Simple [OneShot]

: No me maten -w-

: Nada~~~
: Entre mis sábanas verdes~



Título: Simple
Autor: Satommy
Pareja: Arijima
Género: Lemmon [?]
Extensión: Oneshot
Summary: A veces las cosas son simples, sin ataduras, sin nada… Pero al final, también pueden haber sentimientos
Notas: Aasdsad XD lol no sé qué decir -3- Si leyeron bien, dice Arijima, AriokaxNakajima, o sea Daiki y Yuto, Yuto y Daiki… No puedo excusarme detrás de nada ni de nadie… Solo aclaro, sigo amando al Yamajima y al Inoodai por sobre todas las cosas en este mundo~ que no les quepa duda pero en realidad necesitaba YO este Arijima :D Espero sepan comprender y si lo leen, asdsad gracias♥

SORA, TE DEDICO ESTE ONESHOT AUNQUE SÉ QUE ME QUIERES MATAR XD♥

-Yuto…

Daiki giró sobre el sillón y fue a parar al piso, el golpe lo despertó inevitablemente pero con una sonrisa idiota dibujada en los labios apenas abrió sus ojos: a su lado ya se encontraba Nakajima, ayudando a levantarlo.

-¿Estás bien Dai-chan? ¿Con qué se supone que soñabas para caerte así?
-Contigo – sonrió más ampliamente
-No digas eso – su mirada y gesto cambiaron, se volvieron más serios y algo molestos
-¿Por qué? – su sonrisa también se borró, lo miro fijamente e ignorando el sonrojo de sus mejillas se confesó – Me gustas
-No debería…

Le hizo poco caso a sus palabras y de un movimiento rápido se posesionó de sus labios. En un inicio, Daiki se sorprendió dado que, en ningún momento le negó el beso, es más, le correspondió apenas sus bocas se juntaron e incluso Yuto lo estaba abrazando por la cintura y lo acercaba más a su cuerpo, pero a pesar de eso, algo no encajaba, algo no iba bien.

-¿También te gusto?
-Un beso no se le niega a nadie Daiki…

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Sus largos dedos delineaban su cuerpo, se paseaban por su espalda y con un lento movimiento llegaban a sus piernas, las separó como ya muchas veces lo había hecho y adentro una de sus manos entre ellas, tanteando con el índice el borde de su entrada.

-¿En verdad deseas que lo haga Daiki?

La misma pregunta otra vez, sonrío de medio lado y asintió, a pesar de no tener una relación formal, a pesar de ser encuentros furtivos y a pesar de saber que él era uno más en la lista de Nakajima Yuto, no le importaba, su cuerpo y alma le pertenecían.
Su cuerpo dio un respingo cuando sintió la invasión, los dedos de Yuto eran suficientemente largos para acariciar sus paredes hasta el fondo sin dificultad alguna, excitándolo más de lo que ya estaba. Comenzó lento y amable como solía serlo, hasta que introdujo el segundo dedo, ahí los movimientos empezaron a ser más marcados y un tanto fuertes, el movimiento de tijera que hacía en su interior lo dilataba más, pero sabía que eso no era suficiente para el menor, a él le gustaba que estuviera lo suficientemente preparado.
Un gemido salió de su boca cuando lo embistió con tres dedos, metiendo y sacándolos rápidamente mientras su otra mano lo masturbaba hábilmente, jugando con la punta y luego bajando por toda la extensión, acariciando y en un momento de tortura, incluso lo lamió, sacándole otro fuerte gemido de los labios.

-Ya… Ya estoy listo…
-Voy a entrar…

Habló delicadamente en uno de sus oídos y empezó a besarlo despacio pero no con menos pasión, posicionó su hombría en la entrada del mayor y de un movimiento se introdujo en él, lo tomó de las caderas y empezó su vaivén, las embestidas nunca habían empezado lentas, a Yuto no le gustaba, es por eso que siempre lo preparaba bien antes de penetrarlo con la fuerza y certeza que eran característicos suyos.
“Maldición…” Las manos del menor sabían que rincón de su cuerpo tocar, su miembro sabía a qué punto llegar y su lengua sabían exactamente que rincones rozar en su boca, todo su ser estaba marcado, los gemidos, jadeos y suspiros que lograban escapar y llenaban el cuarto así lo demostraban.

-Daiki….

Su cuerpo se tensó, nunca había dicho su nombre, no era normal, un fuerte gemido que escapó de su garganta lo volvió a la realidad y al momento, al estar tensionado, el miembro de Yuto friccionaba más con su cuerpo y justo había tocado el punto exacto que lo volvía loco, su mente se nubló y por un momento ya ni siquiera pensaba, alzaba y movía las caderas acorde los movimientos del menor, una perfecta sincronía de cuerpos, era delicioso, no quería que parara pero a penas volvió a sentir esa mano acariciar su miembro, supo que el fin se aproximaba. No necesitó masturbarlo mucho, solo tuvo que apretar la punta y se corrió con un fuerte grito en su mano, Nakajima sonrió complacido y lo siguió embistiendo, aumentando la intensidad a cada momento. Lo abrazó por el cuello y lo atrajo a su rostro, lo beso dándole una pequeña mordida en el labio inferior y mientras lo hacía, un gemido ahogado se mezcló en el beso: Yuto se acababa de correr en su interior.
Giró sobre su cuerpo cuando el otro hubo salido de su interior, se enrolló en la sábana y se quedó así, unos largos brazos lo abrazaron por la cintura y lo atrajeron a su cuerpo.

-¿Qué te pasa? – pregunto Yuto besando su hombro
-Cada día se hace más difícil – contestó con la voz débil – Y es peor porque soy consciente que no soy importante para ti…
-¿Quién ha dicho que no eres importante para mí? - su voz era incómoda
-¿Lo soy?
-Claro que lo eres… - ahora besó su mejilla y lo hizo voltearse para que lo vea a la cara
-Solo que no soy lo suficiente – cerró los ojos y se dispuso a dormir cuando sintió un pequeño beso en los labios - ¿Y eso por qué fue?
-Porque poco a poco, vas siendo más que suficiente.

FIN