá los espero, diviértanse<br />
<br />
Yuto bajó sin siquiera mirarlo, azotando la puerta al salir y caminar con pasos firmes a la entrada de aquel maldito lugar. Ryosuke no demoró mucho en seguirlo, inseguro y sin tener una idea concisa de lo que se debía hacer ahí, ¿una psicóloga? ¿Para qué? Ohkura los vio marchar con una media sonrisa.<br />
<br />
Pagaría lo que fuera por poder estar en primera fila cuando todo el espectáculo se desatara.<br />
<br />
Las puertas de cristal cerrándose detrás de sí mismo fue lo último que observó Yamada, sus ojos no habían dejado solo al tal Ohkura ni un solo segundo y ahora estaba más confundido que antes. El mayor estaba sonriendo, divertido… ¿Es que había algo que no le estaban diciendo? Sus ojos evaluaron atento el lugar, copiando cuidadosamente los pasos de Nakajima al tener la certeza que el alto evadía a propósito las cámaras de seguridad del recinto.<br />
<br />
Debía recordarse a sí mismo volver un día por la noche y evaluar el equipo de vigilancia que tenían ahí, pues si de verdad debía asistir a la psicóloga del Clan Nakajima, dudaba que tuviera suerte y sólo debiera ir ahí una vez en toda su vida.<br />
Ryosuke tuvo un pequeño temblor que se deslizó por su cuerpo cuando una mano lo tomó por la espalda, a la altura de la cintura y lo empujó contra el ascensor abierto ante él. Momentos antes se había estado dirigiendo a las escaleras, pero la reacción de su acompañante había sido por lo mucho, exagerada.<br />
<br />
-Estás siendo muy permisivo, si nos tienden una emboscada acá dentro, debes darte muerto<br />
-¿Ah sí? ¿Y acaso a ti no te pasaría nada?<br />
-El primero en dispararte, sería yo – el mayor le sonrió con una mueca, mirando al pelinegro que ni siquiera se inmutó - ¿Hace cuánto estás comprometido con ella?<br />
<br />
Se había esforzado por mantener a raya su curiosidad y la maldita obsesión de enterarse todo de la mujer que era… La futura esposa de Nakajima. No es que le interesara más allá de lo debido, era solamente que no entendía cómo alguien teniendo ya una pareja predestinada, no le era fiel de ninguna forma. Porque no dudaba que el joven a su lado no sólo se acostaba con él, sino con muchas otras personas, hombres y mujeres, mayores o menores; un hecho que le perturbaba la mente y no lo dejaba en paz, aunque jamás fuera a admitirlo. <br />
<br />
Muy en lo profundo, también pensaba que podía ser el morbo, ¿ver a la prometida del tipo que te llevas tirando un tiempo? Sonaba agradable.<br />
<br />
Sonaba cruel.<br />
<br />
-Desde los 10 años – sonrió el alto, mirando al castaño apretar los puños - ¿Celoso, Yamada? ¿Acaso el niño necesitado de afecto se ha enamorado de mí?<br />
-Ni en un millón de años, Nakajima – chasqueó la lengua contra sus dientes, cruzando los brazos sobre el pecho y recostándose sobre el metal del elevador – Que no se te suban los humos, si sigo acá es porque es mi única salida del Clan Yamashita. Prefiero mil veces soportar tu estúpido ego a soportar a la mierda humana que es Takaki<br />
<br />
Su cuerpo bien equilibrado pronto dio una sacudida, mirando asustado hacia arriba por si es que en algún momento algún enemigo pudiera bajar a atacarlos pero nada sucedió, sus ojos volaron a posarse al menor con la interrogante bien plantada en su mirada, encontrándose con que uno de sus largos dedos tenía presionado el botón de “STOP”. Yamada carraspeó, tensando su posición con los ojos desafiantes.<br />
<br />
-No empieces a dártelas de gallito de pelea, Ryosuke – sus pasos fueron lentos, sus manos aún más. Lo acorraló contra una esquina, sus brazos apretando la cintura del más bajo y sus palmas, acariciando de manera fría la piel debajo de la camisa que traía - ¿Tu única salida? ¿A quién quieres engañar?<br />
<br />
Ryosuke parpadeó, estaba cerca… Estaba demasiado cerca. Podía sentir su respiración chocar contra sus labios, podía sentir cómo estaba a milímetros de él, odiándose por la creciente sensación de anticipación que se almacenaba en su vientre, desatando todas sus malditas hormonas y haciéndole sentir débil… Dócil.<br />
<br />
-Así me gusta<br />
<br />
Yuto estuvo por dar unos pasos para alejarse, pero fue sujeto por la solapa de la remera que traía y atraído nuevamente a aquel menudo cuerpo que le gustaba poseer. Unos labios fieros reclamaron los suyos y no se hizo de rogar por una respuesta, sujetando al pelicastaño por las piernas y elevándolo con su propia fuerza hasta que éste lo rodeó por la cintura con las pantorrillas, apretándose el uno al otro con una ansiedad contenida por tantas horas. Sus manos subieron y bajaron por sus piernas, correspondiendo al beso con mayor intensidad, ambos fundiéndose en un contacto rabioso y testarudo, peleando por la dominancia de sus lenguas en la cavidad del otro.<br />
<br />
Fueron segundos largos y exquisitos, Yamada enredando los dedos en ese cabello bien cuidado que estaba completamente alborotado ya, perdiendo su elegancia con los pequeños tirones que daba al contener suspiros.<br />
<br />
La ropa molestaba, estaba estorbando a sus instintos pero el ruido del ascensor, como una alarma, los hizo volver a sus cabales, separándose inmediatamente el uno del otro como si nada de ello hubiera ocurrido. Yamada se sacudió el pantalón arrugado, tratando de desaparecer las dobladuras por haber tenido las piernas flexionadas de forma tan extraña y se acomodó la camisa, poniéndola en su lugar y no por encima de la cintura como había quedado. Yuto lo miró de reojo mientras presionaba el botón para desbloquear el cubo de metal, apoyándose en la pared contraria para esta vez sí ver con descaro al mayor.<br />
<br />
-¿Qué fue eso?<br />
-¿Qué fue qué? – reiteró el otro, ignorando sus palabras – Péinate, tu cabello es un desastre<br />
-¿Y eso es gracias a quién? – se pasó los dedos por el flequillo, tratando de darle más forma. Por cómo iban contando los pisos, faltaba poco para llegar a su destino - ¿Qué se supone que significa?<br />
-¿Tiene que significar algo? – el mayor lo miró con fastidio, peleando contra sí mismo para mantener el rostro sin alguna expresión – Tenemos sexo Yuto, no necesito una excusa para besarte cuando siempre te tengo entre las piernas… - la puerta se abrió, dándole un respiro y algo más de seguridad – Además, quería divertirte un poco antes de recordarte que pronto, serás hombre casado y quién sabe… Tal vez de familia<br />
<br />
Nakajima se quedó de pie, sin responder y con el rostro desprovisto de alguna emoción. Con pasos cortos se acercó al mayor y lo tomó del mentón, elevándolo sobre la punta de sus pies con algo de fuerza por donde lo tenía sujeto, apretando más de la cuenta y causando que la piel entorno a sus dedos se tornase rojizo. Ryosuke carraspeó pero no se movió un centímetro, mirándolo retadoramente a sus iris negros profundos.<br />
<br />
-¿Te di en el ego, Nakajima? - susurró, sonriendo con tranquilidad fingida - ¿Miedo a saber que no tienes futuro en este mundo?<br />
-¿Qué se siente Ryosuke, fingir que no te importa que yo tenga una vida aparte? ¿Qué se siente que yo sí tenga a alguien que me vaya a esperar todos los días de mi vida en una casa cálida y con unos niños correteando alrededor? ¿Qué se siente, sólo ser la puta de todo aquel que te toca?<br />
<br />
Empujó al castaño contra una puerta, dándole la espalda y presionando el botón del elevador nuevamente. Éste no se tardó en abrir, entrando como un tornado y presionando impaciente el botón para cerrar las puertas.<br />
<br />
Yamada aguantó hasta ya no ver su perfil, dejando que las lágrimas amargas cayeran por sus mejillas hasta perderse en el borde rojizo de su mentón cuando el menor desapareció.<br />
<br />
----<br />
<br />
Ni Yabu ni Morimoto se molestaban en ver por la ventanilla del tren, la velocidad con la que viajaban era tal que apenas y se distinguían manchas en el paisaje, todo pasando sin siquiera molestarse en mostrar su forma concreta.<br />
<br />
Era una danza de figuras abstractas y sin sentido, que si las mirabas de más, terminabas mareado y con la desazón en el estómago, con todo revoloteado.<br />
<br />
Ryutaro jugaba con su Nintendo DS, el único lujo que su madre le había dado permiso de llevarse de la casa antes de que el mayor lo sacara de ahí como medida de seguridad, no tenía su teléfono móvil ni una computadora portátil, el aparato que estaba en su poder, si quería seguir usándolo, debía tener todas las antenas apagadas y sólo jugar lo disponible sin alguna conexión. A esas alturas, el menor la entendía el rango de protección al que estaba sometido y se preguntaba, cada que mataba a un personaje, ¿cómo estaría su hermano? Y si su madre, todavía se encontraba bien. Con los ojos humedeciéndose, cerró la pequeña máquina y la tiró a su mochila en los asientos de adelante, estaban solos en un compartimiento por lo que el acto, no tuvo mayor repercusión más que una mirada sorprendida de Kota.<br />
<br />
-¿Pasó algo? ¿Perdiste?<br />
-¿Por qué debo ser yo el que pase por esto? ¿Por qué no puedo ser como la gente normal que sólo se preocupa por si llegará tarde al instituto o si su perro se comió la tarea? Ni siquiera me han dejado tener un maldito perro, Kota… ¿qué se supone que debo pensar? He perdido, por lo menos en la vida, he perdido…<br />
-Ryutaro… - el mayor suspiró, tenía sobre el regazo su computadora portátil, revisando uno que otro archivo pero en esos momentos, le quitó importancia y dejó la laptop de lado – No has perdido en la vida, aún tienes a tu familia<br />
-¿Con un padre asesinado, mi madre maltratada y mi hermano también desaparecido en algún lado de Japón? – sonrió con sarcasmo al alto - ¿De verdad pretendes que me trague toda esa porquería cursi?<br />
-Yo estoy acá – afirmó el otro con tranquilidad, mirando los ojos llenos de dolor del joven. Sus manos cobijaron sus mejillas con suavidad entre sus palmas y frotó con cariño sus pulgares contra su piel – Yo no te voy a dejar, juré protegerte con mi vida y eso es lo que haré. Confía en mí<br />
-¿Qué eres Kota…? ¿Eres sólo mi guardaespaldas? ¿Eres más que un espía? ¿Qué eres?<br />
<br />
La voz se le fue apagando y el silencio se acomodó entre ellos. Los ojos negros cuestionantes y los ojos negros dubitativos, ninguno sabiendo cómo seguir a la pregunta planteada, si continuar e insistir, o si retirar lo cuestionado. <br />
<br />
El mayor optó por la salida más fácil, pensando en la buena oportunidad que era para llenarle la cabeza al menor con más pensamientos más de los que involucraban sus problemas familiares y también, teniendo en cuenta que era la salida que más la convenía y más quería experimentar, aun cuando ello conllevara a tener problemas directos con sus superiores y sus jefes máximos.<br />
<br />
-¿Qué piensas que soy?<br />
-Eres… como uno de los que acabó con mi padre, ¿verdad?<br />
<br />
Kota sonrió sin que la felicidad de sus labios llegara a sus ojos, pasando desapercibido para el niño que cobijaba en sus palmas cuando selló sus labios en un pequeño beso que apenas fue un roce, robándole un rubor de rostro entero al pequeño pelinegro. Ryutaro se quedó estático, mirando al mayor con otra duda mayor dibujada en su rostro pero no se atrevió a contestar, menos cuando el pitido de un email entrante rompió con la extraña burbuja de calma que los tenía absorbidos.<br />
<br />
Yabu se acomodó y volvió a tener la computadora sobre sus piernas, revisando el nuevo mensaje que había recibido, preguntándose quién podía ser si es que no había recibido información de la base sobre si lo mantendrían o no informado de algo más o si es que le iban a mandar algo nuevo de contacto tan pronto. Sus órdenes eran claras, era mantener protegido a Ryutaro a costa de cualquier cosa y con mayor empeño ahora que sabían que el Clan Nakajima iba tras él. Ya tenía la información de Inoo Kei y la de Nakajima Yuto, los de la élite especial del grupo y no veía razón a recibir algo más detallado si con lo que tenía bastaba.<br />
<br />
Además, la Agencia era cuidadosa con la cantidad de emails que enviaban, no queriendo sobrecargar a los agentes con mensajes para que no estuvieran pendientes de ellos.<br />
<br />
-¿Quién es? – preguntó incómodo Ryutaro, viendo que Yabu se había quedado divagando - ¿Es de tu trabajo?<br />
<br />
Yabu sólo asintió, abriendo la carpeta de archivos.<br />
<br />
Sus ojos se dilataron al ver el emisor del email. Era un nombre que había leído entre los datos del clan del cual ahora escapaban pero no pensó que el contacto se hiciera tan pronto. Con el corazón latiéndole con fuerza ante la emoción de tener más poder sobre el enemigo, abrió un programa especial y copió el archivo adjunto en él, automáticamente leyéndose miles de códigos de mil formas mientras una a una, las letras del mensaje iban apareciendo en una hoja en blanco.<br />
<br />
<i>“Melissa, definitivamente era una viuda negra en la telaraña Nakajima”.</i>Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-56885739914761889872014-08-03T01:02:00.000-05:002014-08-04T01:02:23.578-05:00Little revenge [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/ino132dai.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Perdón...</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: La ciudad♥<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: SF - Resident Club</div>
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Little revenge<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Inoodai<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Fluff[?]<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Ugh, por algunas cosas... pues se me pasó la actualización del 3 de cada mes orz asdasdasd en un punto estaba como "Ñeh ._. ya no debería hacerlo nunca más", pero mi lado pollo ganó XD así que ahí... va lol sorry~ va fail, lo sé<br />
<br />
<br />
Era el segundo día del concierto, definitivamente Daiki no estaba feliz con todo el coqueteo que Inoo había estado haciendo con Takaki y Hikaru, y definitivamente, no había nada que pudiera hacer. Sabía bien de lo que iba el fanservice pero también creía en el límite de jugar y complacer a las fans y otra muy diferente, a coquetear públicamente. <br />
<br />
Para él, Kei había hecho exactamente lo segundo.<br />
<br />
El pensamiento de su novio con tal comportamiento lo estresaba, tirado como estaba en la cama, sólo podía deslizar los dedos uno y otra y otra vez en su cabello, tratando de quitarse las imágenes de la cabeza, tratando de menguar los celos pero le era imposible. Su inseguridad y molestia, no se lo permitían. En un intento de distraerse, cogió el celular y empezó a teclear la entrada para el siguiente JUMPaper que estaba a su cargo, era el último día antes de volver a Tokyo así que debía escribir algo referente al concierto y su estadía en el hotel, algo interesante que entretuviera a las fans y las hiciera sonreír.<br />
<br />
De repente, una idea brilló en su mente, haciéndole sonreír con malicia. <br />
<br />
Definitivamente, había encontrado la manera de vengarse del pelinegro de la manera más perfecta que podía y es que… Si había algo que lograba romper con la pacificad de “su amor”, era lo mismo que a él ese momento no lo dejaba dormir: Los celos. <br />
<br />
Su querido novio, iba a echar fuego.<br />
<br />
Con la sonrisa en los labios, envió el mensaje y se tiró a dormir, definitivamente, mañana lo iba a disfrutar.<br />
<br />
*6:00 a.m.*<br />
<br />
Sus ojos miraron ensoñados el reloj, vislumbrando la hora de lo que para él era madrugada y bufó, completamente molesto. Odiaba las mañanas, pero más odiaba que lo levantaran a una hora imprudente cuando bien podía quedarse durmiendo hasta tarde, mas el sonido de la puerta siguió sonando insistente, haciéndolo gruñir bajo su almohada que ahora aplastaba contra su rostro.<br />
<br />
-¡VETE! ¡QUIERO DORMIR!<br />
<br />
Gritó a todo pulmón, obviamente sin mover ni un solo músculo de su aposento, bien acurrucado bajo las sábanas mientras que el aire acondicionado creaba un ambiente fresco en ese clima cálido de verano. Solo que la persona al otro lado, no paró y más aún, sus manos siguieron golpeando con ferocidad.<br />
<br />
Daiki gritó mil blasfemias mientras se paraba, abriendo la puerta con una cara de pocos amigos mientras veía a un no muy feliz Inoo Kei en su puerta, mostrándole la pantalla de un iPhone completamente… rajado. Definitivamente, ayer cuando jugó con él aparato no estaba así.<br />
<br />
-Yo no lo hice caer… - refunfuñó, dándose la vuelta y caminando de vuelta a su cama - ¿Me despiertas para eso?<br />
-Lo rompí yo – carraspeó el mayor, acercándose a él. La puerta cerrándose detrás de ambos – Me puedes explicar, ¿por qué te tomaste la molestia de hacerle un mensaje especial a Takaki en el blog para las fans?<br />
<br />
El menor tuvo recién la realización, pensando en que los del staff de sistemas habían subido su entrada demasiado temprano y rió a penas, maldiciendo en sus adentros haber tenido que madrugar sólo para disfrutar su venganza.<br />
<br />
-Si tanto te molesta que juegue con él… - su voz se hizo algo más afilada, mirando de reojo a su novio – Deberías ser tú, el que primero se aleje de él<br />
<br />
Kei se quedó en silencio, evaluando el tierno perfil del menor. Dulce, bonito, infantil… Pero cuando sentía celos, definitivamente, era un pequeño demonio.<br />
El mayor suspiró y depositó un beso en su frente, recostándose de pronto en la cama y cubriéndolo con las mantas además de sus brazos.<br />
<br />
-Está bien, me alejo de él pero tú, no vuelves a mencionarlo más<br />
-No puedo prometerlo – sonrió travieso, acurrucándose contra su pecho en un gesto infantil – Pero te prometo, verte más a ti<br />
-¡Me tienes que ver siempre más a mí! <br />
<br />
Daiki rió, mordiéndole despacito el hombro y cerrando sus ojos con parsimonia.<br />
<br />
-Mi corazón late por ti… eso es más que sólo mirarte, Kei-chan<br />
<br />
Se sonrojó sin que el otro se diera cuenta y lo abrazó más fuerte, ¿cómo no celarlo? Si era lo más perfecto para él. Si era un ángel, en aquel mundo de locos.</div>
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-41685709332259902702014-08-02T01:34:00.003-05:002014-08-02T14:29:44.692-05:00Stubborn and Proud [OneShot]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/dai123.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Mañana es el día 0!</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Wherever you are - 5 Seconds of Summer♥<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: SF - Resident Club</div><br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Stubborn and Proud<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Yamajima<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Lemon[?]<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Oneshot<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Ok, sinceramente XD hace mucho no escribía así y hubiera terminado antes pero ugh,que me distraje con absolutamente todo y luego que HSJ sacó sus goodies para el concierto y que luego todo tenía Inoodai y yo chillando y asdasdads todo se me juntó XD pero chan! Lo terminé u3u♥ Desde hace mucho que quería hacerle un fic a mi yerno (Perro) y a Haine :3 porque los amo y porque son geniales y porque sí, porque quería~~! Y ñeh... eso uwu espero les guste... Y si no e_e mueran, escribo porque quiero darles alguito de diversión y ustedes no me pelan :c denme amor[?] Por cierto... XD por ahí anda mi ask (al ladito, donde dice ask[?]) y mi twitter es @satommy1 e3e últimamente ando con... stalkers, así que sumarle un poco más a la lista, me ayudará a apaciguar mi rabia XD eso es todo... CHAI, LAS QUIERO Y SI MUERO, HAGAN QUE INOO SE CASE CON DAIKI QUE ES MI ÚLTIMO DESEO *huye*<br />
<b>P.D.: </b>Si ven errores ortográficos, no me digan nada e_e está sin editar... Teniendo en cuenta que quería que fuera drabble y terminó siendo esto, no me pueden culpar[?] orz<br />
<br />
<br />
<br />
Había algo que Yamada y Nakajima odiaban el uno del otro, era algo que no habían podido superar en esos años, ni siquiera el día que habían hablado y dejado atrás todo aquel extraño resentimiento que sin querer, habían almacenado en sus corazones.<br />
<br />
Su rivalidad, era detestable sin lugar a dudas.<br />
<br />
No es que Yuto quisiera siempre estar por encima del mayor, tampoco era que el castaño lo hiciera por mantener su puesto como pieza central del grupo, era simplemente una característica de ambos que salía a relucir cuando se trataba de trabajo, les gustaba esforzarse por ser los mejores y eso era todo.<br />
<br />
Aunque “todo”, no pudiera arreglar los roces que tenían cada cierto tiempo.<br />
<br />
La verdad del asunto es que habían sido novios en su tierna pubertad, pero pronto los celos, la envidia y el poco tiempo que tenían para verse los llevó a terminar con los peores términos habidos y por haber, uno no sabía manejar el despegue de popularidad que pronto había ni la diferenciación y preferencia que las cámaras empezaban a mostrar, ni el otro sabía cómo reaccionar frente a la frialdad e indiferencia que se mostraba ante él, haciéndolo sentir más solo que nunca antes y preguntándose, qué demonios había hecho mal para merecer algo así. Sus palabras primero indirectas, pronto eran cuchillos afilados que se lanzaban el uno al otro para herirse, para poder causar todo el daño posible porque no sabían cómo enfrentarse. No sabían cómo tomar al toro por los cuernos y ponerlo en su lugar. <br />
Ryosuke y Yuto no se soportaban, no podían estar en el mismo lugar más de 10 minutos juntos sin que luego uno quisiera golpear al otro o que todos los que se encontraban a su alrededor, enfermaran de la tensión que el mal humor de los menores causaban.<br />
<br />
Hikaru había intervenido, sin ningún éxito; Yabu los había regañado, causando que la pelea entre ambos se hiciera más grande. Takaki habló con Ryosuke, haciéndolo llorar y tan sólo causando que sus sentimientos de resentimiento a Yuto por dejarlo, se multiplicaran y su odio se volviera más agresivo. Si es que no llegaban a los golpes, era simple y sencillamente porque ninguno podía hacerse alguna herida en el rostro, después de todo, les pagaban por tener la piel bien cuidada.<br />
<br />
Fue gracias a Chinen y el maldito –o bendito vino– que trajo de Italia que las cosas se solucionaron. Tal vez el alcohol no era la mejor respuesta para el mal de amores ni de la envidia, pero definitivamente soltaba la lengua y lograba que la sinceridad escondida saliera a flote con toda naturalidad, sin miedo ni vergüenza, algo que los dos jóvenes no habían tenido el valor de hacer desde hace ya mucho tiempo y que tan sólo aquella noche de amigos, pudieron llevar a cabo.<br />
<br />
Lo malo de todo es que de aquella noche al presente, había pasado ya algo de tiempo y su rivalidad seguía en pie, sólo que los problemas que se daban eran distintos.<br />
<br />
Había sido otro día de promoción para el nuevo dorama de Yuto, y no es que no estuviera feliz con que su recién-adquirido-regresado-perfecto-de-nuevo novio sea por primera vez protagonista de una producción tan llamativa como la que era Suikyuu Yankees, sino que no entendía porque Nakajima y no él… Sí, entendía claramente que él estaba en contrato con la grabación de Kindaichi pero no podía no sentirse más que ofendido que el trabajo ofrecido hubiera sido para el menor sólo por su físico y talla. Yuto se esforzaba actuando, pero siendo realistas, todavía estaba en un nivel muy por lo bajo de lo que se necesitaba para ser el principal en una producción tan ambiciosa como lo era esa. <br />
Y no le cabía, simplemente no le cabía en el cerebro la idea que alguien con ninguna cualidad ante las cámaras pudiera tener su estelar con tanta simpleza. Era egoísta, lo sabía, pero no podía controlarse y aunque el menor no hubiera hecho nada malo, cuando se le acercó a dejarle un beso en la mejilla, éstas se hincharon de aire y bufó con ese gesto tan infantil que tenía, desviando la mirada hacia sus pies mientras murmuraba incoherencias con el aliento agitado.<br />
<br />
-¿Ahora qué te pasa? <br />
<br />
El pelinegro había estado pasando de largo al entrar al departamento, tan sólo saludando al mayor por lo superficial pues quería cambiarse con el pijama antes de siquiera acercarse a algo más, pero su respuesta tan frívola y enfurruñada no lo dejó. Caminando de vuelta, lo tomó por la cintura con el brazo y lo hizo girar a verlo, no obteniendo más que otro pequeño bufido y otro movimiento de su rostro, siempre evitando mantener contacto visual. A veces Yuto se quedaba pensando si es que Ryosuke se había quedado estancado en su adolescencia o justo en la etapa en que hubieron terminado ya hace tantos años pues sus reacciones y sus niñerías, no habían cambiado un poco. Su rostro era más maduro, pero su comportamiento, seguía siendo de cuando tenía 10 años. Sonrió de lado, enarcando una ceja y acercándolo más a su cuerpo.<br />
<br />
-¿Qué? ¿Pretendes quedarte callado?<br />
-No tengo por qué decirte las cosas siempre que me lo ordenas, Yuto<br />
<br />
La acusación lo descolocó porque lo último que estaba haciendo, era ciertamente, darle órdenes. Frunciendo el ceño con molestia, soltó el agarre para volver a lo suyo, había tenido un día demasiado pesado como para tener que soportar el mal genio que-nunca-jamás-entendía del mayor. Con pasos firmes y algo más tensos de los que en un inicio había dado en el departamento, se dirigió a la habitación que compartía con el castaño, quitándose de inmediato las prendas y dejándolas caer a un lado de la cama, no pasó mucho tiempo hasta que unos pasos presurosos se acercaron y otro bufido resonó entre las paredes.<br />
<br />
-¡No dejes tus cosas todas tiradas! ¡Luego soy yo quien tiene que limpiar!<br />
-Nadie te dice que lo hagas, si eres un obsesionado de la limpieza es tu propio problema – Yuto lo miró, sus cejas casi juntas por la expresión de fastidio que le provocaba el mayor – Oh bueno, si tanto te incomoda también, me puedo mudar de una vez para ya no…<br />
-No te vayas<br />
<br />
Touché.<br />
<br />
Yuto no podía entender a su amargado-insensible-bipolar novio, pero sabía a la perfección que entre todo, había algo que era la debilidad del más bajo y tal vez, sólo tal vez, era malvado de su parte siempre cogerse de aquel talón de Aquiles para hacerlo sucumbir y derrotar aquella intolerante máscara de mal humor que se pagaba con él cada que algo lo molestaba. Casi siempre sabía el motivo de su actitud, o podía suponerlo, pero aquel día no creía haber hecho nada más que trabajar en la promoción del nuevo dorama y… Oh. Sus ojos se entrecerraron, sus manos dejando caer la camiseta que tenía todavía sujeta al lado del suéter azul y la chaqueta que tanto le gustaban. Miró al mayor de manera analítica y con una simpleza propia de alguien más fuerte, lo empujó contra la cama, mirando los ojos de sorpresa de Ryosuke que no terminaba de procesar nada.<br />
<br />
-¿Por qué te molesta tanto que tenga igual cantidad de trabajo que tú? – resopló tranquilo, el aire expelido de sus labios chocando contra el flequillo del mayor, haciéndolo revolotear un poco - ¿Qué? ¿Acaso te dan celos o simplemente no te crees que pueda tener oportunidades igual de buenas que tú?<br />
-¡No tengo celos! ¡¿Por qué estaría celoso?! – Yamada sintió el peso extra sobre sus caderas y con los ojos bien abiertos, se sonrojó violentamente. Sí, el día de la “reconciliación” se había acostado con Yuto, pero desde que oficialmente habían regresado, el uno ni el otro habían intentado algo más. De alguna forma, era vergonzoso ahora que no estaba ebrio y era consciente de todo – Bájate…<br />
-Odio que mientas y simplemente te quedes con tu mal humor para ti, teniendo que soportarte yo <br />
<br />
El menor ni siquiera escuchó sus palabras. Sentado sobre las caderas del castaño, se quitó el cinturón que mantenía en su lugar el pantalón, buscando primero una y luego la otra mano de su novio para sujetarlas ambas con la correa, teniendo cuidado de enlazarla a uno de los pequeños barrotes del respaldar de la cama y así imposibilitar al mayor de poder hacer nada. A Yuto le gustaba ciertamente, los estados de sorpresa del más bajo pues su tiempo de reacción era tan lento que cuando quería tomar revancha, ya le había llevado la delantera por mucho.<br />
<br />
Mucho.<br />
<br />
-Deberías, madurar un poco más <br />
-¡Yuto! – forcejeó cuando el valor volvió a su cuerpo, pataleando y moviéndose con rapidez pero el menor sólo se reía y disfrutaba de su ansiedad y grititos infantiles, haciéndolo sonrojar aún más - ¡¿Qué haces?!<br />
-Shhh, que si haces mucha bulla, los vecinos te van a escuchar<br />
<br />
Ryosuke se mordió el labio inferior, mirando con real odio al más alto, temblándole de a pocos el cuerpo cuando esas manos que tan bien conocía, iban lentamente a posicionarse sobre los botones de su camisa, liberando uno a uno del ojal hasta que pudo abrir completamente la prenda, dejando expuesta la camiseta interior que llevaba. Sonrió algo más tranquilo, no había forma que pudiera quitarle la ropa si es que lo tenía amarrado, obligatoriamente, tendría que soltarlo si quería llegar a más.<br />
<br />
-Entonces… - sin apresurarse y evitando las patadas que el mayor daba a diestra y siniestra, se bajó de su cuerpo, caminando cerca de su mesa para buscar algo que el otro no pudo ver - ¿Son celos que trabaje con tantas personas en ropa de baño o simplemente, no soportas que tenga más atención ahora?<br />
-Ni uno ni lo otro – bufó en respuesta, jalando hacia abajo las manos hasta que sintió un dolor punzante en las muñecas, sabiendo que el cuero del cinturón le había marcado un corte superficial – A-ah… Yuto, maldita sea! Suéltame…<br />
-No<br />
<br />
Giró su rostro hasta que la mejilla se apoyó por completo contra la cama, mirando al más alto acercarse otra vez a él, dejando a un costado de la cama algunos objetos que causaron que todo el aire de sus pulmones, se escapara en un pequeño grito de miedo.<br />
<br />
Había una tijera y un lubricante, definitivamente, nada bueno podía salir de eso.<br />
<br />
Nada de nada.<br />
<br />
Yuto soltó una sonora carcajada por su reacción cobarde, volviendo a sentarse sobre sus caderas y tomando con precaución el utensilio filudo para luego tomar el extremo inferior de esa molesta camiseta. Yamada chilló de pura rabia, porque su querido novio estaba osando cortar un Calvin Klein original, edición limitada.<br />
El mayor entre ambos escuchó el sonido característico de la tela rasgada, apretando los labios y conteniéndose de moverse más salvajemente por miedo a que el pelinegro de casualidad lo cortara, pero era imposible mantenerse tan quieto cuando las cuchillas llegaron a la parte más alta de la prenda, dado por concluido el recorrido.<br />
<br />
Arruinando por completo y de por vida, su hermosa ropa interior.<br />
<br />
Esperó paciente a que el otro se deshiciera de aquella molesta “arma” y hasta que no la vio lejos, no empezó a moverse y a sacudirse como si tuviera un maldito ataque de epilepsia, pero a Yuto no le interesaba, riendo sólo se movía y afianzaba a las caderas del castaño, moviéndose a su ritmo impasible hasta que las fuerzas se le agotaron y su rostro, rojo de cansancio, le dijo que ya no había energía más para desperdiciar.<br />
<br />
Nakajima pronto abrió como cortinas las prendas de la parte superior de su pecho, dejando a su merced la blanquecina piel del mayor, recorriendo con sus largos dedos por encima de aquellos pezones de color oscuro que a su tacto, se irguieron con descaro. El rubor en Yamada se multiplicó, maldiciendo su sensibilidad. Evitando verlo a los ojos, controló el aire de sus pulmones contando hasta diez, teniendo efectividad hasta que llegó al cinco cuando fue que su amante, sin qué ni por qué, había descendido hasta tomar con los labios uno de esos pequeños botones rosa, succionándolo y mordiéndolo. Presionando con su lengua, chupando y volviéndolo a soltar para soplarle encima, causándole una cantidad de sensaciones atravesarle la espina dorsal, combinarse en su próstata y erguir su miembro.<br />
<br />
Rendido, seducido, expuesto.<br />
<br />
Yuto, jugueteó con la otra tetilla con su mano libre, sus labios trazando el borde de la aureola para finalmente ir descendiendo, marcando un camino húmedo de pequeños besos que dejaban una textura ligeramente roja en su recorrido. Sus toques no pararon hasta que alcanzó el borde de su pantalón, observando divertido como el cinturón apretaba sus caderas y el bulto de su entrepierna se marcaba con mayor énfasis al pasar los segundos. Dejó de tocarlo y a cambio apoyó las manos a cada lado de la cintura, haciendo algo de fuerza para luego simplemente empujarse hacia atrás y dejar que ahora su cuerpo reposara sobre sus piernas que ya hace mucho habían dejado de moverse. Fácilmente y sin problemas, sus dedos desabrocharon el cinturón, dejando el sonido metálico de la hebilla fuera lo único que llenara el silencio de la habitación, junto con la respiración agitada de su castaño que ahora lo veía con los ojos entrecerrados y sus ojos, negros de lujuria.<br />
<br />
Sus labios entreabiertos eran una tentación tan grande que no resistió, buscando en segundos unirlos a los suyos en un beso que iba más allá de la pasión o la entrega. Era verdad que tenían muy mala relación, parecían gato y perro peleando mañana, tarde y noche pero la realidad era que de igual se necesitaban, que ya muchos años habían desperdiciado con su incapacidad de razonar o conversar. Ya no más, y aunque Yuto nunca lo terminara de entender y aunque Ryosuke le buscara los 3 pies al gato, ambos se obstinaban en no dejar que todo volviera a terminar –o que el uno dejara al otro–.<br />
<br />
La lengua de Nakajima se adentró con total confianza en aquella cavidad que lo recibió ansiosa, los gemidos de Ryosuke amortiguándose entre los labios que se sellaban y separaban en segundos, tan sólo para volver a juntarse con completa necesidad. A momentos sus mentes se perdían en el sabor de la saliva del otro, despertando cuando sus dientes chocaban por su torpeza al sumergirse en sus pensamientos errantes, divagando en más allá de lo que se podía decir con palabras porque era demasiado sucio. Ellos no tenían una adicción sexual mutua, pero definitivamente, sus cuerpos se necesitaban más de lo que alguno pudiera controlar.<br />
<br />
Las manos del menor terminaron por desvestir al joven que estaba debajo suyo, abriendo el pantalón y bajando el cierre en pocos segundos, segundos en los que Yamada gimió más agudo contra esa lengua que ahora acariciaba los bordes de sus encías, erizándose en cada centímetro de piel que tenía. Yuto no se detuvo ahí y jalando con más ansiedad, tiró de la ropa interior del castaño hasta que logró deslizar las prendas a la mitad de sus muslos, acariciando con delicadeza pero detenimiento, su firme y tersa superficie. Le gustaba cómo se sentía estar encima suyo, le gustaba sentirlo gemir por sus toques.<br />
<br />
Aquella noche en la que hablaron de más, bebiendo el vino de Italia que Chinen les regaló, Yuto no tuvo reserva alguna y aprovechando el momento de debilidad que Yamada mostró, llorando porque lo suyo había terminado tan mal, lo poseyó con fiereza, reclamando como propia su alma que nunca, había dejado libre en verdad.<br />
<br />
Y ahora, en ese momento, volvía a hacerlo.<br />
<br />
Si bien odiaba muchas cosas de su comportamiento y muchas más de sus caprichos, no había ni un solo pelo o actitud que quisiera cambiarle, porque tal cual era, testarudo y fastidioso, él lo amaba.<br />
<br />
Con fastidio y poca voluntad se separó de los labios rojos e hinchados del más bajo, mirando como movía las manos para intentar liberarse pero haciéndolo sin ninguna fuerza, no pasó por alto la pequeña herida que se había hecho pero era tarde ya como para detener todo y curarlo. Lo haría después. Alejándose un poco más, se levantó de la cama tan sólo para hacer más fácil el proceso de desvestirse, dejando que sus propias prendas cayeran con libertad a sus tobillos, acompañados de su bóxer negro; unos segundos se quedó de pie, admirando el cuerpo perlado de sudor que estaba a total disposición suyo y tomó la ropa que seguía en las piernas de Yamada, tirando de estas para luego dejarlas resbalar a un lado junto a donde él, había puesto su propia vestimenta. <br />
<br />
Tomó con delicadeza las piernas blancas como la leche que su novio tanto ejercitaba, elevándolas hasta colocarlas sobre los hombros y palpando, tomó el lubricante que yacía aún en ese lado de la cama donde minutos antes lo había colocado. Sin que el castaño viera, embarró sus dedos índice y anular con el gel, untando con ligereza el contorno de aquella pequeña entrada rosada, masajeando y haciendo pequeñas presiones que le robaban suspiros al mayor, sus ojos puestos en el miembro erecto del pelinegro, su mente acelerándose y anticipando con emoción lo que pronto ocurriría.<br />
<br />
-¡AH!<br />
<br />
Un grito feroz y su cuerpo se arqueó de placer, Yuto lo había penetrado con aquellos dedos con los que previamente lo estuvo torturando y ahora, lo embestía con ambos, tratando de chocar con la próstata, tratando de rozar el punto de locura sumergido en aquella cueva de músculo tan estrecha y sin experiencia plena. Su cuerpo sujeto e imposibilitado de hacer mayor cosa, empezó a estremecerse con violencia, su corazón latiendo con locura contra su pecho y su propia hombría, salpicando gotitas de líquido preseminal por la pequeña abertura de la punta. <br />
La mano libre del menor deslizó sus caricias hasta el miembro desatendido, pulseando en un movimiento suave de arriba hacia abajo, haciendo pequeños apretones cada que llegaba al glande, conteniendo sus propios jadeos de éxtasis al ver cómo el otro casi lloraba por el placer que lo invadía con sus roces.<br />
Al sentir que las paredes dejaban de hacer presión, Yuto tomó ambas caderas de su amante y se posicionó con precisión detrás, sin darse el trabajo de ponerse algún preservativo o de echarse él mismo algo de lubricante porque, ni mantenía relación con nadie más, ni deseaba que Ryosuke no lo sintiera como debía de verdad. Inclinó su cuerpo hasta que tomó con delicadeza los labios de su novio, besándolo sutil y delicado al tiempo que empujaba con brusquedad sus caderas, penetrándolo de una sola estocada, toda la extensión de su falo siendo recibido por la calidez de aquella profunda cueva, desapareciendo por completo en su interior.<br />
<br />
Sus movimientos eran coordinados, ni muy rápidos ni muy lentos, pero completamente profundos para que ambos pudieran sentir el desliz de su sus pieles en aquella unión carnal. Tan perfecta y exquisita. Yuto se abrazó con firmeza a la cintura pequeña de su novio, presionando sus piernas hasta que chocaban las rodillas con sus hombros mientras él apoyaba el pecho contra el suyo, sus cuerpos completamente fundidos, gimiendo al unísono, Yamada no dudando ni una fracción de segundo en abrazarse a su cuello con los pies cruzados detrás de este, acercándolo si es que se podía más. El vientre de Nakajima hacía presión contra la dureza del castaño, sus gónadas chocando con un sonido curioso y satisfactorio al golpear contra las nalgas de su sometido, ambos gritando incoherencias de a pocos, jadeando y respirando agitado al hacerse el oxígeno nulo en su interior.<br />
Yamada no podía tocarlo, pero entre todo el cóctel de emociones se daba el lujo de verlo mientras lo besaba, irguiéndose de orgullo al saber que sólo él ponía así de mal al pelinegro, que sólo él, era capaz de despertarle aquellos bajos instintos tan escondidos que tenía.<br />
<br />
El vaivén marcado por las caderas del menor pronto se hizo más violento, siendo tan rápido que Ryosuke no tenía siquiera tiempo de poder gemir con propiedad. Apenas y su voz podía liberarse y su garganta se forzaba a dejar fluir más sonidos de placer, pero no fue después de mucho que inevitablemente liberó su semilla entre sus cuerpos, contrayendo todo a su paso, incluido su pequeño ano que prácticamente estrujó el falo que lo poseía, forzándolo a liberar el semen caliente dentro de su rugosidad.<br />
<br />
Dos gritos agudos y muy altos por el nivel de lo normal se escucharon en todo el complejo de departamentos, dos respiraciones ahogadas tratando de apaciguarse fue lo que continuó en esa habitación. Los segundos pasaron y cuando Yuto puto volver a respirar con tranquilidad, no tardó en soltar la correa con la que tenía sujeta al mayor, dejando caer sus piernas con suavidad a la cama y él, retirándose de su interior para ir al baño.<br />
El mayor se quedó confundido, ni siquiera le había dado un beso antes de irse a bañar y la sensación de pesar ya se estaba acentuando en su vientre cuando lo vio venir nuevamente, con un pequeño botiquín de primeros auxilios en la mano izquierda y una toalla en la derecha.<br />
Su novio le guiñó el ojo y le lanzó el paño con el que se limpió avergonzado la parte de atrás antes, dándose cuenta que había manchado las sábanas con la esencia del más alto. Con un suspiro apenado, arregló todo lo que pudo hasta que el ardor en sus muñecas le hizo acordarse de que estaba “lesionado” y frunció los labios, haciendo un pequeño puchero porque si bien había disfrutado el haber tenido relaciones, no le gustaba cuando Yuto se volvía tan dominante.<br />
<br />
-¿Duele mucho?<br />
<br />
Pero dominante o no, luego volvía a él aquel joven cálido y amable, dispuesto a hacer todo por él y simplemente, no podía resistirse a sus encantos. Con una negación lenta, estiró sus manos y el menor lo tomó con cuidado, buscando el algodón y el alcohol para limpiarle lenta y parsimoniosamente los rasguños, mirando de reojo por si había alguna mueca o queja de su paciente. Con una sonrisa y al saber que no le dolía, le puso en cada mano una pequeña venda de pandas y lo abrazó por la cintura, besándolo en los labios para lentamente, recostarlo en la cama.<br />
<br />
-Deberías dejar de pensar tanto en el trabajo que tengo, vas a enfermarte de lo mucho que reniegas<br />
-A mí no me importa si tienes o no trabajo – susurró el mayor, rodeando con dulzura los hombros bien formados del alto – Es solo… Yuto, actúas mal! Te han dado el trabajo sólo porque tienes… buen cuerpo y una cara bonita, no porque sepas actuar<br />
-Vale, ¿y me puedes decir qué de raro hay en eso? El negocio es así <br />
<br />
Se encogió de hombros e ignoró los bufidos suaves que empezaron a salir del más bajo, apretándolo más contra sí mismo y cubriendo a ambos con las sábanas. <br />
<br />
Yamada era terco, testarudo y molesto, pero así lo amaba. <br />
Yuto era egocéntrico y orgulloso, pero era perfecto como era y el castaño lo adoraba.<br />
<br />
Eran tan para cual, y aunque recién volvieran a retomar su relación, la importancia y valor de esta, era casi sagrado. </div>Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-25367582824811627092014-07-30T21:13:00.003-05:002014-07-30T21:13:33.734-05:00Caramel Frappe [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div style="text-align: left;"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/takachii-1.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Tengo hambre u3u</span></div><img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: DJ Towa Remix - Julio 2014<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: En algún lado SF [?] XD<br />
<br />
<b>Título:</b> Caramel Frappe<br />
<b>Autor:</b> Satommy<br />
<b>Pareja:</b> Takachii<br />
<b>Género:</b> Fluff<br />
<b>Extensión: </b>Drabble<br />
<b>Notas: </b>Ahhh sí sí, he estado con ganas de escribir y he estado escribiendo XD realmente... ehm, he estado escribiendo mis serials y he tenido más tiempo para pensarlos y saber qué siguen u3u así que, espero pronto traerles buenas noticias con eso~ mientras... Quiero decir que oficialmente dejé de estar en hiatus porque ya me siento mejor con todo en mi vida u3u así que, espero poder traerles más cosas de ahora en adelante♥ Sé que mi redacción debe mejorar pero, mientras estoy en ello, espero disfruten de lo que hago con amor para ustedes~♥ </div><br />
<br />
Chinen se dejó caer contra la mesa en la sala de ensayos, estaba exhausto por la cantidad de actividades en las que había estado participando en las recientes semanas a causa de la grabación de las películas, doramas y el ensayo del tour. Su cuerpo era pequeño, sí y su resistencia era muy buena pero como cualquier humano en el planeta, si se sobre esforzaba caía rendido, imposibilitado siquiera de concentrarse en amarrarse bien los zapatos al salir de casa.<br />
<br />
Literalmente.<br />
<br />
Para evitarse el problema de saber cómo unir una orejita con la otra (y luego los conejos a la cueva), dejaba las ataduras puestas y ya sólo empujaba el pie para calzarse. Eso o elegía alguna clase de zapatos que no necesitaran ningún cordón para mantenerse fijos.<br />
<br />
Su frente empapada de sudor goteaba contra la planicie de la madera, creando formas circulares que se contrastaban con un color marrón más oscuro del que realmente era. Estaba agotado, estaba… hecho mierda físicamente.<br />
<br />
Con un suspiro parpadeó, tratando de mantenerse en pie porque el receso de 20 minutos estaba pronto a terminar y él debía ensayar su solo con Yabu y Yuto, debía estar atento… Debía… debía…<br />
La pesadez se hizo presente en segundos, sus ojos cayendo rendidos sin siquiera darse cuenta que lo hacían pero pronto, la nebulosa de Morfeo que lo estaba tentando a sumergirse en sus profundidades, se disipó de golpe y gracias a la frialdad del contacto helado y húmedo que ahora sentía en la parte de atrás del cuello, justo debajo de la nuca.<br />
<br />
Ese minúsculo lugar que a su novio le gustaba tocar.<br />
<br />
-Te traje esto, sé que odias dormir en el trabajo<br />
<br />
Takaki se sentó a su lado y dejó sobre la mesa, al lado de su mejilla, el más apetecible frapuccino de Caramelo en tamaño Venti. La sonrisa que dejó sus labios fue suficiente para Yuya que sabía lo mucho que el café dulce y la crema batida, gustaban al menor. El pelinegro se enderezó en su sitio y, aún sudado y aún agotado, tomó el vaso con ánimo, bajándose de la silla para ir a sentarse al regazo del castaño que no dudó en rodearlo con los brazos, apoyando la barbilla sobre su hombro.<br />
<br />
-Gracias, Yuya… Me salvaste<br />
-Para servirte<br />
<br />
Yuri giró un centímetro y con sus labios llenos de crema (porque eran lo que primero probaba SIEMPRE de su tan amado frapuccino), besó al mayor, dejándole un pequeño bigote blanco alrededor de los labios.<br />
<br />
-A-ahhhh que nostalgia – dijo el menor, besando otra vez para limpiarle el contorno al más alto – Después que termine con las promociones de todo… y tú con la grabación del dorama, ¿crees que podríamos…?<br />
-Shhh, ni lo menciones Yuri, estos meses han sido duros a causa de la abstinencia<br />
<br />
Chinen rió, sorbiendo de su frapuccino con una felicidad infantil. Era dulce y era café, era venti y era gratis, ¿lo mejor de todo? Su novio lo había comprado para él.<br />
<br />
-Ese día… también cómprame uno de estos que se me ha ocurrido una idea genial<br />
<br />
Takaki rió, tan sólo asintiendo y besando castamente el cuello del joven en sus brazos, no siguiendo ya la conversación pues seguro, perdería los estribos y querría hacer realidad aquellas extrañas fantasías que a veces Chinen tenía. Y no podían, no ahora. Con un suspiro pequeño le besó en la nuca y lo bajó de sus piernas, enfilando el camino tomado de la mano del menor para volver a los ensayos.<br />
<br />
Faltaba poco ya, si seguía con eso en mente y teniendo más confianza en su fuerza física, no dudaba que incluso pudieran hacer realidad otros caprichos que su pequeño novio hace mucho estaba tentado a realizar.<br />
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-57121833441983273682014-07-30T20:13:00.000-05:002014-07-30T20:13:05.489-05:00Friendzone [OneShot]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/daic.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Mis deditos están helados u3u</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: In these arms - Bon Jovi<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: San Francisco - Starbucks near California St.<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Friendzone<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Inoodai<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Angst[?]<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Oneshot <s>superó las mil palabras lol</s><br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Ñeh ñeh ñeeeh uwu Holi mortales~! ¿Cómo están después de tanto tiempo? Hahaha yo quiero contarles que estoy bien 8D Y esta actualización es en dedicación especial para mi adorada kohai llamada Ageha[?] por la única que actualizo mi blog personal[?] para que luego me publique en mi cuenta de fb sobre lo que lee -lol- Pequeña mocosa que quiero golpear por ser tan mensa y algo clumsy, I can't be by your side right now, sorry for that~ Pero el tiempo se pasa volando y faltan casi 2 semanas para que vuelva a Perú, ahí prometo sacarte la mugre por ser tan tú♥ Lo digo con cariño hahahaha pero nah, sabes que no es para golpearte[?] XD♥ adasdads Quería decirte, FELIZ CUMPLEAÑOOOOOS!!! <br />
Te lo dije temprano por whatsapp pero no esperes que lo ponga en el muro porque simplemente, odio esas cosas ;D soy cool, you know -lol- Espero que el fic no te haga odiarme más ni me quieras golpear por hacerte llorar. Llorar es bueno, libera el alma! #justsaying espero te guste y sino, lástima e3e mi cabeza ama el angst y no sé cómo escribir oneshots sin él orz Y si no te gusta que sea Inoodai... Pues D: ya, no me digas nada mejor *llora* Te quiero, tonta♥ </div><br />
<br />
Su cabello negro cayó sobre sus ojos oscuros ligeramente nublados por las lágrimas que amenazaban con caer por la comisura de estos, pestañeando varias veces hasta que logró secar la molesta humedad y pudo contener cualquier posibilidad de llanto. No podía ni debía llorar, porque él desde el mero inicio ya sabía a lo que se atenía.<br />
<br />
Aunque, dijera lo que dijera, no era nada fácil de afrontar.<br />
<br />
Ser consciente de la realidad que te rodea no significa que puedas comprenderla con totalidad e Inoo, lo sabía mejor que nadie. Dos años amando en secreto al ser más puro del planeta, tan sólo para verlo caer rendido en brazos ajenos una y otra vez.<br />
<br />
¿Con cuántas personas ya, se había acostado Daiki? ¿Por cuántos labios ya, habían pasado aquellos belfos rosas tan dulces y delicados que él moría por poseer?<br />
<br />
Nunca había hecho partícipe al menor de sus sentimientos por el temor a perderlo, pero no era fácil vivir de cerca, siendo el maldito pañuelo de lágrimas de la persona de la cual vivías enamorada. Era someterte a ti mismo a una piscina de ácido una y otra vez, corroyendo cada partícula de carne en tu mísero organismo de por sí podrido por la enfermedad de los celos y la envidia. De la tristeza y el desamor.<br />
<br />
Porque él amaba a Daiki más que a nada en esta vida, lo amaba y era devoto a su hermoso ángel más el menor vivía ajeno a ello y tan sólo hacía y deshacía a su alrededor, volando como esa mariposa libre y entregada a probar los pistilos de toda flor que se le viniera en gana.<br />
<br />
Pero era puro, tan puro…<br />
<br />
Y es que Arioka no se entregaba a otros brazos y a otros cuerpos por el placer de hacerlo, no lo hacía porque buscara sexo para complacerse. Lo hacía porque quería sentir que le importaba a alguien, lo hacía porque pensaba que si no se entregaba en cuerpo y en alma, terminaría con el corazón roto otra vez.<br />
<br />
Daiki no quería estar solo, pero nunca se daba cuenta de quién siempre lo acompañaba.<br />
<br />
Delante del castaño y después de dos años de amarlo en secreto, su pobre fortaleza se vio resquebrajada y él se destrozó en miles de pedazos, las lágrimas siendo la única prueba de la debilidad que tenía por aquel joven con cara de niño. De aquel cuerpo tan ultrajado que él ansiaba proteger y cuidar bajo cualquier concepto. El ser que él amaba pero que no se valoraba a sí mismo.<br />
<br />
-K-Kei… ¿p-por qué lloras?<br />
<br />
Los ojos del castaño también estaban empapados, por haber llorado momentos antes lamentando su patética vida amorosa en la que cada idiota lo usaba para de nuevo dejarlo. Que después de un beso y algo de sexo, lo dejaban en la cama sin un adiós que para él pudiera suponer un hasta luego. Lloraba porque nadie lo quería y él, se sentía miserable… Porque creía, que nadie tal vez jamás, pudiera llegar tan siquiera a extrañarlo. <br />
<br />
Tantas personas habían pasado por su cama y ninguna, había vuelto a verlo.<br />
<br />
Las manos pequeñas a comparación del pelinegro, acariciaron su cabello mientras seguía llorando el alto, incapaz de consolarlo porque jamás había sido posible para él decir algo más reconfortante que el “todo saldrá bien”, porque el de las palabras era Inoo, porque era Inoo el que le daba el calorcito cuando todo se volvía frío en su corazón. Era su cable a tierra, era su salvación.<br />
Verlo llorar era doloroso, pero no podía hacer nada más que abrazarlo, manteniendo su silencio y repartiendo besos en su frente, tratando de hacerlo sentir como un niño querido, como un amigo importante porque lo era. Porque sin él, estaría perdido.<br />
<br />
-No quiero ser tu amigo ya… Daiki – habló bajo el mayor, separándose del chico – No puedo ya con esto, ya no puedo… Yo te quiero<br />
-Yo también te quiero – susurró el menor, sin comprender ni un poco el dolor de las palabras arrastradas que salían de los labios del otro. Su temor haciéndose presente en el estómago, dándole un peso sobre cosas que jamás antes había tomado en consideración – Por favor… deja de bromear, Kei-chan… yo sé que siempre vengo a ti llorando por cosas así, pero yo no…<br />
<br />
Un beso lo calló y más lágrimas cayeron del mayor, humedeciendo la superficie de aquel sofá de color champagne que tantas veces había amortiguado su cuerpo rendido después de noches enteras de consolar a Daiki de una de sus tantas rupturas. De aquel sofá testigo de todas sus lamentaciones por no poder ser más algo más que el amigo. El pelicastaño se quedó estático y antes de poder decir algo, de pedir perdón o de pedir alguna explicación, el mayor ya se había levantado y había cogido sus cosas.<br />
<br />
Sus pasos largos lo guiaron a la puerta, abriéndola con un sonido tosco que Arioka, jamás podría olvidar.<br />
<br />
-Lo siento… Dai-chan, no te veo como un amigo, jamás te he visto como un amigo y ya no puedo escuchar más… sobre cada hombre con el que te acuestas, o cada persona que dices amar. No lo soporto y me debo querer un poco más, sólo quiero que seas feliz… Pero, no deseo quedarme para verlo… Adiós, Dai-chan<br />
<br />
Inoo era su amigo, su pilar, su todo…<br />
<br />
Las gotas saladas plasmadas en la superficie clara de aquel mueble en el que seguía paralizado, pronto se vieron acompañadas de muchas más.<br />
<br />
El vacío ahora peor, era más cruel, ¿qué se supone que iba a hacer ahora?<br />
<br />
En su mundo gris sin color, cruel y vacío debido a la falta de amor, la soledad no se sentía porque siempre había tenido la compañía incondicional de su ángel guardián. Porque en su mundo partido y no ideal, la persona llamada “Inoo” siempre existía al lado de “Daiki”.<br />
<br />
Porque en su mundo opaco, él estaba solo pero siempre estaba acompañado.<br />
<br />
Porque él podía vivir con el corazón roto, pero no sin Kei-chan… que siempre lo curaba para que se volviera a enamorar.<br />
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-39470358185735832572014-07-18T00:58:00.001-05:002014-07-18T00:58:16.690-05:00Lo que sigue [OneShot]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/keito-2.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Me duele la panza de la ansiedad u3u</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Te pintaron pajaritos - Yandar & Yostin<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Camita u3u♥<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Lo que sigue<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> OkaDai <s>HikaTo</s><br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Angst[?]<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Oneshot<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Este fic está basado en el de Ayaa ;3; asdasdasdasdasd <a href="http://ayaaficsworld.blogspot.com/2014/07/oneshot-los-6-grados-de-una-separacion.html" target="_blank">LÉANLO, ME HIZO LLORAR</a>, es un hermoso Hikato que me enamoró pero simplemente... No podía dejarlo así por Keito y... le pedí permiso y me dio permiso y le hice su continuación Q_Q obviamente está terriblemente fail porque mi redacción anda malísima ;u; pero si a ella le gusta, todo me da igual... Y... y... asdasdasdads eso u3u espero te agrade Ayaa ;_; lamento si anda muy feo, te deberé otro fic entonces ;3;! *sufre*<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>“Kota siempre ha sido especial”</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Aún recordaba aquellas palabras con un dolor distante,
trayendo a su memoria aquella noche fresca en su departamento en plena
madrugada. Llorando y nostálgico. No es que hubiera olvidado ya por completo a
Hikaru, ¿cómo hacerlo? Era simplemente aquella persona que había marcado un
hito en su existir. Su primer amor, su primer todo… No se creía capaz de
superarlo en algún momento, pero ya tampoco era hiriente, la agonía había
menguado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El tiempo jugó a su favor en aquellos días, el otoño se
hacía cada vez más presente y el pasado quedaba atrás. Habían sido meses bastos
y angustiantes desde la última vez que hubieron conversado, desde aquella
última llamada en la que su orgullo y la poca dignidad que le quedaban habían
desaparecido ahogadas en esas lágrimas que el mayor nunca pudo consolar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Sabía, que había cometido un error, ¿pero tanto así para no
ser merecedor de palabras de apoyo o consuelo? No comprendía, todavía, como el
amor era tan fácil de acabarse cuando tanto se hubieron dado, cuando se
esforzaron al máximo en un punto hasta que luego simplemente, todo se quebró.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Si Hikaru le hubiera querido un poco en aquel momento, tal
vez hubiera dicho algo más que eso. Pero el mayor ya había tomado una decisión,
una a la cual el con dolor había tenido que adaptarse.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La bocina de un claxon le hizo reaccionar, como siempre
caminaba por la calle soñando despierto y aunque era Yaotome el que lo
atormentaba a momentos, era alguien más quien robaba sus sueños. Hace poco más
de unas semanas lo había conocido de casualidad, el mejor amigo del novio de su
mejor amigo. Un mundo tan pequeño pero a su vez grandioso. Recordaba con
claridad las palabras de Nakajima, diciéndole que suficiente tiempo ya había
tenido para descargar sobre todos aquellos que conocía sobre su terrible
desastre amoroso, pero que no lo hiciera más porque podría alejar, a aquellas
personas que realmente se interesaran por él.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i>Y así lo hizo, y así pasó.</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Sus ojos pardos y su sonrisa infantil lo cautivaron apenas
lo vio. Un día cualquiera en un café cualquiera cuando los introdujeron el uno
al otro. Primero distraído y luego engatuzado, ¿acaso el sol podía bajar a la
tierra a deslumbrarte con tanta intensidad? Era mayor que él pero su aspecto le
hacía parecer apenas un niño, a uno que le gustaba caminar a su lado y jamás
dejarlo solo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Sus estaturas también eran distintas, sus personalidades,
completamente contrarias. No habían pasado de las cuatro citas pero sentía que
su razón de ser volvía, sentía que nuevamente… Tenía un motivo para sonreír.
Menudo y de piel tostada, su sonrisa era lo que más llamaba su atención.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-¡Keito!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La voz de Daiki le hizo sonreír aunque ni siquiera lo
hubiera vislumbrado, pero sus pasos presurosos corriendo ahí a dónde estaba él,
le bastaron para girarse apenas unos centímetros a la derecha para recibirlo
contra su pecho, estrechándolo fuertemente para robarle algo de vitalidad y
alegría, esa que tanto le encantaba portar a todo momento. Porque, si Hikaru le
había complementado haciéndole sentir lleno, tranquilo y en confianza, Arioka
le había dado otra muestra de lo era la felicidad, lo que podía llegar a ser
algo parecido al amor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Porque aquel menudo castaño era el ser más alegre que jamás
hubiera conocido, porque a pesar de recibir más de mil negativas para
encontrarse, él las pasaba todas por alto e iba a su casa, se instalaba en ella
y se dedicaba a estar a su lado. Sin molestarlo, pero sin olvidarse de él.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Era distinto a Hikaru, no era Hikaru… Pero le hacía bien,
tenerlo a su lado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Sus ojos con el tiempo volvían a brillar encandilados por
aquella persona, su pecho ya no se apretaba en cuanto recordaba cosas que no
quería y aquel cajón donde tenía depositadas todas las fotos de un amor pasado,
lo había vaciado en una caja que ya, reposaba en la basura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
No, no odiaba a Yaotome, pero simplemente quería borrar todo
rastro de él para empezar… desde la mitad en delante de lo que su vida había
sido, porque si bien no podía empezar de cero, quería empezar bien una nueva
relación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-¿Sigues pensando en él? - pero a pesar de todo, no le podía mentir<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-No, no es así… - trató de entonar bien su voz, sonando
rasposa e insegura al hablar – Simplemente…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Siempre piensas en él – miró su sonrisa tímida y sintió
malestar. Le estaba hiriendo aunque no quisiera - ¿Por qué…? Sé que fue
importante, Yama-chan me lo explicó, pero Keito, creo que…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Dai-chan – lo tomó por los hombros y lo volvió a atraer a
su cuerpo, besando con cuidado su mejilla izquierda – Supongo que aún siento
que hay detalles inconclusos sobre aquella relación. Dijo que dejó de quererme
aún en lo último pero jamás lo sentí así, sólo sentí a excusas sus palabras dichas
para liberarse del fastidio que seguro he de haber supuesto para él… Para no
herirme más de la cuenta después de nuestra última despedida<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Miró como el mayor suspiraba con malestar, pero no se separó
de él ni hizo el intento alguno de alejarse. Simplemente se acurrucó, buscando
el lugar correcto antes de volver a hablar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Yo… en verdad me gustas, Keito… Dame una oportunidad<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Dai-chan, yo en verdad…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-¿Keito?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Su nombre dicho en aquella voz, junto con el coro de botellas
de vidrio estrellándose contra el suelo le hizo saltar en su sitio al mismo
tiempo que su acompañante, ambos girándose al punto donde el ruido había
precedido.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Hikaru estaba más pálido de lo normal, la sonrisa que
forzaba le hizo desviar la mirada hasta el ceño fruncido de su aún-no-novio
infantil pues no soportaba verlo aún. Habían pasado meses, sí, pero todavía no
tenía la seguridad de que su mundo no pudiera ponerse de cabeza apenas supiera
algo de él. Una punzada de dolor le hizo reaccionar, la culpa era inevitable al
tener más atención puesta en aquel que lo había dejado que en aquel, que daba
todo por cuidarlo. Era idiota, lo sabía, pero los brazos delgados del más bajo
se afirmaron firmemente en su cintura, no dejando que se moviera. No dejando,
que el otro pensara que todavía tenía poder sobre él.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Keito se recordó entonces, que no tenía por qué tenerle
consideración, ¿y qué si lo veía saliendo con alguien más? ¿Y qué si sus ojos
denotaban dolor y su labio inferior temblaba al no poder decir nada más al
tener aquella escena delante de él? Hikaru había sido quien lo había dejado.
Hikaru había sido quien lo había forzado a enfrentar aquella nueva realidad
llamada soledad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i>Sólo él y nada más que él.</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-H-hola, Yaotome-san – habló formal, aclarando su garganta
con una tos incómoda al tratar de pasarle aire a sus pulmones que se negaban a
trabajar. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Hola – esta vez su voz sonó más fría que la última vez,
sonó más indiferente. Sonó más herido – Veo que… tienes compañía<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Sí bueno… - hizo una pequeña mueca y Daiki sólo sonrió con
levedad, dejándolo libre y tan sólo, entrelazando sus dedos – Él es… ¿Mi novio?
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Se quedó en silencio entre la incomodidad ajena de los dos
mayores, ninguno sabiendo como proseguir pero en su impulsividad, atrajo más al
castaño a su cuerpo, sonriendo con fuerza y decisión. Esa era definitivamente,
su mejor opción.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En su sonrisa torcida y ese dolor que sus ojos le
deslumbraron en un instante, Okamoto supo que todo ya estaba saldado, que
Hikaru nunca más lo volvería a llamar si se encontrasen otra vez en la calle y
no porque no tuvieran ya algo que hablar, sino porque cada uno de ellos ya
había tomado una decisión y la estaban llevando a cabo. Cada uno, estaba
siguiendo con sus propios destinos, buscando sus propias metas que jamás
involucraron el uno al otro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Porque, Keito quería ser feliz… Porque fue Hikaru, el que lo
dejó de amar primero y si ahora veía su espalda gacha alejarse con la bolsa de
botellas rotas goteando por la vereda, era porque él mismo se lo había buscado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Porque esa noche que lo llamó, lloró hasta quedarse sin
lágrimas y nunca más, quería pasar por ello otra vez. Porque no lo consoló, porque jamás respondió a sus interrogantes.</div>
<div class="MsoNormal">
No quería incertidumbre, no quería soledad, no quería ya más sufrir.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
Quería sonreír y Daiki, era quien le hacía ser dichoso con
tan sólo verlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
Él, ya no volvería atrás.</div>
</div>
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-78653357914135153272014-07-17T00:16:00.000-05:002014-07-17T00:16:10.212-05:00Last letter [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: left;">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/takakidp.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Maleta orz me falta</span></div>
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Mal bicho - Fabulosos Cadillacs<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Camita♥<br />
<br />
<b>Título:</b> Last letter<br />
<b>Autor:</b> Satommy<br />
<b>Pareja:</b> Takachii<br />
<b>Género:</b> Angst[?]<br />
<b>Extensión: </b>Drabble<br />
<b>Notas: </b>YOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ando desaparecida XD y tengo excusa, me voy del país en unos días y pues, he tenido que hacer mil cosas orz comprar miles y miles de tonterías que no pensaba que necesitaba hasta que hice mi lista ;_; aún me faltan muchas cosas pero ni modo asdasdads ;3; estoy yéndome con unas ganas... Porque QUIERO ver más mundo uwu quiero mejorar mi inglés y hacer mi intercambio en el extranjero 8DDD así que #YOLO asdads Yendo al drabble este... creo que anda bien emo e3e pero ñeh, tenía que desquitarlo de alguna forma D: *patea todo* LIBRE SOOOOOOOY *random* u3u chai♥ SE LES QUIERE<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>No te escribo esta carta para decirte que te extraño, <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>te escribo esta carta para decirte que te recuerdo pero no
te quiero de vuelta… <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Que nuestros caminos partidos han sido lo mejor que nos pudo
pasar…</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Chinen suspiró, mirando las palabras escritas con una
impecable letra hecha con tinta negra de su pluma favorita. Se quedó callado,
sin siquiera respirar mientras meditaba en lo que seguiría a todo ello, en cada
una de sus palabras de término final de un capítulo que había quedado
inconcluso en su existencia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Fuiste importante para mí, Takaki… <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Aún lo eres, pero no creo que haya un “nosotros” en nuestro
futuro.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Ambos actuamos de manera incorrecta y rompimos nuestro único
lazo…<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Estar juntos, es torturarnos.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Buscarnos, es enfermizo.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>No somos amigos, porque es tóxico.</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El pelinegro bajó la cabeza sobre su escritorio, queriendo
contener las lágrimas que de inmediato se hacían presentes y no, porque le
causara añoranza o dolor el recordar a su ex gran amor, sino porque era tedioso
pensar en cómo algo tan bueno y tan bonito, se había vuelto en algo
completamente asfixiante. No tenía control de sus actos cuando estaba alrededor
suyo. Perdía la consciencia y era meramente un impulsivo. Estaba loco… y no
quería perder los estribos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Así que por favor Takaki, deja de llamar… Deja de buscarme.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Nos hacemos daño y no quiero esto ya, te quise y te quiero,<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>pero no es más que algo de un pasado que no sabemos dejar
atrás…<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i>Nos dimos el adiós, ¿no es hora ya, de ponerlo en práctica?</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Se levantó cabizbajo de su escritorio, caminando hacia el
baño a buscar algo de papel y limpiarse la nariz que pronto, se había visto
congestionada. En el proceso, se lavó a su vez el rostro para eliminar el
recorrido de esas gotitas saladas que tanto odiaba y maltrataban su cutis. Él
era Chinen Yuri, por dios, él no podía llorar por ningún pobre imbécil que no
lo supo valorar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Con el poco valor reunido que peleó por juntar, volvió a su
mesa y cogió el papel, lo dobló suavemente y lo metió a su bolso. Al día
siguiente, en el ensayo para el tour, se lo daría al mayor… Con la esperanza de
que esta vez, por fin se cierren todas las puertas de dudas que pudieran aún
quedar entre ellos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
----<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Sus dedos recorrieron con pericia cada centímetro de aquel
papel blanco. No tenía detalles, no tenía dibujos, no había caritas cursis ni
corazones en medio de la nada para cubrir algún error ortográfico. Era una
redacción pulcra y seria. Directa e hiriente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El castaño leyó por milésima vez una de las tantas cartas de
despedida que había obtenido en los últimos meses pero como siempre le pasaba…
Se negaba a creerlo, porque Yuri lo había amado, porque para Yuri seguía
importante y más que nada, porque aunque fuera Takaki el que lo hubiera alejado
primero, era él quien más lo buscaba.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¿Capricho, culpa, negación?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Apretó los ojos y se forzó a no llorar, porque él era
fuerte, porque él… Sabía lo que hacía. En su más profundo pensamiento se dejó
romper y ahogó todo el dolor de la pérdida pero aunque sus caminos se hubieran
roto y su futuro no estuviera destinado otra vez a cruzarlos. Siempre había un
más allá donde tal vez, las cosas pudieran resultar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i>“¿Verdad, Yuri? </i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i>Algún día… todo podrá resultar.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i>Porque eres importante... </i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i>Porque yo te soy importante”</i><o:p></o:p></div>
</div>
</div>
Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-64573080591550023692014-07-03T21:17:00.001-05:002014-07-03T21:17:25.904-05:00Aiotai [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/04-3.png" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" oncopy="alert('Jipo no quiere que copies ¬¬');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /><img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Fail~ </span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Avenida Brasil[?]<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Casa de Laura XD<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Aiotai<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Pareja:</span> Inoodai[?]<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Angst<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Pues hoy es 3 de Julio y asdadsads ya saben :c para mi es especial, pero digamos que todo el día me la he pasado metida en otras cosas X'D y mi cabeza no ha encontrado concentración. Menos porque una de mis bff me pone su novela y mientras escribo esto, veo bien entretenida el drama cliché de la vida[?] así que bueno, este drabble está FAIL, está horrible y realmente, me da verguenza :c pero no podré publicar cuando esté en mi casa... y ñeh u_u lo sé, está bien básico ;_; pronto ya seré libre ;3; así que esperen por favor mi regreso y mi mejora... PERDÓN, por lo mala que está mi redacción ;___; </div><br />
Sus dedos cubrieron con suavidad la vista ajena, deslizando en pequeñas caricias el índice de ambas manos sobre los párpados del mayor, riendo despacio ante esas pequeñas quejas que soltaba porque no lo dejaba ver más allá, ni siquiera a él mismo.<br />
<br />
-Dai-chan… Ya basta<br />
-No<br />
<br />
Daiki rió y soltó de repente al más alto para irse corriendo, pero Inoo fue más rápido y lo cogió desde la chaqueta, tirando de él hasta que lo hizo caer sobre su regazo, rodeando su cintura con los brazos.<br />
Era el tercer día de grabación del álbum y les tocaba ahora estar juntos mientras esperaban a Keito, tenían que grabar la canción de Aiotai pero al menor se le había hecho tarde por alguna razón y mientras los productores se tomaban un receso para el café, ellos se aprovechaban para tener un momento a solas. Desde el inicio de la grabación de sus doramas el tiempo de calidad en los que podían tener intimidad se habían visto reducidos de manera radical y no les era agradable, menos cuando ambos dependían tanto del otro.<br />
Inoo deslizó por debajo de la tela de su camiseta los dedos, hundiendo el índice en la pequeña abertura de su ombligo para hacerlo jadear. Una acción que no se demoró en pasar y más que ello, el pelicastaño gimió, sonrojándose con violencia por esas caricias llenas de pericia que eran desplegadas sobre su piel, tocándolo de esa forma que le robaba el aliento.<br />
<br />
-No hagas eso… Acá no, Kei-chan – pidió bajito, con temor que su voz alertara a alguien que estuviera lo suficientemente cerca – S-sabes que no resisto…<br />
-Debiste pensarlo antes, Dai-chan – le regañó su novio, besando en su hombro y subiendo de a pocos a su cuello, tratando de alcanzar sus labios – Podemos hacerlo rápido, nadie está acá…<br />
<br />
Iba a responderle con un beso, no era secreto que su ombligo era su punto débil, más cuando era él quien lo tocaba pero la puerta abriéndose le hizo reaccionar, separándose de un salto del cuerpo del alto.<br />
<br />
-K-Keito…<br />
<br />
La mirada sombría del menor fue todo lo que necesitó para que sus hormonas alborotadas se bajaran a cero. Para que sus revoluciones se enfriaran como si le cayera encima una nevada que anuló todas las ganas de poder probar los deliciosos labios del mayor.<br />
<br />
Su culpa, aún le podía.<br />
<br />
Con un resoplo de arrepentimiento caminó fuera de la sala de grabaciones hasta que todo el staff restante volviese, no quería ver a Keito, a quien había rechazado y no quería ver a Kei, a quien no había besado por ver a Okamoto tan dolido.<br />
<br />
Tal vez, algún día podría liberarse de aquel malestar tan cruel que a los tres, seguía persiguiendo.<br />
<br />
Tal vez, algún día podría amar a Kei, sin pensar en el mal que hacía, pero por ahora… Escaparía todo lo posible.<br />
<br />
Kei entendería, confiaba en que lo haría, no por nada lo había elegido por sobre todas las cosas.Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-89542712228667580552014-06-20T03:19:00.000-05:002014-06-20T03:19:37.999-05:00Perfection [OneShot]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/hika1.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Sueño~~~</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Come back...? - Hey! Say! JUMP<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Cama<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Perfection<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Inoodai<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Fluff<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Oneshot[?]<br />
<b>Notas:</b> Pasó las 600 palabras XD así que es OneShot pero para mí es Drabble -lol- HAHAHAHA aish, me salió bien cursi pero es culpa de Ryu y sus fics Inoodai que me apachurraron el corazón~ necesitaba algo bieeeeeeeeeen dulce para aliviarme la incomodidad así que, salió esto orz Espero les guste X'D prometo subir algo de otra pareja pronto y... Lamento spamearlas siempre con Inoodai :c and... btw X'D Si hay parecidos con la realidad, es PURA IMAGINACIÓN~ -lol- Eso y que este fic salió de una idea de un serial que tengo pero que motivos ya conocidos XD no pienso subir o hacer de acá un tiempo... Igual, siempre he querido un fic donde sean padres♥ u3u asdasdasd alguien me entenderá :'D Yo lo sé~ uwu ya luego, haré el serial que tanto he querido con ese trama</div><br />
<br />
Pasos suaves se escucharon en el pasillo, pero no se quiso despertar. La textura fina de sus sábanas lo amarraban a la cama para que siguiera durmiendo pero un pequeño ruido lo volvió a alertar y no pudo más que abrir sus ojos con pesar. No le gustaba para nada interrumpir sus horas de sueño, el trabajo múltiple que tenía siendo artista y siendo arquitecto le quitaban buena parte de la vida aunque su recompensa fuera la mejor: poder cuidar de su familia.<br />
Soltó un suspiro largo y se frotó con las manos los párpados antes de abrir los ojos y darse cuenta que a su lado, no estaba su novio.<br />
<br />
Hace ya tres años que convivían juntos y aunque no estaban legalmente casados, podía decirse que eran el matrimonio más feliz sobre la tierra. Cursi y perfecto, aquel tipo de enamorados que si veías en la calle, te hacían salpicar arco iris con cada paso que daban tomados de las manos.<br />
<br />
Se levantó de su cama con molestia del frío y tiró de la sábana para enrrollarse en esta y buscar al culpable de su insomnio, ¿cómo es que si podía soñar con él, le hacía buscarlo a media noche?<br />
Escuchó unos pequeños sollozos de la habitación continua y sonrió con ternura.<br />
<br />
Ahora entendía el problema.<br />
<br />
Kei se asomó por la puerta entreabierta y vio a su pelicastaño, cargando en brazos a un pequeño bebé con enterizo de tigrillo, un pijama tan curioso que él y el menor, amaban. Se quedó en silencio, observando como tarareaba una hermosa canción de cuna recién inventada y besaba la frente del pequeño ser.<br />
Hace poco menos de un mes que su sobrino había quedado huérfano de madre y padre, y dado que su cuñado no tenía familiares y su hermana sólo lo tenía a él, la patria potestad del bebé había pasado automáticamente a su poder. Inoo odió la idea, jamás había querido ser padre al tener la certeza de lo malo que iba a ser al tratar de cuidar un bebé pero Daiki se negó a que mandaran a la criatura a un albergue.<br />
<br />
“Yo lo cuidaré”<br />
<br />
Su voz sonó como un dulce susurro y sonrió con completo amor al ser que estaba frente suyo, cuidando como verdadera madre a una pequeña vida que no tenía ni una pizca de su sangre corriendo por sus venas.<br />
Observó como el más bajo se asomaba a la ventana y señalaba al cielo, contando al bebé que ya respiraba acompasadamente, cómo es que las estrellas brillaban tan altas sólo para ellos.<br />
<br />
Contándole de cómo “el tío Kei”, le había dicho su primer ‘Te amo’, en un campamento que hicieron escapándose del trabajo.<br />
<br />
-El pequeño dormilón ya volvió a quedarse dormido, Dai-chan<br />
<br />
Su corazón latía con fuerza y estaba seguro que su rostro estaba rojo al ver la perfección de Daiki con tanta facilidad. Sentía que el aire le faltaba por la ternura inmensa que su sonrisa pura e inocente le provocaban, queriendo lanzarse a besarlo y a hacerle el amor mil veces por lo único y especial que era.<br />
<br />
-Lo siento, ¿te desperté?<br />
<br />
Observó con detalle como el ojicastaño dejaba en la cuna al pequeño bebé que balbuceaba en sueños y se acercaba a él, hasta abrazarlo por el cuello para acercarlo y besarlo castamente en los labios.<br />
<br />
-Yo no puedo dormir sin ti – susurró, acariciando con la punta de la nariz, la del menor – Vamos a la cama, mamá Dai-chan<br />
-No te burles Kei – se quejó apenitas, besándolo otra vez – Quiero que crezca en un ambiente sano y lleno de amor…<br />
-Te tiene a ti, amándolo con locura… Y me tiene a mí, que te ama con devoción – se rió despacio, esquivando el pequeño golpe que su novio le quiso dar – Y también lo amo a él, porque me ha hecho entender que quería una familia cuando ni siquiera la buscaba<br />
-Cursi…<br />
-¡Dai-chan!<br />
-¡Kei-chan! Shhhh! Lo vas a despertar<br />
<br />
Ambos riendo se abrazaron y apagaron la luz de la habitación del bebé, yendo prontamente a su propia cama para dormir enlazando las piernas y rodeando la cintura del otro, con sus brazos.<br />
<br />
La perfección existía, Kei estaba seguro de ello, tan seguro como que se llama Arioka Daiki.</div>Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-20601563996439755582014-06-03T18:56:00.001-05:002014-06-03T19:04:17.361-05:00Careta de Porcelana [OneShot]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/inoodai4.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Cabeza, duele~~~</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Try Hard - 5SOS~<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Cama<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Careta de Porcelana<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Inoodai<br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Lemon[?]<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Oneshot<br />
<b>Notas:</b> Ya han de saberlo~ hoy es 3 de éste mes y pues, saben que para mi es una fecha más que especial que no tiene algún tipo de descripción. Mi motivo lo saben pocas personas y sólo una en especial, ya creo que debería dejar de hacerlo pero algo simplemente me lo impide. Para hoy, que se hace un año más, había planeado terminar de escribir una historia grande pero mi cabeza, mi tiempo y mi ánimo no han contribuido del todo~ Yo hubiera querido algo más de mi, pero no ha resultado. Espero no decepcionarte~ Chango. Feliz 3 de Junio.<br />
<b>P.D.: </b>En facebook publiqué esto~ <a href="https://www.facebook.com/135639943179678/photos/a.358923330851337.80478.135639943179678/635298423213825/?type=1&theater" target="_blank">LEER AQUÍ!</a> XD que es una historia que pensé de la nada uwu me gustaría saber si quisieran que la siguiera o no~ por favor D: póngalo en la entrada y coméntenla o denle like[?] Gracias... X'DDDDDD♥<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
La lluvia caía contra la ventana de la habitación pero ambos estaban tan abstraídos en su propio mundo que, aunque hubiera tormenta o se declarara la guerra, ellos seguirían ahí, mirándose, tocándose.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Kei deslizó sus dedos por la espalda del menor, su piel tostada erizándose con cada suave caricia que le proporcionaba y Daiki, en su posición con el rostro apoyada en la cama, sólo podía derretirse. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No es que al mayor le gustara tener así a su castaño, odiaba el simple hecho de hacerle el amor sin ver sus ojos pardos pero había un toque de lujuria que se expandía por cada una de sus venas hasta desatarlo con frenesí cada que lo veía desnudo que esa posición donde lo tenía en cuatro, dejaba de importarle. Llegaba al punto, que lo ponía más duro. Lo tomó de las caderas para erguir más su trasero y acercarlo a su rostro, besando las suaves nalgas de un sonrojado Arioka que apretaba las manos sobre las sábanas, gimiendo un bajo “Kei-chan” que podría pasar desapercibido para cualquiera, menos para él.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Sus labios surcaron un recorrido húmedo que tenía por camino cada vértebra de su esbelto cuerpo, sus dedos marcando con más y más fuerza sobre sus caderas al estar tan excitado que no podía ya con su propia erección pero quería disfrutarlo más. Le gustaba, disfrutarlo hasta hacerlo perder el control.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Sus labios alcanzaron sin darse cuenta aquella entrada que aún se mostraba cerrada, estrecha… Aún a pesar de todas las veces que la había profanado, a pesar de tantas veces que lo había poseído su cuerpo aún seguía siendo como la de un inocente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-N-no, no lo hagas… Sólo entra… Kei-chan!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Shhhh<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El mayor miró sus ojos pardos medios aguados por el placer contenido, por cómo su cuerpo se estaba doblegando y ardía en necesidad de entregarse pero tan sólo le regaló un guiño coqueto. Malvado. Y sin dejar de observar como sus labios se entreabrían y mordía su lengua para no gemir, introdujo su lengua en la abertura, amarga y dulce a su vez. Besó el contorno y luego le dio una pequeña mordida, sintiendo al cuerpo debajo del suyo retorcerse de placer, gritando su nombre con ese tono agudo que le erizaba los vellos más pequeños de la nuca.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Dejó de tocar sus caderas para tomar acción con las manos, su mano izquierda acariciando esas dos gónadas de la base de su miembro y la diestra, dirigiéndose a su entrada. Separó los labios del pequeño agujero e introdujo con algo de dificultad el índice, escuchando aquel quejido tan bien conocía y empezó a moverlo. Lento, muy lento, de forma circular. Cuando sus músculos se hubieron acostumbrado, sonrió con malicia y clavó la uña contra la pared sensible de su ano, metiendo su lengua de un solo movimiento, disfrutando con aquel gemido que seguro, hasta los vecinos oirían.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lo amaba, cada parte de él, lo amaba.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Penetraba con ritmo su interior, su lengua lamiendo y saboreando cada centímetro que llegaba a entrar más allá y su dedo jugando y rasgando cada pliegue de su estrechez. Sus dedos libres de la otra mano ya empezaban a sentir aquel líquido lubricante peculiar, tomándolo con libertad para masturbarlo dedicadamente apenas unos segundos y luego pasar a sus pezones. Los apretaba, los jalaba, los pellizcaba y los gritos de placer de su amante, eran lo que más le satisfacía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Kei no dudaba, que él sólo podría llegar al orgasmo de escuchar a Daiki, gimiendo.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Kei-chan… por favor…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Su voz de súplica, sus ojos que casi se lo comían con la mirada le hicieron soltarlo, su presa lo veía con amor y pasión, la combinación perfecta y él, ya no deseaba tenerlo de espaldas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Suavemente lo giró tomándolo por la cintura y acarició sus pantorrillas por la parte de atrás, deslizando sus manos más y más hasta que le tomó las nalgas y las apretó, llevándose un quejido de vergüenza que pasó por alto. Lo observó detenidamente y luego recorrió hacia atrás el camino hecho por su tacto y fue elevando sus piernas hasta que las acomodó en sus hombros, haciendo que la cercanía de sus cuerpos fuera mínima, haciendo que sus respiraciones se volvieran una sola cuando se hubo inclinado a tomar posesión de sus labios húmedos que no dudaron en corresponderle.<o:p></o:p></div>
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<div class="MsoNormal">
La punta de su glande llegó sin problemas a su orificio y lo embistió de un solo golpe, haciendo que sus testículos se apretaran de manera deliciosa contra sus suaves nalgas cada que remetía su pene en él. Siempre lo embestía brusco y fuerte, porque le gustaba llevarlo al cielo mientras el se fundía en las llamas del infierno. Era un placer pecaminoso, sólo que bañado en amor. <o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Sus manos acariciaban y apretaban su cintura, sus labios lo besaban hasta que el aire se hacía nulo y hasta que la saliva se volvía hilos que los unían. Apretaba más y más sus caderas contra las suyas, sus nalgas rebotando contra su parte baja y el sonido húmedo de dos cuerpos fundiéndose llenó de arriba abajo el lugar, los ecos de gemidos y palabras llenas de emoción salían de sus labios que apenas y se despegaban y lo sujetaba, firme, para que no se atreviera a escapar o cuidando tal vez, que alguien se lo robe.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Daiki bajó las piernas con gracilidad y se abrazó a su cuerpo con ellas, sus manos pronto dejaron la tela bajo ellos y se aferró a su cuello, acercándolo más, dejando que sus pechos compartieran latidos y se hicieran un solo sonido. Un palpitar desbocado, lleno de vida. Su cuerpo temblaba igual que el mayor, los dos perlados de sudor ya no podían contener el climax inminente pero Daiki moría, moría porque lo siguiera embistiendo porque se sentía, porque le encantaba la sensación de desgarre que el mayor provocaba en su intimidad, partiendo en dos su cuerpo una y otra vez cada que se introducía a él.<o:p></o:p></div>
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<div class="MsoNormal">
-Y-ya… Dai-chan…<o:p></o:p></div>
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<div class="MsoNormal">
El castaño tan sólo lo miró con sus ojos pardos y lo besó con pureza, dejando que su interior pronto estallara en luces blancas en su mente y en líquido lechoso entre sus cuerpos. Fue instantáneo cómo sintió la calidez de su semen llenarle hasta lo profundo de sus entrañas y también sintió como al perder el tamaño de su falo, el líquido blanquecino resbalaba por los contornos, llenándolo de sí mismo tanto dentro como fuera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
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Se quedaron observando el uno al otro durante unos segundos, dándose un pequeño beso antes de volverse a recostar en la cama del menor, riendo despacio al sentir la dicha de estar juntos y corresponderse como dos locos enamorados.<o:p></o:p></div>
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<div class="MsoNormal">
-Kei-chan… - el castaño le lanzó un beso y se acurrucó en su pecho – Ya va a llegar mi esposa<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Ah… lo sé, lo sé – susurró el mayor – Lamentablemente, no quiero dejarte<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-Ni yo, pero ya pronto se cerrará el contrato con su familia y podré firmar el divorcio<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
-¿No te da miedo que digan algo por escaparte con el chofer de la mansión?<o:p></o:p></div>
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<div class="MsoNormal">
Kei le miró tan serio que por un momento pensó que lo decía de verdad pero luego rió, consciente de que jamás diría algo tan estúpido.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Bueno, me da igual<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ambos volvieron a mirarse y se volvieron a besar, deslizándose debajo de las sábanas de seda por un instante más hasta volver a la realidad que los consumía. Una careta de porcelana que ya pronto, dejarían atrás para tomar un rumbo, juntos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
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<div class="MsoNormal">
Un rumbos que hace mucho, buscaban y querían.<o:p></o:p></div>
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Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-9122370069343741131.post-91360006680636751332014-05-27T21:08:00.001-05:002014-05-27T21:08:24.943-05:00Stick [Drabble]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><img align="left" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/okadaidp.jpg" height="96" hspace="12" oncontextmenu="alert('Opción deshabilitada');return false" oncopy="alert('Opción desabilitada');return false" shapes="_x0000_s1026" width="96" /> <img alt="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg" /><span lang="EN-GB">: Empty</span><br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/musica.jpg" />: Nothing~<br />
<img src="http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/casita12.jpg" />: Escritorio<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Título:</span> Stick<br />
<span style="font-weight: bold;">Autor:</span> Satommy<br />
<span style="font-weight: bold;">Parejas:</span> Ariokamoto <s>friendship!</s><br />
<span style="font-weight: bold;">Género:</span> Angst[?]<br />
<span style="font-weight: bold;">Extensión:</span> Drabble<br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-weight: bold;">Notas:</span> Está dedicado, llegará a quien deba llegar aunque dudo ciertamente que lo lea. </span></div><br />
<br />
</div>Keito era callado, al punto que a veces se preguntaba si en realidad estaba escuchando todas las cosas que tenía para decir pero cuando sus ojos encontraban los suyos, entendía sin necesidad de algún sonido en particular que el menor estaría ahí para él.<br />
<br />
Que siempre estaría ahí.<br />
<br />
No tenía una vida normal, el día a día en su casa eran peleas constantes, una guerra de palabras hirientes y sarcasmo que muchas veces amenazaban a llegar a los golpes, haciéndole temblar de miedo. Haciéndole cuestionar, por qué él entre todos los demás tenía que sufrir algo así.<br />
No es que no amara a sus padres o a su hermano, para él eran su razón de ser pero desde que aquella mujer pisó su hogar, poco a poco toda la situación se fue desmoronando.<br />
<br />
¿El amor, era tan ciego?<br />
<br />
Muchas veces callaba, observando como la joven de cabello ondeado respondía a su madre y criticaba el accionar de cada miembro en el hogar, callaba porque sabía que a su hermano le dolía cuando alguien iba en contra de la madre de su sobrina y de la persona que amaba.<br />
<br />
Entendía el sentimiento, de proteger a quien quería pero de verdad, ¿el amor era tan ciego?<br />
<br />
Quería ayudar, quería apoyar, pero los gritos iban y venían, haciéndolo sentir cada vez más inútil en ese lugar, que realmente más que apoyar sólo era un estorbo.<br />
<br />
Y le dolía, porque era su familia y veía como alguien que no pertenecía a ella, la hacía trizas.<br />
<br />
-No llores, Dai-chan<br />
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Sus ojos pardos se cristalizaron y se abrazó más a sus rodillas mientras las manos del joven recorrían su cabello hasta sus mejillas tratando de darle consuelo porque era lo único que podía hacer.<br />
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Porque era lo único que sabía hacer.<br />
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Era tan malo diciendo palabras de ánimo, palabras de apoyo… Cada que trataba de decir algo bueno, terminaba siendo un desastre e hiriendo más al castaño pero al fin de cuentas, siempre seguía ahí apoyándolo porque lo quería, porque lo entendía, porque en su casa tampoco era todo tan fácil y comprendía la impotencia de querer ser de ayuda y hacer a todos felices pero no ser capaz y menos, cuando eso involucraba traicionarte a ti mismo.<br />
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-No es justo, Keito… No lo es<br />
-Sé que no – susurró – Pero no llores, por favor<br />
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Arioka se arrimó un poco más al menor y se quedó sollozando, aunque jamás le dijera nada bueno como apoyo, aunque jamás pudiera darle consuelo con palabras de ánimo, su sola presencia hacía que todo lo malo en su vida se convirtiera en algo relativamente, tolerable.</div>Satommyhttp://www.blogger.com/profile/03641709843825435920noreply@blogger.com3