



Título: I can wait forever
Autor: Satommy
Pareja: Inoodai
Género: Angst
Extensión: Songfic
Summary: "Pero puedo esperar para siempre"
Notas: Escuché la canción y fue inevitable hacerlo... me llegó al alma y pues, está dedicado esto solo que es alguien que no lee el blog, así que qué más da~ u3u
Miró al menor alistando sus cosas, sabía que pronto terminaría marchándose del departamento y no podía hacer nada por detenerlo, muchas veces lo había hecho esperar, había desgastado sus sentimientos y su paciencia ¿con qué derecho podría decirle que no quería que lo dejara si él era quien lo dejaba a su merced todos los días?
Te ves tan preciosa hoy
Cuando estás sentada ahí es duro para mí mirar hacia otro lado
Así que trato de encontrar las palabras que podría decir
Sé que la distancia no importa pero te siento tan lejana que no puedo mentir
----(FLASHBACK)----
-Dijiste que no podías vivir sin mí
La elección de palabras no fueron las más acertadas de Inoo y no necesitó más que la mirada vacía de Daiki como para darse cuenta de su error. Trató de arreglarlo diciendo algo más pero el castaño fue más rápido en dejar que sus labios expresaran lo que sentía.
-Kei, no se puede vivir con la ausencia de alguien que siempre ha estado para ti… No puedes vivir con la falta de quien te da el aliento a diario… en nuestra relación… ¿crees haber sido tú quien daba todo eso por mí? – los ojos negros vidriosos del pelinegro le respondieron en ese silencio incómodo - No puedes extrañar a quien jamás dio nada por ti, no puedes necesitar a alguien que no se dio el tiempo de marcar su presencia en tu interior, no puedes sentir la ausencia de alguien que jamás estuvo… Yo puedo vivir sin ti… lo he estado haciendo todo este tiempo
----(FIN FLASHBACK)----
-Daiki… - trató de encontrar su voz en el nudo que se le había hecho, sus manos alzándolas en deseo de poder abrazarlo pero su misma conciencia se lo impedía, dejándolas caer hacia los lados – A mí me haces falta siempre
Y no puedo mentir
Cada vez que me marcho mi corazón se vuelve gris
Y quiero volver a casa para ver tu cara esta noche
Porque simplemente no puedo soportarlo
-Porque yo siempre he estado para ti… - sonó como un eco acusador sus palabras, el pelinegro temblando con temor, sabiendo lo que significaría para él su ausencia – Siempre he estado contigo o tras tuyo Kei… siempre
Otro día sin ti conmigo
Es como una espada que me atraviesa
Pero puedo esperar para siempre
Cuando llamas, mi corazón se detiene
Cuando te vas, mi corazón no deja de sangrar
Pero puedo esperar para siempre
Inoo se quedó de pie impotente al verlo cerrar ya la maleta con todas sus cosas, en un momento creyó que era posiblemente un sueño por tantas horas despierto que había estado pasando debido a la universidad pero al querer encontrar alguna prenda en el armario vacío, era más que obvio que el menor se estaba yendo, ya había tomado su decisión.
-Cuando ames mucho a alguien – habló su castaño, bajando la maleta de encima de la cama – Cuando lo ames… como yo te amé a ti…
-No lo digas en tiempo pasado
Te ves tan preciosa hoy
Es como si cada vez que me doy vuelta, viese tu rostro
Lo que más echo de menos es despertarme a tu lado
Cuando miro dentro de tus ojos, desearía poder quedarme
Su voz era un ruego, no debió dejarlo tanto tiempo, no debió desatenderlo pero él siempre estaba y jamás, no creyó posible que pudiera aburrirse…Y su error había sido ese, creerlo tan seguro que ahora por su misma causa lo estaba abandonando.
-Es pasado Kei… tú me hiciste ya no amarte…
-No tenía tiempo Daiki, no podía…
-¡Lo tenías! No tenías para estar todo un día conmigo… pero ni una llamada… ni un mensaje… Quien mucho se ausenta pronto deja de hacer falta – espetó llorando, con rabia en esos hermosos ojos miel que muchas veces le habían hecho sentirse la persona más amada del planeta – Ya… ya no me haces falta…
Y no puedo mentir
Cada vez que me marcho mi corazón se vuelve gris
Y quiero volver a casa para ver tu cara esta noche
Porque simplemente no puedo soportarlo
-No me dejes
Su último aliento y fueron las tres palabras tal vez más vergonzosas que pudo atreverse a decir en voz alta, jamás había rogado a nadie, jamás había ido detrás de nadie pero Daiki era alguien, no quería perderlo.
-Te amo… siempre lo he hecho y siempre lo haré, aunque no esté el tiempo que quisieras… aunque no sea el novio que tal vez necesites… Daiki, yo…
-No me lo digas ahora… no es justo – susurró sin mirarlo – No es justo esperar a decirlo hasta el último momento…
Otro día sin ti conmigo
Es como una espada que me atraviesa
Pero puedo esperar para siempre
Cuando llamas, mi corazón se detiene
Cuando te vas, mi corazón no deja de sangrar
Pero puedo esperar para siempre
-Ha habido semanas que no he sabido de ti a menos que fuera yo quien te llamara o viniera a verte como alma en pena, ansioso de poder sentirte…
Sujetó con firmeza el mango de la maleta, cada palabra que mencionaba le calaba a Inoo dentro suyo al recordar los días en los que había abierto la puerta porque Arioka había aparecido sin aparecer, haciéndole sentirse vivo entre tantas clases, siempre daba por sentado que él debía hacerlo, que él siempre iría por él. Buscó sus ojos otra vez aunque solo fueran de dolor y al verlos, supo sin necesidad de esforzarse que lo que le decía no era con alguna intención de culparlo o de echarle nada en cara, era tan solo para recordarse el por qué se iba.
-Pero eso no era lo peor… lo peor era saber que llamabas a todos tus amigos, que hablabas con ellos, que salías con ellos… Jamás he sido lo suficientemente importante
Sé que se siente para siempre,
Supongo que es solo el precio que tengo que pagar
Pero cuando vuelvo a casa, sentir tu tacto lo hace mejor
Hasta ese día no hay nada que pueda hacer
-Siempre has sido importante… créeme… ¿por qué no me crees? ¡Daiki!
Aunque se sintiera sin vida por cada una de las palabras que se incrustaban en él, dejándolo sin aliento que le ayudase a respirar y mantener la calma, se adelantó los pasos suficientes para poder alcanzarlo y retenerlo, aunque hubiera sido el peor de todos en todo sentido no quería ni podía permitir que se fuera, porque lo amaba, aún lo hacía.
-Lo lamento, siempre dijiste que no importaba… siempre decías que solo querías estar conmigo, siempre…
-Lo siento… - su voz era rendida, Kei ya sabía lo que eso significaba – No quiero sufrir ya… Adiós Kei
Otro día sin ti conmigo
Es como una espada que me atraviesa
Pero puedo esperar para siempre
Cuando llamas, mi corazón se detiene
Cuando te vas, mi corazón no deja de sangrar
Pero puedo esperar para siempre
-Te esperaré… esperaré a que me perdones… a que dejes de odiarme… Esperaré… y te buscaré, Daiki…
No hubieron palabras más que pudiera hacerle llegar pues el menor ya había empujado suavemente su cuerpo lejos del suyo para que lo dejara marchar, su maleta arrastrándose por el suelo con ayuda de esas pequeñas ruedas que ya eran lo único que hacían eco entre las paredes, camuflando el sollozo silencioso de ellos dos, quedando solo uno cuando la puerta se abrió y cerró para dejarlo partir de su lado.
Cuando llamas, mi corazón se detiene
Cuando te vas, mi corazón no deja de sangrar
Pero puedo esperar para siempre
“Puedo esperar para siempre”