17 diciembre 2011

The Scars of Your Love [OneShot]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Espero le guste ;3;
: Nada :D
: En Huancayo~


Título: The Scars of Your Love
Autor: Satommy
Parejas: Inoodai
Género: Angst ._.
Extensión: Oneshot
Summary: "El amor no entiende de lógicas ni de porqués"
Notas: Este fic está especialmente dedicado a Akire que cumple años hoy día... Hubiera preferido hacerlo alegre pero me salió así uxu y si a ella le gusta, la verdad no importa más... Aunque me gustaría que me dieran su opinión...

AKIRE, FELIZ CUMPLEAÑOS♥



Nunca creyó caer en aquel cruel juego que poco a poco se volvió pasable y factible porque el otro lo iba aceptando, un juego que poco a poco se hizo su forma de vida y su forma de existir, no conocía ya otra forma, para él era así y siempre lo sería, era casi su religión...
Tal vez sonaba excesivo, pero la realidad de sus acciones iba en contra de toda razón y cuando se sintió correspondido ya nada lo hubiera detenido, nada… Solo aquella canción que siempre terminaba por marcarlo y siempre en silencio lo hacía llorar.



Hace poco más de un año que había ocurrido, había terminado con su novia y su mejor amigo que era un barman lo llevó al lugar donde trabajaba para que se distrajera y pudiera conocer más gente, siquiera por una noche. Sería tonto decir que lo hizo, todo el rato se quedó en la barra, acurrucado en sus brazos y tomando de aquella cerveza que le habían servido y que aún no terminaba.

-Daiki, eres deprimente… Ni siquiera te emborrachas
-No quiero hacer el ridículo en un estado deplorable
-Como si a alguien le fuese a importar
-A mí me importa

Contestó con desdén y en un intento de distraerse y de esquivar las ofensas de su amigo se levantó para ir al baño, en ese trayecto de tres minutos chocó con uno de los cantantes que justo subía. Tres minutos le cambiaron la vida.

-Lo siento…

Susurró haciendo una pequeña venia, pero cuando abrió los ojos se vio acorralado contra la pared y siendo besado con una suavidad extrema que le estremeció todo el cuerpo. No reaccionó, ni siquiera correspondió, se quedó idiota viendo al chico que lo veía sonriente.

-Es para la suerte, gracias

Parpadeó varias veces tratando de reubicarse y de recordar dónde se supone que estaba y qué se supone que hacía. Se dejó caer contra el piso y miró hacia el escenario en un intento de vislumbrar bien su rostro. Ojos negros, cabello negro, piel blanca, sonrisa inocente, delicado… ¿Quién demonios era?

-Bueno, este tema se lo quiero dedicar a una persona que fue especial para mí… Yuriko… Que en algún lugar te encuentres y que estés bien

Comenzó con un solo de guitarra y luego lentamente el piano le hizo compañía, junto con la batería y el bajo. Daiki supo en ese momento que no había escuchado la canción en ningún otro lado así que era de su autoría y que era algo personal, la voz de aquel chico era extraña pero de alguna forma encajaba en la tonalidad, se quedó prendido de aquella imagen suya debajo del reflector ¿es que podía haber un chico tan hermoso?

-¡Hey! ¡Creí que te habían secuestrado!

La voz de Yuto lo hizo levantarse de inmediato y girar el cuello de una forma tan brusca que le causó un dolor agudo en el músculo, se empezó a sobar para que le pasase y aprovechó eso para mirarlo aún de reojo a través de su brazo que lo ayudaba a disimular.

-Exagerado… ¡¿Quién va a querer secuestrarme?!
-¡Los aliens! – le bromeó - ¿Qué hacías en el suelo?
-Nada importante, se me bajó la presión así que me senté a que se me pasara
-Ah bueno… Oye Daiki, ya es tarde… ¿Te quedarás al cierre?
-Pues… - miró al chico del escenario – Sí… creo que me quedo…
-¡Genial! Al finalizar te presentaré a todos los del staff y a los músicos, vas a ver que te llevas bien con todos

No se llevó bien con todos, se llevó más o menos con algunos y llegó simplemente a pasarse con otros, pero cuando llegó el momento que le presentaran a aquel curioso chico, puso todo su empeño para poder agradarle.

-Y bueno… Él es Inoo Kei, es el solista principal, los clientes vienen casi siempre solo a verlo a él – Yuto empujó hacia adelante al castaño, quien lo miraba con cierta reticencia - ¡Ey! Inoo, mira, te presento a mi mejor amigo, es Arioka Daiki, lo vi interesado en tu presentación, así que trátalo bien
-¿Cómo no hacerlo? Fue mi amuleto de buena suerte esta noche

Todos los presentes se quedaron callados y fijaron su vista en Arioka, su presión arterial aumentó y sus mejillas empezaron a arderle de vergüenza, al parecer todos entendían el concepto de “amuleto de buena suerte”, y claro que debían hacerlo, si hasta él lo hacía y apenas lo conocía.
En cuestión de segundos Yuto lo abrazó por los hombros y lo hizo retroceder, su rostro alegre cambió a uno serio y miró de forma desaprobatoria al otro que ahora sonreía de forma burlesca.

-No le harás lo que a todos y a todas
-Tranquilo Nakajima… Que ese bonito es quien debe decidirlo… - fijó su mirada en él y sin mucho esfuerzo hizo al más alto a un lado, posó la mano en su mejilla y lo acercó tentadoramente – Arioka-kun ¿quieres ser mi numen?
-¿Numen? – preguntó sin entender, tratando de dar un paso hacia atrás
-Musa… - se rió divertido y le robó un pequeño beso – Pero las diosas son musas y los dioses son numen, yo te quiero a ti como mi numen, mi fuente de inspiración

Se alejó a paso torpe de él ¿qué es lo que tenían sus labios que lo llamaban a seguir besándolo? Miró a Yuto y tomándolo de la mano lo jaló hacia fuera del local, ignorando todas aquellas miradas incrédulas y haciéndose el sordo ante los llamados que aquel tal Inoo le hacía.

-¿Por qué no me dijiste que te había besado?
-¡No me mires así! ¡¿Yo que iba a saber que era malo?!
-Es peor que malo Daiki… Ten cuidado con él…

La advertencia le quedó más que clara y no lo buscó, ni siquiera volvió a aquel lugar con tal de no cruzárselo, pero aunque hiciese eso, la sensación que aquellos labios le produjeron no se iba y cada que llegaba la noche era acosado por ella, recordando a todo momento como se movían de manera tan delicada y exacta sobre los suyos, erizándole la piel solo con ese pensamiento.

No había pasado ni una semana y él ya había vuelto a su estilo de vida, ahogándose en su propia miseria recordando a su ex novia y ahora para empeorarlo aquel maldito cantante que le había alterado también la vida, pero lo primero seguía teniendo mayor peso y a veces, cuando menos lo imaginaba, lloraba en silencio viendo la televisión o caminando por la calle ¿Por qué le costaba tanto olvidar? No era justo pero nada podía hacerle, así era la tontería de enamorarse y terminar. Siempre trataba de distraerse y Yuto se pintaba para eso, haciéndole invitaciones para salir pero el solo recordar a su mejor amigo lo llevaba al segundo problema que era desquiciante, no doloroso pero si molesto ¿Cómo no tentarse a preguntarle por aquel tipo si sabía que trabajaban juntos? Estaba justo en esos momentos donde maldecía aquel día cuando el celular empezó a sonarle con el identificador que decía “Bakajima”, contestó con desgano y ni siquiera dejó al otro chico hablar puesto que fue el quien dijo las primeras palabras.

-Ya te dije, no iré, no quiero
-Que hermosa es tu voz… Aquel día no tuve el privilegio de escucharla con claridad, Dai-chan
-Q-qué… ¿Qué quieres? ¿Qué haces con el teléfono de Yuto?

No le era necesario preguntar quién era, sabía claramente que la persona que le hablaba era Inoo, aquella voz risueña que sonaba bromista en todo momento era reconocible, en especial para él que lo había estado soñando a diario, mentando las palabras coquetas que le dijo y rebobinándolas una y otra vez hasta gastar el recuerdo.

-Uhmm… Se lo olvidó ayer en la barra así que se lo guardé – se escuchó una suave risa – Luego me acordé de como mi pequeño numen huyó de mí antes de siquiera darme una oportunidad y pensé “¿Por qué no llamarlo y hacerlo cambiar de opinión?”
-Lo siento, número equivocado

Cortó la llamada y tembloroso dejó el aparato en la mesa, viéndolo en total conmoción… ¿Por qué le hacía? Porque… ¿Por qué simplemente no lo dejaba en paz y se buscaba a otro u otra a quien acosar? Aquel día se le quedó grabado pensando que sería un evento aislado en su vida… Pero, siendo como era, se equivocó y se equivocó de la peor manera…

Pasaron dos días y ya iba otra vez normalizándose, su rutina de ir a estudiar y volver a casa, ver alguna película, deprimirse, llorar y volver a su cuarto a dormir, se acostaba temprano y levantaba tarde, era cuestión de la depresión y él no le peleaba ¿para qué? Era más fácil dejarse llevar por la corriente.
Era sábado por la noche y ya estaba durmiendo, en su mente divisaba a aquella que tuvo su corazón marcharse y luego una voz incitadora hablarle al oído, se giraba y veía a Inoo con su guitarra, tendiéndole la mano y llevándolo a algún lugar... Pero jamás supo a dónde, despertó a la media hora con la señal de mensaje del celular pero no tenía ganas de contestar ni de leer… Quería saber qué le seguía al sueño, si era feliz o si siquiera podía superar su pasado… La insistencia del sonido le hizo poner el aparato en silencio y se volvió a dormir, pero ya no volvió al hilo de la historia y solo durmió de corrido y con la mente en blanco, olvidando por completo lo que inicialmente su mente había estado imaginando.
El domingo por la mañana se despertó con la alarma y sorprendentemente, descansado, hacía mucho que no dormía para recuperar energía y el haberlo logrado esta vez, le daba muy buen augurio, tomó el celular de la mesa de noche para ver la hora y se sobresaltó de ver tantos mensajes de texto sin leer, de 5 correos de voz sin escuchar y unas 30 llamadas perdidas, tuvo una idea de quién podría haberlo hecho aunque el número no estuviera registrado. Las manos le temblaron y con cierto miedo abrió la carpeta de mensajes para leer todo…

11:00 p.m. “El bar se ve oscuro sin tu radiante presencia (: deberías venir”
11:02 p.m. “Oh por cierto, soy Kei!”
11:15 p.m. “Dai-chan, ¿Cuándo vendrás a otra de mis presentaciones?”
11:20 p.m. “Sabes, acaba de pasar una chica parecida a ti, pero cuando la besé sus labios eran amargos, en cambio los tuyos son tan dulces que es posible perderse en ellos”

-¡¿QUÉ?! – sus mejillas le ardía entre la rabia por su descaro y la vergüenza por como describía aquel roce que habían tenido

11:27 p.m. “En verdad me tienes fascinado, deberías dejarme verte”
11:30 p.m. “En 15 min. Debo salir a tocar algo… Quisiera que lo escucharas”
11:35 p.m. “Ne, Daiki ¿sabías tu que soñé contigo el día que te llamé?”
11:40 p.m. “Rayos, te cuento luego, debo salir al escenario D:”
1:30 a.m. “La gente me aplaudió, ¿pero de que me sirven sus halagos si no tengo los tuyos?”
1:35 a.m. “Te enamoraré Arioka Daiki, estate seguro de eso”
1:36 a.m. “Lo digo en serio :D”
1:40 a.m. “Ya pronto iré a casa, hoy fui uno de los que tocaba temprano porque estaba cansado… Todo por tu culpa”
1:50 a.m. “Quería dejarte en suspenso a ver si contestabas, pero parece que no… Bueno, te echaba la culpa porque a causa tuya no he estado durmiendo bien…”
1:52 a.m. “Me tienes como obsesionado…”
1:53 a.m. “¿Quieres que te cuente mi sueño?”
1:58 a.m. “Tomaré ese silencio como un sí”
2:07 a.m. “Soñé que ibas al bar y que me decías que aceptabas a salir conmigo, Yuto se oponía y armaba tremendo escándalo y tu todo torpe salías diciendo ‘Amor y paz!’ Fue muy gracioso y tu cara era demasiado adorable (:”
2:09 a.m. “También soñé con tu sonrisa… Si la de verdad es como la de mis sueños, creo que podría morir en paz”

-Idiota… - miraba el celular ahora con cierto asombro y con el palpitar de su corazón a mil, respiró profundo y siguió leyendo.

2:12 a.m. “Ya salí del local! Yosh! Ahora a casa… Por si te interesa, vivo a unas cuadras del bar”
2:17 a.m. “Sé que algún día te traeré conmigo”
2:20 a.m. “Creí que había olvidado mis llaves, si hubiera pasado ¿me hubieras dejado irme a dormir a tu casa?”
2:22 a.m. “Yo creo que sí, aunque te hubieras hecho de rogar no me hubieras dejado en la calle”
2:25 a.m. “¡Incluso hubiéramos dormido en la misma cama! Para mantener el calor y eso ;D”
2:30 a.m. “Mientras dormíamos juntos… Te hubiera podido robar un beso…”
2:32 a.m. “Dai-chan, déjame besarte otra vez”
2:35 a.m. “Y yo te dejaré, besarme a mi”

Cerró la carpeta con las mejillas y orejas rojas, seguro los otros treinta que había decían las mismas sandeces, abrió la de correos de voz y pudo escuchar su voz con total claridad cuando habló.

“Como te dije en uno de mis mensajes, te tocaré algunas de las canciones que he compuesto… A ver si oyéndolas te animas a ir a verme tocar… Esta se llama Keep breathing”
Iba a botar el celular a un lado cuando la música de aquella canción lo envolvió de manera increíble, se dejó caer en la cama mientras su alma caía rendida, de alguna forma, ante ese ser que el consideraba solo un peligro… Su música era hermosa, las letras también, la melodía era absorbente y todo, absolutamente todo encajaba perfecto en la tonada ¿es que podía ser un prodigio?
Los otros cuatro correos de voz fueron escuchados con desespero y un afán inverosímil, los dedos le temblaban de la emoción que le recorría las venas cada que abría uno... Cada canción era más hermosa que la anterior y apenas terminó de escucharlas corrió a su computadora a bajarlas y poder convertirlas en archivos mp3, tal vez nunca tuviera el valor de volver a verlo, pero enamorarse de su creatividad musical no era del todo malo… Le llenaba aquel vacío que se había formado cuando lo dejaron…



Y de nuevo se encontraba ahí, parado, preguntándose cómo es que había caído en aquel juego… ¿Cuánto había pasado ya? ¿Un año de conocerlo? ¿Ocho meses de salir con él? ¿Uno de terminar? Ahora que veía aquella imagen gigante en un edificio con él posando con su guitarra solo podía pensar una cosa…

“Sabía que sería grande”

Aún no había escuchado la canción con la que había debutado y mucho menos comprado el cd… Seguro era aquella balada que había escrito a Yuriko… ¿Por qué es que nunca se dio cuenta que solo lo utilizaba? Vislumbró aquella pequeña pegatina de pingüino que él le había puesto en el mango de su instrumento y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Idiota… Debiste comprarte otra guitarra… - se dio medio vuelta y nuevamente los recuerdos lo embargaron



Después de aquel acoso telefónico, no volvió a tener noticias suyas después de otra semana que le mandó un mensaje saludándolo… ¿Por qué no resistió la tentación de contestarle? ¿Por qué simplemente no lo dejó estar? Pero ya nada podía hacerle, aquel sábado en el que le había contestado ese mensaje sería el indicador de que siempre terminaría haciéndolo y se volviera una de sus costumbres más atesoradas…
Cada día despertaba con un timbrazo de celular que era suyo y se mensajeaban durante horas hasta que él iba a trabajar, después de su presentación volvían a hacerlo hasta que amanecía… Pasó un mes entero en ese jueguito hasta que Inoo se decidió a llamarlo… ¿Cómo olvidar aquel día en que lo invitó a salir y él se negó rotundamente?
Cada palabra parecía haber sido pre-actuada y le causó cierta gracia saber el trabajo que se daba el pelinegro en poder atraerlo… Pero ahora que lo recordaba, ya no le daba tanta risa… Cada una de esas palabras se quedó grabada en su mente y corazón… Era doloroso mentarlas.

“Ehm… Daiki… Ahora que ves que no soy malo… Te gustaría… ¿salir conmigo?”
Su no fue inmediato y cortó la llamada, a los segundos lo volvió a llamar y le dijo que no importaba, pero que de todas formas quería ser su amigo… ¿Cómo ser amigo de aquel que poco a poco se le volvía indispensable? Inoo Kei se había vuelto su pilar de fuerza… Aunque su voz solo la escuchase en las canciones que le cantó.

Aquellas llamadas se volvieron frecuentes, casi remplazaban a su costumbre de mensajearse a diario, ya estaba acostumbrado a sus bromas y ya reconocía cada tono que empleaba… Si es que estaba feliz, si estaba triste, si se molestaba o si es que se aburría de insistirle… Inoo Kei se volvía poco a poco un libro abierto el cuál podía identificar, aunque nunca supo que lo único que le dejaba leer en esos ya dos meses era solo el prólogo…

-Dai-chan… ¿Por qué aún te niegas a verme?-Inoo, estoy ocupado… En serio que si vas a…
-¿Dónde estás?-Lejos de ti
-Eso lo puedo suponer, siempre escapas cada que presientes que me acerco-No hay manera que tú puedas saber eso
-¿Y como lo sabes?-No eres mago, adivino ni detective…
-¿Y si te digo que soy acosador?-Nunca te darías tal trabajo por mí… Soy tu obsesión, nada más
-Mou~ Dai-chan~ Otra vez diciendo eso… Si lo fueras no te insistiría tanto…-Ya déjalo~ ¿Hoy a que hora irás al bar?

Conversaron por unos 15 minutos, el tiempo exacto que duraba el trayecto de la estación de trenes a su casa, se había despedido con un simple hasta luego porque de todas formas lo llamaría más tarde… Imposible no hacerlo… Estaba pensando si en llamarlo después de cenar o antes mientras introducía las llaves en la cerradura cuando unas manos lo abrazaron por la cintura, el miedo lo congeló y por poco gritaba en busca de ayuda sin embargo, no lo hizo cuando esa persona habló.

-Te dije que era acosador…

Reconoció la voz y su tono burlón, se giró de inmediato a verlo con los ojos como platos y a nada de sufrir un paro cardiaco debido a la sorpresa, retrocedió unos pasos y chocó con su puerta, pero la risa tan alegre y feliz que el mayor soltó lo hicieron sentirse todo un tonto, relajándose instantáneamente.

-¡No te burles!
-¡Me tienes miedo!
-No es eso…

Frunció el ceño viéndolo atentamente, la ropa suelta, un pequeño bigote que no se había afeitado, un olor entre alcohol y… ¿marihuana? Yuto le había enseñado a reconocer eso para alejarse de ese tipo de personas, pero ahora que tenía al mayor delante suyo y estaba dentro de ese grupo… ¿Por qué no lo hacía?

-¿Entonces qué?
-¿Te drogas?

Inoo sonrió de medio lado y se acercó hasta acorralarlo, miró a sus ojos con fijeza y con la yema de los dedos le acarició el borde de la mejilla.

-¿Es que no te diste cuenta ese día?
-De haberlo sabido jamás hubiera…

Sus labios lo besaron con dulzura y se olvidó de aquel sabor amargo que emitía, era como si hace demasiado lo hubiese anhelado y recién ahora le cumplieran el capricho, sus manos se aferraron a la ropa de su pecho y el mayor lo envolvió por la cintura, tratando de profundizar… Pero no… Daiki no lo dejó y con las manos que antes lo cogían con fuerza lo empujó suavemente, se relamió los labios tratando de bajarse aquella hinchazón provocada por el beso y miró al mayor algo incómodo.

-¿Qué haces acá?
-¿Buscarte?
-Pero… ¿Por qué?
-¿Qué no es obvio? – se empezó a reír – Quería verte…
-¿Cómo conseguiste mi dirección?
-¿Sabías que hay aplicaciones para el celular que son gps y hacen seguimiento del número que desees?
-…
-Es broma, chantajee a Yuto con el dato del hijo de mi manager… - lo volvió a abrazar con fuerza, riéndose más divertido ante su cara de perplejidad
-¡IDIOTA! ¡EN VERDAD CREÍ QUE ESTABAS LOCO!

Ese día fue su primera cita aunque no la oficial… Y ese día también se dieron su único beso en el mes que siguió. Arioka se sentía muy reservado con Inoo, la advertencia que Yuto le hubiese dado en su momento aún lo perseguía así que le había puesto de condición que si quería salir con él tenía que dejarse de malas andadas, podía tomar con moderación pero no podía volver a acercarse un pitillo de marihuana. Al principio el mayor lo tomó como reto y aceptó, pero a los tres días volvía a estar con ese problema, siempre que se encontraban Inoo estaba comiendo miles de caramelitos de menta pero el olor impregnado en su ropa lo delataban… Era por eso que nunca lo dejó tocarlo, podían verse, podían salir, podían llamar y mensajearse pero jamás dejaba que Inoo lo besase, a lo mucho que se tomaran las manos, pero más… No.

-Estoy harto… ¡Siempre es lo mismo contigo!
-Yo no te dije que me buscaras…

Se paró del sofá con brusquedad y caminó hacia la puerta, estaba por salir cuando Inoo lo jaló hacia atrás y le tiró un golpe en el rostro, haciéndolo derramar unas pequeñas lágrimas de impotencia… De impotencia de saber que el no culparía jamás a Kei por ello y por saber que dejaría que le hiciese lo que quisiera.
El mayor lo llevó a rastras por aquel departamento hasta que llegó a la habitación, metiéndolo de un empujón. Cayó en el borde de la cama y el cuerpo de Inoo se acomodó encima de él, estaba por besarlo cuando empezó a sonar la puerta como si fueran a tirarla de un momento a otro y el mayor entre maldiciones se levantó a abrirla.
Daiki salió corriendo tras él, preocupado tontamente porque fuera alguien con quien hubiese peleado porque Inoo era así, se peleaba cuando estaba drogado o cuando estaba ebrio o ambos… Era así y él se preocupaba aunque nunca se lo dijese y solo se dedicase a curar sus heridas.

-¡Le dije que desalojara para hoy!
-¡¿Cómo quiere que desaloje si no tengo a ningún lugar al qué ir?!
-¡ESO A MI NO ME IMPORTA! ¡Cámbiele la cerradura!

Dos hombres entraron y empezaron a sacar sus herramientas, creando un ruido molesto. Kei con las manos en puños iba a reclamar y a golpear todo lo que estuviese a su alcance pero los brazos del menor lo rodearon e hicieron retroceder.

-Vamos a mi casa… Quédate conmigo…
-D-Daiki… - todo enojo o frustración desapareció sus facciones solo para dejar una mirada de duda – P-pero…
-Kei… Llevamos tres meses… Con esto… ¿No recuerdas cuando dijiste que sabías que no podría dejarte en la calle?

Aquella risa sincera que ahora pocas veces salía del mayor volvió a aparecer, le dejó un pequeño beso en la frente y le dijo que esperase afuera mientras él recogía sus cosas.



Llegó a su casa y caminó hasta su cama ¿Cómo había pasado tanto tiempo? ¿Cómo se dejó embaucar de tal forma? No podía siquiera ir a dormir en su cuarto porque cada recuerdo le venía a la cabeza como si fueran disparos que le herían y herían cada vez más. Pasó de largo hasta el cuarto de invitados y se tiró ahí tratando de despejarse pero… Ni siquiera ahí tenía tranquilidad, ¿es que había algún rincón en esa casa que no se lo recordara? Cada mínimo espacio había sido marcado por su intimidad y su lujuria, todos los muebles, el piso, las paredes. Absolutamente todo. Todo tenía la esencia de Kei.



-¿De verdad tus padres no te dirán nada?
-No, no lo harán… Así que no importa, siéntete en tu casa…

Era la décimo cuarta vez que Inoo se lo preguntaba en tres días y ya no sabía como hacérselo entender, aquella mudanza para Daiki había significado la formalización de aquella relación, se supone que después de aquello todo tenía que ir bien. Pero fue tonto al creerlo y un completo idiota al lanzarse al vacío cuando no había red de seguridad abajo. Inoo Kei era una persona peculiar, era cierto que poco a dejó sus malos hábitos por Daiki, ya no fumaba y si tomaba eran solo un par de copas, se mantenía sobrio y limpio y lo trataba bien, cuando componía se encerraba en su cuarto y cuando llegaba de trabajar también.
Llevaban tres semanas ya viviendo juntos e Inoo lo había vuelto a golpear por no dejarse tocar, a veces el menor se preguntaba a sí mismo por qué lo dejaba hacer sin ningún reclamo pero nunca hallaba respuesta, solo la sensación de que si le decía que parase él se fuera y lo dejara y eso sí que jamás lo toleraría, Inoo Kei se había vuelto una parte importante en su vida.

-¿Te duele mucho?

Y ahí volvía otra vez con esa voz llena de arrepentimiento, casi siempre le decía un “no te preocupes” y el mayor terminaba por irse pero aquel día se acercó hasta su cama y se echó a su lado, pasó la mano por su cintura y lo atrajo a su cuerpo, luego, delicadamente le colocó en la mejilla una pequeña bolsa de hielo, aliviando aquel dolor que el golpe le había producido.

-Lo siento mucho Daiki… No quise golpearte… Es solo que a veces me exaspera saber que no confías en mí como para entregarte de ese modo…
-Nunca he dicho que no confiase en ti ¿o si?
-Entonces… ¿Por qué nunca quieres que te toque?
-Dejo que me beses…
-Daiki…
-En mis 20 años de vida… Solo… Solo he tenido novias, Kei… Yo nunca…

Inoo había quitado la bolsa y colocado en la mesita de noche para lentamente girar el cuerpo del castaño y así mirarlo a los ojos.

-No tengas miedo… Nunca te haría daño…

Decirle eso después de golpearlo era una completa ironía pero su mirada era tan tierna y devota que se perdió en ella y se dejó llevar. Su beso era lento, suave, dedicado… Podía sentir cada sentimiento del mayor a través de él. Su molestia, su dolor, su paciencia, su temor… Y… Aunque en una mínima parte, también podía sentir el amor que le sentía así que dejó que hiciera lo que quisiera con su cuerpo.
Las caricias se repartieron con minuciosidad centímetro a centímetro, marcando su piel de tanto en cuanto con pequeñas mordidas que de rojas pasaban a un color violeta suave, sus jadeos y gemidos iban incrementando a medida que las caricias lo hacían, podía sentir como aquellas manos expertas lo desvestían hasta quedar completamente desnudo y acariciaban su intimidad hasta endurecerla de manera increíble ¿Es que acaso el placer cuando sentías amor era así de fuerte? Kei subió a sus labios besándolo con pasión y necesidad, los minutos pasaban lentos mientras ambos se acariciaban como si no hubiera mañana, cada marca en su cuerpo lo hacía mentarse a si mismo que no todos los moretones eran malos y que algunos se hacían con sentimientos… Una vaga excusa que lo hacía tratar de olvidar la realidad.

-Esto… dolerá un poco porque no quiero prepararte…
-P-Pero… K-Kei…
-Quiero… ser el primero… Plenamente… Daiki…

Tomó sus piernas y las separó con cuidado, tomó la punta de su miembro y lo posicionó. Se miraban a los ojos en todo momento y el mayor se inclinó a acariciarle la mejilla a medida que lo iba penetrando. Un dolor agudo. Unas lágrimas cayendo. Un gemido de placer. Unas palabras que decían “te amo”. Una sensación única en el corazón.
Sentir a Kei dentro suyo fue el más doloroso pero también el más especial de los sentimientos que jamás hubiese tenido en su vida, estaba llorando pero no por el dolor propio de ser desvirginado, sino por estarse entregando a un ser que era el más importante para él.
Vio como Inoo le secaba las lágrimas de los ojos y le acarició las mejillas con delicadeza, adentrándose ya por completo entre sus paredes. Pasaron varios minutos más hasta que se pudo acostumbrar, estaba nervioso y tenía miedo de incomodar a Kei con su lentitud pero el mayor lo veía embelesado, como si para el aquel acto de pasión fuese algo divino.
Sus embestidas fueron hechas con sumo cuidado para no causarle algún malestar y sus caricias incrementaron para distraerlo… Era maravilloso… Todo… Simplemente le hacía sentir en la gloria.



-Te odio… Te odio… Te odio…

Empezó a llorar nuevamente al recordar las veces que hicieron el amor, como cada gemido salía involuntario, como su cuerpo reaccionaba con sus caricias… ¿Por qué tuvo que ser él? ¿Por qué de todas las personas tuvo que enamorarse de él? Incluso hubiese preferido seguir tras su ex novia que lo dejó por otro que llorar por un pobre idiota que ni siquiera lo recordaba…

-¿Qué te hice yo Inoo? ¿Por qué ilusionarme y luego solo botarme? ¿Por qué?

Cada día era igual, solo ahogándose en un llanto interminable y deprimente, jamás creyó llorar así por alguien, jamás creyó que el amar en verdad y luego tener que dejarlo todo era así de insoportable… Lo había dado todo… Todo por él… ¿Porqué le hacía esto?



-¡Te traje la comida Kei!

Daiki entró al bar con una sonrisa y dos pequeños paquetes en la mano, Yuto lo vio un poco dolido porque lo hubiese olvidado por su novio pero lo ignoró plenamente, se sentó en una de las mesas frente al escenario y empezó a desempaquetar todo. Ya había pasado otros cinco meses juntos y había tomado la costumbre de llevarle de comer porque sabía que el mayor no lo hacía y si lo hacía, nunca era algo saludable.

-Te he dicho que me molesta que hagas esto…
-Pero Kei, mira, es tu comida favorita… Sé que ayer te molestó porque le puse…
-¿Y qué? No tengo hambre, anda vete…
-Pero… Kei…
-Eres un estorbo…

Se acercó a la barra y mirando con desdén a Nakajima le pidió una cerveza, el menor se la dio con mala cara y empezó a beber, miró que Daiki no se movía, solo tenía la mirada baja y fija en aquellos platos de comida que tanto se había esforzado en preparar.

-¿Por qué eres terco? Eres solo una molestia… - su risa sardónica lo hizo sentir mal pero el que vertiera el contenido de su cerveza en el arroz y el guiso destruyeron su corazón – Tal vez así, tu sazón si mejore…
-¡No lo trates así! ¡Daiki se esforzó haciéndolo!

Yuto corrió hasta ellos y empujó al cantante lejos de la mesa, Arioka solo lloraba en silencio, incapaz de defenderse ¿Cómo decirle algo si el temor a perderlo era más grande? Escuchaba gritos y golpes pero no distinguía nada, lo único que pudo escuchar bien fue a Inoo gritando.

-¡Es MI novio! ¡YO hago lo que QUIERA con ÉL! ¡DESAPARECE YUTO! ¡Y TÚ! – tomó al castaño del brazo y lo cargó – ¡Te dije que te largarás! - lo llevó hasta la puerta del local y lo botó al piso – Y no me esperes esta noche, tengo mejores asuntos que atender que acostarme contigo

Cada palabra se le incrustaba en el pecho como esquirlas de metal, dañando y matando todo a su paso ¿Cuánto tiempo podía soportar así? Los transeúntes lo veían con lástima y uno que otro se ofreció a ayudarlo a levantarse pero no aceptó, por sus propios medios y con un pequeño dolor en el abdomen se paró y caminó hacia su casa, tarde o temprano Kei volvería y le pediría perdón, diciéndole que lo amaba y que por favor le perdonase… Y él, como lo amaba tanto cedería, porque prefería morirse a perder al amor de su vida.



-Pero quien te ama no te daña ¿verdad Kei? ¿Es que siquiera en algún momento lo hiciste?

Se recostó en el suelo de la sala, recordando como terminaron. Dolía, dolía fuerte y su interior se desgarraba ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser así? Jamás entendió su obsesión por él hasta que ese día se le enfrentó, jamás se había preguntado a profundidad porque lo había elegido entre muchos… ¿Suerte? Nunca, Inoo sabía lo que hacía.



La puerta sonaba insistentemente, el timbre no dejaba de sonar tampoco, adormilado y en pijama fue a abrir, se golpeó con algunos muebles y después de un rato recién logró dar con la puerta.

-Por fin…

Inoo tenía cogida de la cintura a una mujer un poco mayor que él, ambos se veían en un estado de embriaguez extremo y que a duras penas podían pararse.

-Kei… ¿Q-qué pasa?
-Pue~s, acá Megumi y yo queremos divertirnos… - hizo pasar a la chica quien se apoyó contra la pared, empezando a desabotonar su blusa – Y tu, como siempre, estorbas… ¡Vete!

Lo tomó de la solapa del pijama y lo botó fuera de la casa. Arioka miraba perplejo la puerta que acababa de ser cerrada, creyendo ilusamente que era una pesadilla todo aquello… ¿Pero es posible negar lo innegable? El descaro y la desfachatez de su aún novio lo hicieron casi desmayarse de la pena… Podía escuchar claramente los besos que se daban en el pasillo y como aquella tipa gemía su nombre con fuerza… ¿Por qué? La puerta sonó cuando la empotró contra esta y los gemidos de placer de ambos empezaron a sonar violentamente, cayó acurrucado en el suelo tapándose los oídos, tratando de bloquear todo aquel daño que le estaba ocasionando la infidelidad… ¿Por qué? El gemido del climax de Inoo se le hizo demasiado familiar… ¿Cuántas veces había hecho el amor como para no reconocerlo? Unas cuantas palabras de promesas y otros ruidos más llenaron ahora el silencio reinante, la lluvia empezó a caer tenuemente, humedeciéndole el cuerpo y el cabello. A las dos horas casi la mujer salió y lo miró con asco, caminando lejos y perdiéndose de vista.
Con la poca fuerza que le quedaba entró a la casa, estaba por irse a hundir en su almohada cuando la mano de Inoo lo tomó por la muñeca y lo arrastró al sofá, tirándolo con brusquedad a este.

-¡¿Quién te dijo que podías entrar?!
-¡Por si lo olvidas ésta es mi casa!

En los nueve meses que llevaban saliendo, nunca Daiki le había contestado, el asombro de Inoo le quitó todo rastro de enojo y el golpe que en algún momento le hubiese dado quedó solo en el aire.

-¿Qué te pasa? Tu nunca…
-¡Cállate Kei! ¡CÁLLATE! ¡Quiero que te vayas! ¡MAÑANA MISMO, LÁRGATE! ¡¿Qué te sucede?! ¡¿PARA ESTO QUERÍAS ENAMORARME?! ¡¿PARA TENERME COMO UN MALDITO IDIOTA TRAS TUYO?!
-¡¿QUÉ CARAJOS HABLAS?!
-¡ERES UN MALDITO VAGO QUE SE EMBORRACHA Y FUMA! Siete malditos meses limpio para que una tipeja te volviera a hacer caer en ese maldito vicio…
-Siquiera aquella tipeja me da más experiencias que la que tú me puedes dar…

Sus ojos no se separaban los unos de los otros, los del mayor eran témpanos de hielo y los del menor… Solo charcos de agua…

-¿Qué soy para ti Kei?
-Tiempo perdido… Eso eres… - se dio la media vuelta, recogiendo el resto de ropa que le faltaba ponerse – ¿Sabes qué? Terminamos, me aburriste

Su corazón se oprimió de sobremanera ¿Cómo era posible que le cambiase de lugares? Lo peor era… Que dejó que lo hiciese, corrió tras él tratando de detenerlo, abrazándolo por la cintura y llorando desconsoladamente, diciéndole y rogándole perdón, que no lo dejase, pero de un simple empujón Inoo se libró de su agarre, entró en la habitación de invitados donde tenía todas sus cosas y empezó a meterlas sin orden en una de las maletas que había.

-Kei… Por favor Kei… No me dejes… Kei…
-¿Y para qué quedarme contigo Daiki? – le preguntó a la cara, haciéndole sentir su aliento marihuana – La vez que te besé fue por que pensé que podría obtener experiencias interesantes de ti… Yuto hablaba tanto de su mejor amigo que creí que eras una buena fuente de experiencias… No solo un niñito aburrido y común como esos que abundan, no me sirves… Ni siquiera le llegas a la planta de los pies a Yuriko



-Kei… ¿Por qué si me hiciste tanto daño aún te amo? Kei… ¿Puedes escucharme llamarte en estos momentos? Kei… ¿Aún piensas en mí de alguna manera? Kei… ¿Porque si yo no fui el del error aún duele tanto? Kei… ¿Podrías volver? Prometo… Prometo no molestarme… Prometo que todo estará bien… solo… solo no me dejes, Kei…

Se sentía alma en pena sin ninguna forma de poder hallar el camino… Solo dos semanas antes de cumplir el año habían terminado, ya hace unos días de eso y solo podía llorar tratando de encontrar algún tipo de salida que parecía esconderse ante sus ojos.

-Kei… ¿Cómo es la fama? ¿Les gustan tus canciones? Yo las amaba… Cuando me cantabas al dormir… O cuando me cantabas algo nuevo que habías escrito… ¿Recuerdas aquella canción de cuna que hicimos para el gatito que encontramos? Kei… Esa es mi canción favorita porque… Porque era como si pudiéramos estar juntos para siempre… Kei… ¿Qué cambió? ¿Por qué cambiaste Kei? ¿Algún día podremos estar juntos de nuevo? Kei… Hace un mes no te veo… ¿Estás bien? ¿Estás comiendo a tus horas? ¿Ya dejaste de fumar? Sabes que si tomas no te debes arriesgar… Kei… ¿Por qué me preocupo tanto por ti? Kei… ¿Por qué si necesito tantas respuestas no estás aquí contestándomelas? Kei… Necesito de tus abrazos y tus besos… ¿Es que no sabes cuanto los echo de menos?

La puerta principal sonó como si se abriese y el desde el piso alzó la cabeza para ver quien era, Yuto estaba parado ahí con su novio y ambos al verlo corrieron para reincorporarlo.

-¿Por qué es que ambos son tan torpes?
-Inoo nunca debió enamorarlo - las palabras de aquel chico no le causaron gracia a Yuto quien haciendo fuerza lo logró sentar al sofá
-Pero si él también está enamorado…
-¡Ryosuke!
-¡¿Qué?! ¡Es la verdad!
-Tú no lo entiendes… - la discusión paró y el más alto miró a su mejor amigo, acariciándole el cabello – Daiki…
-Y-Yuto… ¿Por qué… dice que está… enamorado de mí? ¿Es… que… él lo conoce?

Se quedaron callados un buen rato y con cierta zozobra Nakajima por fin sacó un disco del bolsillo interno de su chaqueta, lo abrió con cuidado y le dejó el empaque al chico castaño mientras el ponía el disco en el reproductor.

-Creo que… Aún no lo haz oído… Pero deberías…

Daiki limpió sus ojos para poder leer… ¿Cómo es que con tantas propagandas del debut de Inoo jamás vio o leyó las covers? La imagen era su pegatina de pingüino solo que con algunos efectos extras y el título del single pintaba como “El 'Adiós' está siempre tan cerca”, lo abrió para sacar el pequeño booklet con las letras de la canción pero lo único que pintaba dentro era “Para AD, la única persona que en verdad he amado”.
Ryosuke tuvo que tomarlo de los hombros para que no se fuera hacia adelante mientras sonaba la canción con melodía alegre pero con una letra que para él significaban más de lo que podían expresar.


Mira la palma que está sobre la tuya,
Está contándote mis sentimientos.
Incluso si yo no digo el 'Te amo'.
Nos conectan entre sí.

Es un detalle tan insignificante pero,
cada vez que sonríes tímidamente,
A pesar de que el día a día sea doloroso,
Siempre seré feliz con esa sonrisa.
Querida, yo
Sin falta estaré aquí.
Querida, nosotros
Nunca podremos olvidar estos días.

El 'Adiós' está siempre tan cerca,
Nunca voy a olvidar lo cercano que está,
porque te amo.
Oye, ¿Qué tipo de sueños
está teniendo ese rostro dormido?
Me pregunto de dónde proviene este dolor.

Mirar atrás a esos días que se repitieron,
siempre te quemarás
En el interior de mi corazón. Siempre en mi corazón
Estarás allí por la eternidad.

Querida, yo
sin falta estaré aquí.
Querida, nosotros
nunca podremos olvidar estos días.

El 'Adiós' está siempre tan cerca,
Nunca olvidaré que yo siempre estuve buscándote.
Porque nunca quería perderte.
Oye, ellas han pasado,
estas estaciones son la única cosa que quiero sentir.
Pero el mañana nunca fallará en volver.

El 'Adiós' está siempre tan cerca,
Nunca voy a olvidar lo cercano que está,
porque te amo.
Oye, ¿qué tipo de sueños
está teniendo ese rostro dormido?
Me pregunto de dónde proviene este dolor.
Pero, de nuevo este 'Adiós'
lo visitaré y me llevará allí,
Al otro lado de mis recuerdos en donde tú, la persona que amo, está.

A donde tú estás.


“Kei… ¿Significa que me extrañas?”

[6 meses después]

-Es suicidio mediático… No lo hagas, te lo prohíbo
-Señor Yamada – Inoo hizo una pequeña venia – La persona que usted ve acá está solo gracias a él, haré la dedicatoria y lo presentaré formalmente…
-¡Pueden cancelar tu contrato!
-No es algo que a estas alturas me interese mucho

Kei Inoo volvía a estar siete meses limpio, jamás creyó que lo que a él le parecía solo un medio para obtener creatividad se convertiría en su razón de ser… Se arrepentía de todo lo que había hecho y de cómo había sido pero no podía cambiar el pasado, solo hacer el esfuerzo para planear un buen futuro. Por eso hoy, en el escenario frente a los miles de asistentes que irían a verlo pediría su segunda oportunidad…

Salió al escenario después de media hora, su público le ovacionaba y él sonreía feliz… Todos ellos serían testigos de su amor, se puso un dedo en los labios y los hizo callar, en la pantalla gigante se veían palabras que el mismo había escrito y había pedido por favor que las pasasen.

“Hoy es un día especial para mí,
hoy pediré perdón a la persona de la cuál
me enamoré y que por miedo perdí…
Espero que sepan comprenderme y
que me ayuden a hacerlo aceptarme de vuelta”

Por una esquina del escenario aparecían dos personas, dos chicos específicamente, uno alto de cabello negro y uno más bajo de cabello castaño, este último tenía una venda en los ojos y caminaba torpemente, tenía un micrófono adherido al pecho y se podían escuchar sus pequeños reclamos de saber a dónde iba. Inoo sonrió a la audiencia y justo en ese momento le enfocaron y con los labios dijo “Es él”.
Yuto llevó a su mejor amigo hasta casi al medio de aquel enorme lugar, haciéndole una señal aprobatoria a Kei.
Daiki empezó a caminar desesperado, tratando de liberarse la vista para saber dónde iba o dónde estaba, tropezó con uno de los cables de los instrumentos y todos los asistentes rieron despacio.

-¿No es adorable?

Inoo se acercó hasta él y le quitó la banda que le cubría, los ojos del menor eran de incredulidad y un sonrojo tímido apareció en sus mejillas, no se había percatado en donde estaba, sus ojos simplemente veían a la persona que había amado con locura y que aún ahora lo hacía…

-¿Qué haces? Dije que no…
-Arioka Daiki… Frente a mis 5 mil fans te pido perdón… - se arrodilló ante el menor quien pudo ver detrás del mayor cuando este estuvo en el suelo, quedándose anonado ante los miles de ojos que se posaban en él – Y por favor, te ruego que regreses conmigo…
-¡Kei! ¡Párate! ¡Me estás haciendo quedar en ridículo!

Otra pequeña risa del estrado sonó por diestra y siniestra y un suave “kawaii” también se hizo presente, Daiki hizo un puchero y se quiso dar la vuelta para irse pero los brazos del mayor lo abrazaron con fuerza y posesividad, acurrucándolo en su pecho.

-Te amo… En verdad te amo… Te traté muy mal, merezco que me odies… Pero Daiki, todos cometemos errores… Yo cometí uno muy grande que fue el de lastimarte y dejarte cicatrices, emocionales y es posible que físicas… No es excusa, pero sabes que era porque nunca andaba en el mejor estado… Pero por eso… Tomando de juramento este lugar, este momento, con 5 mil testigos… Te digo que no volverá a ocurrir… porque te amo, en verdad te amo… Si haz escuchado todas las canciones de mi álbum sé que sabrás que todas son para ti… Me equivoqué en decir que no eras mi numen… Que de ti no sacaba inspiración… Eres mi mayor fuente Daiki… Porque solo cuando se enamora, el artista encuentra aquel auge de creatividad… Por favor… Vuelve conmigo… Dame otra oportunidad…

Sus mejillas ya estaban empapadas y le daba vergüenza que lo vieran así… Pero más que eso, la emoción de aquellas palabras sanaban cada pequeña herida que se hubiera abierto en su interior meses atrás… Para el amor no había lógica, para el amor no había porqués, para el amor no había noción de tiempo y más que nada, para el amor siempre habría un mañana.
Asintió suavemente y radiante de felicidad Kei gritó “Me aceptó de vuelta” y los vítores de los asistentes llenaron el local. Besó con dulzura su frente y sin que nadie lo viese llorar lo llevo tras bastidores a poder darle un pequeño beso en los labios.

-Te amo Daiki… Prometo que de ahora en adelante todo será distinto…
-Kei… Te amo demasiado… No vuelvas… a hacerlo…
-Nunca mi Daiki… Nunca…

“Kei… ahora sí tendremos nuestro final feliz ¿verdad?”


--------------------------------------------

Ok XD tomatazos o lo que sea -3- Pues, bien recibidos todos D: Quiero saber que les pareció... La canción que se supone canta Inoo es esta: Sayonara wa Itsumo Soba ni - Shota Shimizu, mi solista japonés favorito :)
Créditos: Gracias a http://makikawaii-jklyrics.blogspot.com por las letras en inglés y a Melissa ;3; por ayudarme a traducirlo porque yo ya no tenía tiempo~~

01 diciembre 2011

Donec [Drabble]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Aún no estudio e.e
: Nada ._.
: Biblioteca e.e

Título: Donec
Autor: Satommy
Pareja: Hikato
Género: Fluff/Angst fail
Extensión: Drabble
Summary: El pasado ya es pasado.
Notas: No pregunten XD No sé qué hacer para el cumple de Hika ;w; Y esta cosa me salió bien fail ;w;


Keito se apoyó contra la puerta, escuchando aquellos gritos de emoción que su novio daba y las palabras de agradecimiento que decía.

-¡Gracias Ko-chan! ¡Tú siempre sabes lo que quiero!

Primer disparo

-Nadie me conoce como tu

Segundo disparo

-Eres lo máximo Kota, no sé qué haría sin ti

Tercer disparo

Okamoto se dejó caer por la pared, apoyando la cabeza en sus rodillas, abrazándolas con debido al lamentoso malestar que lo atormentaba.

-¿Es que yo nunca seré suficiente? Siempre… su sombra, ni siquiera una buena…

Se levantó lentamente y sin hacer ruido dejó su regalo en el piso, miró al par que se abrazaba y hasta daba saltitos y en el último crujido de su corazón, cerró la puerta sin que lo notasen, caminando lento fuera del edificio.
No prestó atención a donde se dirigía, no es que le importara mucho, pero al parecer su subconsciente conocía bien en el camino porque en cuestión de minutos ya estaba en el tren hacia su casa y en media hora ya estaba bajo sus sábanas, hecho un ovillo bajo estas.

-Keito, tu celular está que suena ¿es que no piensas contestarlo?
-Déjalo Kenichi…

El hombre miró a su hijo con cierta sorpresa, las únicas veces que se arriesgaba a llamarlo por su nombre era cuando realmente estaba mal.

-¿Qué te pasa?
-Nada
-¿Cosas del trabajo?
-Solo estoy cansado, la universidad y la compañía me tienen agotado
-Keito – su papá no se movió de la puerta pero su voz era más que suficiente para calmarlo – Sabes que puedes dejarlo cuando desees

No supo si aquellas palabras eran para alguna de las cosas que había mencionado o si era referente a dejar a su novio, la sola idea lo hizo lagrimear y buscando protección en su almohada, ocultó el rostro ¿Debía de dejarlo? ¿En verdad debía dejar a Hikaru?

-¿Puedo pasar?
-Kenichi, te dije que…

Se calló al reconocer la voz y por miedo a que lo viese en estado tan deplorable, se enredó con sus mantas, quedándose quieto.

-Eres mi novio y no la quieres pasar conmigo, mal mal… ¿Incluso te finges enfermo?
-Lo siento…
-Keito… - se echó a su lado y con fuerza lo descubrió, haciendo temblar al menor – Estás molesto, ni siquiera me diste mi regalo en persona
-Ya dije que lo siento
-¡Keito!
-¡¿Qué quieres?! Mejor vete con Yabu… A que con el estarías mejor…
-¿Qué hablas? – lo hizo girar y vio sus ojos, sintió una punzada de culpa pero no lo abrazó - ¿Otra vez estás inseguro? – no obtuvo respuesta - ¿Te tengo que recordar que dejé a Yabu por ti?
-Siempre puedes arrepentirte…
-No soy de los que se arrepienten
-Hikaru… ¿Qué tal si…?
-No lo digas

Le tapó la cara con las mantas nuevamente y justo cuando el menor pensó que se iría, lo abrazó por la cintura, apoyando la cabeza en su hombro.

-Llora, quéjate, insúltame, cúlpame… Lo que desees Keito, no voy a dejarte, Kota es mi amigo y lo quiero, pero solo hay alguien a quien amo, así que tú no me dejes el día de mi cumpleaños ni ningún otro… ¿Quieres? Agradecería que cada que tienes algún ataque de estos me lo dijeras, no quiero volver a encontrarte así

.

.

.

-Hikaru… Feliz cumpleaños
-Feliz por que estás aquí

Nur Mine [Drabble]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Debería seguir estudiando e.e
: Gente de la biblioteca
: La Biblioteca LOL~


Título: Nur Mine
Autor: Satommy
Pareja: Inoodai/Hikato
Género: Fluff
Extensión: Drabble
Summary: "Porque es solo mío..."
Notas: Ando random XDDDDDDDDDDDDDDD No me peguen~



Entró furioso a la sala de estar, tirando la puerta hacia un lado haciendo que todos saltaran en sus sitios, Hikaru quiso hablarle para preguntarle el porqué de su comportamiento pero lo ignoró y caminó de largo hasta Daiki que andaba sentado a un lado de Ryosuke, hablando de quien sabe qué.

-¡Tú! – Inoo lo levantó sin esfuerzo y lo encaró - ¡Deja de juntarte con todos!
-¿Eh?
-¡Por tu culpa es que hacen estúpidas historias de ti con Takaki, de ti con Yabu de ti con Ryosuke, de ti...! - su voz se ahogó y dos lágrimas salieron
-Kei… Eres idiota… - el menor no pudo evitarlo y se echó a reír, abrazando a su novio por la cintura y acurrucándose en sus brazos - ¿Qué te he dicho de leer cosas raras en internet?
-P-Pero…
-Nada de peros – suspiró algo molesto y lo tomó de las mejillas uniendo sus labios en un suave beso – No seas tonto y menos celoso… Acá todos somos amigos…
-No todos – sonrió ya más calmado y lo cargó entre sus brazos – Tú eres mi novio
-Lo soy…

Se escuchó un bufido general y todos ignoraron el hecho de que el otro par estuviera prácticamente haciéndolo con ropa en la pared, todos menos Hikaru quien frunciendo el ceño y algo tímido se giró al menor que estaba a su lado.

-Ne… Keito… ¿No crees que Inoo es muy celoso?
-Si lo es… - lo vio divertido – Pero menos que tú
-¡¿Qué?! ¡Yo no soy celoso!

Se escuchó un “Si eres” de parte de todos y el ex rubio se quedó callado, tomó la mano del menor que ahora se reía despacio y haciendo un puchero entrelazó sus dedos, mirando de reojo al otro par que salía por la puerta.

-Ne, Keito…
-¿Qué?
-Tú y yo tampoco somos amigos…

21 noviembre 2011

Guns and Roses [5]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Son casi las 4 a.m.
: Los pajaritos cantando~
: La esquina de mi cama XD!


Notas: Este capítulo se lo dedico a mi escritora favorita, Joana :) que si no fuera por ella no me hubiese vuelto a encontrar a mi misma como escritora y hubiera perdido toda fe en la redacción, sé que no lo leerás pero ya te lo dije por mensaje... I admire you! And you know that... Btw~ en otros temas, me hicieron odiar estas últimas semanas varios pairs que antes solo toleraba ¿es que acaso está mal que ame solo 5? Soy cerrada en ese sentido, si leo otras pero cuando te molestan joden, es inevitable no agarrarles tirria~~ Y pues e_e también me hacen tener tirria a escribir D: Así que pido por favor que sean sensibles conmigo en ese sentido XD! Y por cierto e_e Ahora sí espero comentarios u_ú! Aunque si está fome ._. ya no hay nada que hacerle XD!

------------------------------------------------------------


Shige cogió el cogió el celular a las once de la noche, habían pasado más de 12 horas y no sabía nada de Daiki. Su vida estaba en peligro, era por algo que no quería ser su niñera… Si le pasaba algo, por mucho que él no tuviera la culpa de nada, lo culparían. Odiaba el hecho de que lo tuvieran acorralado con perder el trabajo o hacerse cargo del niño… Y el peso en su currículo de ser asistente o mano derecha de los Arioka era demasiado importante como para dejarlo pasar.

-¿Dónde estás? - preguntó al menor apenas contestó - ¿Qué acaso crees que esto es hotel para que tu…
-Shigeaki-san, lamento mucho esto… Pero Daiki se encuentra indispuesto y ya no hay trenes como para llevarlo a casa, ¿le molestaría mucho que se quede a dormir conmigo hoy?
-¿Eres tu Inoo-san?
-Sí señor, soy yo
-Tu voz es muy reconocible

Meditó unos instantes antes de dar su aprobación, una noche solo no sería malo… Él tendría el día libre y Arioka también podría convivir una experiencia “normal” con el único amigo que le había visto.

-Si le hubiera hablado yo, me hubiera gritado

Inoo lo ignoró, meditaba la opción de llevarlo a algún rincón de la universidad y asfixiarlo o simplemente dejarlo solo a su suerte a ver si alguien le hacía algo… Pero ni siquiera sabía a ciencia cierta si es que Daiki creía o no lo que le había dicho Takaki, sería mejor no correr ningún riesgo, mejor solo prevenir y desaparecerlo… Matarlo era la finalidad de su cercanía con él.

-¿Por qué no hablas?

Lo miró a los ojos y luego desvió la mirada a sus labios, antes habían estado perfectos, ahora tenían una leve hinchazón y estaban rojos ¿es que acaso los besos dejaban tantas pruebas? ¿Podrían sacar su ADN de los labios del menor en una autopsia? Alzó la mano para cerrarla alrededor de su cuello pero la bajó antes de siquiera darse cuenta que lo había hecho.

-Tenemos que ir a mi casa, espera acá

Hizo sentar a Daiki en una de las bancas de la parada de bus y timbró al Ohkura, iba a ser suicidio para él y sentencia de muerte para el castaño el ir a l residencia Nakajima, tendría que tener su arma a la mano cualquier cosa...

-¿Qué ocurre?
-Tadayoshi…
-De acuerdo – la voz al otro lado se tensó - ¿Qué es tan grave?
-Daiki irá a dormir a la casa
-JA! Buena broma… Ya ¿es que acaso lo has matado y…?
-No es broma, ven a recogernos a la puerta de la universidad

Al colgar miró el celular con cierta reticencia ¿qué pasaba si llamaba de nuevo y que más bien le llevara al equipo de limpieza? Podía asfixiar a Daiki… O tal vez simplemente romperle el cuello, limpio, rápido y sencillo.

-Sabes, ahora que todo está más tranquilo… Me da gracia pensar que para alejarme de ti Takaki haya dicho que eras un asesino
-Pensé que…

Estaba atónito, no tenía forma de formular alguna oración coherente sin que esta tuviera la frase “si soy asesino” o algo por el estilo… ¿Es que acaso era idiota?

-Eres demasiado amable para serlo Inoo-chan…

Empezó a balancear sus pies, rozando el suelo con la suela del zapato, haciendo un ruido rasposo y extraño que llenaba el silencio que se había formado.

-Perdón si te besé
-Ah… No, la adrenalina del momento, fue eso, no te preocupes
-De cualquier forma, me alegra saber que mi primer beso fue contigo… Aunque en verdad no recuerdo cuando te dije que no había besado a nadie…

“Nunca lo hiciste”

Otro silencio, Inoo quiso hablar pero las llantas de un carro frenando en seco lo hicieron salir de todo pensamiento, a través de la ventana polarizada sintió la mirada punzante de Ohkura. Tal vez ni Daiki ni él salieran de ahí vivos… Bueno, tal vez es ya no importaba mucho…

Arioka se sentía extraño, podía decir con toda certeza que Inoo estaba nervioso y que la persona que conducía lo miraba de reojo por el espejo retrovisor, las miradas eran unas parecidas a las de Takaki pero no tenían esa sombra de lujuria que lo había puesto nervioso. Sus ojos se había puesto de meta mirar un punto fijo pero el silencio era demasiado incómodo como para quedarse tan quieto, se removió varias veces en el asiento mirando de rato en rato por la ventana, dándose cuenta que estaban por una zona exclusiva ¿Es que acaso Inoo era millonario? Podría ser que tuviera dinero y por eso tenía un chofer pero… De todas formas, no parecía alguien de esos círculos sociales. Miró al mayor con la vista fija en la calle también, se veía melancólico y casi podía apostar el menor de que tenía un conflicto interno… Tal vez en verdad no debió besarlo…

-Ya dije que lo sentía…
-No me importa que me hayas besado Daiki, ni que fuera algo tan importante

Hubiera querido jamás abrir la boca, aquellas palabras se le clavaron tan profundo que ya no volvió a hablar en todo el camino y cuando el carro se estacionó frente a una mansión, no esperó a que le abriesen la puerta y simplemente se bajó.

-¡Detente!

Pero fue demasiado tarde, apenas Daiki salió del carro tres personas aparecieron, una le vendó los ojos, otra le tapó la boca y la última le amarró las manos, quiso patear a diestra y siniestra pero no le fue posible, el que le selló la boca con cinta estaba ahora inmovilizando sus pies ¿Qué es lo que estaba ocurriendo? ¿Inoo? ¿Su chofer? El miedo volvió a atenazarlo por segunda vez en el día y deseó con todas sus fuerzas que de una vez lo mataran, no quería seguir viviendo en un remolino de emociones. Un olor dulzón fue colocado con fuerza en un paño cerca de su nariz y a los segundos cayó en la inconsciencia.

----

-Identifica…
-Me conoces, idiota
-Lo siento pero es…

Sacó la pistola del saco y le disparó en medio de los ojos, escuchó varios gritos de reclamo pero pasó de largo ¿a quién demonios le importaría un simple portero? Por lo menos a él no y si alguien le reclamaba, se vería con otra bala en la cabeza.
Tegoshi estaba en la puerta, vestido como siempre con aquella yukata suya, sonrió de medio lado al ver al castaño pasar sin que lo saludase y con una voz burlona le habló.

-¿Es que acaso te fue mal como para variar?
-Cállate perra

Tegoshi sacó sus dagas al tiempo que Takaki sacaba otra vez su pistola, estaba a nada de atacarse cuando alguien se interpuso entre ellos.

-La idea es matar a los demás, no matarnos entre nosotros - Massu cogió por la muñeca al otro mayor y miró con desdén al chico – Solo eres un niño que no sabe controlar sus emociones, eres un peligro para el clan
-¡¿Qué te pasa?!
-Por eso es que jamás podrás derrotar a Inoo, él es mucho más frío con sus propias emociones

Massu jaló a Tegoshi consigo, dejando a Takaki en el hall con una mueca en el rostro ¿Qué es lo que todo el mundo le veía? Era solo una vaga imitación de asesino, él lo sabía, era débil, lo veía en sus ojos, se dejaba dominar y nunca podía disfrutar de una muerte… Y ahora le gustaba aquel niño, Inoo Kei estaba enamorado de Arioka Daiki ¿por qué otro motivo no hubiera querido que lo tocase? Una cosa era que lo detuviera de matarlo. Los puntos que se hubieran sumado a su prestigio eran muy preciados pero… ¿Por qué no lo dejó ni besarlo? El castaño disfrutó la sensación de haber encontrado el talón de Aquiles de Inoo y una oleada de emoción lo embargó…

“El demonio será expulsado del infierno”

Escuchó una puerta cerrarse y vio a Yamada caminando con un bolso al hombro.

-¿A dónde vas?

Realmente no quería hablar, simplemente tomó al menor por la cintura y lo empujó contra la pared desabrochándole el pantalón y adentrando su mano, todo con movimientos tan rápidos que podrían sorprender a cualquiera. Pero Ryosuke ya no se dejó tocar. Empuñó la mano y flexionó el codo, juntó toda su fuerza y le dio en la boca del estómago al mayor, lo empujó al piso y le dio otro golpe pero ahora en el pecho, deseando con ahínco romperle el esternón.

-No olvides Takaki, que por algo soy el n° 2 de esta casa y tú, el n° 3

El menor recogió el bolso del piso y salió de la casa sin mirar al otro que tosía desenfrenadamente, expulsando algunas gotas de sangre por la boca.

Su cuerpo temblaba de emoción, jamás se había atrevido a enfrentarlo y ahora… Ahora lo había dejado en el piso, sangrando… Estaba eufórico e incluso mucho más que eso, no podía caber en sí mismo, saltando el cuerpo de aquel guardia, empezó a correr calle abajo, traspasando toda barrera e ignorando al mundo. Quería ir y contarle a Yuto que se había enfrentado a aquel tipo.

Después de un rato de estar corriendo desenfrenadamente, llegó a un café cercano a la universidad, pudo verlo a través de la ventana leyendo el libro que era para su trabajo usando unas gafas, sonrió a sí mismo aunque tal vez fuera involuntario y entró al lugar, sentándose frente suyo.

-Llegué

Yuto lo ignoró y siguió leyendo, tratando de encontrar en la lectura de psicología alguna respuesta a su comportamiento y su tolerancia al chico que tenía delante suyo, su mente estaba trabajando a cien, analizando cada aspecto del mayor: su rostro, su cuerpo, personalidad, talento… No entendía cómo es que lo deseaba tanto, no era nada peculiar y mucho menos excepcional, más bien era alguien demasiado común, salvo que era sicario y parte del clan contrario.

-Te matarán si te vas a vivir a la residencia Nakajima
-Dirás que me uní a tu clan
-Nishikido es el que decide eso
-¿No eres tú el heredero de Nakajima?
-¿Y si te mato yo?
-Ya lo hubieras hecho
-No te confíes – sonrió alzando la mirada - ¿Y Takaki?
-Lo dejé en el piso – la mirada de confusión del menor lo incentivó a seguir – Quería hacerlo conmigo, le di un golpe y me fui

Fijo su vista en todos los gestos de su rostro, tratando de vislumbrar si es que acaso mentía pero no había ninguna señal de que lo estuviera haciendo, simplemente asintió y siguió leyendo. Yamada pidió un café y una tarta de fresa.

“El amor según Sternberg está compuesto por tres variables, que en perfecto equilibrio componen la forma pura del amor:
-Intimidad: Sentimiento de cercanía, unión y afecto hacia otra persona
-Pasión: Estado de excitación mental y física caracterizado por vehemencia por otra persona
-Compromiso: Relación de compañerismo sin que haya intimidad ni pasión”

-Ryosuke… - llamó en voz baja al mayor - ¿Alguna vez te has considerado amigo de Takaki?
-¿Qué? – cortaba un pedazo de tarta con el tenedor, quedó a medio camino de su cometido cuando lo escuchó – No…
-De acuerdo
-¿Por qué?
-Nada

“En realidad nunca se da una combinación perfecta de las tres variables, el ciclo amoroso no es constante y hace que mientras el amor romántico comienza con altas dosis de pasión y una creciente intimidad, se vaya transformando en amor compañero dónde baja la pasión, se mantiene la intimidad y aumenta el compromiso. Hay incluso quien le pone fecha a este cambio, entorno a los cuatro años, pero obviamente es muy difícil aproximar una fecha, debido a todas las variables que intervienen.”

-¿Qué de interesante tiene ese libro?
-Mucho
-¿Es que acaso te he molestado o algo?
-Ryosuke… - volvió a preguntar, sin dejar de analizarlo - ¿El sexo con Takaki significaba algo más para ti?
-Nakajima… - comió un pedazo de tarta - Vete al demonio

Ninguno de los volvió a hablar y Yuto aprovechó para terminar de leer aquel capítulo.

“Muchas parejas no aceptan el cambio de “amor romántico” a “amor compañero” y lo interpretan erróneamente como el fin del amor. El tono emocional del amor compañero es más moderado que el del pasional, las pasiones extremas se transforman en comunicación, ternura, afecto y satisfacción, las claves de una relación duradera.”

----

-Yuri, la comida está en el microondas, no te olvides de cenar

Su madre le depositó un cariñoso beso en la frente, saliendo por la puerta principal tomada de la mano de su esposo, su padre. Los miró a ambos con cierto fastidio ¿es que en verdad todo era tan perfecto? No tenía absolutamente nada de qué quejarse en su vida. Su familia tenía estabilidad económica, siempre le había ido bien en las clases, era deportista, popular, agradaba a las personas, atraía a las chicas y chicos, sin embargo, entre todo eso, él no era feliz, o por lo menos el concepto de felicidad no era algo que él en algún momento hubiese experimentado…
El tema lo absorbió y se dedicó a meditar sobre él pero el sonido de la puerta tocar lo hizo salir de sus cavilaciones, se acercó rápidamente a esta para ver qué se habían olvidado sus padres cuando vio a aquel castaño parado frente suyo, tratando de ocultar la herida de un labio partido.

-Éste no es ningún hospital
-Cállate y hazte a un lado

Takaki movió al menor hacia un lado con el brazo y se adentró en la casa, caminó hasta la sala para solo dejarse caer pesadamente sobre el sofá, aún adolorido por los golpes que había recibido.

-¿Puedes explicarme nuevamente como es que conoces mi dirección? – Chinen caminó tras él, sentándose en la mesa de centro para poder tenerlo delante suyo
-No te lo he explicado
-Deberías ir haciéndolo… - cruzó las piernas al igual que los brazos y lo miró fijamente - ¿Quién te golpeó? ¿Daiki?
-No – contestó cortante – Pero… - alzó la mirada para dedicarle una mueca de fastidio – De todas formas perdí la apuesta
-Era de esperarse

Bufó inconscientemente y su voz, aunque no hubiese querido, había sonado llena de frustración ¿Qué iba a hacer ahora? Quisiera admitirlo o no, Takaki y todo ese grupito extraño eran la salida de aquella monotonía en la que se había convertido su vida.

-Da igual – se levantó para acercarse y subirse sobre su regazo, mirando sus ojos con cierta malicia – Dame lo que yo quiero y yo te daré a ti lo que deseas

Takaki sonrió de medio lado con lo que le había dicho el menor, sus manos se posicionaron en su cuello delicadamente y de aquella forma lo atrajo a su rostro, podía ver sus delicadas facciones con suma nitidez. Sus dedos encerraron a la perfección su cuello y sin siquiera besarlo, empezó a hacer presión para cortar la circulación que iba a la cabeza. La mirada del castaño estaba volviéndose casi morbosa de solo pensar que mataría a Chinen, disfrutaba siempre la sensación de aquella adrenalina que lo embargaba cada que cometía un asesinato, sin embargo una sonrisa lo paralizó e hizo soltarlo rápidamente, el sadismo reflejado en los labios del menor era tan extremo como el que el mismo poseía.

-¿Qué eres? – preguntó con la voz temerosa, bajándolo de su encima con un fuerte empujón – Dime… ¡¿Qué eres?!

Se puso a la defensiva y con un movimiento ágil ya estaba de cuclillas sobre el sofá, dispuesto a atacar a Yuri si es que este hacía algún extraño movimiento. El menor se lo quedó observando y luego rió, se volvió a sentar en la mesa de centro mirando divertido al otro.

-Relájate, no soy nada ni nadie… - miró sus facciones y su pose, sonriendo de lado – Pero al parecer tu sí… ¿Eres espía o asesino a sueldo Takaki? – el otro no se movió – Lo digo en serio, acabo de llegar de Australia después de varios años… ¿O es que acaso tengo cara de ir por ahí acuchillando personas?
-No lo tomes a jue…

Tosió y algunas gotas de sangre cayeron por la comisura de sus labios, se quedó mirando fijamente aquel líquido carmesí que caía a gotas y su presión arterial aumentó. Mataría a Ryosuke por atreverse a hacerle eso… Nadie quedaba vivo después de alguna humillación como esa.

-¿Quién te hirió? – preguntó de nueva cuenta el menor, acercándose hasta él para hacerlo sentar – Debes ir al hospital, si preguntan diremos que te caíste
-No te importa – se volvió a parar y lo empujó hacia atrás - No tienes que hacerlo, ni que fuera la primera vez que…
-Siempre he tenido el deseo de hacerlo en una camilla, así que muévete

Yuya se quedó perplejo, el niño ese no le tenía miedo y lo trataba como a un igual, había intentado asesinarlo y él ni siquiera se había inmutado, lo vio coger su billetera y las llaves de la casa… ¿Por qué no le tenía miedo? Su mirada se encontró con la de él y vio su sonrisa…

-Oie enano – se acercó mientras limpiaba el rastro de sangre de su rostro - ¿Quisieras ser asesino?

----

Despertó con una fuerte punzada en el cuello, por debajo de la nuca y con unas terribles náuseas ¿Qué es lo que había ocurrido? Lo último que tenía por recuerdo era estar en el carro particular de Inoo yendo supuestamente a su casa… De ahí un grito y todo negro… Un sabor amargo le recorrió toda la garganta y abrió los ojos de golpe, vislumbró una papelera al extremo de la habitación en la que se encontraba y vomitó todo lo que había en su estómago. Se quiso limpiar la boca con el dorso de la manga de su polera pero se dio cuenta que era un pijama guinda de seda. Se quedó quieto y luego parpadeó varias veces ¿Qué no lo habían secuestrado? Cayó en la cuenta de que si eso fuera un mínimo de verdad, él ni siquiera podría haberse movido de la cama… Se apoyó en la pared y quedó mirando al cuarto, era casi del tamaño del suyo en la residencia de sus padres, la cama era de dos plazas y era simple, no tenía cortinas ni nada ostentoso que hubiera encajado a la perfección como el lugar, así como la suya hacía... Vislumbró unas maquetas en una gran mesa junto al ventanal y pudo suponer que era la habitación de Inoo.

-¿Arioka-san?

El joven que había estado conduciendo el carro y si es que no le fallaba la memoria, se llamaba Ohkura, entró en el cuarto con una jarra y una taza, se acercó a la cama y la vio vacía, estaba por salir cuando el menor hizo un ruido con la garganta, aún no muy convencido con hablar por si de nuevo devolvía la comida.

-¿Qué hace en el suelo?
-Duermo – contestó de mala manera y haciendo un esfuerzo se levantó - ¿Qué hago acá?

Tadayoshi dejó la bandeja de plata en otra mesa que había en la habitación y se acercó al menor, realmente no hubiese sido difícil romper la loza y atacarlo, pero Inoo podría tomarlo a mal si es que lo mataba, Subaru y Maruyama estaban ahora por eso con heridas graves.

-Lo siento mucho, con su permiso - pasó un brazo por su cintura y lo cargó hasta llevarlo a la cama para volver a sentarlo en esta - Lamentablemente lo confundieron, pensaron que usted era el joven Inoo y por eso quisieron secuestrarlo
-¿Eh? ¡¿Eh?! – se levantó rápido para poder correr hacia algún lado y buscar a su amigo pero las náuseas lo hicieron caer de rodillas al piso – Ne-necesito…

No había ni siquiera pronunciado lo que deseaba pero en sus manos ya tenía otra vez la papelera, una arqueada lo hizo arrojar otra vez, pero ahora solo botaba bilis, al parecer su estómago ya estaba completamente vacío.

-Por favor, no se mueva – Ohkura le acercó la taza de té y el olor lo hizo arrojar otra vez – Su cuerpo está débil
-¿Por qué?
-Porque le inyectaron una droga para dormirlo, tuvimos que subministrarle otra para contrarrestar los efectos, su cuerpo está…
-Ya entendí – contestó desganado, subiendo a duras penas a la cama - ¿Dónde está Inoo?
-Está cenando
-¿Es que a él no le pasó nada?

Ohkura lo miró sorprendido ¿es que Arioka era idiota? Cualquiera sospecharía que algo raro pasaba pero él ni siquiera prestaba atención a los pequeños detalles… ¿Cómo es que Nakajima ni Kei lo habían matado?

-No, los guardias de seguridad salieron en el momento preciso, es por eso que usted sigue con nosotros, a nombre de la familia, le rogamos su perdón – se inclinó ante él aunque no lo hubiese querido, tenía que aparentar bien su papel.
-No te preocupes… - sonrió con amargura, tomando de la taza de té para poder cambiarse el sabor de la boca – Ni que no estuviera acostumbrado… Solo que a veces me gustaría que llegaran al final de sus misiones
-Debería apreciar más su vida, señor
-¿Para qué? Prefiero que me la arrebaten a vivir prisionero de responsabilidades que yo nunca quise cargar… - bajó la mirada fastidiado - ¿Puedo quedarme solo?
-Como usted desee

Salió de la habitación con un paso formal y al cerrar la puerta tras de sí cambió la postura, le costaba fingir pero era un favor que le había hecho el pelinegro, caminó más relajado a la sala dónde había una reunión del clan, viendo como todos los mayores miraban al otro con incredulidad, él también lo hubiera hecho pero a diferencia de todos, entendía el porqué del accionar del menor.

-Inoo, deberías aprovechar y matarlo – habló Uchi, la mano derecha también de Nishikido
-Su guardián sabe que está conmigo
-Simple, te matamos a ti también – la voz de Maruyama denotaba todo rechazo al chico, tenía una venda en la muñeca izquierda y otra cubriéndole parte de la cabeza.
-¿Qué quieres que te rompa la otra mano? Si así lo pides…
-Cállense – Ohkura intervino parándose al medio de la estancia - Durante el tiempo que dure la misión, todos se desaparecerán de esta casa, salvo Uchi, Murakami y Yoko… - miró al último que nombró – Tu función será fingirte hermano mayor de Inoo
-¿Por qué yo? – su desdén también fue palpable, pero el otro lo ignoró
-Tus rasgos son los que más se parecen a los de él
-No estás tomando en cuenta a Nishikido – cortó Subaru, él tenía un collarín y unas pequeñas benditas en el rostro
-Yasu se encargará de eso… - miró a Inoo que seguía callado y con la vista fija al piso – Yuto no te dará su apoyo, ya verás tu como lo convences
-¿Quién ha muerto para darte el papel de líder a ti?

Subaru se calló en el momento que escuchó el “click” de dos armas, Uchi y Ohkura le estaban apuntando directamente, uno al pecho y el otro a la cabeza.

-¿Quieres que te recuerde el orden de jerarquía que tenemos establecido?

Nadie volvió a hablar y con unas palmadas de Ohkura la sala quedó vacía, salvo Inoo que seguía sentado con la mirada perdida.

-Ya despertó – se percató de que su mirada se relajaba pero no se lo hizo notar – Está con náuseas, en un par de horas se le quitarán
-Debería matarlo…
-No hagas algo de lo que después tendremos que arrepentirnos todo el clan, lo harás en su momento
-Tadayoshi…

La mirada que le dedicó al mayor pudo dar cuenta de la vulnerabilidad que tenía en esos momentos, Ohkura quiso negarse a sí mismo que el menor estaba teniendo severos problemas internos, pero era imposible hacerlo, podía ver la desesperación en sus ojos.

-Es algo que algún día, podrás controlar
-¿Podrá controlar qué?

Nakajima entró de golpe, el mayor de todos hizo una pequeña reverencia al alto por ser hijo del antiguo jefe y se retiró, Inoo lo miró de reojo alejarse y se recordó a si mismo que nadie podía ver su debilidad nunca más, en ese mundo la lástima solo te causaba problemas… Y el ya no tenía padres que lo protegiesen.

-¿Por qué no hay nadie?
-¿Y quién eres tú para venir a hacer preguntas cuando traes a alguien del clan rival a esta casa?
-Puedo traer a quien desee, ésta es mi casa
-Se me olvidaba… - Inoo rió con sarcasmo - ¿Entonces por qué no nos botas de acá?
-¿Por qué pelean?

La voz de Yamada junto con la de Daiki resonaron por el lugar, Yuto giró la cabeza para mirar al castaño que caminaba con pasos débiles hacia donde estaban y luego volvió a ver a Inoo, su sonrisa le daba a entender que lo tenía en sus manos y el mayor lo sabía.

-¡Dai-chan! – gritaron los menores con fingida felicidad, corriendo hacia donde él estaba
-Eh…

Se quedó callado ¿Es que podía ser más extraña esa noche? Yuto y Yamada en la casa de Inoo ¿Se había perdido de algo? ¿Dónde había estado él cuándo ellos se habían conocido? Al parecer nadie entendió su confusión y siguieron parloteando causándole de nuevo náuseas, estuvo a punto de desplomarse cuando unos brazos lo cargaron suavemente.

-¿Ohkura no te dijo que no debías moverte?
-No lo dijo tan… literalmente
-Debes descansar sino, te puedes desmayar
-Inoo-san ¿qué le ocurrió a Dai-chan? – preguntó Yamada, siguiendo a los mayores hasta la habitación del pelinegro, pero esta vez sin fingir su curiosidad
-Hubo un problema cuando llegamos, nada grave – miró de reojo a Yuto – Que sorpresa que mi primo te haya traído de visita
-¿Primos? – preguntó el castaño detrás de su mano que le tapaba los labios
-¿No te lo dije Dai-chan? Yuto es mi primo menor por parte de mi padre
-Al parecer ambos olvidaron comentarme ese detalle…
-No hay nada que perderse Daiki, a fin de cuentas Kei y yo nos odiamos – se encogió de hombro y haciendo una seña señaló a su habitación – Duermo en el otro pasillo, si te aburres de él, ven con nosotros… Ryosuke
-Hasta luego Dai-chan, Inoo-san

Yamada caminó hasta el alto que estaba apoyado en una de las columnas que dividía a los pasillos, al llegar a su lado miraron ambos con cierta desconfianza y recelo como Inoo cargaba al otro chico.

-¿Es que acaso…?
-Está enamorado – pasó un brazo por los hombros de Yamada – Al parecer Inoo Kei es tan idiota como tu

Se rió lleno de burla y empezó a caminar seguido de cerca por el cabizbajo del mayor ¿Por qué estaba mal anhelar tener sentimientos y que estos fueran correspondidos?

06 noviembre 2011

Random~ n° 3?

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Nudo en la garganta~
: Los MTVEMA
: Mi sofá ._.



Pueeeeeeeeeees XD Es la primera vez que hago esto porque realmente me gana la flojera de tener que buscar blogs y nominarlos y toda la cosa -3- No es que no me halague, que de verdad XD lo siento tedioso jajaja Pero acá Hitomy me pidió por favor hacerlo :) Así que lo haré, eso y que quiero presumir mi cosito que luego le pongo la foto lol~
Btw... Gracias a todas las chicas que alguna vez dejaron premio para el Ongiri's y perdón si es que jamás lo posteamos ;w; Es que siquiera por mi parte no estoy acostumbrada XD Y se vuelve cadena interminable!!


Photobucket

Reglas a seguir:

1º Di quién te dio el premio:
Hitomy-chan

2º Otorgalo a 6 blogs que te gusten y enlazalos:
Brand News Day
Living for today
A random day
My FanFic World
Atzin&Amis
YuukiNii Fic’s

3º Decir 4 cosas que te gusten y 4 que no:
-Vodka
-Johnny’s
-Leer
-Escribir
Cosas que no me gustan:
-Hipocresía
-Impotencia
-Matemáticas
-Enfermarme

4º Publica el premio y avisa a los ganadores:
Ya lo hice~~


Y ahora mi cosa random~ Por la cual desde ayer estoy medio fangirleando jajaja
Como sabrán el concierto del Summary del Tokyo Dome tenía goodies limitados, creo [?] Pero la cosa es que había este uchiwa medio raro que cambiaba de imagen según el ángulo~~ Pueeeeeeees me lo compré♥ En realidad no creí hacerlo XD Todo pasó de improvisto pero ahora llegó a mis manitas y es más que hermoso~ No me arrepiento para nada el haberlo comprado asdsdads♥♥

Photobucket

Traté de tomarle a Daiki pero ya ven que se aparece también la cara de Takaki jajaja pero bueno uxu está bonito XD Es todo :) Y por cierto, me demoraré con los fics -huye-

17 octubre 2011

Thank you [Drabble]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Lloré ._.
: Amy jugando~
: Mi cama

Título: Thank you
Autor: Satommy
Pareja: Inoodai
Género: Fluff
Extensión: Drabble
Summary: Tu sola existencia es la que salvó a la mía
Notas: Me inspiré leyendo el oneshot de Yuuki, pero esto es algo más personal en realidad... Algunas personas que lo lean entenderán el por qué... asddsadsa hoy es una fecha muy importante para mi y bueno, quería terminar un oneshot que tengo a medias pero ya no me dio tiempo...


Estaba sentado frente a un gran ventanal mirando la nieve caer afuera, podía vislumbrar algunas luces a lo lejos que alumbraban las cabañas vecinas ¿Cómo había llegado a esto? ¿Tanto tiempo había pasado? Meditaba cada cosa que había ocurrido en su vida, divagando cada vez más y más, adentrándose en recuerdos que lograban hacerlo llorar y que le sacan la peor de las penas.

-¿Pensando en lo que no debes?

Su presencia y suave respiración lo hicieron reaccionar, lo miró avergonzado para luego desviar la mirada.

-Yo nunca te haré daño…
-Lo sé

Lo tomó de la cintura e hizo que se sentara en su regazo.

-¿Aún te duele?
-Si…
-¿Es porque aun lo recuerdas?
-Te amo Kei – susurró para luego ver por la ventana – Es solo que aun no entiendo qué hice mal para sufrir todo lo que sufrí
-Yo también sufrí Daiki – lo acurrucó con dulzura entre sus brazos – Pero valió la pena
-¿Valió la pena sentir que morías en vida?
-Claro que sí… Porque solo así le causé lástima a un ser tan poderoso como lo es dios para mandarme a este dulce ángel que ahora tengo en mis brazos
-Tu ángel llegó tarde entonces…
-No, llegó en el momento justo
-Tú también llegaste en el momento justo para mi
-Daiki – besó sus mejillas que tenían unas pequeñas lágrimas resbalando por ellas y luego le dio otro dulce beso en los labios – Te amo

09 octubre 2011

No me olvides [11]

http://i89.photobucket.com/albums/k220/Satommy14/pensamiento1.jpg: Mis singles de Magic Power♥~
: Te voy a regalar mi amor - Bonka
: El piso♥


Nota: No me maten XD JAJAJA en realidad salió de la nada -3- y... asddadsa CAROL! Ya sabes tu~ que este capítulo también está dedicado a ti :)♥ espero que te guste aunque esté fome y feo -3- la próxima prometo hacer algo mejor... Por cierto ._. el final ya anda cerca XD dos capítulos máximo creo LOL o tres... no más ._.

--------------------------------------


Yuto miró a todos lados tratando de saber en realidad qué demonios hacer para poder sobrevivir, en su caso, en realidad en su situación, la frase “no se puede vivir del amor” abarcaba otro tipo de significado. Por mucho que su relación con Ryosuke se hubiera casi arreglado –y no mencionar que la tensión ya estaba a su límite- Nadie podía saber cuánto tiempo más iban a estar perdidos y las necesidades básicas entre ambos se hacían presentes cada vez más, tenían hambre y tenían sed… Frío y miedo. Miró al mayor de reojo y suspiró, ahora sentía las necesidades increíbles de protegerlo, pero ¿Cómo? Él nunca había sido un buen campista y menos sabía qué hacer en casos como esos, no quería seguir caminando porque sabía que a la larga sería peor para localizarlos, pero estar junto al río era algo que podía ser más beneficioso que negativo, aparte que los mantenía activos y, como había dicho Ryosuke, siempre había una civilización cerca al agua.

-¿Cuánto falta?
-No sé…
-¡Pero ya llevamos caminando mucho!
-¡Tú fuiste el de la idea de buscar el río!
-¡Para qué me haces caso!
-Ryosuke… - suspiró frustrado y se pasó una mano por el cabello – No vamos a llegar a ningún lado peleando así…
-Tú eres el que comienza con sus gritos
-¡Tú eres el que ataca sin motivo!
-¡¿Ves?! ¡Gritas de nuevo!
-¡Porque tú me haces preguntas tontas cuando sabes que no sé ni dónde estamos parados!

Se miraron retadoramente unos minutos, sin decir nada Yuto volvió a girarse y siguió caminando, pero atento al ruido de los pasos de Ryosuke que lo seguían de cerca.
Se percató que estaba oscureciendo más rápido que anteriormente y recordó el cambio de horario y las alteraciones del movimiento del sol… Era peligroso que fuera de noche, era un bosque a fin de cuentas, podrían haber animales que les hicieran daño, se giró a Yamada y dudó, estaba a punto de decirle que mejor se quedaran ahí cuando el ruido del agua más pronunciado se hizo presente en su silencio, sonrió con algo de confidencia y le tendió la mano al mayor.

----

Ryutaro miró de reojo por si no había nadie cerca y ayudó a saltar a Inoo por la ventana, recepcionando la maleta de Daiki que llevaba cargando al hombro, se dio cuenta que pesaba considerablemente más, él había traído lo que el mayor le pidió y éste añadió algunas otras cosas que sacó de la habitación, pero no entendía como el peso podía llegar a tanto.

-No podrás andar con esto encima – le dijo serio, devolviéndole la maleta – Te cansarás en menos de media hora
-Eh… - lo miró sorprendido - ¿Qué acaso Yabu no te ha hecho hacer el entrenamiento extremo del equipo? – sonrió al recordarlo - Antes nos íbamos de campamento a subir y bajar de las montañas cargando leña… Así lográbamos resistencia y fuerza en los hombros y brazos… Así que no te preocupes por eso
-Yabu nunca ha dejado que yo hiciera eso… Según él, soy un niño
-Y lo eres… Pero es extraño, eso nunca antes lo había detenido… - largó un suspiró y miró alrededor, todo estaba oscuro, pero se podían ver las luces de las linternas a lo lejos - ¿Irás conmigo?
-Prefiero quedarme y decirles más tarde que te fuiste a perder al bosque por idiota
-No es por idiota
-¿Por qué se supone que lo amas? Él no te ha podido tratar peor que a un estropajo y tú aun así, eres capaz de dar tu vida por la suya
-El amor nunca ha sido racional Ryutaro – lo despeinó con una sonrisa triste en los labios y se puso a caminar sigilosamente, alejándose rumbo al bosque, mirando con cuidado por dónde alejarse sin cruzarse con nadie.

----

Sintió que su cuerpo se adormecía por el frío y se levantó para seguir caminando junto al cauce del río, lo peor que podía hacer era dormirse, podría morir por el frío… Aunque la idea tampoco era mala, no sentía que tuviera el derecho de vivir después de todo lo que había hecho ¿De qué servía seguir ahí? Su palabra había dejado de tener valor, nunca le había importado aquel detalle hasta ahora, ahora que era Inoo el que no creía en el… Se sentía realmente mal, sus pasos eran torpes, parecía como si estuviera borracho haciendo equilibrio para no caer al piso pero no, en realidad era más como un zombie que ya solo seguía caminando porque era su última oportunidad de poder convencer a Kei que sus palabras eran de verdad, que el “te amo” que había dicho era lo que en verdad sentía… ¿Por qué nunca quiso darse cuenta? Aunque la pregunta rondara ya buen tiempo en su cabeza, era difícil darle respuesta, tal vez solo fue que en verdad confundió sus sentimientos por Yamada o que nunca quiso arruinar lo que tenía con Inoo, siempre había sido tan simple que complicarlo con sentimientos no podía ser una opción. Ahora se arrepentía. Nunca se arriesgó y se la jugó por aquella duda y ahora sufría las consecuencias, aparte de doler por dentro, también lo hacía por fuera a causa del dolor de cabeza que tenía por tantas lágrimas derramadas.
Tropezó con una piedra y cayó al piso, sus manos hicieron puño y arrancó el pasto que estaba debajo de sus manos, empezó a llorar amargamente otra vez, le dolía todo, el cuerpo, el alma, la cabeza, el corazón… Odiaba todo, odiaba a todos, anda tenía razón de ser si Kei no estaba a su lado... Aunque eso solo era su soberana culpa, el imbécil total que no había valorado su compañía y su amor…

-Te extraño, te amo… Perdóname…

Enterró su rostro en la tierra, no tenía fuerzas para levantarse, tampoco ninguna motivación para hacerlo, si por el fuera, se podía quedar ahí para siempre.

----

-Llegamos

Yuto sonrió al ver el río delante suyo, aún tomado de la mano con Yamada, se acercaron y sumergieron sus rostros en el agua. Estaba helada. Ambos salieron al mismo tiempo, riendo a medias y algo más aliviados, con la tensión del ambiente ya dispersa.

-Perdón si te grité…
-Perdóname tu a mí, creo que si te presioné por gusto…
-No importa
-Entonces… - miró alrededor, seguían igual de solos que al principio - ¿Qué hacemos?
-Ya se hizo tarde… - miró al cielo que estaba ya con las estrellas brillando – Quedémonos acá e intentemos pescar…
-¿Y se puede saber cómo haremos eso? – su desdén se hizo presente, aunque no lo hubiera deseado, a los segundos volvió a cambiar su tono – Perdón… Pero no tenemos como pescar ¿no crees? No tenemos caña ni nada y…

Miró al menor como miraba a todos lados y cogía una ramita, luego se quitaba el pasador de uno de sus tenis y lo amarraba a una punta.

-Yuto… - Ryosuke reprimió una risa - ¿Realmente crees que funcione?
-Peor es nada… Ahora ayúdame a buscar una lombriz para… ¡No pongas esa cara de asco!
-¡¿Y qué cara quieres que ponga?! NO PIENSO ARRASTRARME POR LA TIERRA BUSCANDO BICHOS, NAKAJIMA!
-¡RYOSUKE! - se empezó a reír y se acercó al mayor, le dio un beso en la frente y luego lo miró a los ojos - ¿Qué acaso no quieres comer? Es nuestra única salida…

Lo último lo dijo con algo de miedo, no sabía cuánto tiempo más estarían ahí, debían estar activos y buscar comida, agua ya tenían… Solo debían ver la forma de filtrarla o algo para poder beberla, aunque en el peor de los casos podían beberla así no más.

----

-Ne… Takaki… - Chinen paró los besos del mayor que ya dejaban marcas en su pecho y lo alejó despacio - ¿No crees que está muy silencioso?

El mayor agudizó el oído y era verdad, ya no oía los susurros de Inoo con Ryutaro, ni siquiera el sonido de sus respiraciones, una línea se le dibujó en la frente y miró al menor.

-No crees que…

Yuri no esperó y sin siquiera vestirse abrió la puerta, sus bocas se abrieron completamente. La habitación no solo estaba vacía, sino que se habían llevado la ropa de la cama. Empezaron a ver los cajones y armarios: las linternas de repuesto, el encendedor de Takaki y otras cosas no estaban, se miraron entre ellos y salieron corriendo. Primero vieron por todas las habitaciones, tratando de dar con ellos, tal vez se habían detenido a buscar alguna otra cosa. Se pasearon de arriba abajo en el campamento, no estaban las cosas de Daiki en los camarotes del equipo de fútbol y faltaba comida en la cocina, sus caras de pánico empeoraron y salieron corriendo hacia el bosque en busca de Yabu o Hikaru.

-¡Kota!

Gritaron ambos en la dirección de las luces de las linternas que se veían entre los árboles, Ryutaro estaba apoyado en las rejas de las canchas de básquet, mirando por donde se había ido Inoo cuando escuchó sus gritos, era más que obvio que se habían dado cuenta que no estaban ni él ni el otro pelinegro, meditó unos segundos en dejar que empezaran a buscarlo, él no estaba tan lejos del campamento al fin y al cabo… Pero una pequeña molestia de compasión se apoderó de él, si dejaba que lo encontraran, Inoo ya no podría ir a buscar a Daiki, ni siquiera entendía porque se entercaba en hacerlo él, tarde o temprano alguien ya daría con ellos. Sacudió su cabeza resignado, debía darle tiempo al idiota esa para que pudiera adentrarse y buscar al otro idiota.

-¡ALTO! - gritó corriendo hacia dónde iban Takaki y Chinen, les tenía que dar alcance como sea – ¡ESPEREN!

Fue en vano, los otros dos ya estaban llegando al borde del bosque donde sabía que seguirían la ruta hacia las linternas de los mayores, no lo pensó mucho y corrió más, adentrándose también pero por otro lado. Sentía que se desmayaría cuando por fin los alcanzó en un claro, todos lo miraban entre sorprendidos y molestos, varios murmuraban entre sí atacándolo, no le importaba mucho sus comentarios, nadie era quien para juzgarlo, tomó aire y vio al capitán de básquet a los ojos. Yabu parecía asesinarlo con la mirada.

-¡¿Por qué dejaste que se fuera?!
-¡Porqué dejaste a esos dos cuidando!
-¡No te pregunté eso!
-¡¿Y qué quieres que haga?!
-¡CONTESTA!
-¡NO QUIERO!
-¡RYUTARO!

Kota lo cogió por los hombros ya fuera de quicio y lo sacudió, Ryutaro no sabía bien qué hacer, todos los miraban atentos, incluso sospechaba que esperaban que Yabu lo golpeara. Sabía que debía distraerlos de alguna u otra manera pero no se le ocurría nada lo suficientemente bueno. Miró a su alrededor ignorando a Yabu mientras lo seguía sacudiendo y vio la sonrisa de complicidad de Yuri… Eso era, tendría que hacerlo, era lo único suficientemente bueno… El estómago se le contrajo y la boca se le secó, cerró los ojos con fuerza y se acercó demasiado al rostro de Yabu, uniendo sus labios. Un grito ahogado salió de los labios de todos los presentes menos de Chinen que había soltado una pequeña risita de satisfacción, otro murmullo invadió el claro y todos se quedaron quietos, Kota también, incapaz de alejar a Ryutaro.
Sentía la boca seca mientras tenían los labios juntos, era demasiado molesto y tratando de humedecerla movió su lengua y trató de aliviar sus labios. Mala idea. Yabu lo tomó con otras intenciones y profundizó el beso. Sentía pánico y quería salir corriendo de ahí, él no quería que su primer beso fuera así y menos con un hombre, pero ya no podía hacer nada, se estaban besando y frente a todo el equipo.

-¿Y luego nosotros éramos los del espectáculo? – carraspeó Takaki ganándose un golpe de parte de Chinen - ¡¿Qué?! ¡Es verdad!
-Eh?!

Hikaru apareció por otra parte y empezó a reírse rompiendo con todo el silencio y haciendo que recién Yabu reaccionara y se alejara del menor que seguía paralizado. Nadie decía ni hacía nada, solo la risa del recién llegado era lo que se podía escuchar. Ryutaro se sentía morir, sopesó la idea de también irse a perder al bosque pero lo meditó mejor y solo giró sobre sus talones y se dirigió de nueva cuenta al campamento, se escondería los últimos tres días y al regreso pediría un traslado a otra escuela.

-¿Por qué lo besaste? - preguntó al final Chinen cuando se le acercó al mayor que tenía la mirada baja
-El comenzó…
-Pero cuando yo te besé me rechazaste! – se quejó Hikaru aún riendo
-¡Teníamos 13 años! ¡No cuenta!
-Ya no lo molesten… - Takaki cogió por la cintura a su novio y lo cargó – De seguro es porque a él le gustan menores…

Yabu los ignoró olímpicamente, miró a todo su público que seguía atento a los acontecimientos y les hizo una mueca que los hizo seguir con la búsqueda sin ningún murmullo. El poder de ser el líder y su cara de molestia eran más que suficientes para poner a todos en su lugar. Miró a los tres que seguían esperando una explicación, desvió la mirada y siguió los pasos que había tomado Ryutaro.

----

Estaba ya muy al fondo del bosque cuando escuchó los gritos a lo lejos. Ya se habían enterado que se había escapado el también. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al imaginar lo que Yabu lo haría, estaba casi seguro de que lo iba a matar pero no importaba, siquiera así Daiki estaría a salvo.
Corrió todo lo que sus piernas daban durante unos minutos hasta que hubo un silencio absoluto a su alrededor, un pequeño arrepentimiento estuvo a punto de apoderarse de él una vez que estuvo solo con la naturaleza pero se lo sacudió apenas recordó a qué demonios se había metido ahí. Miró alrededor y luego al cielo.

-¿Dónde estás Daiki?

----

-Estás loco…
-Solo quería buscarnos algo de comer…
-¡No creo que arrastrándonos por el suelo vayamos a conseguirlo!
-¡¿Por qué eres tan negativo Ryosuke?!
-¡No lo soy!
-El que no me agrade estar gateando por la tierra cerca de un río no significa que sea negativo
-Te has vuelto quisquilloso estos años ¿cierto? – suspiró frustrado, quedándose arrodillado en el piso cerca suyo, mirándolo con el ceño fruncido
-Perdón si he cambiado… - se quedó callado al reconocer el sarcasmo en su propia voz y se quedó callado unos segundos antes de calmarse y volver a hablar – Solo me molesta el tener que buscar un bicho para que tu hagas el intento de pescar…
-¡Ni siquiera es un intento! ¡Lo hago para que comas!

Ryosuke se quedó callado y no le contestó, simplemente refunfuñando siguió gateando por el suelo, haciendo pequeños huecos a ver si conseguía el bendito gusano.

----

-Kei… Kei…

Su voz aunque fuera baja y rasposa causó un eco a su alrededor, su cuerpo estaba temblando por el frío y por la pesadilla que tenía en aquel momento.
Tenía miedo, e incluso soñando estaba llorando, quería despertar pero no podía, algo se lo impedía…

Estaba en casa de Inoo, entraba corriendo a su habitación y lo veía en la cama con Yuto. La imagen era más que dolorosa. Se acercaba llorando y reclamando, exigiendo alguna explicación. Ino se paraba y a empujones lo botaba de ahí. Todo se volvía gris en ese momento. Sintió como si pasara mucho tiempo y lo volvía a ver, era como si tuviera ya 25 años. Su rostro seguía hermoso y su sonrisa igual de dulce, pero no lo veía a él. Una mujer a su lado que estaba gestando le sonreía. Tendría siquiera ya siete meses. Sus ojos volvieron a Inoo, este se acercaba a ella y le acariciaba el vientre con unos ojos maravillados. Era más que obvio que el bebé era suyo. Caminó despacio hacia donde estaban, pero dio un traspié y cayó al piso delante de ellos, llamando su atención. Alzó la mirada vidriosa que tenía hacia el mayor esperando que como siempre sus brazos protectores lo rodearan y que lo consolara como muchas veces ya lo había hecho, preguntando con esa voz tan tierna suya que si se encontraba bien. Pero solo quedó como deseo, Inoo nunca se acercó a él. La mirada de amor que tenía el mayor se tornó en una de desprecio, miró con cariño a la mujer de su lado y tomó con delicadeza su mano, la hizo caminar con suavidad, esquivando y dejando su cuerpo en el piso.

Abrió los ojos de golpe y palpó la humedad de sus mejillas, recordó lo que estuvo soñando y con nuevas fuerzas se puso a llorar; la sensación de vacío que tenía lo asfixiaba, se sentía desconsolado y más que nunca se odiaba.
Ryosuke parpadeó varias veces, no creyendo lo que sus ojos veían. Ese era el uniforme de su equipo, pero ¿quién era el que estaba parado ahí? ¿O era solo cosa de su imaginación? Miró a Yuto para tratar de llamar su atención pero este seguía ensimismado buscando una dichosa lombriz. Lo miró con casi odio y quiso golpearlo en ese mismo momento, pero el sonido de algo cayendo al agua lo detuvo y llamó su atención.

-¡Daiki!

Más que saber quién era, lo presentía. La afluencia del río no era muy fuerte pero sí que era profundo. Podría ahogarse con suma facilidad ahí y con mayor razón por que el chico no sabía nadar, y por lo que veía, ni siquiera intentaba mantenerse a flote. Corrió al borde del río con desesperación y estirándose logró coger su brazo con fuerza, con la ayuda de Yuto que fue tras él, tiró y lo sacó del agua, tiritando como si tuviera un ataque de epilepsia. Tocó su rostro y estaba helado y la hipotermia se hacía presente. Se asustó de verlo tan pálido y el pánico se apoderó de su cuerpo. Sin pensarlo mucho le sacó la camiseta mojada dejando todo su dorso desnudo. Se la tiró a Yuto de un solo movimiento.

-Exprímela y ponla a secar

Miró al mayor, Daiki no reaccionaba, estaba como ido y solo lloraba. Sopló sus manos para empezar a darle calor y luego, con las manos ya calientes, empezó a sobar su espalda, sentía como su tembladera se calmaba y su cuerpo recuperaba poco a poco su temperatura.
Solo después de casi cuarenta minutos sobando su espalda, pecho, piernas y espalda, el mayor tenía color en el rostro y ya no temblaba, sin embargo seguía llorando y tenía la cabeza baja.
Ryosuke estaba sudando por todo el esfuerzo que había realizado así que aprovechó y se sacó la polera para ponérsela a Daiki y este se pudiera abrigar. No se había acordado de nuevo de Yuto hasta ese momento y solo fue gracias al sonido de una ramita romperse a sus espaldas. Se volteó a verlo y el alto tenía un rostro impenetrable, estaba totalmente serio y podía distinguir incluso que estaba molesto.

-Yuto…

Yamada lo llamó por lo bajo pero un tosido de Daiki lo volvió a asustar y a captar su atención. Le hizo quitarse el short dejándolo solo con la ropa interior, se acercó al menor y sin tan siquiera preguntarle, le quitó la chamarra que tenía puesta para ir y con eso abrigar las piernas del castaño. Se sentó a su lado y lo abrazó, tratando de calentarlo más. El chasquido de los dientes de Nakajima era alto, estaba más que claro que no estaba contento y le incomodaba toda aquella situación.

-Lo quieres mucho – dijo con sarcasmo
-Era mi mejor amigo
-Yo también lo fui
-Lo digo en serio…
-Ajá…
-Sabes, no estoy para tus ataques de celos

Sus manos seguían moviéndose sobre los brazos de Arioka, incluso con mayor fuerza para darle aún más calor.

----

Se dejó caer junto al arco del campo de fútbol y apoyó la espalda en el poste. Tenía demasiadas ganas de llorar pero su orgullo no se lo permitía.

-¿Por qué lo hiciste?

La voz de Yabu lo hizo congelarse en su sitio mas no dejó que lo intimidara, se encogió de hombros y se giró a verlo.

-¿Acaso importa?
-¿No lo hace?

Silencio.
Yabu se sentó a su lado y se cruzó de brazos, él tampoco lograba entender por completo lo que había ocurrido y solo lograría hacerlo hablando con el menor, pero el aura que este emanaba le daba a entender que sería difícil, pero no imposible. Ryutaro siempre confiaba en él.

-Fue mi primer beso
-Lo sospechaba
-Por… - tomó aire y frunció el ceño - ¿Por qué me respondiste?

Kota suspiró pesadamente y se rascó la cabeza en señal de duda ¿Qué responder a eso? Miró a Ryutaro pero este tenía ahora la mirada perdida en algún punto del bosque.

-¿Qué sucedería si dijera que me gustó?
-No soy gay, no me gustan los hombres
-Yo no dije que lo hicieran, pero me gustó…

----

Las únicas veces que había tenido mal presentimiento en su vida habían sido dos. La primera fue cuando su abuelita materna había fallecido y la segunda cuando Daiki le fue a dar la noticia de que salía con Yamada.
Una gota de sudor frío cayó por su nuca hasta su cuello, tenía miedo y los latidos de su corazón se aceleraron descontroladamente. Sacó su celular con la mano temblorosa y buscó una canción. Su canción con Daiki.

---(FLASHBACK)----

-Inoo-chan!

El menor saltó en su encima apenas abrió la puerta, el lo cogió por la cintura y mantuvo el equilibrio, empezando a reírse contagiado de la felicidad que el otro irradiaba.

-¡Feliz cumpleaños! Te compré este CD... La canción es algo triste pero sé que te gustaría sacarlo en el piano, es realmente muy bonita...
-¿Ah si? ¿Como se llama? - lo bajó con cuidado y cogió el disco - ¿Ai Nante? ¿De Tegoshi Yuya?
-Si! Inoo-chan... ¿Te imaginas que sea nuestra canción?
-¿Eh? ¿Y eso por qué?
-No sé... Supongo que porque sé que no me importaría hacer lo que sea por ti y yo sé que a ti tampoco te importaría sacrificar todo por estar conmigo...

Las palabras le dolieron un poco pero era verdad, el sacrificaría todo solo por ver su sonrisa cada día de su vida.

----(FIN FLASHBACK)----

Pulsó play y alzó el volumen lo más alto que podía, las letras lo hicieron recordar miles de cosas como siempre, pero en especial aquella dulce sonrisa que Daiki le había regalado interminables veces. Sintió ganas de llorar pero en paralelo, también fuerzas renovadas. Volvió a encaminarse siguiendo el curso del río, él lo sabía, de alguna forma lo sabía… Sabía que tarde o temprano lo encontraría, solo esperaba que estuviera bien.

----

Decir que se sentía estúpido era poco, se sentía más que eso pero tenía que pensar lógicamente y no con insensatez, por mucho que los celos no lo dejaran hacerlo. Daiki podría haber muerto ahogado o de neumonía… Incluso podía seguir en riesgo de que le dé este último. Yamada solo había salvado por lo amable que era, habían sido amigos… Pero ahí estaban, esos malditos celos que no se iban y que ya lo estaban haciendo enfermarse.
Seguía buscando aquella lombriz con la que se había entercado y que sabía podía ser una solución remota entre todo el caos que se había generado. Miraba de rato en rato a sus espaldas donde los otros dos estaban abrazados.

“Es para que Daiki mantenga calor…”

Pensó pero otra oleada de malestar lo embargó, gateó un poco más allá… Tal vez debería alejarse un rato para enfriar su cabeza, no quería armar un escándalo por las puras y menos quería hacer enojar a Ryosuke, suficiente tenía con sus desacuerdos generales.
Empezó a meditar su relación con el… No había avanzado mucho si había mejorado, un poco pero peor era nada. Sabía que él también había cometido su error con Inoo, aunque no lo podía culpar, estaba despechado. Suspiró pero en aquel pequeño momento de meditación, una idea lo dejó quieto, casi paralizado ¿Por qué Arioka se encontraba ahí? ¿No que se había quedado él en el campamento? ¿Acaso se había arrepentido y había vuelto por Ryosuke? Se giró para ver hacia donde se supone que estaban pero ya estaba lejos y no los llegaba a ver más que como dos puntos de colores en la distancia. Su cuerpo se tensó y sentía la vena de la sien palpitarle. Maldito Arioka. No quería tener que pasar por lo mismo otra vez así que tenía que regresar y “marcar” territorio si fuera necesario, incluso si tenía que poseer a Yamada delante de Daiki, lo iba a hacer. Dio dos pasos para caminar de vuelta cuando el suave y dulce sonido de una canción lo hizo detenerse.
Yamada estaba lejos y no tenía su celular a mano, Daiki se había lanzado al río, si tenía su celular consigo, era imposible que aún sirviera.

Reconocía aquella canción, la había oído incontables veces antes, incluso vio un disco del single ese en la casa de Inoo… Inoo… Se giró y caminó apresurado hacia donde el sonido se escuchaba más fuerte ¿Ahora qué hacía el ahí? ¿También se había perdido? En realidad, el que lo buscara solo era un acto de egoísmo, le podía servir de dos cosas... Podía usarlo para sacarle celos a Ryosuke o sino, podía usarlo para que alejara a Daiki de él… Cualquiera de las dos opciones era realmente buena.